Hasta siempre, papá (post-488)
Esta madrugada te fuiste, papá. Desperté en Vitoria con la terrible noticia. Te habías estabilizado últimamente, así que pensaba que nos darías unos años más. Ayer mismo me dicen que se te veía bien, más lúcido, compartiendo con tus compañeros, pero anoche agravaste y tu cuerpo ya no dio más. Hoy escribo este post en tu homenaje, pero también como terapia.
Estuve este fin de año con mi padre en Argentina, así que conservo recuerdos frescos de pasar muchas horas juntos en el hospital. Fueron días muy intensos. Mi papá era un hombre algo arisco para exteriorizar las emociones, así que no recuerdo haber tenido tanto contacto físico, afectivo, con él como en esos días de hospital. De besarlo, hacerle caricias, agarrarle la mano, buscarle la sonrisa. Ya me costó verlo tan flaco, débil y con la mente ida. Ahora me alegro de haber hecho ese viaje tan precipitado porque al menos siento que pude despedirme.
Don Amalio Juan Rey podía ser un tipo duro y seco. No era fácil discrepar con él. Nunca fue un hombre dócil. Fue un rebelde, con una cabeza privilegiada para desafiarte con los mejores argumentos. Era un hombre cabal que se movía por convicciones. Y se tomaba los temas bastante en serio, no soltaba el hueso una vez que lo trincaba, buscándote las cosquillas como saben hacer los provocadores astutos. Yo a menudo entraba al trapo, y todavía me arrepiento de no haber evitado algunos desencuentros en los últimos años.
Sabía quedarse en su sitio, y ser discreto si mandaban las circunstancias. Respetaba todas las decisiones personales, salvo las políticas, que siempre le concernían. Sí, mi papá amaba la política, y vivía para ella, aunque no la ejerció orgánicamente de forma partidista. Para él un enemigo político era un enemigo sin contemplaciones. Su consigna: “a la reacción, ni el agua”. De hecho recuerdo muchos momentos políticos de gran intensidad que compartí con él de niño mientras viví en Argentina. Dos de ellos especialmente. El primero, la toma de posesión de Héctor Cámpora en Mayo de 1973, acto al que asistieron Salvador Allende y Osvaldo Dorticos, quien era por entonces presidente de Cuba. Hurgando en los recuerdos, encontré hoy un documental del gran Santiago Álvarez que me transportó a esos días en que mi papá estaba exultante. El otro momento, mucho más triste, y que se produjo unos meses después, fue el golpe de estado y asesinato de Allende en Chile. Jamás olvidaré la rabia y el sufrimiento que se vivió en casa en ese septiembre, y lo mucho que afectó aquello a mi papá.
Me separé de él con 12 años, cuando regresamos a vivir a Cuba junto a mi madre. Fue dramático. Eran tiempos difíciles porque mi papá luchaba contra la dictadura, que lo metió en la cárcel y es lo que le salvó de no ser uno más en la lista de desaparecidos. Fue un milagro que sobreviviera a aquello porque era un abogado de izquierdas muy señalado. Después lo mandaron al exilio, que vivió entre México y España, pero no tardó ni un mes para pegar la vuelta a su Argentina querida apenas le dejaron.
Su pasión era el Che Guevara, al que le dedicó mucho tiempo de investigación y sobre el que publicó su primer libro (“Sobre el mensaje del Che Guevara a los argentinos el 25 de mayo de 1962 : qué circunstancias lo rodearon y otras reflexiones”). Estaba escribiendo la segunda parte, con más enjundia todavía, pero la salud impidió que la terminara. Subir a su biblioteca, en el segundo piso de la casa en Córdoba, donde había libros y fotografías de un valor histórico enorme, era como subirse a una montaña rusa en la que cada curva te espera una nueva sorpresa. Aquí tienes, por ejemplo, una foto de mi papá en Cuba junto al Che Guevara y Raúl Castro.
Disfrutaba mucho con sus sobremesas, que se extendían hasta el infinito, porque era un estupendo contador de batallitas. Sabía hacer reír con su humor tan mordaz. Fino tomador de vino, y un maestro con la parrilla. Anita siempre dice que como “los asados del abuelo Amalio” no hay nada que se le parezca. Mi papá era futbolero, aunque le había perdido interés por lo podrido que anda el negocio de los clubes. Defensor de causas perdidas como yo porque era hincha de Platense, una opción aún más insensata que ser del Betis en cuanto a posibilidades de títulos se refiere.
