6 libros y más pistas para una biblioterapia esencialista

POST Nº 645
Comenté en mi post anterior que tenía un plan para 2021 porque ahora más que nunca, con tanta turbulencia y adulación al mundo VUCA, se necesita elegir bien las opciones y enfocarse en ellas. Las fuentes de distracción se multiplican así que no queda otra que empuñar las tijeras con determinación para podar todo lo que dispersa sin aportar valor.
Estrategia es saber a qué decir que no, y eso pasa por practicar una filosofía. Los ladrones de tiempo con los que lidiamos hoy son demasiado poderosos y están perversamente diseñados para camelarnos, así que no se les vence a base de parches. Nuestras agendas de vida serán eso, nuestras, si adoptamos un sistema férreo y consistente para defender valores y prioridades. No digo que sea fácil, pero hay que intentarlo. Lo primero es parar, observarse y recuperar el control. Después, actuar en consecuencia, con un método.
Si piensas que tienes un problema con la dispersión, que andas saltando de rama en rama sin terminar del todo bien nada o, simplemente, que has puesto tus huevos en demasiadas cestas y eso te distrae de construir algo significativo; entonces necesitas ayuda. Yo, cada vez que me he sentido así, desorientado, he acudido a la biblioterapia, o como quiera que eso se llame. Ese es el nombre que yo le pongo porque creo que estamos metidos en una suerte de enfermedad colectiva que necesita tratamiento, y para eso están esos amigos de garantía que son los libros. Siempre que los invoco, y dedico tiempo a curarlos, vienen a mí los socios adecuados.
Esa “filosofía” (vs. parches) que recomiendo practicar recibe muchos nombres. A mí el que más me gusta es “esencialismo”. Se trata de suprimir lo superfluo y centrarse en unas pocas cosas que tengan valor significativo: foco, foco y foco. Voy a compartir contigo algunos de los libros que más me han ayudado a descubrir y desarrollar poco a poco esa capacidad. El “método” que sigo hoy es una combinación de pistas que fui encajando a partir de esas lecturas, hasta armar un sistema que se adapta bien a mi personalidad. Veamos esos libros:
- Greg McKeown: “Esencialismo”. 2014. Aguilar
- Gary Keller y Jay Papasan: “Solo Una Cosa / The One Thing”. 2016. Aguilar
- Cal Newport: “Deep Work / Enfócate”. 2014. Booket Paidos.
- Cal Newport: “Digital Minimalism”. 2019. Portfolio. Penguin.
- Paul Dolan: “Diseña tu felicidad”. 2014. Paidos Contextos.
- Daniel Goleman: “Focus”. 2013. Kairós.
Lo que hay en común en esos seis libros es el énfasis que ponen en esta idea tan simple y poderosa: El modo en que distribuimos la atención entre distintas actividades y objetivos determina nuestro grado de satisfacción y percepción de logro. Si creemos que algo va mal en ese sentido, quizás estemos asignando mal nuestra atención.
Para hacer justicia, tendría que añadir también algunos libros y blogs de GTD (Getting Things Done), de los que extraje fundamentos y prácticas útiles con el impulso inicial de José Miguel Bolívar, sobre todo en cómo plantea el concepto de “perspectiva” y lo despliega por niveles en lo ejecutivo. Aquí tienes una trilogía de posts que publiqué, desde el atrevimiento más imprudente, sobre esa metodología.
Otra filosofía que me ha inspirado bastante es la del Minimalismo, sobre la que escribe mucha gente pero ninguno con la agudeza y frescura de Homo Mínimus, mi bloguero favorito con diferencia en este tema. Recomiendo su lectura porque cuenta sus aprendizajes minimalistas de una manera que da ganas de seguirle en todos sus experimentos 🙂 Cal Newport también tira de este hilo en la primera parte de su libro “Digital Minimalism”, que voy a reseñar muy pronto.
