Branded Content y sentido común (post-362)
Hace algunas semanas tuve un intercambio por Twitter sobre el Branded Content, y dije que comparte defectos parecidos con el Neuromarketing, y casi me comen. Hoy voy a contar por qué no me gusta el Branded Content, y pronto dedicaré una entrada a ese eufemismo perverso llamado Neuromarketing.
Lo primero es explicar qué es el “Branded Content” para aquellos que no lo conocen. Es un palabro difícil de traducir al castellano, pero sería algo así como “Contenido vinculado a marcas”. Según la Wikipedia, es una forma de estrategia publicitaria que fusiona la publicidad y el entretenimiento, y que a diferencia de las formas convencionales de contenido de entretenimiento, es generalmente financiado por una marca.
Dicho más claro, este híbrido consiste en introducir información comercial (ligada a una marca) en artículos, posts, tuits, películas, novelas, programas de televisión o cualquier contenido de gran consumo, pero de tal forma que NO se perciba como publicidad. El truco del almendruco está en lo que he subrayado antes: mezclar la marca dentro de la trama con el máximo de discreción para que el lector o espectadora no sea consciente de que está engullendo información con fines comerciales.
Los magos del Branded Content (BC) presagian que ahí está el futuro de la publicidad; y yo espero que no sea el de los contenidos. Hasta personas sensatas que respeto mucho, como Julio Alonso, entran en contradicciones cuando (defendiendo su modelo de negocio) se empeñan en convencernos de las bondades de esta modalidad de creación de contenidos.
Allá por julio de 2010 escribí un post sobre “Servicios de pago y transparencia en los Social Media” en el que decía esto: “El mensaje transmitido por redes sociales es más eficaz y rentable en la medida que no se sirve en la barra como publicidad. Los magos del Social Media Marketing buscan obsesivamente eso: canales, mensajeros y contenidos que inoculen (el mismo mensaje interesado de la) publicidad pero con una sana apariencia de conversación espontanea. Ahí está el santo Grial por el que se matan las agencias publicitarias y los “influenciadores” que quieren monetizar sus activos de followers, blogowers y fans (…). Ya conocemos a la publicidad. La tomas o la dejas. A veces es ingeniosa, y nos roba una sonrisa. Si se traduce en compras es una elección de cada cual, y ya sabes que se concibe para eso. Pero si lees un post, no te pones en alerta; más bien te relajas porque supones que es una persona que quiere compartir una opinión sin otro fin que no sea ese. Pues no, resulta que hay profesionales detrás haciendo negocio desde la opacidad”.
Para mí está claro: Todo lo que sea eludir la obligación de separar claramente el contenido editorial, el orgánico, del comprado por el anunciante o la marca es un ejercicio que contribuye a la manipulación.
Julio Alonso nos explica en su artículo que lo que hace Weblogs, después de generar una comunidad de usuarios en torno a una publicación, es “introducir en esa comunidad a las marcas que sean relevantes”, cumpliendo tres reglas: 1ª) Que no sea intrusivo, 2ª) Que añada valor a la comunidad, 3ª) Que también añada valor al anunciante. La 1ra y la 3ra regla me quedan claras, pero tengo muchas dudas con la 2da.
A ver, si quieres añadir valor al anunciante (recordemos que es el que paga), una cosa que te va a pedir es visibilidad, más presencia, y eso te obliga a mencionarlo y recomendarlo (directa o indirectamente) entre las opciones de compra que citas. Pero si resulta que su opción, su producto, es técnicamente peor que otros que no pagan por aparecer, ¿se está añadiendo valor a la comunidad o… se está despistando? ¿Qué pasa si los productos que esa empresa quiere promocionar merecen ser criticados y no son tan buenos como la marca pretende que se cuente? ¿Va a pagar para que le critiquen y que el cliente sepa la verdad sobre sus carencias? No me lo creo. Es que el estribillo de “añadimos valor a la comunidad de usuarios” está a punto de convertirse en la canción del verano de todos los años, la mentira mejor contada de la historia.
Así que las estrellas del BC son aquellas que consiguen que el mensaje mediatizado sea tan sutil que parezca honesto y cuele sin cantar, para poder facturar bien a la marca que lo patrocina. Por eso echo en falta en la lista de Julio Alonso una regla más: 4ª) “Que el contenido nunca ponga en riesgo, ni entre en conflicto con, la mirada independiente de quien lo escribe”, lo que por definición contradeciría la esencia misma del BC.
Para mí, el problema ético del BC no es quien produce los contenidos, sino quien los paga, y cómo se presentan. Yo ya sabía que en la mejor versión del BC esos contenidos NO son creados por la marca, sino por el medio. Como veis, la cosa se pone más sofisticada porque saben que si incrustan un texto enviado por la marca, aquello cantaría mucho. Así que el hecho de que el medio sea quien produzca el contenido no cambia mucho la esencia de mi crítica porque el autor o autora del post no puede ser independiente si es pagado/a por una marca. Tendrá (como mínimo) que contenerse de decir lo que piensa, mitigar sus críticas, ignorar alternativas mejores y mentir por omisión. Es más, que el contenido lo escriba el medio hace la manipulación más difícil de detectar, y funciona como el pretexto ideal para no tener que reconocer que es un contenido-de-la-marca aunque en realidad sea un producto-por-encargo. Esto hace esta práctica aún más peligrosa que si el contenido lo escribe la propia marca.
En definitiva, que no me creo en absoluto de que el contenido que publica el BC “prima la audiencia por encima de los intereses de la marca”. Es una falacia que nadie en su sano juicio se cree. Por muy interesante que sea un contenido, si entra en colisión con los intereses de la marca, no se va a publicar si por él se pretende cobrar, como es el caso. Me molesta mucho que nos tomen el pelo con afirmaciones que desdeñan el sentido común.
Yo prefiero los banners y la publicidad claramente separada de los contenidos. En lugar de que la marca condicione la agenda del contenido (porque eso es lo que ocurre, digan lo que digan), que sea el contenido creado de forma independiente el que atraiga el interés de las marcas (no como estrategia) para poner en banners u otro formato explícito su publicidad en un sitio visible cerca de esos contenidos.
Y si como sugiere Alonso, “las marcas pueden usar el BC para explicar mejor lo que hacen”, con una narrativa menos publicitaria y más honesta (lo que implica admitir también sus limitaciones), entonces que lo hagan ellas mismas a través de sus canales conversacionales, o sea, sus blogs, webs, postcads, vídeos, etc. Para desarrollar un material más interesante que el publicitario es bueno que contraten a periodistas y gente que sepa construir buenos contenidos, pero el resultado se debe presentar y publicar por la marca. Así quedaría todo más claro porque una vez que la correa de transmisión son los medios, que se suponen neutrales (vale, ya sé que es mucho suponer), entonces la hemos liado.
He leído en algún sitio (lo siento, no consigo recordar la fuente) que “Branded Content is False Content”, y estoy de acuerdo: no quiero que me cuelen un publirreportaje envuelto en papel de regalo social.
Por cierto, a la gente del mundillo solo le interesa que los contenidos sean de calidad, como si lo único importante fuera entretener mientras se inocula el mensaje de compra del modo más agradable posible. A mí lo de la calidad y el buen gusto me parece bien siempre que se cumpla un requisito irrenunciable: un aviso bien visible al inicio del contenido (igual que la ley establece para el publirreportaje) que diga explícitamente que se trata de un material patrocinado por una marca.
Pero hacer eso significa quitarle la careta al contenido para desvelar su verdadera naturaleza publicitaria, lo que le haría perder una buena parte de su credibilidad, y claro… la trampa está precisamente ahí, en ponerle una buena careta.
PD/ La imagen del post pertence al album de Chechi Peinado en Flickr.
David Soler
Perdón que vuelva a “levantar” esta entrada pero hoy he leído esto: http://www.territoriocreativo.es/etc/2013/07/aspectos-legales-del-branded-content.html
Solo nos faltaba el marco jurídico, que no lo habíamos tocado.
Alister WH
quiero levantar yo tambien la entrada para recordaros que matt cutts ha dado su tercer, y probablemente último aviso sobre las malas prácticas de branded content (y derivados como guest blogging proporcionado por una marca) y el hecho de que van a ser más y más castigadas de ahora en adelante.
http://www.mattcutts.com/blog/guest-blogging/
el contenido es el rey, y el rey no puede ser la puta de ningun lobby.
es de sentido común, de verdad. dejad de hacer el kamikaze con toda esa basura. insulta a la inteligencia de los lectores y nos oblgia a permanecer mas alerta y confiar menos en los contenidos de todos.
Amalio Rey
Alister, mejor dicho imposible. “Clarito, clarito” como dicen en mi tierra. Es que es de p…. sentido comun.
Amalio Rey
Ya ves, David…. lo de siempre…
trabajos verticales
Branded Content y sentido común (post-362) |, es algo genial. Me encanta vuestra web.
Alejandro Amo
jajaja! eres un puto bot espammer miserable 🙂
la prueba: hxxp://barcelofachadas.es/conviene-instalar-iluminacion-led.html
¿cuando van estos idiotas a aprender qué es el nofollow?
¿aun deben pensar que generar estas molestias les sirve para algo, aparte de para quedar en evidencia?
en fin.
Amalio Rey
“Trabajos Verticales”…. Ya te iba a borrar, a mandarte a la basura… como hago con todos los SPAMs que se apuntan a conversaciones de calidad sólo por figurar… pero Alejandro Amo ya te ha puesto en evidencia, así que mejor te dejo, para que se sepa a quíén se refiere.
Vale, ya sé que algunos todavía van a pensar (y engañarse) como el Mejide de que lo importante es llamar la atención, “molestar”, para captar tráfico como sea, pero en fin… tú mismo, buaj….
