¿Para qué tengo un blog? (post-226)
Todo es discutible, incluso la idea de que la finalidad de los blogs reside en la conversación.
Rechazo por sistema el pensamiento único, así que el solo hecho de que alguien se cuestione una idea que a menudo se presenta como un axioma irrevocable, ya me parece atractivo.
Manel ha escrito un post, “Sobre la conversación en los blogs”, muy bien argumentado, y con material que da mucho juego a la reflexión. Ya estuvimos hablando de esto con @cumclavis e @ignacionacho en una cena que tuvimos este viernes con @guambiana en casa. Creo que vale la pena que leas su post.
Iba a comentar en su propio blog, pero el apunte me estaba quedando tan extenso, que al final he decidido convertirlo en una entrada en el mío.
Soy, como bien saben los que visitan esta casa, de la escuela que defiende que la principal finalidad de los blogs (pero no la única) es generar conversación. Radica ahí precisamente su singularidad respecto de otras herramientas de publicación que le han precedido.
En entradas anteriores ya he hablado extensamente del valor que concedo a los comentarios como parte medular de la cultura de los blogs. Por si te interesa, mi punto de vista está expuesto aquí: “Oye, bloguero, qué haces con tus comentarios”.
Hay blogs que generan conversación y otros que no. Depende en buena medida de que su autor sea generoso, le apetezca conversar, e invierta sensibilidad en ello. Obviamente, también es determinante la calidad de las ideas que se proponen y la forma de escribir.
Para que haya (buena) conversación, los textos tienen que ser abiertos, motivadores y tratar temas “conversables”. Los autores que van en plan-rotundo cerrando puertas a los matices, o desfilando por la pasarela CV en mano, no generan conversación. Sí que es posible que provoquen rechazo, y reciban comentarios no tan amigables.
Hay muchos ejemplos de blogs vacíos, sin conversación. Son, en efecto, la mayoría, como dice Manel. Pero también los hay (¡¡y muchos!!) donde la conversación es riquísima, y añade valor al post original. Te pones a leer los comentarios, y flipas con las aportaciones. Desde mi punto de vista, y hablo siempre por mí, ese es el mayor mérito de un blog: que la gente después de leer un texto, se sienta con ganas de aportar su punto de vista. Ya sabemos lo que cuesta publicar un comentario, así que ver una larga cadena de aportaciones en un post es muy gratificante, y lo que es más importante, esas ideas suelen servir de complemento (añaden matices, completan argumentos, descubren debilidades, aportan ejemplos, etc.) al tratamiento del tema que ha elegido el autor.
Por eso me gustaría insistir que los blogs sirven para muchos propósitos, y todo depende de lo que busque cada uno. Y OJITO, según lo que busques, así recibirás. Según lo que siembres, así será el fruto. Se puede abrir un blog para buscar afinidades, pero también para compartir y aprender juntos, incluso a partir de la divergencia constructiva. Algunos lo abren (solo) para buscar clientes, es decir, “afinidades comerciales”.
Así que estoy a favor de la diversidad de los blogs. Los blogs onanistas están admitidos con todo derecho en el reino bloguero. A mí no me gustan, pero entiendo que pueden ser una forma de ahorrarse pasta en publicidad (aunque esta última sea mucho más honesta), una alternativa extimista al diario de toda la vida, o un intento legítimo de hacerse leer en un mundo dominado por las editoriales.
Suscribo 100% esta idea de Manel, mejor escrita imposible: “si se es un #gurublog la respuesta a un comentario, de darse, ha de ser escrita como de lado o mirando desde arriba, casi siempre como una coletilla de ilustrado agradecimiento y, demasiadas veces, con una cierta sorna despectiva como para dejar bien claro que “entre tú y yo NO es natural que puedan saltar chispas”. Eso es así, ocurre así, y me jode un montón. Lo he vivido como comentarista de “gurublogs”, en los que (por cierto) he dejado de comentar, pero existen otras formas más abiertas y sensibles de llevar un blog. Insisto, ¡¡existen!!, y podría poner decenas de ejemplos que gestionan la conversación con verdadero interés.