Era un pro-cubano incondicional, así que no creo que me equivoque si digo que me siento el culpable de una de sus mayores frustraciones, cuando decidí no volver a Cuba, y quedarme a vivir en España. Estoy seguro que lo decepcioné, y se la debo. También intuyo que, conociéndome, llegó a entenderme. Mirta, su compañera inseparable, una mujer extraordinaria, con la que han estado 40 años juntos, está desconsolada. Para ella también este homenaje.
Te quiero, papá. Has sido un buen hombre. Luchaste por lo que creíste. Lamento no haber tenido más tiempo para decírtelo. Karina y yo, tus hijos, nunca te olvidaremos. Mañana tomo mi avión a Argentina para despedirte. Mientras tanto, aquí estoy en un hotel de la fría Vitoria, hurgando en álbumes de fotos y castigándome de impotencia.
Pepe Pavan
Un abrazo a la distancia.
Conocí a tu padre en la etapa que vos tendrías que haberlo conocido.
Cómo me conocía..!!
Me regaló un fútbol para mi cumple y le destrozamos el jardín a mi nona.
Ya habrás leído la semblanza que esbocé en mi comentario.
Hay aún compañeros y amigos que recién saben de su partida…imagen que retorna cada vez que lo invocamos..o una anécdota suya nos conmueve
Amalio Rey
muchas gracias, Pepe. Me has emocionado
un abrazo
Aitor San Sebastian
Amalio, llego tarde porque últimamente tengo un poco descuidado el RSS. Pero aunque sea con un mes de retraso, aquí te mando un fuerte abrazo desde la fría Vitoria.
Amalio Rey
Gracias, Aitor. Nunca se llega tarde para estos temas 🙁
Juan Pablo
Amalio, no he pasado por tu trance de esta manera, pero de alguna manera he visto envejecer a mi abuela querida, verla transformarse. No te conozco, no me conoces, pero de alguna manera las ventanas tuyas están abiertas a través de este blog y me permiten decirte lo mucho que lo siento. Espero que puedas reencontrar las partes del rompecabezas necesarias para recuperar la paz, organizar las memorias y tratar de estar bien. Siéntete orgulloso de todo lo bueno y olvida lo malo. Abrazos de un lector colombiano. (Por cierto, la descripción de tu padre, me recordó a mí mismo. Quizá los temores me impidieron meterme en política).
Amalio Rey
Gracias, Juan Pablo. Vamos recuperando la paz poco a poco. Me siento orgulloso de mi padre, y olvido lo malo, que tampoco fue tan malo…
Adrián
No conocí a este hombre, pero a pesar de ello y por el relato de su hijo, siento por él la misma admiración que me generan esas personas que luchan siempre desde el lugar que les toque ocupar, esas personas cuyo compromiso es la ideología de la vida, la justicia, la ética y la confrontación con el enemigo del pueblo. Mis más sinceros respetos a la familia, en especial a este hijo que aun desde sus desencuentros, pudo entender la enorme ternura que se debe tener para sostener siempre la ideología de los que luchan, a pesar de las derrotas. Hasta siempre compañero…
Amalio Rey
Gracias, Adrian. Los desencuentros son tambien parte de la vida, y de ellos crecemos.
Emilio Santos Vilariño
Apreciado Amalio.
Te acompaño en el sentimiento. Mucho ánimo para hacer que estos momentos aumenten tu más aún to personalidad.
Un abrazo,
Amalio Rey
Gracias, Emilio
Jose
En los ochenta, conocí y militéy admire a un Amalio Rey en el PI de Córdoba hoy leo estas lineas tuyas y me viene a la memoria ese excelente compañero. QEPD
Amalio Rey
Gracias, José
NORBERTO GANCI
TUVE EL PRIVILEGIO DE CONOCER A AMALIO REY, DE ESTAR UN PAR DE VECES EN SU CASA, DE DIALOGAR EN ALGUNA CENA…AÚN CONSERVO UN BOTELLÓN DE VINO QUE ME REGALÓ, SU LIBRO…
TUVE LA OPORTUNIDAD DE DIALOGAR CON ÉL EN NUESTRO PROGRAMA, PARA HABLAR DEL CHE Y LA REVOLUCIÓN.