Alejandro Amo
hola
yo colecciono peticiones de agencias de “inbound marketing”.
estas agencias dicen matar dos pajaros de un tiro para las marcas:
– por un lado les proporcionan enlaces desde webs relevantes que les ayudan a posicionarse orgánicamente en buscadores
– por otro les generan el dichoso branded content, que los posiciona desde el punto de vista social… o eso intenta.
cada vez que me piden cosas así, impongo el punto cuatro que comentas, esto es, que yo les cobro por hacer un articulo y una review de lo que quieran, pero mi opinion, que es mi principal activo, es incorruptible y por tanto, si encuentro defectos tambien los comentaré junto con las cosas positivas.
creo que en ese contexto queda aun espacio para que la oferta pueda ser interesante. por ejemplo, puede que tu telefono marca “x” no sea, en lineas generales, mejor que los archiconocidos terminales de la marca “i”, pero puede que tenga algunos aspectos clave únicos que lo diferencien y que le hagan mas adecuado para cierto nicho o tipo de usuario (si las marcas hicieran bien su trabajo, ya sabrian esto).
a pesar de que siempre les explico lo mismo, en estos términos, aun estoy esperando a que una sola de esas agencias de inbound marketing tan “dinamicas e innovadoras” vuelvan a picar a mi puerta despues de reflexionar sobre los deberes que les invito a hacer.
en fin. patético todo.
buen articulo Amalio, gracias por escribirlo.
Alejandro Amo
Amalio Rey
Alejandro: Yo tambien tengo una larga colección de invitaciones de ese tipo. Algunas enviadas en plan-industrial, y otras mas curradas, más personalizadas, pero con el mismo defecto porque parten de una premisa equivocada.
¿alguna empresa de esas te ha pagado por hacer un review o articulo realmente honesto, que no esté condicionado, y que por tanto, incluya aspectos positivos y negativos? ¿Alguna te ha vuelto a pagar por ser honesto?
Porque yo creo que lo lógico es que se pague para comprar opiniones. Porque si uno quiere decir algo, porque lo piensa y lo siente, no hace faltar cobrar por eso, ni esperamos que nos paguen para hacer un post con ese contenido.
Es patético, lo es. Ahora se compra y vende todo, y me parece bastante lamentable que la gente se haya acostumbrado al “vale todo”, a que todo sea “normal”… y para colmo, a llamarnos falsos, hipócritas, demagogos o cansinos a los que denunciamos esas practicas. Ya ves, “el mundo al reves”….
Gracias a ti 🙂
Catalina
Buenos días!
He leído muchos de los comentarios y no soy especialista ni experta en ninguno de los temas aquí tratados, pero sí llevo más de cuatro años leyendo blogs de moda y diseño, por lo que mi opinión será de lectora y consumidora.
En estos cuatro años he visto la evolución que han ido teniendo muchos de estos blogs y ha sido brutal, en muchos casos para bien y en otros para mal.
Para mi, los posts patrocinados, encubiertos o no, hacen que la objetividad de la información se pierda, porque sé que una marca ha pagado por ello. No los leo.
A ello se suma cómo eligen los blogs donde publican, ha habido veces que 15 blogs en un mismo día han hablado sobre determinado producto ¿Qué he hecho? Darle al “mark as read” del bloglovin sin abrir ninguno.
Y sobre los post “encubiertos” ya ni les digo, el cabreo que he tenido cuando me he leído cuatro párrafos y el quinto ya huele raro.
De los que leo, raro es el blog que no tenga posts patrocinados, pero lo dicen claramente, lo que me permite saltármelos rápidamente.
Gracias Amalio por el post.
Saludos,
Amalio Rey
Hola, Catalina:
Me interesa mucho tu punto de vista “como lectora y consumidora” porque es el más importante, el que le pone la guinda a la tarta. Los generadores de contenidos que necesitan monetizarlos van perdiendo objetividad con el tiempo.
Me ha gustado esto: “ha habido veces que 15 blogs en un mismo día han hablado sobre determinado producto ¿Qué he hecho? Darle al “mark as read” del bloglovin sin abrir ninguno”. Ya ves, es publicidad envuelta en papel de regalo “social media”, para que se digiera mejor.
En los posts encubiertos, prefiero que “canten”, que al segundo o tercer parrafo se le vea el plumero, porque así nos hacen un favor. El problema lo tenemos con los blogueros y blogueras que son listos, listillos, que lo encubren bien, y uno se lo termina tragando como opinión desinteresada. Y ya lo comenté arriba: a mejor escriba (por ejemplo, periodistas), peor lo llevamos.
Si el post es patrocinado, y lo dicen claramente… para mí, chapeau, me parece totalmente legitimo, porque nos preparan a juzgar de forma transparente.
Gracias a ti por tu interesante opinión 🙂
Iván
Desde mi punto de vista hay un problema y hay muchos matices. Imaginar que un blogger de viajes x recibe un email de un hotel para promocionar ese establecimiento (pagando claro) aprovechando que el blogger tiene seguidores. Es decir, el blogger aunque sea independiente necesita o acepta la pasta que le da poner un link a un post , un post que tiene que disfrazar con su estilo, pero que nunca iba a escribir sobre una ciudad de la que hace 10 años que no va, por ejemplo podría ser cualquier capital de Europa en las que ha estado.Queda todo bien disimulado, pero al final cuando conoces al blogger x y lo lees, sabes que al final del post hay una sorpresita, el enlace a un hotel donde nunca ha estado y que ha sido el origen de la motivación de escribir ese post….
Amalio Rey
Hola, Ivan:
Pues eso que cuentas es pan de cada día, desgraciadamente. Y me parece un embuste en toda regla, a menos que el blogger en cuestión lo explicite en la entrada, que es algo que no va a hacer porque entonces no va a cobrar del hotel.
Habrá que hablar mucho más de eso, y no seguir haciendo la vista gorda con un tema que está poniendo en peligro la credibilidad de los blogueros de viajes…
un abrazo
David Soler
Hola de nuevo (este hilo empieza a ser interminable)
Gracias al blog de Mariana Eguaras (http://www.marianaeguaras.com/2013/06/codigos-confianza-para-anadir.html) llego a esta “especie” de sello de confianza sobre contenidos al estilo de un confianza online. No sé si lo conocías: http://codigoconfianza.com/
Amalio Rey
Gracias por el enlace. No los conocía. Le hecho un vistazo y te cuento. Gracias, David
Amalio Rey
Muy bueno, David. He visto los “codigos de confianza”. Me parecen muy bien planteados, y recomiendo que los miren las personas que pasan por aqui y estan interesados en el buen Branded Content.
Mi duda es si los anunciantes y contratados van a adherirse a esos codigos pues, como dije en el post, el truco del almendruco está en colar publicidad en contenidos que no lo parezcan. Poner esos códigos es avisar a los usuarios, y mucho me temo que eso no es lo que buscan.
Aprovecho para transcribir este articulo de la “Ley de publicidad” que creo que lo dice todo, y que reafirma la legitimidad de lo que reclamo en esta entrada:
“Artículo 11.
Los medios de difusión deslindarán perceptiblemente las afirmaciones efectuadas dentro de su función informativa de las que hagan como simples vehículos de publicidad. Los anunciantes deberán asimismo desvelar inequívocamente el carácter publicitario de sus anuncios”
un saludo, David
Manuel Sánchez
Hola todos:
Me parece muy interesante todo lo comentado, aunque no esté muy de acuerdo, creo también que esta es la “gracia”, discutir sobre un tema para que todos podamos aprender de todos.
Me gustaría comentar lo que dice Julio Alonso sobre el BC, cuando duda de si se añade valor a la comunidad. A mi modo de ver, el BC, trata de destacar aquellos valores o caracteristicas buenas que tenga la marca, involucrandola en el contenido. Todas (o casi todas, por no generalizar) las maras tendrán cosas buenas y cosas malas, así que si cogemos estos valores positivos y los introducimos sutilmente en el contenido estaremos lanzando un mensaje a los consumidores informando de las bondades de la marca, independientemente de si hay o no productos mejores o peores. Esto es lo que hace ni más ni menos la publicidad convencional, anunciar bondades de una marca. Ahora bien, casos de malas practicas los hay en todos los campos, creo que la clave del BC es la sutileza a la hora de involucrar a la marca en el contenido y que no resulte forzado. Para mi un buen ejemplo de esto lo hizo FedEx el la película “Naufrago”.
Así que si es BC de calidad todas las partes salimos ganando, para el caso de FedEx, los que vimos la pelicula pasamos un buen rato entretenidos, la película en sí recibio una suculenta financiación y FedEx un medio (por entoces pionero) de transmitir sus valores como marca.
Un saludo.
Amalio Rey
Hola, Manuel:
Por supuesto que podemos discrepar… ¡¡faltaba mas!!
Te digo lo que pienso después de leer tu comentario:
1) ¿Qué significa “introducir sutilmente” lo bueno de una marca en los contenidos? Porque de eso depende que esto sea legítimo o un engaño.
2) Si quieres publicar un contenido que “destaque aquellos valores o caracteristicas buenas de una marca”, entonces que ese contenido lo firme la marca, que se sepa que lo escribe la marca. Y si lo escribe un tercero, que quede claro si lo hace pagado por la marca, porque eso condiciona en gran medida de si me lo creo, o no.
3) Si un contenido solo habla de los “valores buenos” de una marca, y oculta u omite los malos, entonces está manipulando.
4) El BC que acepto como válido es el que se reconoce abiertamente como publicidad. O sea, el que prepara al lector o usuario a consumir un material publicitario, y no un contenido de apariencia neutral. Me parece obvio que exijamos eso como consumidores.