Desde luego que, como indica @cumclavis, cada uno tiene absoluta libertad de dictar la finalidad de un blog. Ya he dicho que los blogs publicitarios, o los onanistas, tienen cabida en la fiesta. Lectores hay para todo, así que seguro que tendrán visitas. Y para los que no les guste, es verdad que la mejor opción es no leerlos, y punto pelota. Sin embargo, una vez que una persona decide poner una idea en el escaparate, bien sea un blog o bien un libro, pienso que está aceptando entrar en el juego del intercambio, está invitando implícitamente a los demás a que opinen sobre lo que escribe. Lo que no se puede hacer con un blog es pretender el monopolio de la palabra, o responder con euforia a las palmaditas, mientras se rechaza con mala uva las opiniones discrepantes que se plantean con respeto.
Si escribes en un blog, de temas sensibles, de interés general, ¡¡y profesionales!!, tienes que saber que tendrás jamón, y tendrás hueso. Y el que no esté dispuesto a entender esto, entonces que se pase al diario-con-candadito, o al blog por invitación, password mediante.
Lo anterior me lleva a revisar esa idea tan arraigada de que “el blog de fulano es SU casa”, y por lo tanto es el único que manda en ella. Depende de cómo se haga. Si abro puertas y ventanas, e invito megáfono en mano a los vecinos para que entren a mi casa con la (mal) disimulada intención de que (solo) vean mis electrodomésticos y muebles caros de última generación, entonces mejor que me prepare para escuchar también opiniones sobre lo sucia que tengo la alfombra y sobre ese cuadro hortera que he puesto en el salón. Si creo que tengo derecho a controlar o a filtrar el tipo de opiniones (respetuosas) que se pueden dar en “mi” casa, una vez que la he abierto a cal y canto, me estoy equivocando. Claro, todavía tengo una oportunidad de conseguirlo: repartiendo llaves solo a mi club de fans incondicionales, pero serán pocos así que entonces se me acaba el chollo publicitario.
Otra cosa que habría que pedirle a los blogs es que sean honestos. La falsedad molesta. La intención camuflada, y cocida con inteligencia, da un montón de ganas de que se descubra. Si a ti te parece normal, pues oye, hablamos de valores. Yo llevo fatal la hipocresía, y muevo el culo apenas la huelo.
Cada bloguero se sentirá más o menos cómodo con ciertos registros de “conversación”. Unos borran directamente aquellos comentarios que le incomodan. Otros la emprenden a burradas con cualquiera que le discrepe. En fin, cada maestro con su librito. En mi caso intento mantener un registro lo más inclusivo posible. Solo una vez en la historia de este blog he mandado a spam a un usuario porque nunca discutía mis ideas sino que estaba obsesionado conmigo. No hago este blog para que se hable de mí, sino para compartir ideas y conocer gente interesante.
¿Es un post sobre un tema PROFESIONAL, o es un post en el que solo cuento MIS emociones, que son exclusivamente MIAS? Por ejemplo, no es lo mismo que hable de cómo hacer buena consultoría (tema compartible y discutible) a que exprese lo que he sentido con el nacimiento de MI hijo.
Mis límites son conocidos: que se me trate con respeto, sin ofensas. Admito cualquier tipo de ideas si se fundamentan. Incluso hay varios comentarios en este blog que suenan duros, que empiezan con frases del tipo “oye, no te enteras”, pero que he dejado y agradecido porque después de ese arranque incómodo, aportan valor a la conversación porque añaden discrepancia que me hace pensar, y matizar.
