Más emprendedores y mejor ciencia (post-111)

Continúo con mi seriado de ideas “Update-de-Updates” del evento RE’09 de Infonomia.
En el post-109 reseñé las cinco primeras, mientras que el siguiente se centró en buscar caminos híbridos, es decir, en practicar la “Y en vez de la O”.
Hoy me toca hablar de un concepto que está siendo muy discutido y que conecta en buena medida con un debate que estamos teniendo ahora en España relacionado con el recorte de los fondos destinados a la I+D.
“Venturesome” podría traducirse como “aventurero, arriesgado, atrevido”, y es el valor que reivindica Amar Bhidé, en la obra que sirve de referencia a esta idea: “The venturesome economy”, presentada por Alfons Cornella y Antonella Broglia en RE’09.
Su tesis es que tiene poca importancia dónde se ha generado la ciencia o patentado la tecnología que está en la base de un producto, porque eso en sí mismo “no es nada” hasta que un emprendedor convierte ese conocimiento en valor, es decir, en algo que se pueda comercializar con éxito en el mercado.
Bhidé afirma que el futuro de la economía está en la figura del emprendedor entendido como aquel que sabe identificar una oportunidad, se arriesga y pone la voluntad necesaria para generar algo de valor que la gente quiere comprar. Reivindica la importancia de estos perseverantes “combinadores” de ideas y recursos.
Realza la necesidad de tener una visión global a la hora de identificar y capturar cualquier “input” que pueda servir para innovar, y critica la visión tecno-nacionalista de algunos pensadores norteamericanos que se muestran preocupados porque crece la parte de los recursos y del conocimiento que provienen de fuera de EE.UU.
En ese sentido Bhidé afirma que “la riqueza de un país son sus emprendedores, y no sus patentes” (“de americano no hay casi nada en el iPod, pero sí ese señor –Steve Jobs, su mentalidad y perseverancia”, dice) y critica la corriente de pensamiento que se muestra preocupada por el auge de la I+D generada en China, India y otros países emergentes, poniendo en entredicho afirmaciones como las de Friedman cuando dice que “es bueno para los EE.UU. que el algoritmo de Google se haya inventado aquí”.
Amar Bhidé sostiene que una pérdida de liderazgo en los descubrimientos científicos y tecnológicos no debe traducirse en una actitud más proteccionista, porque lo realmente importante es tener buenos emprendedores que sean capaces de capturar el valor de esos avances, orquestando recursos, probando combinaciones creativas e imaginando productos a partir de ese know-how que viene de afuera.
Honestamente, este alegato de lo-(único)-que-importa-es-tener-emprendedores me genera un posicionamiento ambiguo que intentaré explicar (el paréntesis es mío).
Por una parte, es verdad que en un momento en el que, gracias a Internet, el conocimiento permea las fronteras y fluye a través de redes globales difíciles de controlar, e incluso cuando los regímenes de propiedad intelectual e industrial son cada vez más débiles; es lógico pensar que un emprendedor ágil, atrevido, testarudo y oportunista tiene todo a su favor si sabe combinar inputs generados por otros.
Dicho en otras palabras, la globalización y liberación del conocimiento (que se antoja imparable) puede estar abaratando tanto el acceso al Know-how científico-tecnológico, que ahora aumenta la importancia relativa de quien es capaz de combinar mejor esos inputs.
El autor también parece sugerir (ésta es una interpretación mía) que hay abundancia de conocimiento científico-tecnológico fácilmente disponible, mientras escasean los emprendedores que “destruyan creativamente” y conviertan ese know-how en algo valioso para el mercado, lo que termina provocando el efecto de desplazar valor en la cadena de innovación hacia los emprendedores en detrimento de las fuentes de conocimiento.
Esa conclusión nos lleva a pensar que un país con buenos emprendedores siempre se va a beneficiar de la I+D generada fuera, pero también (y es lo que temo!!), que eso es mucho más importante que esforzarse en producirla dentro.