5) El caso de FedEx en Naufrago es “Product Placement”, y por lo tanto, una modalidad de BC. A mí eso no me molesta mucho si encaja bien, porque no me está engañando de forma significativa. No sé, me parece más bien una tontería sin importancia, porque la película no me está ensalzando ninguna ventaja o virtud engañosa de la marca que me haga contratar a FedEx sin merecerlo.
Un saludo
Manuel Sánchez
Hola de nuevo:
Con “sutilmente” me refiero a involucrar a la marca en el contenido, pero de una manera que no sea forzada, no sirve solo con mencionarla, hay que hacerla partícipe en dicho contenido. Aquí reside la dificultad.
Un buen BC debe aportar valor al consumidor, creo que ese debería de ser el principal objetivo y no tiene porque aportar solo información comercial, también puede ser corporativa. Si somos capaces de aportar dicho valor no haría falta avisarlo, ya que estamos dando el contenido que el consumidor está buscando. No es como un publireportaje, por ejmeplo, que el contenido que el consumidor quiere consumir es donde esta incrustado dicho publireportaje, por lo que veo normal que avisen de que es publicidad y no parte del contenido demandado.
Creo que todas las marcas “solo” anuncian sus bondades, no conozco ninguna que diga sus defectos y si lo hacen le da una vuelta de tuerca como hizo Fairy con el slogan “Cunde más de lo que cuesta”.
El caso de FedEx es BC, no product placement, ya que transmite valores de la compañía. Cito algunos ejemplos, el comienzo de la película es Tom Hanks arengando a sus empleados para que sean más puntuales, cuando empiezan a llegar paquetes a la isla después del accidente los abre todos menos uno para entregarselo a su destinatario, aunque sea 4 años más tarde. Me parece una buena forma de transmitir puntualidad, eficiencia, eficacia y profesionalidad.
Un placer debatir sobre estos temas. Un saludo.
Amalio Rey
Hola, Manuel:
La unica manera de “involucrar la marca en el contenido” y que no sea forzado es que el contenido sea publicado en nombre de la marca, que sea un contenido de “branding” a cara descubierta. Porque si es en “plan Naufrago”, me parece forzado.
No quiero ver películas que para contar una historia, una historia de seres humanos, me esté solapando “sutilmente” unos “valores de marca”. No es eso lo que pago cuando voy a ver una película. Si voy a ver “Naufrago” es porque me interesa la historia de un tío que se pierde en una isla, o porque me gusta Tom Hanks, y no me interesa en absoluto que me den arengas audiovisuales sobre FeDex, que sinceramente, no me creo. Es un guión publicitario disfrazado de Storytelling. Una película es una película, un anuncio publicitario, eso eso, publicidad.
Insisto, si el BC quiere “aportar valor al consumidor”, entonces que la marca produzca y enriquezca los contenidos con los que hace “comunidad” con sus usuarios, y los sirva como propios. Que esos contenidos se distribuyan como lo que son: contenidos de una empresa que persiguen dar prestigio a la empresa. Por eso prefiero hablar de “Content-Enriched Branding” en lugar de “Branded Content”, porque así somos mas honestos con lo principal: que eso es Branding, y punto.
Ya dije en el post que “aportar valor” es un proposito bastante manoseado por las empresas. Se habla de “contenido demandado”, y yo pregunto: ¿demandado por quien? En el post puse varios ejemplos de casos en los que la marca (y la agencia publicitaria que le desarrolla el soporte) dice “aportar valor”, pero que en realidad no hay eso, porque lo único que consigue es notoriedad, ocupar un espacio en la mente de consumidor a costa de propuestas alternativas mejores que no pueden pagarse esa pasta.
Un placer, igualmente… y siento discentir, pero bueno, esa es siempre una posibilidad cuando hay una conversación sincera.
Un saludo, y gracias por compartir tu punto de vista…
Julio P-T R
A estas alturas de comentarios dudo que pueda aportar algo realmente novedoso, pero resulta que según iba leyendo se me iban ocurriendo puntos de vista dispares, quizá por mi tendencia a aplicar el método de la innovación en todo momento.
Me salto todas las distinciones y matices ya comentados sobre el BC no sin antes reconocer que me parecen enormemente valiosos y, en muchos casos, muy bien elaborados.
A mí el presente me preocupa relativamente porque es el que es y porque aunque arrojemos nuestra opiniones a borbotones no vamos a cambiar la tendencia de un día para otro. No me conformo pero tampoco me hago ilusiones. Sin embargo, vayamos a lo clásico: el que manda es el mercado que, para mí, no son los departamentos de marketing e investigación sino los consumidores. Dicho a las bravas: a mí me pueden engañar una vez o, a lo sumo dos, pero no más… independientemente de que se llame BC, patrocinio, publicidad o marketing directo, online u offline o una mezcla de ambos. Con esto quiero defender la inteligencia del consumidor. Y esto las marcas lo saben.
Y, por otra parte, aunque parezca contradictorio, hay que publicar muchos artículos como este, divulgar estas herramientas de marketing para que los consumidores sepan a lo que están expuestos al consumir entretenimiento. Esto es responsabilidad de organizaciones de defensa del consumidor, de los medios de comunicación, etc.
A todo esto, existe un BC clandestino en la recámara del periodismo formado por el triángulo Políticos-Medios-Banca. Se habla especialmente de los chanchullos de la publicidad a cambio de hablar bien de las marcas (políticos incluidos). Esto sí que es BC del malo, porque afecta a los derechos más básicos de la persona a favor de los intereses de unos pocos (podríamos añadir a los sindicatos en bastantes casos), de una casta. Me puede preocupar la ética del uso del BC por marcas comerciales, pero que se atengan a la respuesta del consumidor. Pero jugar con los derechos de la persona maquillando noticias, mutilando datos o edulcorando actuaciones públicas, eso es grave. Lo afirmo como ciudadano.
Ya advertí que la innovación me lleva a des-alinearme de los temas pero me compensa por los hallazgos que generan.
No hemos hablado de los libros. ¿Por qué? Hay verdaderas bazofias literarias que se dedican a exaltar o a denigrar a organizaciones bajo el escudo de la ficción. La tan de moda historia novelada es uno de los casos de BC más inquietantes porque es complicado saber de historia, mucho más difícil que comprar un producto por segunda vez que sabemos que es un engaño porque lo hemos sufrido en nuestra propia carne. Los libros de gurús o biografías de personajes recientes (incluso autobiografías de famosos con veintipocos años) no son fiables por su misma naturaleza, son producto descaradamente de marketing para forrarse a costa de ingenuos e ignorantes.
Y, por último, que el matiz con el que discrepo más claramente de Amalio. Me temo que todos en todo momento somos sujetos agentes y pacientes del BC, aunque sea de nuestra marca personal. Yo mismo es lo que siento según tecleo ahora: expreso mis ideas con dos intenciones mezcladas, aportar algo valioso y que me tengan en cuenta. Y por más que lo intento no logro desagregar ambas sensaciones.
En cualquier caso, excelente debate: gracias, Amalio.
Amalio Rey
Hola, Julio:
Perdona que no te haya respondido antes, pero he estado muy concentrado en otro lío que ya terminé el sabado, asi que “regreso a casa” para contestar los comentarios.
Julio, hay consumidores “inteligentes” y hay muchos que no lo son (en los términos que te refieres). Hay gente con alguna formación en marketing que sabe distinguir los trucos, pero muchísima que es ingenua o ignorante en este aspecto y que no tiene ni idea de cuando “se la cuelan”. Eso para mi es una evidencia, porque me consta.
No estoy tan seguro de ese latiguillo que repetimos una y otra vez de que “los consumidores mandan”. Creo que mandamos bastante más que antes, pero todavía la oferta, las empresas, el capital, tienen un poder enorme para modular la opinión pública y manipular expectativas.
Este articulo está escrito con toda la humildad del mundo, con ganas de hacer ver
esta tendencia a la gente que la desconoce, pero sabiendo que mi capacidad de influencia tiende a cero.
De acuerdo con lo que dices. He hablado de empresas, pero esto del BC también se extiende, en su peor versión, al mundo de la política, donde las marcas se disputan al coste que sea un espacio en la mente de los votantes. Más de lo mismo. No hay mucha diferencia.
El mundillo de las editoriales y los libros son parte de esta operativa. Hay muchos intereses detrás.
A ver, no veo problema en escribir un comentario para “aportar algo valioso y que te tengan en cuenta”. ¿cuál es el problema? Lo que diferencia esa postura legítima de lo que critico en el post es que tu escribes en tu nombre, sabemos quién “produce” este contenido, y así los lectores tienen la información que necesitan para asignarle credibilidad o no. El problema viene cuando un tercero es el que dicta, y el mensajero actúa “teledirigido”, mientras el lector no lo sabe.
Gracias, un abrazo 🙂
Julio P-T R
Muchas gracias, una vez más, Amalio, por tu extensa e interesante consideración. Un abrazo 😉
Montecarlo
Gracias a vosotros por compartir opiniones.
En este mundo digital deshilachado en que vivimos, sigo con los comentarios en el grupo de Storytelling en LinkedIn, (básicamente porque David había enlazado allí tu post, y allí es donde le contesté).
http://www.linkedin.com/groupItem?view=&gid=2959722&item=252786476&type=member&commentID=146816027&trk=hb_ntf_LIKED_GROUP_DISCUSSION_COMMENT_YOU_CREATED#commentID_146816027
Amalio Rey
Gracias, Montecarlo, por conectarnos con ese hilo…
un saludo
Rafa Jover
Hola a todos! … muy interesante la discusión. Gracias Amalio! …. soy un recién llegado a a este lado del escenario, tengo que admitirlo, pero aun así llevo unos cuantos años en el mundo comercial.