Así que cuando hablo de “ser respetuosos” en un blog, incluyo la posibilidad de “debatir”. Yo no veo el más mínimo problema en “debatir”. Para mí es una forma de “diálogo” que encaja a la perfección con la cultura de los blogs. Y por supuesto, a más rotundo y determinista sea en mis textos, más abierto debía estar a que ese “debate” o “diálogo” se produzca.
Es que al final todo va a depender de para qué abro mi blog: ¿es para compartir mis ideas, o es para hablar de mí? Si lo que buscara fuera lo segundo, entonces tendré siempre una actitud defensiva porque cualquier comentario parece que va conmigo: “no te metas conmigo”.
Pero si, en cambio, entiendo mi blog como un espacio para compartir ideas, oye… no pasa nada con que discrepes de ellas, son ideas que en definitiva no me pertenecen: estaban allí, yo las tomé y las he puesto aquí para que hablemos de ellas.
Yo lo veo así porque quiero mucho, muchísimo, a algunas personas con las que discrepo abiertamente de sus ideas en ciertos ámbitos. Las quiero, y me quieren, porque sabemos separar el debate/diálogo de lo que es esencial en una conexión humana. El que confunde esto, tiene un problema. La personalización de las ideas conduce al empobrecimiento.
A ver, por terminar, la ecuación es sencilla: ¿quiero conversación en mi blog, o no la quiero? ¿quiero un blog onanista-publicitario, o quiero un blog abierto al descubrimiento? Porque si quiero lo segundo, como es mi caso, entonces no puedo poner tantos requisitos para quien comente aquí.
Si aspiro a que vengas, y hables conmigo, quiero que te sientas libre de expresarte como quieras, bien sea para apoyar, debatir, discutir o discrepar sobre mis ideas. Y mi deber es responderte. La única condición es que lo hagas sin ofensas, ni groserías. Para lo demás, barra libre… porque NO soy yo el objeto de conversación, sino mis ideas, que pueden cambiar si pones sobre la mesa buenos argumentos. De hecho, así ha sido en muchas ocasiones.
David
Es curioso. Creo que es inherente al bloguero esperar comentarios. Da igual los que tenga. Siempre van a parecer pocos.
Supongo que es directamente proporcional a la cantidad de alma que se pone en cada frase: Hay entradas mas o menos curradas, pero no esperas que ninguna deje indiferente a ningún lector de esos que tienen a bien pasearse por tu blog. Sea cual sea su procendencia. Sea cual sea el modo por el que llegó a tu blog: Vete tu a saber qué busqueda metió en google para llegar ahí.
En uno de los aniversarios del mío posteé esta entrada:
http://quienmotivaalmotivador.blogspot.com/2011/08/aniversario-conversaciones.html
Intenté con ella, aparte de celebrar conmigo mismo mi persistencia, provocar y avivar los comentarios.
Nada destacable.
Realmente entra mucha gente. Hay, además, muchos “fijos” a los que veo entrar regularmente. …Y siempre pocos, muy pocos, los que dejan algún comentario. Date con un canto en los dientes Amalio por los comentarios que genera tu blog.
Un abrazo.
Amalio
David:
Por supuesto que me considero un privilegiado por el número de comentarios que recibo en este blog, pero como bien dices, siempre me parecen pocos, porque soy el tipo de bloguero que se alimenta de los comentarios. Últimamente he notado que los comentarios bajan, pero es una tendencia general y sostenida en toda la blogosfera, y la verdad, me parece que estamos perdiendo conversación. En cualquier caso, soy de los que piensan que si escribes posts abiertos, dando juego a los comentarios, y pones interés en responderlos, siempre tendrás gente que se moleste en dejar sus notas en nuestro “libro de visitas”. Un abrazo
Agustí López
Amalio, con tus post me pasa una cosa muy curiosa. Consigues profundizar tanto en tus planteamientos y reflexiones que poca cosa se me ocurre comentar. Así que, como en otros casos, paso en silencio por aquí. Algo que sí he notado tanto en mi actitud como en la de la gente que visita el blog es el descenso en los comentarios. En cambio sí he detectado un aumento en la difusión de los enlaces a través de otras redes, como en twitter. No me atrevería a sacar de esto una extrapolación al resto de blogs, sólo es una intuición, pero me da que pasamos de puntillas por los posts de otros, lo que se carga la gran teoría de la conversación en los blogs.
