Marketplaces y los límites de la Innov. Abierta (post-82)
Según Henry Chesbrough, «innovación abierta» significa que las empresas deben buscar ideas y capacidades fuera usando los recursos externos en igualdad de condiciones que los propios (SIC).
La lógica es tan simple como persuasiva: «Mucha gente inteligente no trabaja EN tu empresa pero podría hacerlo PARA ella«.
Pues bien, esto suena a conceptos de-toda-la-vida (outsourcing, externalización, empresa virtual, etc.) pero contiene una importante novedad: ¡¡Por primera vez se nos propone que las fuentes externas se gestionen en igualdad de condiciones que las internas!!.
Dicho más claro = Las fuentes externas para innovar dejan de verse solo como «complementarias» a las que se acude solo una vez que se han explotado las internas.
Hasta ahora, según Chesbrough, todo se movía en torno a los recursos internos, y el balance entre las dos siempre estaba escorado hacia lo-interno, pero ahora se va mucho más lejos poniendo a «competir» lo interno con lo externo sin paternalismos, ni nada que desvirtúe la comparación.
Pues bien, buscar afuera con esa libertad y sustituir estructuras propias por redes externas más flexibles y abiertas, empieza a poner en duda incluso el concepto mismo de empresa tal como lo conocemos.
Innovación abierta, downsizing (decrecimiento buscado), trabajo en red y desplome de los costes de transacción, son conceptos que se mezclan y no por casualidad. Uno empieza a creer que todos los caminos conducen a Roma: ¿Se van a acabar las empresas o, por lo menos, las grandes estructuras empresariales?
Para amplificar las dudas, surgen y proliferan los llamados «open innovation marketplaces» y los «mercados de ideas» («ideagoras«) como mercados virtuales de soluciones innovadoras que recortan al mínimo los elevados costes del Know-who (Saber-quién) que servían de justificación para acaparar internamente tanto Know-how (Saber-qué).
Ante la dificultad (en costes y tiempo) de encontrar a las personas que supieran resolver ciertos problemas científicos o tecnológicos, habíamos optado siempre por tener adentro esas capacidades, pero… ¿y qué pasa ahora? ¿sigue siendo tan costoso identificar el talento? Desde luego que no, esos costes se están desplomando…
Por eso, marketplaces como Innocentive, NineSigma, Yet2com e Innoget, entre otros que están apareciendo a escala global para facilitar el encuentro entre oferta y demanda tecnológica, obligan a replantearse muchas cosas. Por cierto, si quieres entender mejor el concepto, te invito a que mires esta presentación de Innoversia que lo explica de cine…
Vamos a ver. Si convenimos que gestionar bien la innovación significa: a) Potenciar al máximo la creatividad, b) Reducir los plazos del time-to-market, c) Generar valor genuino para los usuarios y, d) Alcanzar todo lo anterior al menor coste posible, entonces… ¿valdría cualquier «medio» (legítimo) que permita conseguir esos «fines», no?
Pues bien, por ese camino no es tan descabellado imaginarse un escenario en el que una empresa pueda resolver TODAS sus necesidades tecnológicas acudiendo a estos mercados abiertos.
Sé que estos marketplaces no son mercados perfectos, ni lo serán nunca. Pero su eficacia es cada vez mayor en la medida que se multiplica el número de investigadores o «solvers» que se dan de alta en el sistema, y se depuran los filtros de intermediación. Esto empieza a ser una evidencia por el creciente número de empresas que accede a este mecanismo.
Si esto es así, yo me pregunto: ¿Dónde están los límites de la innovación abierta? Como vas a ver, tengo más preguntas que respuestas:
1) ¿Para qué tener (¿grandes?) departamentos de I+D? ¿Por qué insistir en «tener» el mejor departamento que permita mi sufrido bolsillo… si puedo «disponer« del talento mundial que se ofrece en estas redes, «convirtiendo al mundo en mi Dpto. de I+D»?
2) ¿Y si «mis» investigadores están trabajando para la competencia a través de estos marketplaces y yo… ni me he enterado?
3) ¿Y si por la mitad del dinero que me dan para financiar un proyecto de I+D puedo conseguir que una empresa o investigador de la India, China o Singapur me resuelva el problema? ¿Por qué tengo que conformarme con el talento (necesariamente limitado) que tengo en casa si ahí afuera me espera un bazar enorme de mentes brillantes con hambre de competir para ofrecerme la mejor solución a cambio de una recompensa?
4) ¿Nuestros investigadores universitarios y de los Centros Tecnológicos (CT) están usando estos «marketplaces»? ¿Hay en nuestros CPIs una política de estímulo para competir por esos desafíos?
5) ¿Y si esos investigadores se están dando de alta y pujando por estos desafíos a título individual sin que lo sepa la institución?
6) ¿Se estarán equivocando las políticas públicas que «fuerzan», a través de subvenciones, alianzas entre agentes locales para que todo-quede-en-casa, en lugar de fomentar competencia en favor de la fuente más competente esté donde esté?
7) ¿Una subvención es razón suficiente para que una empresa que compite en mercados globales firme contratos con su CT más cercano a sabiendas que por la mitad de esos fondos podría acceder a mejores soluciones?
Mientras más meto el dedo… mas me asusta el impacto que puede tener todo esto. ¿Qué van a hacer nuestros CT? ¿Cómo re-insertar el talento universitario en los mercados mundiales del conocimiento? ¿Qué funciones tiene el «nuevo» departamento de I+D empresarial?
Creo que estamos haciendo oídos sordos a esta revolución, y no deberíamos. Tenemos un nuevo escenario de mayor transparencia y fluidez de los mercados tecnológicos globales, y eso tiene que afectar necesariamente el modo en que gestionamos la innovación a escala territorial.
Por cierto, llevo un tiempo preguntando esto a los asistentes a mis cursos que vienen de universidades y centros tecnológicos, y me duele reconocer que la inmensa mayoría desconoce estos «marketplaces«. Me sorprende muchísimo que ignoren esto como si no les afectara…
En definitiva, me pregunto: ¿Cuál es el nuevo rol de la I+D empresarial en un entorno abierto y (más) transparente de acceso al talento global? ¿Dónde están los límites de la Innovación Abierta? ¿Estaremos reeditando el defenestrado «que inventen ellos«? ¿Terminaremos «deslocalizando» también la I+D?
Amalio
Jose Luis: Lamento reconocer que al NIH todavia le queda un largo recorrido porque encaja bien con una tendencia muy humana de «defender lo de uno». Hay una predisposición natural a la endogamia.
Yuri: Esa era la intención, la de re-pensar, y visibilizar los desafios. Muchas gracias por tu comentario.
Yuri
Me ha gustado las preguntas que haces, porque nos hace re-pensar el enfoque de la innovación abierta como un complemento a I+D+i de la empresa. Muy interesante y útil. Gracias.
José Luis
Interesante. El «no inventado aquí» tiene sus días contados
La verdad está ahí afuera
Enhorabuena por el blog