ESTUVE EN SU BIBLIOTECA, MARAVILLADO, SORPRENDIDO, EXTASIADO POR TANTO TESORO, DE LOS QUE NO BRILLAN POR METAL, DE LOS QUE SÓLO PUEDEN SER VALORADOS POR QUIENES ALGO SOSPECHAMOS O SABEMOS DE REVOLUCIONARIOS.
GRACIAS AMALIO REY POR HABERME PERMITIDO CONOCER UN POQUITO DE TU VIDA, DE TU TRAYECTORIA Y COMPROMISO. GRACIAS…
DONDE ESTÉS, QUERIDO AMALIO REY, FUERTE ABRAZO REVOLUCIONARIO, HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!!!…
NORBERTO
Amalio Rey
Vaya, Norberto, me ha gustado leerte. Te regalo una botella de vino, pero él solía regalar ron cubano. Así es, la biblioteca es excelente, impresionante. La cultivó con mucho cariño. Amaba los libros.
Claudio Callieri
¡Un abrazo!
Amalio Rey
gracias, Claudio
Rafa
Hola Alejandro (sabes que aquí en Sevilla eras Alejandro), no se si te acordaras de mi. Hemos sabido por Esther de la trágica noticia. Sinceramente lamento tu pérdida. Escribir es casi siempre una terapia; espero de corazón que te sirva, con el apoyo inestimable del tiempo. Un abrazo.
Amalio Rey
Gracias, Rafa. Claro que me acuerdo que para vosotros era (y soy) Alejandro. Veo que os habéis enterado. Saluda a Esther. un abrazo
Jesús Serrano
Mi más sincero pésame Amalio, bonito homenaje en este post que nos acerca al legado que tu padre ha dejado en este mundo.
Fuerte abrazo amigo.
Amalio Rey
Gracias, Jesús. Un abrazo
Andrez Paz
Apreciado Amalio, estoy conmovido con la noticia, recuerdo tu relato sobre el libro de Diseña tu felicidad, donde partias hablando de tu padre y ahora me encuentro con esta dura noticia.
Bueno, te deseo mucha paz en tu corazon y fuerza para alivianar las culpas.
Un fuerte abrazo guerrero.
Saludos.
Amalio Rey
Asi es, Andrez. En esa reseña del libro acababa de llegar de cuidarlo en Argentina. Estaba esperanzado de que nos diera unos años más, pero ya ves. Un abrazo
David Sánchez
Lamento mucho tu pérdida Amalio. No soy capaz de imaginar la pena que sentirás y sólo cabe esperar que el tiempo juegue sus cartas para poder asimilar todo. Un homenaje el que has escrito del que, sin duda, tu padre está orgulloso.
Un fuerte abrazo
Amalio Rey
Gracias, David.
Carolina Escobar Mejía
Hermoso homenaje. Sentidas palabras. Como siempre un maestro escribiendo con pulso y corazón. Lo siento mucho Amalio. Simpatizo contigo y agradezco leerte porque me permite recogerme del reciente hasta siempre, mamá, que tuve que afrontar. Date tiempo y aprovecha para navegar en los recuerdos. Te envío un sentido abrazo.
Amalio Rey
Gracias, Carolina. Lo siento por tu madre. Hay que darse tiempo, así es. Un abrazo
Venan
En estos momentos uno no puede sino expresar su solidaridad y acompañamiento aún en la distancia. Que estas pocas palabras sirvan para demostrar cercanía y cariño.
Amalio Rey
Gracias, Venan
Juan Rodríguez
Lo siento mucho Amalio. Descanse en paz tu padre.
Fuerza para continuar en la vida.
Amalio Rey
Gracias, Juan
Avelino
Lo siento mucho amigo. El texto el que le has dedicado lo dice todo y a mi me deja si mas palabras. Un abrazo fuerte.
Amalio Rey
Gracias, Avelino
Ainhoa
Precioso y merecido homenaje Amalio. Leyendo la historia de tu padre también se puede entrever parte de tu historia, de tu carisma. Un beso y espero que poco a poco lo vayas superando. Mucho ánimo…
Amalio Rey
Gracias, Ainhoa. Hemos sido diferentes, pero también veo cosas suyas en mi muy marcadas.
