Design Thinking en la práctica artesana (post-112)
Vuelvo hoy al libro de Richard Sennett, “El Artesano”, para seguir mezclando conceptos que se me quedaron en el tintero y que me apetece compartir.
Hace tiempo escribí un artículo que me dio grandes satisfacciones. Recibí mucho feedback, y tuvo bastante difusión. En él hablaba de “Pensamiento de diseño y gestión de la innovación”, que es un tema que me interesa bastante y sigo de cerca. Un resumen lo tienes en mi post-72.
En el libro de Sennett encontré, curiosamente, guiños por todas partes hacia el Design Thinking sin que lo mencionara explícitamente. Parece ser que las prácticas artesanas guardan muchas similitudes con esta forma de innovar. Comentaré a continuación las más relevantes.
1) Tolerancia a la ambigüedad:
En las historias de “artesanos” que cuenta el autor, hace hincapié en las ventajas de jugar con formas simples que tengan pocas indicaciones de uso, para que el usuario cree y encuentre sus propias formas de interpretar. Para que eso no cree estrés, añado yo, se necesita más “educación en la ambigüedad” que hoy no la tenemos.
Según Sennett, laa incertidumbre, para el artesano, tiende a ser una fuente de curiosidad más que una fuente de estrés
Y eso es así gracias a que su andar es ligero, con pocas cargas o costes de estructura, si lo planteamos en lenguaje del consultor. Como dice Sennett: “El buen artesano asigna valor positivo a la contingencia y la limitación (…) considera los problemas in situ como oportunidades”.
2) Evitar la sobre-determinación:
Es de los consejos más interesantes que encontré en el libro, y de mayor utilidad para el trabajo del consultor. Sennett sostiene que el artesano concibe proyectos abiertos, que acogen positivamente lo incompleto y lo informal, para dejar espacios a la evolución y la improvisación de los usuarios (dígase, el cliente).
Redondea la idea diciendo: “El buen artesano entiende la importancia del esbozo, es decir, la falta de conocimiento acabado de los detalles de una empresa en el momento de embarcarse en ella”
En sus propias palabras, lo que hace el (consultor) artesano es definir una “forma-tipo”, pero “no va más allá mientras no esté ahí, in situ” manoseando los materiales. Para él, el esbozo informal es un procedimiento de trabajo que ayuda a “prevenir una conclusión prematura”. Lo que propone es “construir una estructura provisional que comience con un esbozo y sea capaz de evolucionar” mientras trabaja in situ en ella.
Leyendo esto he recordado constantemente a Juan Freire y su defensa de los espacios públicos abiertos. Como se ve, ¡¡Pensamiento de Diseño!! en su más pura esencia, pero también con un fuerte aroma 2.0, porque “permite al proyecto cierta imperfección, decide dejarlo irresuelto” para que siga vivo, en su espíritu más abierto.
3) Aprender haciendo y vocación de acción
Es de los rasgos que mejor se infieren de la palabra “artesano”. Uno se lo imagina “manoseando” rápidamente los materiales en el taller, sin perder el tiempo con planos, planes o modelos que retrasen la acción.
El artesano moldea, interactúa, sale del despacho, se relaciona, juega con la textura de los materiales, dibuja a mano para vivir la experiencia táctil de la realidad en lugar de limitarse a confiar sólo en datos, modelos y simulaciones de despacho. Éste es también otro buen consejo para aquellos consultores que pretenden dictar cátedra con simples estudios de gabinete o buscando información en bases de datos.
Dice Sennett que “es posible que el trabajo artesanal establezca un campo de destreza y de conocimiento que trasciende las capacidades verbales humanas para explicarlo”. Éste es otro guiño de los buenos hacia el Design Thinking que pone tanto énfasis en los prototipos co-creados con los usuarios para concretar de verdad la idea de innovación.
Sennett, al más fiel espíritu artesano, recomienda aprender haciendo, y evitar que “los patrones de calidad en el trabajo separen diseño y realización”. Como he dicho al inicio del artículo, el “artesano” produce y no suele intermediar, ni subcontratar.
Cuando necesita ayuda, el artesano se asocia y acude al gremio. Tiene una cultura de productor, y en cierto modo desdeña la figura del intermediario.
Amalio
@facilitymanager: Gracias, Alberto, como siempre. Eliminar el desperdicio esta bien, pero no es lo que mas me preocupa, la verdad. En el mundo de las cosas es mas facil, pero en el de las ideas, puede ser contraproducente. Mas bien apuesto por “reciclar” ideas que a primera vista podrian ser eliminables. En ideas malas (que otros borrarian) me he encontrado joyitas muchas veces.
@Yuri No se si me equivoco de persona, pero supongo que eres Yuri, de RE’09. Si es asi, un placer hablar contigo de nuevo, y si no, tambien. Pues si, tienes razon, ser artesano en un entorno que se basa en la producción en basa y la eficiencia es muy complicado. Ahi esta nuestro reto. Soy optimista.
@Ma. Angeles: Gracias por tus palabras. Fue una jornada muy agradable tambien para el ponente. En Cadiz siempre lo paso genial. Espero seguir en contacto contigo…
Mª Angeles Robles
Hola Amalio. Estuve ayer en la jornada sobre 2.0 que diste en Cádiz. Me encantó. Me dedico a la comunicación y, pese a eso, soy de las que pienso que las cosas pueden ser diferentes también en este mundo, y estoy dispuesta a poner mi granito de arena.
También he visitado vuestra página, y no será la última. Si viviera en Málaga, rellenaría el cuestionario para intentar trabajar con vosotros.
Creo que sería genial.
En fin, enhorabuena y gracias por transmitirnos información y pasión
Yuri
Hola Amalio
Con este post, ahora sí que veo mucho más claro.
Nuestro trabajo, los agentes del cambio, solo podemos ser artesanos. Porque el entorno es tan cambiante que solo podemos adaptar y actuar. Y aprender de cada paso que damos.
No es sencillo seguir siendo artesanos y luchar contra un enfoque de producción en masa. Muchas organizaciones tendemos en seguida a estandarizar y consolidar, impidiendo que sigamos siendo artesanos creativos. Hay demasiada inercia hacia evitar la ambigüedad (1) y buscar la determinación (2). Y el escaso espíritu de ‘juego’ para permitir el lujo de experimentación (3).
Pero… hay proyectos (no técnicos) que no hay más remedio que ser artesanos, si queremos avanzar.
Un abrazo
FacilityManager
Hola Amalio:
Siempre con buenas reflexiones que me hacen pensar. Existe ahora en la gerencia no artesana, la filosofía “lean” que pretende eliminar el desperdicio. Dentro de la filosofía está el “lean thinking” que es un libro que voy a comenzar a leer dentro de poco. Quizá no ayudaría a plantear otra perspectiva, aunque estoy de acuerdo con todo lo que planteas.
Recibe un abrazo artesano
Alberto