La propuesta de Amar Bhidé es una remezcla inteligente de conceptos como “open innovation” (busca afuera con la misma intensidad que adentro, abre los poros), espíritu emprendedor (Schumpeter) y globalización (“la tierra es plana” de Thomas Friedman) con los planteamientos de David J. Teece.
Teece fue de los primeros que supo explicar por qué algunos inventores pioneros (excelentes en tecnología) no llegaban nunca a capturar el valor de sus innovaciones y terminaban fracasando en el mercado; mientras que otros más avispados (excelentes en interpretar el mercado) combinaban mejor los recursos y terminaban llevándose el gato al agua.
Esa lectura de la innovación, y del papel decisivo del emprendedor como figura avispada que combina recursos, no debe suponer una subestimación del valor de la ciencia como apuesta a largo plazo, y que suele ser una postura clásica de la mirada tan pragmática (y a veces superficial) de las escuelas de negocio.
Ideas como que “la I+D en sí misma no es nada” o que “la riqueza solo se genera muy cerca del consumidor, y no desde el laboratorio” me asustan un poco. Mucho me temo que pasemos, como el péndulo, de un extremo al otro, y que de nuevo se ponga de moda el tristemente célebre “que inventen ellos” de Unamuno.
Durante mucho tiempo hemos estado quejándonos, con razón, de que la innovación es mucho más que hacer I+D, y que en España se descuida el esfuerzo adicional que implica convertir un prototipo (el output clásico de la I+D) en un producto que se venda en el mercado o se use por la sociedad, que es a lo que llamamos “innovación”.
La innovación la hacen los emprendedores (en el sentido más amplio de la palabra). Eso es verdad y lo suscribo plenamente. PERO no caigamos en el error de frivolizar la importancia de generar conocimiento propio como punto de partida o de enlace y valorización del know-how que podamos aprovechar de afuera.
Para comprender, filtrar y combinar inputs tecnológicos de calidad, tienes que tener también un “puntito” notable de excelencia.
Si no tienes gente muy preparada, y una capacidad científico-tecnológica que esté a la altura, tu grado de autonomía para futuros desarrollos se verá muy comprometida, y llegará un momento en que no “te enterarás” de nada. Desarrollar tecnología no es tan fácil como parece, y adquirirla de fuera resulta caro si es buena.
He trabajado con muchos emprendedores tecnológicos, y he conocido de los dos tipos: los que vienen del mercado y los que vienen del laboratorio. Ambos suelen tener importantes carencias, y por eso lo ideal es combinar ambas capacidades (buena ciencia con sentido de la oportunidad).
Es cierto que necesitamos más y mejores emprendedores de los que tenemos, pero también generar ciencia de calidad que nos permita descifrar las oportunidades que esconde la tecnología.
Amalio
Juanjo:
Tú mismo lo dices: «la virtud está en el medio», porque el «saber por saber» tambien tiene que hacer un esfuerzo en traducir parte de ese saber en riqueza social y material. Suscribo 100% lo que dices, porque tu planteamiento es equilibrado. El puntillo de mi post iba en el sentido de que vamos dando bandazos, y que ahora temo que efectivamente, algunos piensen que no hay que hacer Investigación Basica («total, la hacen otros, y nosotros nos aprovechamos de ella») porque tenemos unos estupendos combinadores de recursos llamados emprendedores que son muy oportunistas y se van a aprovechar de todo lo que se hace por ahi.
Necesitamos esos «combinadores» formados en el espiritu del Open Innovation, pero si no nos preocupamos tambien por el saber, en mayusculas, va a faltar algo ahi, una visagra que nos permita gestionar las oportunidades que esconde esa caja negra que se llama tecnologia. Gracias por tu reflexión.
Juanjo
Muy interesante el tema, como siempre, Amalio, aunque en este caso me pilla bastante de cerca ya que he trabajado en ciencia durante bastante tiempo.
