Ecosistema de colaboración HibriturSelva (post-351)
Desde Febrero estoy trabajando en un proyecto bien bonito en la comarca de la Selva, que me hace viajar todos los meses a Santa Coloma de Farners, en la Cataluña interior, donde está situado su Consejo Comarcal. Escribo este post mientras regreso en AVE a casa después de estar toda la semana allí.
La logística desde Málaga es fastidiosa pero es de esos proyectos que valen mucho la pena, y que uno disfruta tanto que parece que no está trabajando. Su denominación oficial es “Ecosistema de Innovación abierta para el desarrollo del sector turístico en la comarca de la Selva“, y lo hemos bautizado recientemente con el nombre de HibriturSelva.
La iniciativa busca crear un espacio común (presencial + Digital) para el aprendizaje y colaboración en red entre agentes que pueden aportar valor al sector del turismo siguiendo un enfoque de innovación abierta (poroso, conectivo, no-endogámico) para promover productos y servicios híbridos, creativos y que potencien la diferenciación regional. HibriturSelva nace de acoplar tres términos clave: 1) Ecosistemas de colaboración, 2) Hibridación, 3) Turismo.
Siempre que utilizo el término “ecosistema”, me gusta definirlo así: Un sistema que se mantiene en funcionamiento, de forma natural, con el mínimo aporte de energía externa. Es un concepto potente porque realza la importancia de generar conexiones naturales, bien engrasadas, de baja fricción, y sostenibles; algo que solo se consigue cuando da respuesta a necesidades genuinas y se basa en aprovechar sinergias reales entre sus elementos. Si se cumple esa condición, entonces el “aporte de energía externa” (léase: subvenciones y dinero público) se reduce al mínimo porque las partes no necesitan más incentivos para buscarse y colaborar que el de su propio interés, y les mueve el sentido de comunidad que aflora de unas conexiones tejidas con fundamento.
HibriturSelva pretende mejorar la cultura de colaboración de la Comarca, así que cualquier avance en la cantidad y calidad de las conexiones será bienvenido. Si como dice Antonio Lafuente, “el lugar donde se definen los problemas a menudo no coincide con el ámbito en que se encuentran las soluciones”, habrá que convencer a las empresas para que busquen fuera (a través de la colaboración) esas ideas, recursos y capacidades que les falta, porque estoy convencido que el problema de las pymes no es que sean pequeñas sino que están aisladas, una idea que no me canso de repetir una y otra vez porque es un argumento muy intuitivo para explicar las ventajas de colaborar.
Otro fin del proyecto es desmontar la tradición endogámica con que se mueven los actores clave del sector turístico. En el informe Hibridatur lo explicábamos así: “Siendo el Turismo probablemente el sector de naturaleza más multidisciplinar de todos los que existen en España, su gestión actual se lleva a cabo con la mirada hacia adentro, como si de una industria-burbuja se tratara. Los agentes turísticos se han conformado mayoritariamente con buscar soluciones dentro, auto limitándose a los actores ya establecidos, sin tener en cuenta que las oportunidades más originales y disruptivas de innovación suelen provenir de ideas y modelos que vienen de fuera”.
Así que las conexiones que queremos estimular desde HibriturSelva son, sobre todo, multidisciplinares, y para eso estamos activando espacios y mecanismos de hibridación que pongan en contacto a agentes diversos, de ámbitos y profesiones muy dispares entre sí, porque sabemos que es la forma de potenciar productos y servicios realmente originales que ayuden a diferenciar la propuesta turística de la Comarca.
El proyecto se ha estructurado en varias fases. Ahora estamos terminando las entrevistas (ya vamos por más de 30) con personas interesantes del territorio, elegidas buscando el máximo de diversidad de sectores y profesiones, para recoger puntos de vista y recomendaciones de cómo co-diseñar el ecosistema. Hemos celebrado ya un “Taller de Empresas” del sector turístico para que nos ayuden a identificar los desafíos y problemas de naturaleza multidisciplinar que más necesitan de la colaboración para ser resueltos.
Esta semana tuvimos nuestro primer “Taller de formación de hibridadores y facilitadores de colaboración”, con un grupo de unas 20 personas que invitamos por sus inquietudes de trabajo en red, su implicación territorial y la riqueza que pueden aportar en la búsqueda de conexiones con otros agentes. Nos hemos planteado que este grupo funcione como avanzadilla en la construcción del ecosistema, que actúen como “NetPreneurs” o “emprendedores-de-red” para ampliar las adhesiones, encontrar y captar talento latente en el territorio, e identificar proyectos o iniciativas con potencial para convertirse (gracias a la colaboración) en buenas oportunidades de “turismo experiencial”, que es el tipo de productos/servicios que estamos buscando.
