7 cosas que me llevo de 2012 (post-337)
Ahí van siete cosas que aprendí en 2012, que me llevo del año, y que me gustaría compartir con los que visitáis esta casa. Las voy a escribir de prisa, para no dar tiempo a pensarlas mucho. Dejemos que la memoria selectiva haga su trabajo, bien o mal, pero sin un guión predeterminado. Igual mañana recuerdo cosas distintas, pero estas son sin duda importantes:
- Esto va por ciclos: La impermanencia, como llaman los budistas, es la única constante. Genera efectos acumulativos que llegados a un punto, cada cierto tiempo (que a veces parece rítmico o simétrico), reclama giros bruscos. Las señales de cambio de ciclo suelen llegarnos, la mayoría de las veces, en forma de crisis; pero es posible no necesitarlas y anticiparse si se pone la debida atención en los ruidos internos. Este año aprendí por enésima vez que no conviene aferrarse a pasiones, ni a logros, ni a posesiones (por muy estupendas que parezcan), si la intuición informada te dice otra cosa. Saber interpretar y acatar los mensajes de cambio de ciclos vitales es un atributo de sabiduría que hay que cultivar. No es nada fácil, porque para conseguirlo tiene uno primero que abstraerse de las interferencias que se distribuyen socialmente con altavoces de grandes decibelios.
- ¡¡Simplifica!!: Es increíble con la facilidad que nos complicamos la vida, ya sea por vanidad, por tendencia a la dispersión, o simplemente por no saber decir que no. Llenamos nuestra existencia de compromisos tóxicos que no nos aportan nada, y eso funciona como un bucle que se retroalimenta. La basura trae más basura, que a su vez quita espacio a las cosas genuinas. 2012, y una fecha señalada, me hicieron ver que iba con sobrepeso, con un exceso de complejidad que me producía desgaste en un momento vital que más vale que optimice mis energías. Voy aprendiendo a preferir las opciones sencillas, y sé que lo son cuando no necesito darme demasiadas explicaciones después de elegirlas. Más bien todo lo contrario, noto que fluyen. Pero el camino para intentarlo pasa por podar, o sea, descartar lo accesorio (que OJO, por lo general se resiste a parecerlo), y también por hacer un esfuerzo de síntesis que ayude a comprender el tipo de cosas que más disfrutamos. No es simplismo, sino simplicidad. No es recogerse, sino encontrarse y desde ahí expandirse. Es calidad, no cantidad. Y sentir que vas mucho más ligero/a produce una sensación cojonuda, pero para llegar a eso necesitas disciplina como ejercicio de autoconocimiento, y una gran determinación para poner a raya todo lo que sobra.
- Experimentar en la transición: Los cambios de ciclo no son fáciles, ni binarios. No aprietas un conmutador ON/OFF y se produce un salto mágico de estado. Sensación de ruptura sí que hay porque hablamos de puntos de inflexión, pero el ajuste interior lleva su tempo y uno debe ser amable en su gestión. Alguien decía que “La única forma de encontrarse a sí mismo es perderse primero”, y creo que es eso precisamente lo que uno debe hacer. La nueva hoja de ruta se construye a trozos, haciendo el camino, probando y experimentando senderos que la intuición insinúa como prometedores, pero sin fijar destinos rígidos, ni expectativas imprudentes.
- Menos reflexivo, y más practicante: Hay que pensar bien pero hacer mejor. Esa idea del “practicante reflexivo” que tanto me gusta, aunque las dosis óptimas a recetarse dependen de la personalidad de cada uno. A algunos les vendría bien contener su hiperactividad para pensar más, mientras que a otros al revés: hacer más y reflexionar menos. Pues yo he estado revisando mi ratio Plan/Ejecución de 2012, y no he salido bien parado. El amigo Bolívar me daría unas cuantas collejas por lo mal que llevo mi organización. Estuve leyendo mucho sobre GTD para lo que me interesa, o sea, como herramienta para mejorar mi capacidad de cerrar con diligencia las cosas que realmente me importan. Las metodologías ayudan, lo están haciendo, pero creo que en mi caso la carencia sigue siendo volitiva, y algo voy a tener que hacer con eso. La consigna de 2013 se la pido prestada a Benjamín Franklin: “Bien hecho es mejor que bien dicho”, y sé que para eso hay que fijarse pocos objetivos para ganar en foco.