Paz Garde
Lo siento muchísimo Amalio
No soy capaz de imaginar el impacto que supone tu pérdida y no sé qué decirte. Siento que cualquier cosa que diga será una tontería. Siento que las palabras poco pueden ayudar en estos momentos o, simplemente, yo no soy capaz de encontrar esas palabras.
Un fuerte abrazo Amalio.
Amalio Rey
Gracias, Paz. Es difícil expresar estos momentos en palabras. un abrazo
Álvaro Andoin
Qué vida más apasionante. Qué precioso relato te ha salido.
Que en paz descanse Amalio.
Injusto quedarme con una sola frase pero esta me resuena.
“Estoy seguro que lo decepcioné, y se la debo. También intuyo que, conociéndome, llegó a entenderme”.
No hay nada más grande que hacer las paces con el pasado.
Un fuertísimo abrazo,
Álvaro
Amalio Rey
Gracias, Álvaro. Esa frase me dolió escribirla porque sé que plantea esa paradoja. un abrazo
Caba Robletto
Camino trazado… El recuerdo sentido, emotivo, lleno de esperanza e ilusión. Continuar en esa andadura y poner en los demás la llama del buen hacer. No nos conocemos, tres o cuatro meses, quizás, y en ese corto tiempo, sigo vuestros comentarios con interés, por su especial “corte” emocional, por la claridad de su contenido. Querer, llorar, estimar y reconocer las virtudes de esos seres queridos, me trasladan a mi infancia a mis recuerdos a mis Padre y Madre… En estos momentos, donde las enseñanzas se amontonan, los recuerdos se hacen presentes, donde la vida se alinea con la muerte es cuando otras personas a las que no conoces, guardan silencio a vuestro lado y reconocen vuestra gratitud, en este caso doloroso en la figura de vuestro querido Papá. Un abrazo desde Catalunya, Ramón
Amalio Rey
Gracias, Ramón, por tus palabras.
Raúl Castillo
Me permito reaccionar a la emoción.. sencillamente.. por trasmitir solamente una cosita.. que la vida q trasmites llega y crece… la vida que viviste con tu padre.. la que cuentas.. agradecido por estas letras, por esta historia que para mi es sencillamente dignificar la vida.. honrarla por hacerla historia.. vida vivida.. gracias… desde aquí solo acompañarte desde esta lejanía… un abrazo.
Amalio Rey
Gracias, Raúl. Dignificar la vida, eso es… un abrazo
Anais Rubió Galván
Lo siento mucho Amalio. Gran homenaje a tu padre este post. Eres todo un ejemplo incluso en estos escritos tan personales.
Gracias por enseñarnos tanto.
Amalio Rey
Gracias, Anais
ANA
No elegimos a nuestros padres. Ni elegimos a nuestros hijos. Pero sí elegimos, en este último caso lo que dejamos en ellos y por ello se nos recordará. Tu padre deja en ti cosas buenas, buenísimas, que yo veo y que otros verán. No tuve la suerte de conocerlo tanto como quisiera y, supongo que tú tampoco aún siendo su hijo, pero en él veía unos valores que en estos tiempos están quedando en el olvido y que producen en mí una cierta admiración. Lástima que algunas veces eso mismo fuera motivo de discordia en momentos de reencuentros… En mi recuerdo queda la imagen de un gran hombre, de un suegro -a su manera- cariñoso y de un padre orgulloso de sus hijos… Y él estaría orgulloso de leer tus líneas y al final diría (igual que tú) que te quiere (con tus aciertos y tus errores) todo lo que un padre puede querer a un hijo.
Un gran abrazo desde la distancia, mi vida. Siento no estar presente para acompañarte en estos duros momentos pero siempre estás en mis pensamientos. Ana.
Amalio Rey
Gracias, Ana. En los momentos que he pasado con gente que lo conocía, en el velatorio y en la ceremonia de despedida, pude descubrir la cantidad de gente que lo admiraba, y el sello tan profundo que dejó. Era un hombre de valores y una persona que mereció mucho la pena. Un beso
Juanjo Brizuela
Siento mucho que una parte enorme de este recuerdo sea Vitoria, mi ciudad. Y más cuando la noche anterior estuviéramos juntos, charlando y contándonos muchas cosas. Lo siento.
Siento más evidentemente lo de tu padre. Pero ese recuerdo desde tus entrañas, ésas que tanto nos gustan repasar cada una de tus palabras que componen tus post, o cada una de esas frases que nos hablas cuanto estamos juntos, emociona tanto a quienes te leemos como seguro que a ti al escribirlas.