Me ha parecido espectacular la asociación que hace Montecarlo de la Marca y su ecosistema. Fuera de él, esas asociaciones chirrían y se ven como intrusivas. Totalmente de acuerdo. ¿Quien no se siente mal cuando con el plato en la mesa le llaman para venderle Jazztel?
Entiendo los conceptos cuando los aplico a ejemplos. Branded Content entiendo que sería … Baumgarten cuando salta desde la estratosfera sin gritar ¡Beeebaaan ReeeedBuuuuull! y consiguiendo que todo el planeta hable de él y del reto RedBull. O cuando estos mismos señores tienen a Vettel tocándole las narices a Alonso. El caso es que sea por RedBull o no, unos cuantos nos divertimos con eso, ahora bien … sólo probé un RedBull una vez en mi vida y no me gustó. Eso si, les agradezco que “tengan pasta” y le empleen de esta manera.
Si un enlace “patrocinado” y no declarado me lleva al Hotel Royal de Kinshasa y va y es bueno, que mas da que estuviese patrocinado, simplemente me hace un favor. Sin embargo si el Hotel es una porquería probablemente montaré un pollo en twitter, facebook, linkedin, google+ y todo lo que pueda … y a la larga el blogero sufriría un descredito (no por mi, sino por todos aquellos que se sientan engañados), es decir … si promocionas algo que es malo, se te caerá encima tarde o temprano. ¿Por 50€, vaya m…?
Supongo que las cosas se regulan solas, sobretodo cuando hay libertad de pensamiento y opinión. Otra cosa es generar “movidas” que les interesen, entretengan, “molen” a las gentes.
Amalio
Rafa, muchas gracias por pasarte. Interesante tu punto de vista.
Efectivamente, lo que hace Red Bull con el tio tirándose… es un “Branded Content” que a mi me parece bien. No hay engaño posible. Ahi ves la marca dando la cara, es publicidad y tú sabes a lo que te atienes. Disfrutas del “contenido”, y ya veremos si eso te lleva a consumir más. Eres libre de convertir aquello en una compra o no.
Ahora bien, el ejemplo que pones del enlace pagado al Hotel Royal de Kinshasa tiene el problema siguiente. Estas “recomendando” algo que no conoces. El que te lee, cree en tí, y piensa que es algo que lo haces por motu propio, sin ningún interes pecuniario, y sin embargo, no es cierto. Lo haces porque te han pagado, y nada más. Ahí se produce una disonancia inaceptable. Bueno, a menos que pongas algo así en el post: “Según guías de viajes que he leído sobre la Republica Democrática del Congo, algunos de los hoteles más recomendados son el Hotel Royal de Kinshasa, etc, etc.” y ahí cuelas el enlace. Pero tendrá que ser cierto, que sea un hotel recomendado en las guias, y de paso reconoces que eso lo dices NO porque hayas visitado el hotel, sino porque lo has leido en las guias…
Por cierto, hay cosas que “se regulan solas”, pero hay muchas otras que hay que regularlas. Y si todavía lo dudas, fíjate lo que estamos sufriendo por la crisis financiera, esa que explotó precisamente por la creencia ingenua (o interesada) de la “autoregulación”. Un saludo 🙂
David Soler
Ok! yo también iba a hablar del ejemplo de Telefónica y su blog Contunegocio pero es que eso no siempre es posible. Yo no creo que fuera a cambiar mucho la película por el hecho de poner una aviso al principio de un post o hacer algo para que el lector supiera que está ante un publirreportaje (como hacen Google o Facebook).
Siento tirarle la patata caliente al usuario/lector, pero es que al final, como ya se ha dicho antes, tendríamos que estar etiquetándolo todo y teniendo un ejercito que velara por las buenas prácticas y eso es imposible. Me gustaría saber cuantos RT de los que se hacen son espontáneos y cuantos tienen una componente de “comercial”.
Y yendo más lejos, también se habló más arriba con el tema de los blogtrips, invitar a un bloguero ahora, como se hacía hasta hace cuatro días con un crítico de lo que fuera, a un evento es pura y simplemente para que después hable bien de ti o por lo menos no hable mal.
Me gusta lo del Ecosistema y la simbiosis de Montecarlo. Yo estoy seguro que hay gente que sabe diferenciar y que aquellos que se pasan promocionando pues al final la gente les pone en su lugar. No hay que rasgarse las vestiduras
Por cierto, aprovecho… ya que hablamos de Branded Content, ahí va el mío: mañana publico post sobre este tema! 😛
Amalio
Vaya, David, sinceramente no alcanzó a comprender cómo no ves la diferencia de advertir al lector cuando un contenido está patrocinado. A mí me parece bastante evidente que eso “cambia mucho la película”.
Insisto, no hay que andar etiquetándolo todo (aunque tampoco es difícil en estos tiempos de los tags) pero sí aquellas situaciones que signifiquen publicidad engañosa.
Nunca tendremos, ni quiero… “un ejercicio” que vele por las buenas prácticas. Lo primero es la autorregulación, y después que estemos alertas con espíritu crítico para denunciar a quienes abusan del BC. Oye, avísame de tu post, para comentarlo, y seguir la conversa 🙂
Montecarlo
Hola, Amalio (y resto de gente que comenta el post).
De la publicidad y el product placement no hablaré: creo que son viejos conceptos conocidos que como la mona, aunque se vistan de seda, siguen siendo lo mismo.
A mí el concepto “branded content” ni me agrada ni me desagrada aunque como decía mi socia en un post reciente ( http://evasnijders.com/branded-content-o-brand-content/ ), nosotros preferimos hablar de Brand Content, porque creeemos que existe una diferencia mucho mayor que simplemente la de dos letras más o menos.
Mientras pensemos que alguien quiere venderle algo a alguien (y ése es su objetivo último o, en todo caso, que persigue aumentar las cifras de ventas) seguiremos estando donde estábamos, por mucho que las formas y las apariencias cambien.
Igual que marcas y agencias se resisten a creer que la compra se produce por un impulso emocional, también (en su mayoría) se niegan a aceptar que existen entornos para cada una de ellas: espacios en los que sus valores, productos, intereses, etc (en resumen, su visión del mundo) se encuentran con los de sus clientes de un modo natural. (Nota aparte: sí, a mí el neuromarketing también me parece otro subproducto del neoliberalismo galopante que nos asola, un intento desesperado de pasarlo todo por la máquina calculadora).
No es que exista una comunidad y la marca llegue como un elemento exterior (como si de un virus se tratara): ¡es que la marca forma parte del ecosistema! En caso de que esa unión no se produzca de un modo natural, nos encontramos de nuevo con la vieja canción de la publicidad, no importa que estemos en un mundo 1.0 o 2.0.
Si la relación es simbiótica, público y marca salen beneficiados. En caso contrario (y sigo con la metáfora de los ecosistemas), nos encontramos ante una relación parasitaria.
La idea no es nueva, aunque cueste de aceptar porque implica que difícilmente alguien podrá vender “a todo el mundo”, con lo que los sueños de expansión si fin del departamento comercial se vienen abajo.
Lo anteriormente dicho (en caso de que se dé) liga con el concepto de fidelización y con el sentido de pertenencia. Ahí es cuando el brand cotnent tiene sentido, porque se convierte en un relato a compartir. (Claro, tenía que acabar hablando de Storytelling).
Un saludo!
Amalio
Hola, Montecarlo: Totalmente de acuerdo que “la unión” entre la marca y su comunidad debe producirse de forma natural. Y que para que esa relación funcione, debe ser “simbiótica”, para que ambos ganen. Y yo añado que eso ocurre solo cuando se fomenta un entorno de confianza y transparencia, sin trampas, ni atajos.
Si el “Branded Content” se entiende como un “relato a compartir”, entonces se construye en las dos direcciones, a cara descubierta y aportando valor genuino. Nada de usar mensajeros, ni amaños.
Me ha gustado el artículo de Eva, y entiendo su tesis. La traducción de “contenido marcado” debería sugerir que ese contenido dice a las claras quién lo hace, cuál es la fuente, y eso me parece bien. No hay trampa.
En un comentario anterior decía que yo prefiero otro término: “Content-Enriched Branding”, porque pienso que es más honesto: deja a las claras que es una estrategia de branding, y que los contenidos están subordinados a eso, y no al revés… como el término original.
Gracias por pasarte, y besos a Eva de mi parte 🙂
Paco Viudes (@pacoviudes)
Hola a todos, la verdad es que esto del Branded Content aplicado a los blogs es algo complejo de matizar. Creo que al final la cuestión está en la raiz que es la capitalización de los blogs personales.
Si tenéis una artículo bien posicionado, que has escrito tu por tu propia iniciativa, yo tengo uno que hablo sobre cómo hacer concursos en facebook (sale el primero o segundo), pronto empezarán a ofrecerte demos de productos. Yo en ese artículo inocente de mi puse un enlace de afiliado a una aplicación para ganarme unas perrillas. Error, craso error. Ya me han llegado varias ofertas para probar aplicaciones, es cierto que puedo escribir lo que quiera, pero también es cierto que si me dejan probarla y me ahorro un coste mientras tanto, quieras o no, mi opinión no será todo lo objetiva que debiera.
Realmente el problema no está en que me ofrezcan dinero, intercambios de enlaces o lo que sea, el problema es si eso va coartar mi libertad para escribir a cambio de unas perrillas que no solucionan nada y si merece la pena coartar mi autonomía por unos euros o por una cuenta funcional durante un tiempo.
No me hagáis mucho caso pero creo que una vez escuché a Antonio Gimeno de hoyreka que si un post está pagado por una marca, por mucho contenido de valor que tenga debe de dejarse claro en algún sitio que es un Post Patrocinado, para que a partir de ahí el lector coja con pinzas lo que está leyendo.
Sobre si el contenido te está seduciendo para luego darte el hachazo comercial, creo que los usuarios saben lo que leen.