Hay cuatro líneas que nos interesan priorizar en este proyecto, y que han aflorado de la fase de diagnóstico. Son necesidades específicas de la Selva, pero que estoy seguro que se repiten en otros sitios:
- Visibilizar el talento innovador del territorio, es decir, identificar personas interesantes (y no tan conocidas) que están impulsando proyectos creativos, para que así puedan encontrarse. Un ecosistema como el que queremos impulsar es liderado por personas, más que por instituciones. Ya hemos detectado que gente muy valiosa ni siquiera se conoce, y es algo que vamos a solucionar. Que después cierren acuerdos es otra cosa, pero al menos tenemos que crear espacios que faciliten ese descubrimiento y acercamiento mutuo. Hemos previsto para eso varios formatos de encuentros presenciales, seis talleres de hibridación y una plataforma digital que va a abaratar los costes de búsqueda.
- Desvelar nuevas sinergias en torno al turismo que no están siendo bien aprovechadas en el territorio. Si hay algo que he aprendido de mis errores es que sin sinergias, no hay colaboración posible. Sin sinergias, el sueño de la colaboración resulta forzado. Con voluntad no es suficiente, porque tienen que haber complementariedades para que las partes se necesiten. Así que estamos trabajando para crear las condiciones que permitan a los agentes descubrir esos activadores de valor, esos intereses mutuos que energicen la búsqueda autónoma sin necesidad de que estemos dando el callo desde las instituciones para que lo hagan.
- Superar estereotipos que coartan la posibilidad de abrirse a un turismo de valor añadido. Por ejemplo, en la Comarca interior se simplifica en exceso el perfil del turista de la costa (tipo Lloret del Mar) como si se tratara de un segmento monolítico al que solo le interesa el sol-y-playa, y otros tópicos. En el otro extremo, los operadores turísticos del litoral no han mostrado curiosidad por conocer y explorar la singularidad del interior (llano y montaña) que tienden a ignorar en favor de ofertas de relumbrón pero más manidas, no dándose cuenta que es precisamente en la autenticidad del interior donde pueden encontrar complementos que ayuden a cimentar una identidad diferencial de su producto respecto del commodity de sol-y-playa que ofrecen otros destinos del Mediterráneo.
- Conectar micro-productos (pequeñas iniciativas o servicios turísticos) que son inviables si se ofertan solos (haciendo cada uno la guerra por su cuenta) pero que pueden funcionar bien si se integran en paquetes conjuntos. En el sector turístico, como en muchos otros, la única manera de salir del círculo vicioso del “no me especializo porque pierdo una parte del mercado, y no llego al mercado porque no me especializo” es mediante la colaboración entre proveedores de microproductos o servicios de nicho. Una comarca como la Selva, que no tiene un gran producto-estrella tipo Guggenheim en Bilbao o la casa de Dalí en Cadaqués que sirva como efecto-tractor, tiene que jugar-en-equipo mediante la agregación inteligente de muchas pequeñas experiencias mágicas.
El que yo disfrute tanto este proyecto, a pesar de lo complejo que es, se debe no sólo a que me permite poner en valor toda la investigación sobre hibridación y ecosistemas colaborativos que he hecho antes; sino también al tipo de cliente con el que colaboro. La verdad que es un placer trabajar con una persona como Josep Gesti, mi interlocutor en el Consejo Comarcal y principal impulsor de esta iniciativa. Ya lo decía en un post anterior sobre la consultoría artesana, todo se hace más significativo cuando el cliente/persona es alguien que valora las cosas bien hechas, se cree el proyecto de cabo a rabo y muestra una completa sintonía con la filosofía que uno defiende.
rafael
Amalio: deberías utilizar la Indagación Apreciativa para crear un ambiente colaborativo entre todos los actores: http://appreciativeinquiry.case.edu/
Paz Domínguez Ara
Cómo he disfrutado leyendo el post Amalio!!
Me has levantado mi alma algo maltrecha.
A ver si consigo que en alguna de las zonas por dónde habito se den cuenta de que ésta es la única forma de revitalizar territorios y dejen de contratar (con dinero público) a community managers de pacotilla y repartir flayers.
Queda mucha faena 😉
Un abrazo
Paz