Hasta aquí mi propuesta de biblioteca mínima. Continuaré este seriado de posts sobre desarrollo personal y gestión de la atención con perspectiva, porque creo que es un asunto que está descuidado y que a muchos nos preocupa. La siguiente parada será para el libro “Solo una cosa” (“The One Thing”), al que dedicaré el post de la semana que viene. Es eso lo que he estado haciendo prácticamente en los últimos nueve meses: una única cosa, así que contaré cómo ha sido (y está siendo) esa experiencia en primera persona, los matices que encierra una idea tan rotunda, y las lecciones que pude extraer de un comportamiento esencialista (o minimalista, si lo prefieres) como ese.
Por cierto, no me gustaría parecer el típico viejuno que está dando la vara con pretendidas lecciones de sabiduría. En realidad, me siento y soy un aprendiz en todo esto. Y así lo comparto por si a alguien le sirve. Tampoco soy tan eficaz como pueda parecer aplicando estas recetas, ni sigo a pie de puntillas todo lo que dicen esos libros. Algunos simplifican demasiado, muy en modo Autoayuda, pero otros aportan una sencillez que me encanta.
Si quieres sugerir más libros, webs, blogs u otras fuentes interesantes para ampliar esta “biblioteca esencialista”, te invito a participar en los comentarios. Si lo haces, trata de darnos pistas de por qué propones un libro o autor determinado, así disponemos de más información.
NOTA: La imagen es del álbum de Kerdkanno en Pixabay.com. Si te ha gustado el post, puedes suscribirte para recibir en tu buzón las siguientes entradas de este blog. Para eso solo tienes que introducir tu dirección de correo electrónico en el recuadro de suscríbete a este blog” que aparece en la columna derecha de esta página. También puedes seguirme por Twitter o visitar mi otro blog: Blog de Inteligencia Colectiva
Julen
Menos mal que solo eres del Betis. Perdón… no he podido evitarlo 😉
Amalio Rey
Mi no entender your comment, Julen 🙂 🙂
Julen
Me refería al hecho de que en fútbol, por ejemplo, tu destilas «esencialismo» y solo eres de un equipo hasta las trancas. En ese sentido lo decía, no hay nada más alrededor, solo el Betis; lo demás… bueno, lo demás no importa 😉
Por cierto, no me llegan vía e-mail los comentarios siguientes de tu blog (siempre marco la casilla de recibir comentarios siguientes para estar al tanto pero no hay forma). Si puedes comentar por ahí… No sé si alguien m´ás te lo ha comentado. He mirado por si entraban en spam pero tampoco ahí llega nada.
Amalio Rey
Hola, Julen: Ah, vale, no entendía. Pos’si, después del Betis no hay más nada. De hecho, si el Betis va muy mal, ni veo futbol.
Pero como eso, me está pasando con muchas cosas más. Creo que el «esencialismo» llegó a mi vida para quedarse y colonizarme. Va ocupando cada vez más parcelas. No sé si además de más viejuno, me estoy volviendo más aburrido.
Lo que dices de los comentarios no lo sabía. Nadie me había avisado de esto. Lo reviso para corregirlo. Muchas gracias!!!
Jeroen Sangers
¡Una lista interesante!
Consciente de la paradoja, me gustaría ampliar la lista con dos libros menos conocidos: Enough de Patrick Rhone y Unplugged de Nicholas Bate. Ambos libros sólo están disponibles en inglés, pero son relativamente fáciles de leer.
Amalio Rey
Gracias, Jeroen, por aportar nuevos libros a la lista. No los conocía. Les echaré un vistazo. Un abrazo!!
Luis
Buen post, Amalio.
Yo recomendaría también REWORK de Jason Fried. Está más centrado en equipos que en individuo pero es una buena fuente de ideas.
Luis
Amalio Rey
Gracias, Luis. Rework es una maravilla de libro para practicar la simplificación. Lo reseñé largamente aquí: https://www.emotools.com/contents/articulos-y-blogs/rework-y-el-arte-de-la-simplificacion/ A mí me alucinó la sencillez con que se explican las cosas por sus autores que desde 37signals destacaron especialmente por eso. Son una buena fuente de ideas, como dices, pero quizás no abordan directamente cómo mejorar el foco individual desde una lógica minimalista. Digamos que son «esencialistas» desde el punto de vista de la empresa. Un abrazo!!!