- Rutinas que hacen muy bien: El punto anterior tiene bastante que ver con esa vocación por el desorden que anida en mí, y que incluso tiendo a recomendar a los demás. Yo sigo pensando que viene bien “desordenarse” para escapar de los estereotipos y mantener la mirada fresca, más aún cuando coleccionar años hace que tiendas a lo contrario. Pero conviene saber dónde poner orden y dónde subvertir, y creo que en mi caso me ha faltado cariño por cierto tipo de rutinas que hacen muy bien. Amansar el caos, aunque sea parcialmente, es clave para sentir una sana percepción de crecimiento personal, y para eso hay que convertir en rutinas esas nuevas prácticas que vamos necesitando incorporar. El bueno de Richard Sennett da en el clavo cuando dice que: “Repetir una y otra vez una acción es estimulante cuando se organiza mirando hacia delante. Lo sustancial de la rutina puede cambiar, pero la compensación emocional reside en la experiencia personal de repetir. Esta experiencia no tiene nada de extraño, todos la conocemos: es el ritmo”. Es eso exactamente, que la rutina se traduzca en ritmo, para disfrutarla en ámbitos sanos como el ejercicio físico, la lectura, el activismo social o la escritura, por sólo citar algunos que me atraen.
- La realidad nos da bofetadas: He aprendido también que propósitos tan loables como la colaboración, la inteligencia colectiva, la emergencia, el liderazgo distribuido, la promoción de redes, y muchos más que forman parte esencial de mi jerga cotidiana, son bastante más huidizos y poliédricos de lo que yo creía. En 2012 varios proyectos de ese tipo en los que he participado no han ido bien. He cometido errores, pero me niego a llamarlos “fracasos”, porque son sólo paradas en el camino, una cura de humildad que me merecía para no ir tan rápido, ni ser tan rotundo. Creo que he ganado en realismo, atrapando mejor la complejidad de las cosas y cargándome de argumentos para ser menos maniqueo con ciertas premisas. Aún así, todavía está por ver si he aprendido, porque yo seguiré intentándolo.
- Encontrar sentido: Es fundamental, y con esto termino. Me doy cuenta que he hecho muchas cosas en 2012 que disfruté como un bellaco, pero también otras que sobraban olímpicamente. Ya lo dije al principio, así que con esto me repito pero vale la pena que insista. La clave está en preguntarse qué sentido tiene lo que uno hace en cada momento. Parece sencillo pero es de las cosas más difíciles que hay porque esta sociedad presiona para que vayamos como borregos al matadero. Nos agobian con “lo urgente” para que nos olvidemos de “lo importante”. Delegamos la voz propia y nos llenan la agenda de cosas estúpidas: hay que estar en las redes sociales (mientras más, mejor), hay que ir a no sé cuántos eventos, hay que decir que sí a este cliente o proyecto que no nos gusta porque no se sabe si vas a tener trabajo mañana, hay que estar a la última porque vas a parecer un obsoleto, hay que leer rápido y en diagonal para parecer informado, hay que dar juego al poder para que no te vomite fuera, hay que aparentar que eres una persona de éxito para que no te ignoren, ni te bajen el caché. Todo eso es una ruina, una auténtica ruina que corroe el alma. Quien lo ha vivido, sabe bien de lo que hablo. Pero una cosa es decirlo, y otra plantarse: Se acabó, sé tu mismo/a.
Creo que me ha quedado un post demasiado psicologista. Cuando empecé a escribirlo pensaba encausarlo por aprendizajes estrictamente profesionales; pero estos pensamientos terminaron aflorando, y ahí se quedan.
AbracadabraNoticias
Y no podría usted simplificar más por el bien de los mortales?
Saludos
Amalio
Desde luego, tienes toda la razón… en esas andamos. Otra cosa es que lo consiga, ya veremos… pásate por aquí en diciembre, a ver qué tal andamos 🙂
Saludos
davidrjordan
Sincero como siempre… me gusta!! Y aunque digas que tu carencia sigue siendo volitiva, tanto el post como los comentarios posteriores me huelen mucho a enfoque GTDiano… quizás se te hayan pegado las lecturas (y compañía Bolívar) más de lo que crees 😉
Feliz año Amalio. Estoy seguro de que el poso que dejarán estos doce meses será aún mejor.
