¿Por qué la gente participa en proyectos 2.0? (post- 155)
Escribí hace un mes un artículo, “Arquitecturas participativas para innovar”, en el que hablaba de algunas condiciones para el éxito de los proyectos 2.0.
Un problema que trae de cabeza a los promotores de estos proyectos es, sin duda, el de conseguir niveles satisfactorios de participación. Si no conseguimos captar la atención e implicar a la gente, no hay nada que hacer en las dinámicas 2.0.
Extraigo hoy una parte de mi artículo y lo convierto en post. Quiero explicar (más bien compartir un resumen, porque no invento nada nuevo) por qué la gente participa, qué tipos de motivaciones le impulsa a participar en proyectos del tipo ESIs: «Espacios Sociales de Innovación«:
- Altruismo: Cuando hay un problema social que les sensibiliza. Es un sentimiento, un reto colectivo. Intentar resolverlo genera en la gente un sentimiento de satisfacción personal. Por eso, una opción es proponer un proyecto que enganche emocionalmente a la comunidad que se quiere involucrar y para ello debería explicitarse un fin social.
- Motivación lúdica, de juego: Se participa simplemente porque es divertido, es un juego, un desafío que engancha, incluso puede ser competitivo. El espacio de participación se convierte en un espacio lúdico en el que la gente se divierte, se lo pasa bien, y conecta con sus pasiones.
- Socialización: El espacio propone actividades sociales que generan un reconfortante sentido de pertenencia a un grupo. Se participa por un deseo de construir comunidad y conectar con gente que tiene inquietudes afines. Debe haber una sensación de compartir algo especial, una cultura de grupo que se perciba como diferente.
- “Ego”, reputación: La visibilidad que genera el sitio atrae a personas en busca de estatus y reconocimiento como expertos. Se convierte en una comunidad de especialistas, “si no estás ahí, no existes”. Si la persona u organización convocante es un prescriptor con mucho prestigio, el número de participantes crece exponencialmente.
- Autoservicio: El proyecto propone resolver un problema complejo o una necesidad relevante para determinado tipo de usuario, al que invita a participar para encontrar una solución colectiva a ese problema común. La motivación es de autoservicio porque “si nadie es capaz de darme una solución a mi problema, juntémonos para encontrarla nosotros”. Un proyecto típico de “autoservicio” es aquel que busca mejorar colectivamente la calidad de la información que necesita un grupo sobre un asunto sensible.
- Remuneración: También se pueden conseguir altos índices de participación cuando el incentivo es económico. La gente participa en el proyecto o en determinado sitio-web con el único propósito de ganar un premio que se traduce en dinero.
Es habitual ver que los proyectos participativos de éxito combinen varias de estas motivaciones, en lugar de apostar por una sola.Veamos algunos ejemplos:
Threadless, la famosa web de camisetas diseñadas por los propios usuarios, debe su éxito no solo al premio en metálico que concede, sino también al prestigio que buscan los diseñadores al participar en sus concursos, y también al sentido de comunidad que la web ha sabido generar.
Innocentive, el marketplace de tecnologías, además de dar interesantes premios económicos, atrae a los investigadores por el reto intelectual que significa la solución de sus desafíos.
Incluso para aquellos que participan en un ESI por altruismo, lo hacen más motivados si también perciben un espíritu lúdico, de juego, que haga el proceso más divertido. Un ejemplo es el Proyecto FOLDIT, del Departamento de Bioquímica de la Universidad de Washington, que invita a los internautas a jugar resolviendo rompecabezas que sirven a los investigadores para comprender las proteínas en su lucha contra el cáncer, el sida y otras enfermedades graves.
En cualquier caso, como dice Enrique Dans, la cuestión depende en gran medida, de la capacidad del sitio para hacer que los participantes activos se encuentren ante una ecuación que consideren justa: que obtengan en el sitio rendimientos adecuados en términos de visibilidad, reputación, sensación de pertenencia, utilidad, etc. como para sentirse inclinados a contribuir activamente al mismo.
Entender las razones o motivaciones más profundas que mueve a la gente es vital para conseguir buenos niveles de participación, y con ello, cumplir una condición necesaria (aunque no suficiente) para el éxito de los proyectos 2.0. Parece una obviedad, pero muchas veces lo olvidamos y no dedicamos tiempo suficiente a reflexionar sobre esto.
¿Se te ocurre que pueden haber otras motivaciones? ¿Cuáles son las más relevantes de acuerdo a tu experiencia, las que «más mueve» a la gente?
Venga, conversemos un poco….
Benito Castro
Hola Amalio
Estoy terminando el libro ‘Conectados’ y, aunque los capítulos dedicados al ámbito de la web social están al final, existe una constante que iguala los planos de los mundos online y offline en cuanto a la necesidad de estar ‘conectados’ y participar: es algo que forma parte de nuestro ADN. Y no es una afirmación retórica, sino estudiada y confirmada.
