POST Nº 727 Soy un intelectual incorregible, para bien y para mal. Reconozco que disfruto más leyendo libros sobre gente que fabrica objetos, que haciéndolos yo mismo. A lo más que he llegado yo como maker, que no está mal, es a aprender a...
Escribo para comprender
POST Nº 727 Soy un intelectual incorregible, para bien y para mal. Reconozco que disfruto más leyendo libros sobre gente que fabrica objetos, que haciéndolos yo mismo. A lo más que he llegado yo como maker, que no está mal, es a aprender a...
Esto es lo que he aprendido de los atajos, por si te sirve. Igual esta canción te dice algo. Piensa en todo esto cada vez que vayas a tomar un atajo para conseguir algo que realmente te importe. Sé que en muchos casos tanta prisa no está justificada.
Aspirar a hacer las cosas de una manera artesanal y más lenta, se ha convertido en un acto de resistencia, que yo invito a practicar desde el goce que se siente cuando se sigue el criterio propio. Déjame preguntarte: ¿a qué velocidad quieres vivir? Párate a pensarlo. Esta sociedad tiene que hacerlo, es urgente.
Yo nunca empiezo NADA preguntándole a una IA. El primer esfuerzo de reflexión es SIEMPRE mío. Solo después que he conseguido sacar lo mejor de mí, es que quizás voy a ChatGPT
Este texto de Javier G. Recuenco y Guillermo de Haro no es «un libro práctico para aplicar la filosofía estoica a la vida diaria», sino una aproximación erudita a la historia, el corpus intelectual y los principios que sustentan esta forma de ver el mundo. Es también un homenaje a la filosofía escrito por no filósofos. A mí me ha abierto el apetito para profundizar más en esta escuela de pensamiento.
Si no has tenido que pagar nóminas, con las que se compran pañales y llenan neveras, pocas bromas con eso…
Es difícil ser auténtico y mostrar tus defectos cuando todo el mundo a tu alrededor está tratando de venderse.
Cuando andamos perdidos respecto de qué somos suele decirse que sufrimos una «crisis de identidad». Pero definirse por una identidad ―cultural, ideológica, laboral, etc.― es una moneda de dos caras.
Si las rutinas se envuelven en rituales con cierta cadencia y una escenificación adecuada, pueden llegar a transmitir belleza. Es la parte estética de la repetición.
El reto que tenemos hoy es recuperar el control que hemos perdido. Asegurarnos de que somos intencionales, que somos nosotros los que tomamos las decisiones. Esto, que parece una aspiración obvia, está seriamente comprometida en nuestra relación con lo digital.
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