Amalio
Hola, David:
Me alegro verte por aquí. Sip, ando en busca de un poco más de orden y disciplina en ciertas parcelas. Lo del GTD no te creas que me ha entrado mucho. Me cuesta, me cuesta, no va (casi) conmigo. Pero me gustan algunos principios, y me los estoy currando…
Un abrazo
Isabel
Recuperar el sentido de lo que hacemos y el ritmo: “bien hecho es mejor que bien dicho”. Para estas reflexiones ya no he necesitado buscar palabras porque las has puesto tú. La incorporo a mis herramientas internas letra por letra. Y por la conversación veo que no soy la única, lo cual resulta esperanzador.
2013 se ha presentado con oscuros presagios pero, si recuperamos el ritmo y nos concentramos en los hechos, ¿quién sabe? Un abrazo. 🙂
Amalio
Gracias, Isabel. Encontrar las palabras es algo que hace muy bien tu blog, no?? 🙂
Tenemos, desde luego, “oscuros presagios” para 2013, y creo que se van a cumplir. Me refiero al entorno. Otra cosa bien distinta es qué hacemos con nuestra vida, y si conseguimos aislarla de tanta morralla…
Paz Domínguez Ara
Gracias Amalio por tu sinceridad y generosidad. No conseguía poner palabras en ese estado algo desértico en que ando y las tuyas me han venido como agua de lluvia.
Un abrazo
Paz
Amalio
Querida Maripau:
Estado “algo desértico”, vaya… menudo adjetivo. Me lo tendrás que explicar con unas chacinas de la sierra por medio, no??
Siempre me gusta saber que estas ahí, haciendo compañía y trayendo agua…
Un abrazo 🙂
Paz Domínguez Ara
jajaja te quedaste con el tema #cenaculebronibericos que le montamos a Julen eh!!!
Por supuesto, te lo explico entre chacinas y boquerones 🙂
Un abrazo
José López Ponce
Amigo Amalio, debería estar prohibido escribir este tipo de reflexiones en un blog por su carácter provocador al obligar al lector a mirarse en tu espejo y a mirarse en su espejo… sin embargo, se agradece tanto este tipo de reflexiones que, por favor, no pierdas el ritmo.
Amalio
Estimado Jose:
Nunca pensé en escribir nada provocador, lo juro. Tampoco estoy seguro que sea un espejo nítido donde mirarme, sino más bien uno más de los múltiples espejos donde podría reflejar mi 2012. Ya ves, se pone uno trascendental y le salen estas cosas 🙂
Muchas gracias por tus palabras, y no pierdas la costumbre de pasarte por aquí…
Rodolfo
Querido Nathan,
Al igual que Jorge sentí el perfume de BB en tu sexta “cosa”; y básicamente estoy de acuerdo contigo, tal y como lo expresas, creo que hemos aprendido mucho de la experiencia y que, por eso, la vamos a optimizar, aquellos que queramos hacerlo, claro.
No se si es por mi deformación profesional en Matrix, o porque los anglosajones al final nos lo han inyectado en vena, pero con los inicios de año pasa como con el mes de Septiembre, que se inunda lo cotidiano con colecciones por fascículos aquí y allá; en los primeros días de Enero, se me pone el dedo índice en modo automático ON y hago click a los Top Ten 2012, las 20 predicciones para 2013, el ranking de esto o aquello y, como no, las 7 cosas que mi buen amigo aprendió en 2012, como no! 🙂
Y creo que, con la simplicidad de aplicarlas todas, por ejemplo, en el caso BB, conseguiremos lo que queremos. Haremos mucho más caso a la intuición informada (1), vamos a simplificar a tope (2), ya nos perdimos, por lo que aprendimos el camino (3), vamos a hacer práctica en esencia (4), con ello amansaremos el caos -me encanta esto- (5), piano ma non troppo (6), y ¡vamos a la esencia! (7). Tan sencillo como divertido.
Gracias por tu post. Un abrazo!
Amalio
Hola, Rudolf:
Me alegro verte por aquí. Lo de #BBay ya está amortizado como experiencia. A partir de eso, todo lo que caiga es positivo. He estado pensando en lo que puede estar fallando, y estoy seguro que va a ser bueno que nos juntemos en Enero para revisar premisas y “ajustar tuercas”.
De acuerdo con la idea de simplificar. Es lo que tenemos que hacer.
Gracias a ti, amigo 🙂
Juanma
No soy muy amigo de elegir el final del año como única fecha para hacer balances, tanto en lo personal como en lo profesional. Prefiero hacerlos mucho más a menudo… pero lo cierto es que exte texto me ha parecido uno de los más lúcidos que he leído en mucho tiempo. Lo entiendo como un compendio básico de actitudes en las que apoyarse no tanto para afrontar la situación actual -que también- sino más importante aún para ser feliz, crítico y consecuente.