Amalio
Benito: Estamos de acuerdo. No somos tan diferentes cuando nos movemos por territorios online. Somos en definitiva personas, con independencia del canal. Si te fijas, las 7+2 razones que se han identificado antes (por mí, y por los que han comentado) para participar en proyectos 2.0 también pegan para cualquier otros que consistan en «conectar», aunque sea en entornos offline. La diferencia, a mi juicio, está en que: 1) La web 2.0 ha multiplicado las posibilidades de proyectar y hacer realidad ese «potencial de conexión» (si estas hablando de «proyectos 2.0», hablas de «colaboración»), 2) Las nuevas generaciones tienen ese «gen» más desarrollado, más «nativo», y eso termina notándose. Si estas generaciones-nativas empiezan a colonizar territorios antes dominados solo por lógicas offline, se va notar el cambio, y es posible que ambos planos manifiesten diferencias. Gracias por pasarte por aqui…
Economía Sencilla
Estimado Amalio, me ha venido al pelo este estupendo post para uno que llevaba yo unos días dándole vueltas (finalmente lo he publicado hoy) sobre el crowdsourcing.
Y es que la línea por la cual apuestan algunas empresas, como las que citas (P&G en Innocentive) puede suponer un gran ahorro de costes y la obtención de grandes mejoras por la potencia de estos ámbitos colaborativos.
Las personas colaboran desinteresadamente o por una (más o menos) pequeña gratificación, y las empresas, encantadas de lo que obtienen.
Un abrazo, y buen fin de semana
Pablo Rodríguez
Amalio
Estimado Pablo: Qué alegría verte de nuevo por aquí. Es fantastico que el post te haya servido para «rematar» el tuyo. Acabo de entrar a tu blog y publicar un comentario sobre el crowdsourcing como factor de reducción de costes. Veras que el pongo muchas comillas al asunto.
un abrazo, compañero
Joanka
Hola Amalio,
Coincido bastante con Yuri en lo que a proyectos 2.0 en el entorno laboral se refiere. Demasiado a menudo topamos con grandes resistencias a cualquier cambio, especialmente si requiere el aprendizaje de alguna herramienta nueva.
No resulta fácil (por decirlo suave) encontrar la motivación de un grupo de personas que no necesariamente tiene un alto sentimiento de pertenencia a la organización en la que trabaja y los intentos hacen que uno sienta que se desplaza contra la corriente. Aún así, seguiremos remando.
Gracias por este interesantísimo post.
Amalio
Joan Carles: Así es, resulta complicado conseguir participación en entornos donde hay un deficit evidente de «conexión emocional» con la organización, donde el «sentido de pertenencia» esta totalmente ausente.
Pero quizás podríamos invertir la tortilla (no se si estoy siendo demasiado idealista en esto), y pensar que estos espacios participativos podrían influir en la situación de partida, y convertirse en un detonante del cambio al visibilizar el descontento y las ganas de la gente que las cosas cambien. No descartaría nunca esa vía.
Yuri
Me ha costado un poco encontrar más razones… pero… sí he encontrado una (de momento solo una): ¿Puede ser por una estrategia? (por ejemplo, para captar talentos o fichajes así como contactos para otro fin).
Lo que sí, por mi experiencia la razón por el cual una persona entra en una comunidad o proyecto 2.0 es muy diferente si se trata de una plataforma externa cuya participación es 100% «fuera de entorno laboral», que otro montado dentro (y fuera) con fin profesional. La moneda social para cada caso es realmente (bestialmente) diferente.
Aún seguimos tratando de encontrar los 6 o 7 tipos de motivaciones que impulsen a ser un poco 2.0 «también» en lo profesional (algunos ya vamos encontrando 🙂 ).
Amalio
Yuri: Es interesante lo que comentas de las diferencias motivacionales que pueden haber al participar en espacios «internos» y «externos». Es posible que la «moneda social» adquiera colores muy distintos según lo que entra en juego en cada caso. Cuando te mueves en espacios internos, el aire se contamina un poco, los intereses y las percepciones son más intensas, y eso influye necesariamente en las motivaciones.
Lo que aportas de la «búsqueda de contactos» pienso que puede ser una mezcla de: 1) socialización, 2) reputación, 3) autoservicio. Está claro que si una comunidad funciona bien, y está gente interesante, la posibilidad de generar contactos puede ser una razón más para atraer a la gente.
Es lo que me gusta llamar el «circulo virtuoso» de las redes que arrancan con participantes de calidad. La calidad lleva a la cantidad.