A mi sí me gusta referirme a los blogs como “la casa de…” y coincido en que si dejas pasar a cualquiera (lo que es estupendo) has de aceptar que te pongan verde. En mi caso la única condición que pongo es, y entiendo que de sentido común, que no haya comentarios ni despectivos ni descalificaciones fuera de sitio.
Un abrazo
Un fiel lector 🙂
Amalio
Hola, Agusti:
Un gusto verte por aqui. Bueno, lo que comentas de mis posts es también un problema. Ya me lo han dicho varias personas en sentido positivo, pero yo creo que tiene su handicap. Me jode un poco ser así, porque sé que los posts son más “conversables” en la medida que están más abiertos, que no profundizan tanto. Pero uno es como es, y una condición de este blog para que siga existiendo es escribir en un formato cómodo y familiar para mí. No quiero adoptar un estilo que no sea el mío, aunque eso pueda ayudar a generar más comentarios.
Tienes razón en tu observación sobre los comentarios que es muy acertada. Hay una disminución de los comentarios, y un aumento de la redifusión a través de RTs.
Esa tendencia que comentas atenta, en efecto, contra la presunción de que los blogs son un espacio para conversar. Mi opinión es que, siendo eso así, el blog es el lugar ideal para generar conversación en la web. Twitter es, paradójicamente, un canal para generar conversaciones offline, porque te acerca material “conversable” a través de los enlaces y esos “seguidos” especiales que uno toma como “prescriptores”. Lo que encuentras en Twitter despues lo discutes/conversas por vía offline. Twitter, por su brevedad, hace más complicada la conversación con sustancia. El blog es ideal para eso, pero es un requisito que el texto-base que invita a la conversación tenga chicha y genere preguntas interesantes.
De acuerdo con ver el blog como “nuestra casa”, pero de forma abierta e integradora como tú comentas.
Un abrazo, compañero…
Josean Rodriguez
Aúpa Amalio,
Tal y como lo cuentas es como lo veo. En mi caso, no escribo un blog…así que soy de esos que se encuentran en el segmento de “lectores activos”, que leen de muchos sitios y escriben en algunos…
y el tuyo Amalio es de mis favoritos, supongo q conmigo has acertado en lo que yo espero que sea un blog, el compromiso de su autor con los temas de los que opina y sus lectores…su actitud, complicidades, coherencia y todas esas cosas q nos has contado.
Coincido contigo en que cuando no escribimos sobre lo que leemos es sobre todo por pereza, lo fácil es leer y pasar a otra cosa…y es lo que hacemos la mayor parte de las veces.
Me gustó mucho lo que hiciste recientemente en el blog de Martin Vassarsky, un comentario currado y generoso que no obtuvo respuesta por su parte, pero que para mí eso lo hizo más valioso!
Me gustó un huevo tb la respuesta que le diste al “crítico” que te llamó “utópico y poco menos q no te enterabas” por tu visión de las políticas con la emigración. El respeto y la calidad de respuesta que le diste es para enmarcarla!
Me jode desde luego esas actitudes d blogger estrella que no contestan y que solo hablan de lo buenos que son, ONANISTAS. que gracia el término…así que me los voy quitando como el tabaco…porque no son tan imprescindibles como creen…y desde luego no me motivan como para hacer el “esfuerzo” de escribir y tratar de aportar algo a sus post
Un abrazo amigo
Amalio
Gracias, Josean, como siempre.
Perdona que no te haya respondido antes pero ya sabes que he estado de viaje por 15 días. Encantado de estar de vueltas por aqui.