Enhorabuena y, aunque seguro que prefieres recibir comentarios que desaten debates interesantes y provoquen más reflexión que alabanzas, en este creo que va a ser complicado 🙂
¡Un saludo y feliz año!
Amalio
Hola, Juanma:
De acuerdo con los balances más a menudo. Pero ya ves, esto de “hacer revista” en fechas significativas mola, queda bien, así que nos apuntamos a la tradición 🙂
Se agradecen todos los comentarios. Desde los que provocan reflexión con un puntillo crítico, hasta los amables que le hacen sentir a uno que llegó bien el mensaje.
Gracias!!
Fernando de la Riva
Me ha gustado mucho, Amalio, y me ha servido para hacer mi propia reflexión. Me apunto 7 de 7. Que la vida nos sonría siempre. Que encontremos siempre el “sentido” de nuestra acción. Un fuerte abrazo en este primer día del año.
Amalio
Gracias, Fernando. Me alegro que te haya servido y que coincidamos en sensaciones. Un fuerte abrazo 🙂
Nadir
Qué lindo post para cerrar el año. Te mando un abrazo fraterno desde Barcelona.
Espero tengamos en 2013 y mutuamente 😉 el honor de conocernos jejeje.
Cuídate y sigue deleitándonos con tus reflexiones.
Nadir Chacín
Amalio
¡¡Gracias, Nadir!!
¿Qué tal te va en Barcelona? No supe más de ti…. A ver si tengo la suerte de pasarme por ahí, y entonces quedamos para conocernos. Será un placer, de verdad…
Un abrazo 🙂
Odilas
Valiente Amalio! Gracias por su sinceridad y tu generosidad. Creo que nos has reconfortado a tod@s, porque independientemente de cómo vayan las cosas por ahí fuera(irrelevante?), todos nos sentimos en realidad, como tu describes: humanos.
Un abrazo amigo
Feliz 2013!
Amalio
MJ:
No sé por qué intuyo que eres muy sensible a algunas de estas 7 cosas que comparto aquí. Tienes razón, “lo que pasa fuera” nos influye, y aumenta las probabilidades de que las cosas no salgan. De hecho, algunos de esos proyectos que no funcionaron en 2012 venían condenados por el contexto general. Algún modelo que podía ir bien en una coyuntura normal, ya no encajaba dentro de una lógica tan destructiva como la que vivimos ahora. Pero no es momento de “echar balones fuera” sino de reaccionar con agilidad a los nuevos retos.
Claro que nos sentimos humanos, sobre todas las cosas, aunque a veces nos olvidamos 🙁
Un abrazo, y feliz 2013 🙂
Jorge
Felices fiestas !!
Me preocupa el punto 6; espero que no lo digas por BB. De cualquier modo, es una interesante reflexión que alguna vez me ha venido a la cabeza. ¿Cómo creer en la inteligencia colectiva, el liderazgo compartido, etc… ? cuando se reconocen fracasos con experiencias en este mismo sentido. Es un acto de fé… fuerza de voluntad…. un deseo interno de cada ser humano ??. Históricamente quizás se cuenten mas hechos en contra de esta forma de organización que en el caso de la unipersonalidad… yo por mi parte, en este aspecto, me considero un Quijote; me gustaría que el mundo (algún día) se pudiera regir por esos modelos… por eso me gusta escucharte…
Pdta: No me dejes de la mano a BB… padrastrón !!
Amalio
Hola, Jorge: Tus sospechas van bien dirigidas. #BB es uno de los proyectos que no han ido como yo esperaba (de momento). Mis expectativas no fueron prudentes. También me equivoqué al fijar algunas premisas. Pero no es el único “grano” del año, han habido más, e importantes. Pero como comentaba en el post, de todo se aprende. Lo que yo quiero es entender mejor las cosas, no me quiero engañar, y ser realista. Yo no me veo como un Quijote, soy bastante más imperfecto y me falta el combustible que a ti te sobra. Pero no me voy a rendir si la gente arrima el hombro, y se comparten las cargas. Si eso no ocurre es porque al proyecto todavía no le ha llegado su hora.