Os pongo un ejemplo. Imaginaos que un cliente mio tiene un blog corporativo en el que habla de como elegir unas lentillas. El blog corporativo si es consecuente que la estrategia social creará contenido colateral a los productos de la marca, siempre aportando valor al lector. Más adelante esta marca habla con un blogger que escribe sobre estética y le propone escribir un post sobre como cuidar las lentillas, por supuesto con algún enlace hacia su web ¿Tiene más valor que lo haga un usuario ese contenido porque no esté relacionado con la marca de ninguna forma o por ser especialistas saben mucho más?, o si realmente hablamos de ética ¿es ético o no es ético?.
Yo creo que lo ético se soluciona poniendo que es un post patrocinado si de por medio ha habido alguna transacción económica o algún tipo de beneficio para el blog.
Al final todo este rollo lo resumo aquí:
Branded Content. Si, pero si se deja muy claro lo que es un post patrocinado. Si, si de verdad el artículo aporta un valor al usuario, no una mera descripción comercial o de utilidad de un producto.
Branded Content. No, si solo son enlaces con el mero hecho de generar enlaces de calidad a la marca y además sin avisar que el post es patrocinado.
Añado una reflexión más. ¿Es Branded Content que en una feria por ejemplo OMEXPO den los talleres los mismos expositores?. Aunque no hablen de su marca, si hablan de lo que saben y con el logo en todas las diapositivas. ¿Hay que fiarse de lo que nos dicen o nos fiamos por que son especialistas?
Espero no haberlo liado más. Un saludo a todos.
Amalio
Hola, Paco: Muy contento de verte por aquí, porque sé que sabes de lo que hablas, y con una mirada independiente. Está claro que todas esas contraprestaciones que pones como ejemplos terminan coartando tu libertad, pero eso no sería problema si uno está dispuesto a aceptarlo. Donde yo veo el daño es en los usuarios y lectores que son engañados por esas prácticas. Lo que dices de Antonio Gimeno es exactamente lo mismo que defiendo en el post. La clave está en lo que dices: dar toda la información que necesita el lector para hacer un juicio correcto sobre la credibilidad de la fuente, o sea, “para coger con pinza” lo que está escuchando o leyendo. Es tan sencillo como eso. Un abrazo, crack 🙂
Señor Muñoz
Paco Viudes: Realmente el problema no está en que me ofrezcan dinero, intercambios de enlaces o lo que sea, el problema es si eso va coartar mi libertad para escribir a cambio de unas perrillas que no solucionan nada y si merece la pena coartar mi autonomía por unos euros o por una cuenta funcional durante un tiempo
Creo que eso es lo que estoy comentando: Ahora estoy con una tienda de moda, las bloggers de moda son casi tan agasajadas como los bloggers de viajes o de videojuegos (que ya es decir). Ellas (algunos ellos) reciben un artículo, los ponen en su estilismo y colocan un enlace a la marca ¿Cuál es el problema? Los bloggers tecnológicos reciben un determinado producto para que lo prueben y escriben sobre ellos ¿cual es el problema? Colocar un enlace en un texto que nada tiene que ver con una marca no es Branded Content, es spam puro y duro. Pero si yo soy el director de marketing de una marca, escribo fantásticamente y te pido, Amalio, Paco, escribir un post en tu blog, lo leeis y os mola y el post viene firmado por “Fulanito de tal, director de Marketing en Nosedonde” ¿En serio veis un problema en esto?
Brandend content no es una nota de prensa, no es un post donde yo tengo que escribir sobre algo y poner un enlace. No, eso no es branded content. Branded content es hacer un estudio de los habitos sexuales de los españoles y pasarlo por doquier para que la gente escriba sobre ello.
No se, creo que la Duquesa se está aburriendo de que no le paguemos 😀
Amalio
Fernando: Me gustan los ejemplos concretos, porque entonces no nos vamos por las nubes. Me centraré en el caso que nos has puesto a mí, y a Paco.
Si un director de marketing de una marca me pide que publique en mi blog un post ESCRITO Y FIRMADO POR EL, poniendo en la firma que es de la marca “Nosedonde”, en principio no veo ningún problema ahí, pero OJO: solo dejaré que ese post aparezca en mi blog, y acceda por esa vía a mis lectores, si cumple estas condiciones: 1) Pega con la tematica de mi blog, 2) Tiene buena calidad y trata de un tema suficientemente interesante para aportar un valor genuino a mis lectores. Y siendo asi, seguramente no le cobraría.
Eso es muy diferente a que lo firme yo como un texto mío. Si el lector, cuando encuentra el post, ve claramente que eso lo ha escrito un tío que es quien es, ya sacará sus conclusiones. Ahí nadie engaña a nadie.
Otra cosa bien distinta es que a mí me apetezca invitarlo, porque no encaja con mi forma de ver mi blog, que es un espacio personal que responde a una logica muy diferente a esa…
Jose Luis Moya
La expresión de “cogérsela con papel de fumar” creo que va bien a la discusión.
Con la evolución de tecnologías, medios y demás los límites de todo tienden a confundirse y este es solo un caso más. La realidad es que la publicidad financia cada vez más cosas, no menos y la tendencia es claramente esa, de ahí que los blogs hayan crecido tanto.
Yo estoy más cerca de Fernando en que con esa lógica de tener que etiquetar todo claramente para poder considerar un medio “éticamente correcto” tendríamos que meter en ese saco otro montón de acciones. Por lo pronto casi cualquier evento deportivo que incluya en su nombre una marca, los estudios sobre supuestos hábitos sexuales de los españoles patrocinados por una marca de preservativos y ya puestos, tal vez algunos posts de nuestros blogs personales que lo que buscan en el fondo es una exposición indirecta de la marca a la que representamos y que aparece como no en nuestro blog.
He organizado y participado en “fam, blog y press” trips y sinceramente no veo tantas diferencias éticas entre ellos. ¿El hecho de que te inviten cambia tu percepción y objetividad a la hora de escribir? Probablemente si, pero no creo que eso me obligue a etiquetar lo que venda o escriba del viaje como “no soy objetivo porque me han pagado el viaje”.
En todo caso, creo que minusvaloramos la capacidad del lector. No creo que seamos solo los que conocemos que es el “branded content” o el “product placement” o cualquier otro anglicismo que se inventa algún guru americano, los que podemos detectar que está pagado y que no cuando leemos una entrada en un blog (o un periódico ojo). Seguro que solo algunos miramos si los enlaces son “follow” o no, pero el lector va aprendiendo a distinguir y eso repercute en la credibilidad que le va dando a esa fuente. Esa credibilidad hará que le sigan leyendo o no, más allá de etiquetas. O al menos eso quiero pensar.
Amalio
Jose Luis:
Entre la Duquesa de Fernando y tu papel de fumar vamos bien 🙂
Yo sigo sin ver como “normal” esas mezclas que vosotros tenéis perfectamente asimiladas, y espero que sea así por mucho tiempo.
No es que “todo tienda a confundirse”, sino que a algunos les interesa usar la tecnología para confundir. Y que “la publicidad financie cada vez más cosas” no es un problema en sí mismo, sino que vaya camuflada en contenidos con apariencia neutral.
No hay que etiquetar todo, sino sólo aquello que vaya a significar un engaño al consumidor, usuario o cliente. Y esos límites son muy claros. No veo cuál es el problema.
La “exposición directa” de la marca está bien, pero esa que llamas “indirecta” me huele a gato por liebre, y por ahi ya lo he dicho: no paso.
Ya he comentado antes lo que pienso de los “fantrips” y “blogtrips”, asi que no me voy a repetir.
Estas sobrevalorando al lector. Pero ademas, es un contrasentido, porque si como dice Fernando: “hay muchas formas de colocar un link patrocinado para que no cante”, y eso se valora como un mérito profesional, entonces… apaga y vámonos. Los magos de estas prácticas saben “colarla” bien, y de eso no se entera la mayoría de los lectores de blogs.
Jose Luis Moya
Hola Amalio
Gracias por la respuesta. “Colar” según ese concepto, nos cuelan cosas a diario y por todos los medios, no solo blogs porque no creo que sea una cuestión de tecnología exclusivamente. En revistas y periódicos llevamos consumiendo contenido de “dudoso patrocinio” desde hace mucho y en tal caso deberíamos tener el mismo nivel de exigencia. Tener que “defender” al pobre lector engañado mediante etiquetas no me deja de parecer un tanto prepotente.
En todo caso, sin dejar de compartir en alguna medida el sentido de tu reflexión esos purismos, eso de “cogerla con papel de fumar” que no te suena bien, nos ha llevado a situaciones como las de muchos medios puros, puristas o tradicionales que se niegan a incluir URLs en las noticias, algo que es aún más ridículo si cabe cuando cuando la lees en su versión online. De hecho a veces la noticia en sí, en muchos casos es alguna iniciativa o proyecto online del que se hacen eco (branded content?) y que no enlazan. Muy correcto y ético seguramente para que los “generadores de enlaces” no “se cuelen”, pero imagino que coincidirás que poco práctico.
Amalio
Jose Lus:
Perdona, tengo “el mismo nivel de exigencia”, eso dalo por seguro. No me propongas seguir replicando malos ejemplos, que sé que existen. Porque las revistas y periodicos nos “cuelen” contenidos de “dudoso patrocinio”, no me hagas aplaudir eso, ni pensar que eso está bien, hasta el punto que lo vea bien en los blogs. Me parece un engaño tanto lo uno como lo otro, y estoy a favor de que lo denunciemos por el bien de una sociedad más sana y transparente, que es lo que deberíamos buscar todos.