La terapia de escribir. Y ya verás qué bien funciona la terapia de leerlo de vez en cuanto.
Lo siento mucho
Un enorme abrazo compañero!!!!
Álvaro Andoin
La terapia de escribir. Y ya verás qué bien funciona la terapia de leerlo de vez en cuanto…
Grande Juanjo. Un abrazo.
Amalio Rey
Gracias, Alvaro
Amalio Rey
Bueno, Juanjo, es cierto. Estuvimos hablando unas horas antes, parece, de lo que pasó. Pero bueno, fue una velada agradable. Fuiste un buen anfitrion, como siempre.
Sip, lo he escrito como terapia también para leer. Por eso he puesto esa fotaza de mi padre encabezando en post, porque me encanta recordarlo asi. Un abrazo
carlos e. bischoff
Amalio, Amalito como te decía Amalio cuando eras chico y te gustaba el fútbol -creo que Belgrano-, y algún dia te llevé a la cancha porque yo era supuestamente periodista deportivo y podía hacerlo (tengo una imágen muy vívida de ese día, de Karinita y de Judith, y de mi hija Paula que por entonces vivía con ustedes). Años muy locos aquellos, que con tu viejo ayudamos un poquito a poner más locos… Pero… ¡que años, Amalito…!, cuesta transmitirlos a aquellos que no los vivieron, o que lo hicieron lateralmente…, o como quizá pudo ser tu caso, eran pequeños todavía para dimensionarlos.
Y hoy me levanto, tomo mi café y en mi FB una nota de otro viejo compañero me dice que el Amalio, ese ajedrecista que alguna vez se las tuvo con Bobby Fisher en unas simultáneas en el Rivera Indarte, ese tipo que tan bien retratás en tu nota-despedida, defensor de la “praxis” cuando tan pocos hablaban de ella y con el que alguna que otra travesura hicimos y por el que empecé a entender ciertas cosas aunque a esa altura creía que ya me las sabía a todas, apasionado del Che y de Cuba como lo soy yo mismo hoy -y nunca podré determinar cuanto influyó tu viejo en eso-, todavía y con todas las que se puedan anotar, porque siempre se pueden con Cuba, con el Che o con cualquier país o persona y cada quien las usa -para bien o para mal, que eso ya es otra cosa- de acuerdo a su leal saber y entender o sus intereses, que también son otra cosa.
Me lo encontré una mañana, tras los años duros, por Altos de Velez Sarsfield, cerca del Privado, quedamos en vernos lo que nunca hicimos, hablamos de algunos amigos comunes que están y que nó, me contó de vos y de tu hermana, hablaba de ustedes con un orgullo que me hizo envidiarlo y envidiarlos, me los trajo pequeños, como los recuerdo, no logro imaginarlos hoy. A él lo tengo presente siempre, no hoy que se va, siempre. Gran compañero, cabronazo para discutir pero un tipo que me dejó sus marcas, y ya de viejo cada tanto las reviso y las valoro.
Amalio, Amalito, me vas a disculpar estas frases de poco hilván, tal vez es que me estoy poniendo veterano y los dedos me responden poco, o se me mezcla alguna risa por viejas discusiones o un lagrimón -parezco un tango antiguo- por esta tristeza. Andá a saber.
Veo que vivís en España, yo en Catalunya (que como sabrás is not spain), quien te dice que en alguna de tus rondas no pases cerca y nos podamos echar un vino -perdoná, pero yo tinto-, acercando por un rato a ese viejo querido, que tengo la seguridad que le hubiera gustado que se lo despida con un Hasta La Victoria Siempre. Chau
Amalio Rey
Carlos, me he emocionado leyendote. Resulta que la última vez que te encontraste a mi padre fue cerca de donde murió, en el hospital Privado. En la velatorio alguien me hablo de ti. Quiero agradecerte profundamente que te hayas tomado el trabajo de contar estas historias tan bonitas y entrañables. un saludo
José Miguel Bolívar
Lo siento mucho, Amalio. Seguro que sabes que en este momento, y en este difícil viaje, lejos de ir solo, vas acompañado por muchas personas que te admiran y a quienes importas.
Un fuerte abrazo, amigo.
