Desde Buenos Aires… (post-15)

Escribo esta vez desde Argentina, en pleno invierno de America del Sur.
Permutar el calor de Málaga por el fresquito de Buenos Aires resulta muy alentador para mis agobiadas neuronas de agosto.
Estos cambios me encantan, y me hacen pensar que no estaría mal que tuviéramos ocho estaciones al año, en lugar de cuatro (rectifico, dos, por obra y gracia del calentamiento global) que se me antojan siempre demasiado largas.
Buenos Aires es una ciudad fascinante, que me genera esa agradable confusión de los lugares mezclados, donde siempre te queda la duda de si estás en Europa o en Latinoamérica.
La influencia de la cultura española es palpable en todas partes, hasta el punto que me atrevería a asegurar que Argentina es el país del mundo que más se parece a España. Asi es, para una persona con hábitos españoles muy arraigados, vivir aquí no entrañaría un gran problema pues tendría (casi) todo lo que tiene allí, salvo los privilegios de una economía más sólida y nuestra querida paella.
Argentina sorprende por su gente hábil, creativa, trabajadora y con una capacidad de comunicación extraordinaria.
No se dónde nació la profesión de vendedor pero, desde luego, Buenos Aires debe ser una seria candidata para disputarse ese mérito agridulce.
En cualquier esquina te atrapan con su jerga expedita, y la verdad es que no lo hacen nada mal, porque saben transmitir emociones y procuran “cerrar” la venta de forma amable, incluso cuando no consiguen su objetivo, como ha sido en mi caso la mayoría de las veces.
Me resulta llamativa también la profesionalidad de la gente que trabaja en los restaurantes y cafeterías. He viajado bastante, y creo que aquí están los mejores “mozos” del mundo, porque son capaces de atender al mismo tiempo a decenas de mesas, y hacerlo con una enorme vocación de servicio.
Tampoco me extraña que Argentina sea el primer exportador mundial de psicólogos, por varias razones: 1) la frustración nacional que ha significado descolgarse del tren de los países líderes mundiales al que estaba predestinada esta nación en los años cuarenta, 2) la contradicción que se produce entre elevadas expectativas y una economía que no gana para disgustos (expectativas y realidad están siempre riñéndose en este país), 3) El influjo del tango, con su carga de nostalgia y tristeza, su chulería y la cultura del “soy lo que no soy“, 4) Esa costumbre tan argentina de racionalizar tanto y de verbalizarlo todo.
Esta combinación produce buenos psicólogos (y vendedores), pero también excelentes intelectuales, artistas y científicos, muchos de los cuales han emigrado (lamentablemente para este país) contribuyendo con su talento al crecimiento de otros proyectos.
Argentina es un país mágico, y en algunos aspectos diría que despunta mas que España, por ejemplo: 1) espíritu emprendedor (quizás producto de la necesidad), 2) improvisación y creatividad (esto es muy latino), 3) sentido de la oportunidad (de nuevo tal vez por no disfrutar del acomodaticio “estado del bienestar” europeo), 4) cultura de la lectura y de la información (esto es especialmente argentino).
Este último punto merece un comentario especial. El precio de los libros parece inalcanzable para el salario medio de los argentinos, pero las librerías están abarrotadas de ávidos lectores. Da gusto ver los quioscos de revistas abiertos las 24 horas, o cómo reparten a las 3 de la mañana el periódico, aún caliente, recién salido del “horno” de la rotativa, y ahí está la gente comprándolo para enterarse temprano de las noticias.
En fin, me siento aquí como en casa, solo que con más frío y menos trabajo, lo que no está nada mal.
Juan
es muy buena la frase de la imagen de arriba!!
soy de buenos aires. esta fresco pero siempre linda y loca la ciudad. un domnigo para salir x ahi
RiverDD
Desde mi punto de vista hay un cosa en lo que los Argentinos son los mejores del mundo. Haciendo anuncios. Son buenísimos. Transmiten la imagen principal del producto, en general en tono de humor, de forma muy llamativa logrando que recuerdes tanto al anuncio en sí como al producto anunciado. (Tengo que reconocer que hay otros tipos de anuncios que me gustan mucho pero en su mayoría, aunque recuerdo al anuncio perfectamente, no tengo ni la más remota idea de lo que anuncian).
Supongo que las características que destacas de los Argentinos (hábil, creativa, trabajadora y con una capacidad de comunicación extraordinaria) hacen de ellos los perfectos publicitas por naturaleza.
Saludos