¿Por que te parece “prepotente” luchar contra la publicidad engañosa? No lo entiendo. Por muy listos que sean los lectores, hay prácticas que los dejan en una clara indefensión, y hay que denunciarlas. No es prepotencia, sino justicia y transparencia. Ni más, ni menos que eso.
Nop,discrepo radicalmente: ¿qué tiene que ver lo que estoy diciendo con la mala praxis de no reconocer y enlazar a la fuente original? Pufff… mezclas cosas que no tienen nada que ver, y estableces relaciones de causa-efecto que no existen. Los medios tradicionales no enlazan, cuando deberían enlazar, básicamente por tres razones, todas absurdas y prepotentes (esas sí que lo son): 1) porque no quieren que se les vayan a otros sitios, 2) porque pretenden cobrar por esos enlaces al verlos como publicidad dadas sus elevadas audiencias, 3) porque no tienen una cultura digital genuina, donde la ética de la cita es un principio elemental.
Un saludo
Jose Luis Moya
Lo de “mezclar” era una manera gráfica de ver a lo que lleva a veces el exceso de celo (ya sabes lo del “papel de fumar”) en estas cosas y porque al final ese “enlace” es muy a menudo lo que busca el “perverso” anunciante/patrocinador, mas allá de pretender doblegar la “ética” del pobre bloguero.
David Soler
Ah! pues me gusta mucho el “palabro” este nuevo. Pero me queda una duda: si la gente no distingue, por falta de tiempo o conocimiento o ambas cosas, entre contenido publicitario o no.. ¿como va a saber el significado de tanto término?
Pero me gusta, eh? Mucho!
Amalio
jjj… David, creo que vas a tener que leerte de nuevo el post, y sobre todo, el hilo de comentarios… la conversación… porque ahí se aportan ideas sobre cómo distinguir una cosa de la otra (Norma aporta pistas antes). De todos modos, te lo resumo: depende de si la marca da la cara, si reconoce que ese contenido habla de ella en nombre de ella… con perdon del trabalenguas.
David Soler
Hola Amalio
Llego tardísimo a la conversación y con poco tiempo, así que pido disculpas de antemano si me repito en algo ya dicho (no puedo leer toda la conversación porque he estado off todo el finde largo y me espera una reunión en pocos minutos).
Primero agradecerte este post porque me has inspirado uno a mi que espero poder publicar mañana.
En segundo lugar decirte que te entiendo pero, sinceramente, no veo esto como una catástrofe. Hace años que las marcas buscan formas de impactar en su target y esta del Branded Content es la última que ha llegado. Pero es exactamente igual que el Product Placement. Ahora bien, la ventaja ahora es que yo puedo decir lo alto y guapo que soy y, gracias al medio donde lo estoy diciendo, alguien puede replicarme.
Me parece que lo interesante del tema es que antes esto no era posible. O sea, hay una cierta autorregulación por parte de comunidad. Eso sí, la gente tiene que aprender a diferenciar lo que es publicidad de lo que no lo es.
Ya sé que en un escenario perfecto e idílico estaría bien que la cosa funcionara de forma natural pero me temo que eso no va a ocurrir (y de hecho yo no veo mal que ocurra). Toda la vida han existido críticos de cine que “promocionan” pelis y no ha pasado nada.
Pero entiendo perfectamente tu artículo, aunque no lo comparta al 100%. Esta super bien razonado. Será que a mi esto de la publicidad y el marketing me encantan y que, quizás, creo que la gente es muy lista y sabe diferenciar las cosas.
Un abrazo crack!
Amalio
Hola, David:
Un placer siempre verte por aqui… como en los viejos tiempos 🙂
Mira, algunas cosas de las que comentas se han dicho antes en el hilo de conversación.
No digo que sea una “catastrofe”. No creo que ese sea el mensaje, ni deseo ser radical. De hecho, la propia conversación que se ha desarrollado aqui (gracias a aportaciones muy válidas) me ha hecho ver que hay matices interesantes en todo esto, y que puede haber un cierto tipo de “Branded Content” que aporte valor, y es aquel que hagan las propias marcas, y que presenten al publico sin careta, sin mensajeros, sino generando contenidos interesantes para los usuarios. O sea, como alguien ha comentado en Twitter,un BC que no oculte que es publicidad, que no pretenda camuflarse tras la voz de terceros.
Siguiendo ese mismo hilo, y después de darle muchas vueltas, me parece que cuando se hace así, por las mismas marcas y a cara descubierta… no debería llamarse “Branded Content” sino, y me invento ahora el palabro: “Content-enriched Branding”. Este término me parece muchísimo más adecuado para esa idea, o sea: “Marcas enriquecidas con contenidos” en lugar de “Contenidos vinculados a marcas”. Lanzo esa idea a ver qué piensan los contertulios que se pasen por aqui.
un abrazo!!
Christian
Mira, esto es más simple que todo este artículo (que está fenomenalmente expuesto y redactado, debo decir): los Julio Alonso, los Enrique Dans y todas estas gentes, son todos unos fantasmas, del primero al último, sin excepción. De su boca, o mejor dicho, de sus dedos, sólo salen fantasmadas y paja, porque son genios de la publicidad y la gente que les sigue y les escucha, que por desgracia es mucha, tiene unas enormes tragaderas y esta gente, a su vez, capta a más gente que queda hipnotizada con la música de estos encantadores de serpientes.
Y han descubierto que la palabra “social” se puede emplear en todo y para justificarlo todo porque, claro, todo lo que es “social”, es buenísimo. Y llegamos a cosas como estas, donde el ejemplo más claro es Weblogs SL, que es un auténtico vertedero con contenidos vacíos llenos de palabras que dicen NADA y publicidad, ¡mucha publicidad! Pero encubierta. Lo que en 1998 veíamos en la mesa del doctor Nacho Martín y su familia, donde los zumos de Zumosol y los bricks de Pascual iban girando solos según el plano del realizador, de manera que el logo siempre quedase visible, ahora se ha convertido en “branded content”, o sea, publicidad encubierta de toda la vida, pero que llamado de otra manera por Julios Alonsos y amigotes, pues queda fenomenal.
No hay que inventar nada que ya esté inventado. Es una de las cosas que más me provocan de estos fantasmas: que tratan de ganarse el pan intentando reinventar la rueda, pero tengo que deciros a todos que ya está inventada. Existe algo llamado publirreportaje, ya mencionado en algún comentario más arriba, que es una práctica lícita y moralmente aceptable, donde nadie sale perjudicado y que existe desde siempre.
Hacedme caso, editores del mundo: avisad claramente cuando estéis presentando un anuncio, porque Internet no es la prensa escrita ni es televisión. No subestiméis la inteligencia del público, ¡gracias!
Amalio
Hola, Christian:
No me gusta generalizar. Creo que matizar es sano. Pero en fin, me quedo con la idea de que todo esto es una versión moderna y más sutil del publirreportaje camuflado. Al final el problema está ahí, en que sea camuflado, porque si te lo ponen bien clarito en la noticia, entonces ya sabes a qué atenerte.
Un saludo
Norma Dragoevich
La semana pasada estuve en un encuentro del Club de Creativos, en Madrid, escuchando a Marc Ros (CEO de Aftershare.tv) hablar precisamente de “branded content”. Lo definió de una manera que a mi me parece muy clara: “si tienes los derechos es contenido de marca, en caso contrario es patrocinio”.
Por ejemplo, un programa musical que se emite en TV, si está producido por una empresa cervecera, es branded content. Si lo produce la cadena de televisión y la empresa cervecera pone un montón de dinero a cambio de marca, es patrocinio (o publicidad).
En un blog, si un apartado entero está financiado y producido por una marca, y se especifica claramente que ese apartado es de la marca, es branded content. En caso contrario es publicidad.
Por otra parte y respondiendo a parte de los comentarios a esta entrada, una empresa (pongamos Telefónica, un ejemplo que conozco muy bien) puede tener su propio blog y ofrecer contenidos que aporten valor a la comunidad: contenidos asociados o complementarios a los servicios que vende o que sabe que son de interés para su público. Telefónica está ahora mismo ofreciendo información para emprendedores. No es lo que comercializa pero a su comunidad le resulta de utilidad. También por supuesto habla de sus servicios y nadie espera que lo haga mal (sería disparar contra su propio tejado). Nadie espera tampoco que hable bien de su competencia, no necesita hacerlo.
En resumen: puedes hacer comunidad ofreciendo contenidos de valor para tu comunidad (esfuérzate en encontrar qué es lo que necesita tu comunidad) y ofrece información sobre tus propios servicios. Sin mentiras, identificando quién está detrás de la información. El usuario es muy inteligente y sabrá valorarlo en su justa medida y se irá a otras fuentes de información para comparar cuando lo considere necesario.
Un saludo, Norma
Amalio
Hola, Norma. Un placer verte por aquí.
El concepto de “Branded Content” puede llegar a ser todo lo ambiguo que quieras, y que convenga. Me voy preparando por aquí a leer gente que lo interprete de todas las formas posibles, para que quepan sus prácticas y las del vecino.
Al margen de eso, la definición que comentas de Marc Ros me sirve igual, porque en cierto sentido apunta a un “Branded Content” (según un concepto más laxo) que yo salvaría de la ecuación, y de la que hablé como posibilidad en el post, y en el comentario anterior a este.
Efectivamente, que la marca “tenga los derechos” de ese contenido, y lo presente como suyo, tal como expliqué en el ejemplo de Nike que compartí con Miguel, a mí me parece perfecto. Coincide, Norma, con el caso de Telefónica que comentas, y que me parece una buena práctica.