Lo de ser “lectores activos” tiene su tela, aporta mucho a la red. Se puede contribuir un montón a través de los comentarios, participando en la conversación.
Pereza tenemos todos, en mayor o menor medida. Pero creo que si un texto nos conmueve, o aprendemos mucho con él, merece un esfuerzo de agradecimiento a través de un comentario. Es conocimiento compartido, y uno piensa que a su autor le gustaría tener algún feedback de sus lectores. Es lo que intento hacer siempre que leo un post de valor.
El texto de Martin Vasvarsky tocaba un tecla muy sensible en mi vida, y en mi forma de ver las cosas. Tengo un problema serio con el elitismo, no transijo con él, y a mí me parecía que su post padecía de eso. No me costó escribir ese largo comentario, porque la reflexión que quería hacer estaba clara, gracias en buena medida al posicionamiento de Martín.
Hay muchos tipos de bloggers, sí señor. Los “estrella” están ahí, y seguirán existiendo en la medida que haya gente que los lea. Es parte de la fauna 2.0, y tenemos que aceptar esa diversidad.
Gracias, amigo, por tu compañía 🙂
Rogelio Triviño
Hola. Aunque un poco fuera de la conversación, te mando este enlace.
http://craftsmanscreed.com/
Te gustará leerlo a tí y a toda la REDCAS.
Un saludo
Amalio
Gracias, Rogelio, me ha parecido muy interesante el “manifiesto”. Tiene muchos puntos en común con la declaración de la red de consultores artesanos, aunque también algunas diferencias que me han parecido muy reveladoras. Gracias por compartirlo. Lo he RT por Twitter…
un saludo 🙂
Francesca
¡Hola Amalio! Menudo tratado sobre lo que es un blog te acabas de marcar… A mí me parece que en la blogosfera pasa como en botica, que hay de tó. Y además, uno reacciona en su blog como en la vida, según su carácter.
A mí me gusta disentir con los amigos, es más, lo que deseo es que en mi espacio la gente se sienta lo suficientemente cómoda como para opinar distinto a como lo hago yo. Tengo mi ego que alimentar, como todo el mundo, pero en general me gusta más que me enseñen otros puntos de vista que no que se queden en el simple halago. Sucede también que a mí me cuesta mucho comentar y creo que a los otros también. Valoro el tiempo de la gente y entiendo que si alguien se toma la molestia de dedicármelo a mí y a algo que yo haya escrito, debo estar agradecida. Pero eso, como ya te he dicho antes, va en el carácter de cada uno.
También creo que es diferente una entrada personal que una profesional (por eso decidí que en mi caso es mejor separar los dos blogs), pero aún así, incluso a nivel personal, me gusta que los demás puedan decirme que en algo opinan distinto a como lo hago yo… y buscar puntos de encuentro con esa persona. Me ha pasado eso alguna vez: empezar disintiendo y acabar haciéndome amiga de alguien que, al pensar distinto, me aporta otra visión del mundo que enriquece la mía… pero eso soy yo, que soy rarita 🙂
Y que sepas que Juana dice la verdad, nos acordamos de alguna gente el viernes y uno de ellos eras tú. Cuando os conozcáis van a saltar chispas. Juana es de las nuestras… os vais a tener que llevar un cronómetro para dejaos hablar el uno al otro… lo mismito que conmigo :-). Un abrazo.
Amalio
Francesca:
¿qué tal, buena amiga? Me alegra verte por aquí 🙂
Cierto, se reacciona en un blog según su carácter. Esa coincidencia se nota bastante.
Mi punto de vista difiere en cierta medida del de Manel en una cosa: él insiste mucho en la actitud que debe tener quien comenta, y yo en la del anfitrión, en la del autor de blog. Como bien dices, lo que yo quiero es que quien comente aquí se sienta muy cómodo, y lo haga a su manera. El enfoque inclusivo lo tengo que tener yo para atraer a las mejores ideas. No quiero poner requisitos, ver fantasmas competitivos, ni poner reglas de cómo debe expresarse alguien aquí para ser tenido en cuenta.