Un abrazo!!!
sandopen
Amalio, lo he leído dos veces y cada vez me gusta más. Yo que llevo ya unos años metido en esta etapa vital que tu has inaugurado también sentí que mi vida estaba muy llena de complicaciones y simplifiqué este año. Cada vez el tiempo que me queda es más valioso, porque es más limitado, y además no sé cuanto, y por eso tu sugerencia final de encontrar el sentido a lo que hagas, los importante frente a lo urgente , me parece esencial. Gracias por escribirlo, de verdad. Feliz 2013 Amalio y deseo que tengamos oportunidad de vernos
Amalio
Pepe:
Muchas gracias por pasarte, y dedicarme esas palabras. Me alegro que te haya gustado.
Ya ves, lo de “simplificar” es una opción divina pero subutilizada. Uno solo se da cuenta de su efecto mágico cuando lo usa, y entonces te preguntas: ¿Y por qué no lo hice antes? En todo caso, tiene su momento, su puntito que hay que saber encontrar. Por otra parte, hay que aprender a “podar”, para quitar lo realmente accesorio, la grasa y no el músculo; porque se corre el riesgo de “recogerse” en exceso, hacer un downsizing que nos lleve a otro, y a otro… y eso ya no me gusta. Buscar sentido tiene cada vez más sentido (perdón por la redundancia) con los años. Está clarísimo.
Sip, a ver si nos vemos este año, colega 🙂
yoriento
Buena gente esa que os reunís alrededor del fuego 2.0, que calienta pero no quema.
Me huele a reflexión universal que compartimos los que estamos en momentos parecidos. Si tuviera que resumir me quedo con la simplicidad, porque el GTD o algún sistema para organizarse vendría después de decir querer mantenerse simple.
Y lo resumiría aún más con una pregunta socrático que debemos hacernos muchas veces en el día: qué debería estar haciendo ahora?
Un abrazo artesano.
Amalio
Ja, Alfonso… te tenía en Spam. Qué bueno que me hayas avisado porque como ves, ya te saqué de la quema 🙂
Tienes razón, pero es que lo del GTD, aunque Bolivar me siga dando collejas, también lo simplifico. Pillo del “sistema” lo que me viene bien, sobre todo los principios, así que también lo simplifico. Al final se trata de ganar en capacidad ejecutiva, y mejorar la conducta incorporando buenas rutinas. Pocas pero buenas.
Me gusta mucho tu pregunta socrática de “Qué debería estar haciendo ahora?”, y me la voy a aplicar ahora mismo… Me piro a por el cous-cous que está preparando la churri..
Un abrazo, y feliz 2013
Manel [cumClavis]
A mí no me ha parecido psicologista Amalio, me ha parecido una reflexión difícil de aquellas que cuestan de escribir cuando uno se refiere a los conceptos a los que te refieres. En todo caso me ha parecido una reflexión profunda que no me sorprende en absoluto; algo me lleva a aquel encuentro en el UpDate, en Barcelona y a un breve intercambio que tuvimos y que también me situaron y me hicieron reflexionar sobre ti, sobre mí y sobre estos últimos años. Me gustan estas siete cosas que te llevas y creo que, de alguna manera, también las comparto. Este año me ha permitido verme en perspectiva y, de alguna manera, recuperar una respiración que ya llevaba bastante agitada. Se me han hecho algunos pliegues más entorno los ojos pero, lejos de envejecerme, me permiten una mirada más pausada, descansada y dulce sobre aquello que lo merece [un poco como la tuya en aquella foto con tus hijos]. Este año va a ser un gran año a pesar de todo porque, sea como sea, de todo hacemos leña para calentarnos con un buen fuego y compartirlo en una buena conversación, un ejemplo de ello es este post.
Aprovecho para darte un abrazo y desearte un 2013 a la altura de tus ilusiones.
Amalio
Muchas gracias, Manel. Comparto perspectivas y sentimientos en lo que dices.
Estas en lo cierto cuando intuyes que todo esto viene de una reflexión difícil, de decisiones complejas, que forman parte de lo que aquí llamo “cambio de ciclo”. Además, déjame decirte que mientras iba escribiendo, me iba aclarando y veía que me sentía mejor porque lograba poner en palabras el ruido que llevo dentro. El truco consiste en convertirlo en palabras, y entonces liberarlas.
Mi respiración también iba un poco agitada en los últimos tiempos. No me estoy quejando, porque navego con suerte y me siento afortunado, pero necesitaba la frenada que estoy dando ahora. La “pausa dulce” es una bendición, Manel.
Un abrazo fuerte para ti y que te vaya bonito en 2013