Porque la otra opción (que es la que yo veo que pulula más por las redes como oportunidad encubierta para la nueva ingeniería publicitaria) de que el medio produce contenidos propios pagados por la marca, ¡¡sin advertirlo explícitamente!! me sigue pareciendo un engaño. OJO, creo que conviene que diga que no estoy en contra del patrocinio en la medida que se dice quiénes están poniendo la pasta. El problema de credibilidad se produce cuando la marca paga un contenido a un medio (TV, bloguero, bloguera, tuitero, tuitera, radio, prensa digital, etc.), y éste lo emite como voz independiente sin decir quién lo está patrocinando. Si en un blog hay un apartado patrocinado por una marca, y se dice tal cual (para que el lector disponga de toda la información necesaria para asignar credibilidad a la fuente), para mí… ni una pega.
Muchas gracias, Norma, por tu matización que aporta mucho valor a la conversación, y con la que yo estoy totalmente de acuerdo. Un saludo
Miguel
Creo que Fernando tiene mucha razón, identificar o no un contenido patrocinado no lo hará ni más ni menos útil para el usuario.
El problema viene de la poca calidad que tiene mucho Branded Content que confunde la creación de valor al usuario con notas de prensa o publireportajes. Aun queda mucho por evangelizar y las empresas no están por la labor de hacer un tocholibro de ayuda en lugar de un minipost patrocinado.
Ah, y la culpa no es del SEO, es de la falta de conocimiento de lo que es este trabajo y que a río revuelto, ganancia de vendehumos.
Amalio
Miguel:
Gracias por pasarte y compartir tu opinión. Al margen de que un bloguero o bloguera vaya a identificar su contenido como patrocinado (algo que me extraña que lo haga por las razones que yo mismo comenté antes), no se trata de si es “útil” o no lo es, sino que es lo que debería hacer para que el usuario no consuma publicidad envuelta en papel de regalo social.
Insisto en lo mismo. Por mucha calidad que pueda tener el contenido (vuelvo a repetir que el problema no está ahí), para que NO sea publicidad, hace falta una mirada realmente independiente, que con estas reglas no se puede dar.
Creo que existe una opción válida, y que comenté en el post: que las marcas generen buenos contenidos y los presenten ellas mismas, bajo su nombre, incluso publicandose en soportes de terceros. Te pongo un ejemplo: Yo consumo un contenido de gran calidad publicado por Nike, y ya sé que esa marca no puede ser juez y parte, y que la credibilidad de lo que cuenta (en algunos aspectos) la tengo que poner en cuarentena, igual que hago con la publicidad. Que ese contenido sea suficientemente imaginativo para que baje las defensas está dentro del juego que yo acepto, pero no hay caretas. Sé que eso lo cuenta Nike, y no un mensajero camuflado de experto independiente.
Un saludo 🙂
Señor Muñoz
Te supongo, entonces, ¿contrario al Product Placement? y tal vez también ¿a los patrocinios a los deportistas? Quizá tampoco te guste llevar camisetas con publicidad de ninguna marca (no llevarás adidas, nike, emidio tucci o gafas de sol de Roberto Martín).
Amalio, en el momento que un blog tiene publicidad creo que esta “pataleta” (ojo, que yo también la tuve en su dia) no tiene ni pies ni cabeza. Los blogs con publicidad son eso, publicitarios, desde el momento que vendes tus espacios a unos miseros céntimos que te da Google (o a unos suculentos ingresos, que eso depende de la calidad) cualquier otra forma de monetización es totalmente válida. ¿Que quieres una etiqueta al “contenido esponsorizado”? No la veo necesaria. Antes de clicar puedes ver, tranquilamente, hacia donde va el enlace. Si te pusieran, supón, un disclaimer en la parte superior diciendo “Este blog es un emplazamiento publicitario” ¿la cosa variaría? No, pedirías que enlaces se marcaran con un “contenido esponsorizado”. ¿Te imaginas leer un texto así?
—
Si un bloguero o bloguera (#esponsorizado) quiere hacerlo, está en su pleno derecho, pero debe anunciarlo, decir claramente que va a adoptar esa práctica (#esponsorizado), para que sus seguidores puedan decidir si les va la marcha o no (#esponsorizado), si aceptan seguir leyéndole (y creyéndole) bajo esas reglas de juego (#esponsorizado).
—
Sería una locura, no crees?
En fin, supongo que esto no deja de ser una discusion “buhos contra conejos” y los que tenemos una edad ya sabemos como termina esto ¿no?
Amalio
Querido Fernando (Señor Muñoz)
En efecto, el Product Placement me parece una práctica falsa. Que me metan con calzador un producto en una película solo porque quieran cobrar a la marca es un acto forzado que podían ahorrarse por el bien de la autenticidad del guión. En cuanto a los patrocinios de deportistas, no tengo ninguna objeción a ellos, ni sé por qué los mezclas con esto. Claro que llevo gafas de sol y camisetas con marcas, pero ya las traen visibles cuando las compro, no son “marcas de agua”, ni esconden nada.
No estoy de acuerdo en que metas en el mismo saco todas las estrategias de gestión de la publicidad. Hay enormes diferencias, y todo depende de la personalidad del bloguero o bloguera. A mí no me interesa en absoluto poner publicidad en mi blog, y me sorprendo todavía cuando me lo piden. Pero entiendo y respeto que haya gente que quiera monetizar su blog con publicidad. Es perfectamente legítimo, porque la publicidad se reconoce, la gente sabe para qué sirve, y está ahí en un espacio delimitado para exponerse, favorecida por el tráfico que atrae el blog si tiene buenos contenidos. Pero eso es muy distinto a “camuflar” mensajes comerciales dentro de textos que no se presentan como tales. No sé, pero la diferencia me parece bastante evidente.
Así que si haces eso, si presentas ideas pagadas como personales e independientes, estas engañando… porque no lo explicas en ningún sitio, y para colmo, como recomendabas en tu comentario anterior, te lo curras tan bien que “no canta”, lo que significa que engañas con más eficacia: estas abusando de una credibilidad que no es tal, porque vas “teledirigido”. No quiero entrar en tecnicismos innecesarios, sino apelar al sentido común, y que por una vez nos pongamos en el lugar del lector que sufre estas prácticas.
Ah, en cuanto a la posibilidad de que el bloguero/a advierta que es un post esponsorizado, tengo claro que no lo va a hacer en la mayoría de los casos. Abrí esa opción por dar una oportunidad al comportamiento honesto, pero sé (como tú), que más que “una locura”, sería devaluar su precio ante el anunciante que le paga. Así de claro.
Señor Muñoz
En cuanto a los patrocinios de deportistas, no tengo ninguna objeción a ellos, ni sé por qué los mezclas con esto
Pues es lo mismo. Yo contrato a un deportista para que luzca una marca (quien dice un deportista dice un cantante o un famoso en general) y siempre que sale en revistas y actos, ahí que va con una camiseta con el logo en grande de la marca. Eso es product placement puro y duro ¿no?
[..] marcas, pero ya las traen visibles cuando las compro
¿Y por qué eso lo ves bien y no ves bien colocar un banner en tu blog? ¿O un enlace en tu contenido? Es exactamente lo mismo. O peor, porque por ser anunciante de una marca pagas tu y sin embargo aquí te pagan a ti 😀
No quiero entrar en tecnicismos innecesarios, sino apelar al sentido común, y que por una vez nos pongamos en el lugar del lector que sufre estas prácticas.
El sentido común, el menos común de los sentidos, me temo :D. Pero creo que subestimas la capacidad del lector de saber cuando alguien hace publicidad de algo o no. Por supuesto que lo sabe, no hace falta que se lo digas. Yo creo que todo se arreglaría con “esto es un emplazamiento publicitaro”. Pero creo que aquí hay un problema bastante interesante y que habría que destacar: si ganamos dinero con nuestro blog tenemos que dar cuentas a Hacienda y eso si que creo que no lo hace nadie.
Sigo sin ver el problema a realizar posts patrocinados en tu blog, de momento no me convences 😀
Amalio
Joder, Fernando, volvemos a lo mismo. Tú eres un tio inteligente, asi que me cuesta entender que no veas la diferencia. Cuando un deportista lleva la marca de su patrocinador en la camiseta, ¡no hay engaño posible!! Si tu ves un concierto, y te ponen ahí el megalogo de la empresa que lo ha patrocinado, sabes perfectamente lo que hay. Si hay “product placement”, en algunos casos no me molesta mucho si la cosa queda clara, pero si es algo en plan subliminal me jode más.
Tampoco me parece mal colocar un banner en un blog, Yo no he dicho que eso me parezca mal, ni mucho menos. Todo lo contrario, leete el post. Dije que lo prefería, porque el mensaje comercial queda claramente delmitado y separado del texto. Ahora bien, colocar un enlace en mi contenido porque alguien me lo ha pagado, es falsear el texto. Ten en cuenta que la mayoría de esos enlaces te los piden porque significan sugerencias o recomendaciones de compra, y yo no voy a contribuir a visibilizar o recomendar nada que antes no me guste a mí. Quien me lee, cree en mi palabra y en lo que digo. Me asigna una credibilidad, y yo no puedo traicionar a eso poniendo enlaces con la única intención de llevarme pasta.
Pero, oye… no problem, colega… tampoco pretendía convencerte. Ya me advertiste que eras un cuadriculado 🙂
Un abrazo
Lucinda
I bow down humbly in the presence of such grssentae.
Iván
Hola Amalio. Es algo que empieza a proliferar en el tema de los blogs de viajes. Empresas diversas buscando posicionamiento SEO pagan a bloggers para meter links en los propios posts del blogger. A pesar de que suelen ser discretos, la verdad es que cantan y provocan que en muchos ocasiones uno vea que detrás del post hay obviamente un interés económico, lo que es lícito obviamente, pero a veces chirría. Yo personalmente he decidido no hacerlo, pero hay gente que ha optado por tener algunos ingresos así. Y es que ya se sabe eso de que en su blog personal cada uno hace lo que quiere. Un abrazo Amalio.