Candid
If I were a Teenage Mutant Ninja Turtle, now I’d say «Kabgwunoa, dude!»
mkl
Hace poco escribía sobre este tema en una propuesta y, en un contexto corporativo, añadía, a las que citas, una motivación añadida: el reconocimiento de y la socialización con responsables corporativos. En ese entorno, si la participación se quiere lograr, los responsables deben ser ejemplares y, si ocurre, la posibilidad de debatir de igual a igual con ellos es un motivador.
Aunque también es cierto que su presencia puede suponer un freno cuando los responsables crean desconfianza… En cualquier caso, un factor a tener en cuenta.
Amalio
Miquel: Añades otra motivación interesante: «oportunidad de conversar P2P con responsables corporativos».
En entornos corporativos puede ser, en efecto, un «gancho» para que la gente se apunte al espacio, pero también plantea una cierta contradicción, que tú mismo adelantas. Si los responsables corporativos abren ese espacio para conversar de verdad, es posible que lo hayan hecho antes, que se trate de gente abierta, así que no será una motivación nueva. Y los que no lo han hecho nunca, me atrevería a pensar que cambiando de canal solo van a asustar a la gente, va a pesar más el efecto-corta-rollo, que el estimulo-a-conversar.
De todos modos, nada es tan rígido. Un proyecto 2.0 podría estar motivado por un cambio en la Dirección, con la entrada de gente sensible que cree realmente en esto, y entonces una iniciativa así puede servir de escaparate para hacer visible el cambio. Tampoco debemos descartar (por principio) la posibilidad de que los jefes cambien, que entiendan el nuevo escenario. En cualquier caso, es una motivación más a tener en cuenta, así que la añadimos como Nº8. Gracias
JT
Por cierto, aprovecho para invitarte a que conozcas una iniciativa que nació en Alicante desde hace unos meses y que viene al dedillo para ejemplificar esto.
Se llama Ministerio de Voltios, y viene a ser una red (de personas, de espacios…) donde cualquiera puede compartir conocimiento sin más motivación que las que he comentado más arriba o las describes tú mismo. «Conocimiento fresco común», lo llamamos, y de momento está teniendo una repercusión muy positiva en el entorno cultural, sobre todo gracias a la red de personas existente.
Ahora mismo precisamente se había abierto en sus foros el debate de cómo aumentar la participación, así que este post viene de perlas, lo enlazaré por allí.
Amalio
Muy interesante, Jorge. Lo he meneado por mi Twitter, para que la gente participe. Se trata, efectivamente, de una iniciativa que responde a varias de las motivaciones que comento en el blog, incluyendo la última que sugerías de compartir conocimiento. Yo la veo especialmente por la línea de «autoservicio», creo que puede servir para que la gente cubra «gaps» que dejan las instituciones oficiales. ¡¡suerte!!
JT
Las seis motivaciones que citas me parecen muy acertadas y bien definidas. Por lo general se dan tan mezcladas de verlas así por separado resulta muy interesante.
Si tuviera que intentar añadir algo (tarea difícil), creo que faltaría hablar del conocimiento generado, dado, recibido, compartido en ese tipo de webs, espacios, redes o comunidades. Está medio implícito en varias de las que comentas, pero creo que merece figurar como motivación aparte, entre el punto 5 y el 6 por ejemplo.
Muchas veces acudimos a esos ámbitos en busca de conocimiento, o con un afán de compartirlo que no tiene tanto que ver con el altruismo como con el interés por la conversación, el poder contrastar lo que sabemos y pensamos.
Así de entrada se me ocurren varias características que por lo general podrían llamarse propias del conocimiento en entornos 2.0:
– específico, sobre un tema o ámbito concreto
– contrastado: casi siempre buscamos contar con varias opiniones, cuantas más mejor, para poder extraer nuestras propias conclusiones.
– de generación, construcción, acumulación y distribución colectivas. La información es buscada, conectada y procesada por la comunidad, y convertida en conocimiento. Mi aporte adquiere valor en contraste o adición al resto. Se cubren lagunas de conocimiento por superposición de aportes individuales. Por cada «cuanto» de conocimiento que doy, recibo muchos más, etc.
Por eso diría que la participación en esos entornos proporciona también ventajas directas desde el punto de vista del conocimiento, y que esto es en sí una motivación. Por ejemplo, los foros temáticos/especializados siempre han funcionado así: son el sitio ideal para buscar opiniones sobre lo que sea, para resolver dudas, etc.
Amalio
Jorge: Tienes toda la razón, añades un séptimo motivo a mi lista: “aprender y compartir conocimiento”. Es curioso que no haya pensado en ello, cuando es un imán frecuente para atraer a personas inquietas a este tipo de proyectos. Quizás lo he dado-por-hecho, es tan consustancial con el espíritu 2.0 que me faltó explicitarlo como una motivación aparte. ¡¡buen apunte!! Asi que lo añadimos como el séptimo de caballería… Gracias, compañero