Amalio Rey
Gracias, amigo, por tus palabras y tu animo. Un abrazo
Jorge
Lo siento Amalio y te acompaño en el sentimiento
Seguiras conversando con él y elaborando el hecho de ser huérfano, es duro da gracias por haberte podido despedir y estar con él en el hospital.
Un abrazo
Amalio Rey
Gracias, Jorge.
Odilas
Lo siento mucho Amalio. Recibe un cálido abrazo en esta noche fria y seguro que larga.
Hay muchas formas de morir y parece que tu padre vivió hasta el final. Bien por él.
Os deseo a todos estos días mucha luz, calidez y amor. Seguro que el mejor tributo para tu viejo.
Un abrazo amigo.
Amalio Rey
Gracias, María. Mi padre vivió hasta el final. Eso es cierto. Ahora recuerdo nuestra conversación sobre tu madre. Un abrazo
David Rey Jordan
Emotivo homenaje. Estoy seguro de que haya donde vayan las almas honorables y luchadoras, estará muy orgulloso de ti. Abrazo enorme admirado tocayo.
Amalio Rey
Gracias, tocayo. Era un hombre honorable
Andrés
Lo siento mucho querido Amalio. Te envio un fuerte abrazo que te de algo de calor en la fría Vitoria. Disfruta tus recuerdos…
Amalio Rey
Gracias, Andrés. Me quedo con los recuerdos
Ana Aranda
Amalio como a tu papa, “Fino tomador de vino”, tal vez te venga bien tomar un buen vino en SU recuerdo en estos momentos tan difíciles y especiales.
Disfruta de todo lo bueno que siempre tendrás a tu lado de tu papá.
Un enorme MUXU y buen viaje
Ana
Amalio Rey
Gracias, Ana
Ramón Ramón
Querido y admirado amigo mío, como bien dicen el resto de comentarios de amigos, un homenaje muy bonito y necesario. Además, hace bueno el dicho ” De tal palo, tal astilla”.
Solo puedo enviarte un fuerte abrazo, mi más sincero pésame y mis mejores deseos. Que este viaje, que seguro será de los más duros que harás, te sea lo más leve posible.
Tu admirador,
RAMON RAMON
Amalio Rey
Gracias, Ramon. La astilla sigue aprendiendo. Un abrazo
Alfonso Vázquez
Amalio, lo siento muchísimo, pero sí decirte que hay vidas que merecen la pena y que, hasta en la muerte, perduran para siempre. Desde que, a través de tus escritos, empecé a saber de tu padre y de su historia, me ha fascinado. Y todo en la vida tiene un final que, como en tu caso, no es tal, es la prolongación en la memoria de una historia, de mil recuerdos sin recuento posible. Un fuerte abrazo.
Amalio Rey
Gracias, Alfonso. La vida de mi papá desde luego que valió la pena, y la vivió con intensidad
Elena
Un beso y mucha fuerza.. Ánimo! Abrazos
Amalio Rey
Gracias, Elena
Antonio José Masiá
Vaya Amalio, lo siento muchísimo. Desgraciadamente o afortunadamente, quién sabe, la muerta forma parte de la vida. Pensamos que nunca nos va a tocar de cerca y cuando menos te los espera, llega tan terrible momento. Simplemente darte muchísimo ánimo y recordarte que queda mucho por hacer y que tienes mucho que enseñarnos. Un fuerte abrazo amigo!
Amalio Rey
Gracias, Antonio Jose
Maripuchi
Es un homenaje precioso y necesario. Un abrazo enorme.
Amalio Rey
Gracias, Maripuchi. Ya nos veremos
dsanchezbote
Un fuerte abrazo de parte de Olatz y mio. Esperamos poder quedar pronto para que nos sigas contando esas batallitas de tu aita. Buen viaje a Argentina.
Amalio Rey
Gracias, David
Naiara
Lo siento mucho Amalio…date tiempo y permítete recogerte y perderte en los recuerdos…..te envío un fuerte y sanador abrazo.
Amalio Rey
muchas gracias, Naiara
Julen Iturbe-Ormaetxe
Lo siento mucho, Amalio. Solo queda darte ánimos para pasar estos días y dejar que las cosas de la memoria y el tiempo se vayan recogiendo y queden en paz. Los recuerdos nos van dando forma. No los olvides, que de vez en cuando hay que echar mano de ellos para contárselos a quienes nos siguen. Un abrazo, compañero.
Amalio Rey
Gracias, compañero