Pon una idea buena sobre la mesa, que me haga pensar, y me tendrás entusiasmado respondiendo. La visceralidad no me afecta, siempre y cuando no me ofendan. La dialéctica me hace crecer. Es más, buena parte de lo que he aprendido en la vida me viene de entornos así, donde la diferencia y la discrepancia se gestionan de forma natural.
Yo creo que mucha gente lo que siente es pereza, pero ese no es mi “problema”, sino el suyo.
Eso que dices de empezar con alguien disintiendo, y terminar construyendo un monton de confianza me ha pasado también a mí. Pero para que esa evolución se produzca hay que ser abiertos, y enfocar la interacción sin complejos…
Tengo muchas ganas de conocer a Juana, y también de juntarnos contigo de nuevo. A ver si encontramos el pretexto!!!
Un abrazo 🙂
Iván
Grandes reflexiones.
Lo primero que creo es que mucha gente siente la necesidad de escribir, le gusta. Otra de las cosas que veo es que muchas veces el blog es como una botella que lanzas al mar, y sin saber quién la va a leer aparecen encuentros maravillosos inesperados.
Creo que el blog más que como una casa es como un bar. como una tasca donde pasan amigos y otras gentes desconocidas, algunas de ellas gracias a la magia de las palabras y la afinidad o el feeling llegan a convertirse en amigos.Las distancias desaparecen y la red ejerce como un lugar donde ele spacio-tiempo se diluye
Por todo ello bien merecen la pena, cada cual encontrará sus blogs( o tascas) e irá conformando su vida y su aprenfizaje, así que larga vida a los blogs y a los blogueros.
un saludo y gracias por dejarme pasar por este blog-casa-tasca del que tanto aprendo 😉
Iván
Amalio
Estimado Ivan:
Gracias, colega. El simil de la botella lanzada al mar es muy acertado. A mí me pasa a menudo, y no deja de sorprenderme. De llegar a un lugar, y entonces que alguien desconocido me comente algo que escribí en un post que recibió muy pocas visitas. Es una caja de sorpresas, y creo que es una de las cosas más fascinantes de esta forma de comunicar.
Si el blog es un bar, una tasca, entonces no mandas ahí tanto como en tu casa. La distinción entre “tu casa” y “tu bar” dice mucho de cómo asumes tu papel de anfitrión, y los derechos/deberes que (crees que) tienes.
Yo tengo este blog sobre todo para: 1) expresarme, compartir mis inquietudes, 2) aprender de la gente que se pasa por aquí y me cuenta cosas, 3) conocer gente interesante. Sinceramente no busco con el blog hacer amigos, ni siquiera afinidades profundas. Para eso tengo otra vías. Si esto me lleva a amigos, perfecto, pero no es para nada un objetivo, ni me lo planteo. Por eso pongo tanto énfasis en las ideas…
Gracias a ti por dejarme tus ideas, compañero….
Juana
Los blogs representan al bloguer que los escribe, y tiene todo el derecho a contestar, a no contestar, a borrar un comentario …. para eso es su blog, pero …. no es su casa, es un espacio público si así lo ha definido, siempre puede cambiar la definición ….
Nota: Ya nos acordamos de vosotros el viernes, que me gustaría verte por Madrid para algún curso de esos estupendos que organizáis, que muero de ganas de conocerte en vivo y en directo.
Amalio
Juana: Es cierto, el bloguer tiene todo el derecho a hacer lo que quiera en su blog. Pero pienso que si un blog tiene abierta la opción de comentarios, y la gente se molesta en comentarle, estaría bien que sea recíproco. Es como yo lo veo, y es lo que yo esperaría si comento en otro blog.
