Tour INNOVACIÓN 2.0: primeras impresiones (post-32)

Escribo este post durante una larga espera en Barajas, mientras espero mi avión a Santiago de Compostela, para impartir un curso sobre “Marketing de la innovación” convocado por FEUGA.
Empiezo a sentirme como los viejos roqueros, que casi arrastran su paso pero vibran todavía cuando se suben a un escenario y conectan con la gente.
Este viernes he terminado mi “tour” particular, que me ha llevado en dos semanas a hacerme más de 2.500 Km. en coche por siete capitales andaluzas, que se dice rápido pero agota al más espabila’o.
Como los grupos de rock, he estado presentando mi nuevo “disco“, la nueva banda sonora de mi refundación como consultor, que se llama “innovación 2.0”.
Esta música abierta y transparente, que me acompaña y regenera como profesor, consultor y persona, está introduciendo frescura y coherencia en mi vida, entre el “yo” individuo que siente y padece, y el “yo” profesional que se gana la vida con su trabajo.
Mientras más hablo de “innovación 2.0”, más me asustan las proporciones del descubrimiento.
Mientras más tengo que profundizar en los argumentos para hacerme explicar, y salgo a la caza de ejemplos de aplicación del modelo con la ayuda inestimable de los participantes en los seminarios, más me convenzo de la suerte que he tenido de tropezar con esta filosofía y de poder difundirla.
En estas dos semanas he visitado, como dije, siete capitales andaluzas: Córdoba, Granada, Jaén, Sevilla, Cádiz, Huelva y Almería, en ese orden. He podido conversar en total con más de 150 personas, convocadas por la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA) y su red CSEA. De ellas, más del 70% eran asistentes que provenían de empresas, así que…
Durante este “tour” habré podido entrar en contacto con casi un centenar de empresas andaluzas.
Mi intención es sumar gente a la causa desde abajo, es decir, buttom-up, como recomienda el modelo. Poquito a poco lo vamos a conseguir, y ahora soy más optimista incluso que cuando comencé.
La acogida ha sido formidable, y estoy recibiendo mensajes muy generosos de los participantes, en los que me dicen que encuentran en este modelo un espejo de lo que piensan y que les ayuda a “poner orden” para intentar “desordenar” positivamente a sus empresas.
Otros me han confesado que les parece un modelo “bonito pero algo utópico“, o sencillamente se han ido en el café, dándome gentilmente la mano y/o buscando algún pretexto para salir huyendo.
En la mayoría de los que se han retirado ya me lo esperaba, porque durante la charla mostraron una rotunda actitud 1.0, o la típica expresión de persona incómoda o indiferente que ya conozco de sobra como formador. Aún en estos casos, espero haber contribuido a revolver viejos tópicos y a provocar una percepción más alerta ante los nuevos cambios que se avecinan.
Desde el punto de vista personal, lo que más he disfrutado es la sensación de que el discurso mejora y me siento cada vez más seguro de lo que cuento.
Los seminarios que di en las tres últimas ciudades no tienen nada que ver con el primero, el de Málaga, en el que estuve más dubitativo porque empezaba a debatir en vivo estos nuevos conceptos.
Cuando empecé, me sobraban la intuición y las ganas, pero a los argumentos les faltaba empaque y firmeza. Ahora salgo de este “tour” fortalecido, cargado de ejemplos reales y del convencimiento que la actitud 2.0 puede transformar el modo en que innovamos, tal como sospechaba.
Tengo que decir, también, que el viaje a EEUU me ha ayudado mucho para ordenar mis ideas, gracias a que he podido revisar ejemplos de proyectos que en ese país ya llevan un trecho recorrido, con resultados concretos, además de descubrir muy buenos libros y autores que aportaron solidez a mis argumentos.
Esto sin contar lo útil que es alejarse de tu entorno natural y darte tiempo para la reflexión sosegada, como ha sido el caso. Allí pude pensar con más tranquilidad, y sin el agobio del día a día. Seguro que me comprendéis, aquellos que estáis intentando hacer lo mismo y todo conspira en contra.
En EEUU encontré el sosiego necesario para redondear el modelo y darle más hondura.
Intentaré, a partir del siguiente post, resumir las lecciones y conclusiones que he podido extraer de estos encuentros, y de las ideas que se plantearon por los participantes en los seminarios. El debate, como siempre, ha sido muy enriquecedor, y puso en evidencia algo que ya sé de sobra: las virtudes de aprovechar la inteligencia colectiva.
Te invito, por lo tanto, a que leas los siguientes posts en los que compartiré contigo un resumen de las ideas más interesantes que afloraron en estos ocho encuentros. También publicaré en Flickr las fotos de los seminarios para añadir realismo gráfico a esta crónica, pero para eso dame un poquito más de tiempo.