Sólo quiero aportar un reflexión;
En todo este tiempo que estuve trabajando me di cuenta que hay dos modos de
transmitir a la ciudadanía el valor de la investigación (y de por qué se gastan en eso sus impuestos)
* Centrada en las aplicaciones próximas que tendrán los descubrimientos.
* Centrada en la importancia del SABER por SABER. Los resultados vienen después de forma espontánea.
Como siempre la virtud está en el medio, pero el problema es que cada día encuentro menos este segundo planteamiento en las defensas de la investigación que leo y escucho.
A menudo, las ideas que cambian el mundo, no tienen aplicaciones claras a priori, pensemos en la física cuántica o en la PCR, una que revolucionó la biotecnología.
Desde mi punto de vista tenemos que trasmitir a la sociedad la necesidad de SABER por SABER, sin más objetivos a corto plazo.
De algún modo lo estoy relacionando en mi cerebro con algo que he leído por aquí sobre cómo las gratificaciones económicas no mejoraban los resultados de grupos creativos, de hecho a menudo los limitaban.
Amalio
@Jesus: totalmente de acuerdo. Es ese el equilibrio que queria aportar, porque es que vamos dando bandazos y eso me preocupa. Ahora no nos volvamos fanaticos del mundo emprendedor y olvidemos que hay una tecnologia y una ciencia de base que tambien hay que mimar.
@Carlos Noval: Tus ideas son interesantes y espero que sigas adelante con ellas y consigas los objetivos. Pero el tema que tratas tiene poco que ver con este post. Me huele a Spam, lo siento. Lo dejo publicado, porque puede interesar a otra persona que pase por aqui.
@RiverDD: Hola, amigo Diego. Que alegria verte de nuevo por aqui con comentarios. Me satisface saber que estamos en la misma linea de argumentos. Gracias
RiverDD
Buenas,
Estoy completamente de acuerdo con tu reflexión. Es cierto que en España falta la cultura de emprender pero es igualmente cierto que el conocimiento, los avances cientificos y tecnológicos son gran parte de la materia prima que hacen posible esas innovaciones un poco más agresivas.
Parece ser que en España tenemos muy buenos científicos a pesar de lo mal tratados que están. No obstante, como ya he comentado, sigue faltando esa chispa que tiene el emprendedor y que convierte ese fruto de la investigación en un producto que pueda ser utilizado por el usuario final. Y creo que Amalio ha estado muy acertado en apuntar en que no se destinan los suficientes recursos para realizar adecuadamente ese paso. Es evidente que falta concienciación, pero disminuir nuestros conocimiento básico, la I+D, no nos va a ayudar a arreglar este problema y si a empeorarlo, ya que como ya he dicho creo que la I+D es gran parte de esa materia prima que necesita un emprendedor para crear un producto de valor añadido.
Enhorabuena por tu trabajo, Amalio. Muy educativo y edificante, como siempre.
Carlos Noval Cárdenas
19´00 PM: BW:- “Ya que estamos tocando el tema económico como una de nuestras necesidades, os cuento: Desde hace mas de SEIS MESES, le estuvimos mandando a las Cajas más importantes de Andalucía: CajaSur, Caja Granada, Caja de Jaén, Unicaja y Cajasol, (que reúnen en su conjunto 2.372 oficinas, en las cuáles el 85% de las viudas, jubilados y pensionistas, tenemos domiciliado nuestro pago mensual), una petición:
Se trata de que en cada sucursal de las Cajas, donde tenemos abierto la cartilla o la cta. cte. aporten 1 € UN EURO MENSUAL, (qué menos que regalen el euro, por tener allí domiciliada nuestra paga).
Una vez realizado el ingreso, el interesado/a ingresaría 1,-€ más, al mismo tiempo, o sea 2-€/mes (el de la Caja y el nuestro).