Oye, a ver si coincidimos en Madrid. Yo también tengo muchas ganas de conocerte. Por alguna razón un poco extraña me salen cursos y charlas en muchos lugares menos en la capital del reino.
Ya nos reiremos juntos, y pronto.. ya veras 🙂
Juana
Lo que me he reido, me ha gustado especialmente:
– “Los blogs onanistas están admitidos con todo derecho en el reino bloguero” …. totalmente de acuerdo, si quieres los lees y si no quieres, pues nada.
– “tienes que saber que tendrás jamón, y tendrás hueso” es decir, a unos les gustarás y a otros no, y si los dejas …. te lo dirán ….
– “Si abro puertas y ventanas, e invito con megáfono …. ” dirán lo que quieran …. “que horteras las cortinas, y ese espejo rococó, que no pega ni con cola, y los zapatos verde botella ¡que feos! y …. ” jajajajaja aquí casi muero de la risa es ¡genial! porque hay gente que no lo entiende y …. es así ….
Amalio
Juana:
jjj… me alegro que te haya gustado el post, y te hayas reído con él. Lo de los “blogs onanistas” se me ocurrió hace tiempo por similitudes obvias. Escuchaba decir a algunas personas que escribían solo para ellas, y entonces la metáfora le viene perfecta.
Por cierto, el “blog onanista” me gusta mucho más que el “publicitario”, aunque los pusiera al mismo nivel en mi post. El primero lleva al goce, al placer, a la auto-complacencia… nace de motivaciones intrínsecas. Mientras que el “publicitario” es falso, está dictado por motivaciones externas…
Oye, a partir de este post, espero que sepas a qué vecinos invitas a tu casa, vale?? 🙂
David Soler
Buena reflexión Amalio pero no siempre un bloguero tiene la responsabilidad sobre si hay o no comentarios. A mi me da la impresión que la gente cada día lee más blogs y comenta menos en los mismo. Es comprensible, no hay tiempo para todo y uno prefiere invertirlo en captar conocimiento y acaba comentándolo en el momento de compartirlo en tw o fb (aunque sea una única frase). Esa es una forma, también, de decirle al bloguero “ei, te he leído y me ha encantado tu entrada”.
A mi me encanta escribir en mi blog y de verdad que lo hago con la intención de por un lado compartir lo que sé y por otro porque por fin tengo una herramienta que me permite desarrollar mi faceta de “escritor” (dicho esto con todos los respetos a los escritores de verdad). Hace unos años solo me leían mis jefes y compañeros de trabajo en los informes que hacía, así que ahora si me leen unos centenares me parece genial.
¡Buena tarde de domingo!
Amalio
Hola, David:
Por supuesto, compañero, que un bloguero no tiene la responsabilidad de tener comentarios. Nunca diria eso (jjj).
Esto de los comentarios es un poco misterioso. He escrito posts en los que pensaba que por el juego que daba el tema, iba a conseguir “tirar de la lengua” a los que pasan por aquí, y resulta que nada, se han quedado ahí muertos de aburrimiento.
Los factores que influyen en la conversación, y que comento en el post, son solo una parte de la historia. El asunto es más complejo, por supuesto.
Totalmente de acuerdo, no habia pensado en esto que dices: “la gente cada dia lee más blogs y comenta menos”. Puede ser, porque comentar lleva tiempo, y entonces mucha gente piensa que es mejor dedicarlo a leer más material. Es lógico, aunque yo creo que eso está en la linea de algo que a mí me disgusta un poco de las redes sociales: ¡¡nunca se profundiza en nada!! = Yo prefiero leer menos, pero profundizar más. Pero en fin, es un opción personal, y nada más.
Tienes razón. Los blogs ayudan mucho para desarrollar habilidades de escritura. Si te gusta escribir, como a mí, entonces esto nos va de perlas, no??
un abrazo 🙂