Sólo con la conformidad de la Caja y nuestra aportación, (ejemplo 50 titulares) de los citados, tendrían:
50.-€ aportación de las Cajas + 50.-€ aportación de los titulares = 100,-€ POR OFICINA/MES
Si de las 2.372 oficinas citadas, – en teoría no deben tener beneficios y su labor debe ser estrictamente social – sólo lo hicieran el 10 % (237 Cajas) en toda Andalucía, ¡¡ 30 oficinas por provincia !!, tendríamos:
50 titulares de cuentas x 2,-€ = 100,.-€ x 237 Cajas = 23.700,-€/mes (Veintitrés mil setecientos euros mensuales).
Sigo con la propuesta, de la cifra citada 23.700,-€/mes, el 50 % quedaría depositado a plazo fijo en la Oficina que ha accedido a nuestra petición. Estamos hablando de 11.850,-€/mes, en una cta. creada exclusivamente (en cada oficina su parte proporcional), para una Fundación de Ayuda a los Mayores y Personas sin Recursos, en cada una de las oficinas, donde los titulares efectúan la operación y para evitar sospechas, serían 8 pensionistas, con firmas mancomunadas y ante notario, (un titular por cada provincia de la Comunidad) que no podrá utilizarla sin el consentimiento y autorización pertinente de la Dirección de la Fundación.
El resto de la cuantía 11.850,-€/mes iría destinado:
A.- Al Banco de Jubilados que anunciamos al principio, si conseguimos crearlo.
B.- A crear empresas con la fórmula que detallamos más adelante, todas relacionadas con actividades y servicios a los mayores, cuyos accionistas mayoritarios serían jubilados o pensionistas donde en Andalucía hay un 68 % sin cubrir y donde se moverían los fondos de las empresas creadas.
A que se imaginan las respuestas recibidas, muy buenas palabritas, felicitaciones por la idea, que ellos ya cuentan con un departamento de Obra Social, dan asco. Les mostraré algunas de las repuestas recibidas en nuestro correo [email protected].
Lo que no se imaginan es la que le tenemos preparado una decena de jubilados y lo que les va a doler la cabeza a los Directores Regionales, como no acepten. Si se lo toman como una amenaza, nos da igual, ya los viejos tenemos poco que perder.”
ES:- “Estas ideas son pá quitarse el estaché y no las que proponen las pomposas oficinas de colocación.”
Carlos Noval Cárdenas
“He estado a primera hora con un buen amigo, directivo de una Caja de Ahorros y naturalmente político y le endiñé, la historia que me contaste sobre lo que podíamos hacer con el dinero de nuestras pagas. Por si no lo he dicho bien te la recuerdo. Tú BW resumiendo decías: Somos 1.347.625 pensionistas en Andalucía, la pensión media es de 688,71€, que representan 928.122.813,75€ ¡¡al mes!!. Importe que manejan las entidades bancarias los días 25 de cada mes, CON NUESTRO DINERO. Si los acobardados y miserables pensionistas andaluces nos organizáramos, deberíamos saber que con este importe AL MES se puede tener nuestro propio banco y sería uno de los BANCOS MAS GRANDES DE ESPAÑA, encima con la Garantía del Estado. Si lo tienen los Ingenieros, ¿por qué no, nosotros?.
Jesús Fernández
Enriquecedora visión de una simple provocación del Update, Amalio. Como siempre.
También a mí me parece preocupante la poca relevancia social que le está quedando al trabajo científico.
Ya que hemos hablado recientemente de territorios, la capacidad tecnológica de un territorio no debería fiarse a que aparezca un Steve Jobs, creo. Me parece muy cortoplacista. Ni los que se reclaman liberales en economía reniegan de la conveniencia de políticas públicas (inevitablemente ligadas a un territorio)… y al menos en «lo público», la labor de descubrimiento científico debería ser tenida en cuenta, como proveedor de equilibrios y «abridor» de posibilidades a largo plazo.
En mi última entrega sobre el Re’09 pienso hablar en parte de esto.
Te devolveré enlace… 😉