Amalio
Iván:
Así es. Mientras escribía este post, uno de los ejemplos que más me venía a la cabeza era el de los blogs de viajes. Sé que es una práctica muy extendida, y a mí me parece bastante dañina. A la hora de comentarlo, sé que estas siendo muy prudente para no herir la sensibilidad de colegas tuyos que comparten la experiencia de escribir sobre viajes, pero yo no tengo ese problema, así que me voy a mojar.
Hay muchas formas de lícitas de monetizar los blogs, pero esa NO lo es. Si un bloguero o bloguera mete un link pagado en un texto suyo, ¡¡debe decirlo!! A ver, resulta que uno lee un post y asigna credibilidad a lo que el autor o autora recomienda, porque cree que está hablando desde su experiencia y su autoridad, pero en realidad lo que está pasando es que ese hotel, restaurante o destino aparece ahí sólo porque alguien le ha pagado. ¡¡eso es engañar, Ivan!! No puedo creer a nadie que haga eso, porque ya no sé cuando su opinión es honesta e independiente, a cuando es “teledirigida”.
Yo prefiero que esos links patrocinados “canten”, que no sean “discretos”, porque entonces el lector se daría cuenta que es publicidad (aunque en todo caso, lo correcto es decirlo) y no sería engañado.
Aunque es cierto que cada uno hace lo que quiere con su blog, nunca olvidemos que no son un diario privado, sino un soporte que tiene influencia sobre la gente, y que crea complicidades. Cuando eso ocurre, hay también una dimensión social en lo que se hace, y eso exige cierta responsabilidad.
Si un bloguero o bloguera quiere hacerlo, está en su pleno derecho, pero debe anunciarlo, decir claramente que va a adoptar esa práctica, para que sus seguidores puedan decidir si les va la marcha o no, si aceptan seguir leyéndole (y creyéndole) bajo esas reglas de juego.
No quiero parecer un fustigador, ni aguarle la fiesta a nadie. Solo me estoy poniendo en el lugar de un humilde lector de blogs de viajes, y puedo sentir mucha rabia al sentirme engañado así. Pienso que es lo que deberían hacer esos blogueros: ponerse en el lugar de sus lectores.
Aplaudo tu decisión, y sé que eres coherente con eso.
Un abrazo 🙂
Señor Muñoz
“Querida Duquesa, lo que es usted ya ha quedado claro, ahora estamos discutiendo el precio”
O sea, que un post patrocinado por 50€ es una guarrada, pero un viaje con todos los gastos pagados a un destino mágico, donde pongas todo lo que te ha molado el sitio, no lo es.
Por cierto, si los enlaces cantan es porque se han dejado. Hay mil maneras de colocar los enlaces de forma que no canten, pero claro, cuando te pagan 50€ por un post como que no tienes ganas de currartelo y, entonces, cantan. Te podría enseñar miles de posts patrocinados que no cantan. Pero para eso hace falta trabajarlo…
Amalio
Fernando (Señor Muñoz):
No encaja lo de la Duquesa en este caso 🙂 “Lo que es” no ha quedado claro. Precisamente de eso estamos discutiendo ahora, de lo que somos. Y no todos somos iguales, ni aceptamos las mismas cosas. Conozco a Iván, y sé que viaja pagándose todo y lo que escribe en sus blogs de viajes lo hace con total autonomía precisamente por eso.
Entiendo que hagas esa equiparación entre los “posts patrocinados o pagados a 50 €”, y los “blogtrips de blogueros”, porque tienen puntos en común, aunque también diferencias. Si te invitan a un viaje a un destino turístico con todos los gastos pagados para que escribas sobre él, está claro que te condicionan bastante. Incluso, en el mejor de los casos que te digan: “Oye, escribe con total libertad, y sin compromiso…”, siempre vas a sentirte comprometido aunque sea por no ser desagradecido, y eso va a quitar honestidad a lo que escribas. Es difícil que te expreses de forma independiente a si lo hicieras después de un viaje pagado íntegramente con tu propio bolsillo. No me quiero hacer el puro, pero ya te digo que yo NUNCA he aceptado esas invitaciones tipo “blogtrips”, y me han hecho varias, porque sé lo que significan, por activa o por pasiva.
De todos modos, aún cuando no me gustan y no los acepto, el que lo haga debería decir claramente en el post o crónica que el viaje ha sido pagado por determinada empresa o destino (para ajustar asi la percepción de credibilidad del lector), y además, advertir de antemano a quien le invita y le paga, que va a escribir con total libertad sobre la experiencia, para que sepa a qué se atiene antes de invitarle.
Lo del post pagado es más sencillo: cumples las ordenes de quien te paga o no cobras. Ahi no hay nada que hacer.
En cuanto a los enlaces, parece que no ha quedado claro lo que quiero decir. A ver, por supuesto que sé que “hay mil maneras de colocar los enlaces de forma que no canten”, pero a más sofisticado y sutil lo hagan, más peligro le veo porque peor te engañan. No busco que los posts patrocinados “no canten”, ni “que se los curren bien”… sino que NO hayan “posts patrocinados” porque me parece una práctica engañosa hacia los lectores que confían en quien los escribe.
Como ves, Fernando, lo que yo me cuestiono es eso precisamente: que “la Duquesa” no tiene por qué discutir precios si entiende que NO debe entrar en esos chanchullos 🙂
Iván
No me termina de quedar claro lo de la Duquesa y si va algo referido a los blogs de viajes o sobre el menda, pero me explico si va algo relacionado con mi persona. Solamente he hecho cuatro blogtrips en mi vida, y todos con minube, empresa que son amigos y comunidad de viajes a la que pertenezco desde hace varios años. Los destinos a los que yo he ido invitado fueron Hoya de Huesca, Cambrils, Riu Hotel en Torremolinos y Tierras del Ebro, fui invitado y no pagué nada , y eso es cierto. lo único que hice fueron algunos tweets del destino con el hastag de #minubetrip y del lugar en el que estábamos. Digamos que eso a día de hoy es un trueque, el destino paga a minube por unos servicios y minube para realizar un vídeo promocional de un destino invita a algunos de los miembros de la comunidad que en algunos casos son bloggers, ese es mi caso http://viajeros.minube.com/ivanmar
Los bloggers obviamente no pagan nada, van a gastos pagos y tienen total libertad para subir lo que quieran, en rincones, en fotos, en tweets y si algunos quieren pueden escribir un post ( aunque no suele ser demasiado frecuente).
Nunca he hecho un post de esos viajes porque no son mi estilo de viajar, yo viajo de mochila y totalmente independiente. Digamos que esos viajes minubetrips fueron cuatro días o un fin de semana en tiempos que pude hacerlo por tener tiempo libre, pero sobre todo fueron hechos porque minube son amigos. Los viajes de toda mi vida me los he pagado yo siempre de mi bolsillo, con mis ahorros, y de eso y mis historias escribo. de forma totalmente independiente y sin rendir cuentas a nadie. Yo respeto a la gente que tiene publicidad en los blogs y a la gente que pone enlaces patrocinados en el post o en los laterales, cada uno es libro de hacer lo que le apetezca, y también de ingresar dinero de la forma que estime oportuno. Un saludo
Señor Muñoz
Ivan, no quería que el comentario se tratara como un ataque personal, te pido disculpas, por eso intenté no personalizar en nadie. No me gustaría desviar la atención al problema refiriéndome a alguien en particular, de verdad, te pido perdón si lo tomaste como una ofensa a ti mismo.
Señor Muñoz
Lo del post pagado es más sencillo: cumples las ordenes de quien te paga o no cobras. Ahi no hay nada que hacer.
Supongo que esto es el problema fundamental, Amalio. Creo que un post pagado no debe ser una pagar para publicar una nota de prensa. Hay mil maneras de aceptar posts patrocinados y currar esos posts patrocinados.
Como ves, Fernando, lo que yo me cuestiono es eso precisamente: que “la Duquesa” no tiene por qué discutir precios si entiende que NO debe entrar en esos chanchullos
Pero sigo sin entender el por qué, de verdad. No te creo en contra de los blogs con publicidad (aunque tu no lo tengas), pero seguro que a ti, a través de tu blog, la gente te contrata, por tu profesionalidad, por lo que eres capaz de transmitir y enseñar y sin embargo, no ves problema en ese sentido. ¿Por qué que te contraten está bien, pero que te paguen por publicar no? No veo tanta diferencia. Si tu quisieras escribir porque te gusta lo harías en un documento para ti, para que lo leas tu solo, no para que lo lea la gente. Tampoco tienes puesto un noindex a tu blog para que nadie lo encuentre… Tal vez no entienda la diferencia (tenme paciencia, soy cuadriculado), pero sigue sin parecerme mal que la Duquesa ponga precio a su cuerpo, tal y como todos lo hacemos cuando aceptamos un trabajo por unos emolumentos. Lícito (moral) e ilícito (ilegal) no creo que tenga cabida, porque ilegal no es y en temas de moralidad cada uno tiene la suya…
Amalio
Fernando, colega, soy yo (con perdon) el que no comprende cómo no entiendes la diferencia. Claro que no estoy en contra de los blogs con publicidad. Ya he dicho que es una forma más que legítima para monetizar los blogs para el que busque eso.
Pero hay una enorme, ¡¡enorme!! diferencia entre que me contraten porque al leerme, aprecien que puedo ser un profesional válido para lo que necesitan (lo que escribo, en este caso, funciona como “signals” de reputación),a que “me paguen para publicar” en mi blog, porque si me pagan, lógicamente, es para que escriba de algo que yo no escribiría de forma gratuita, o sea, porque escribiendo eso voy a beneficiar economicamente a alguien, lo que significa que eso que voy a contar será “por encargo”, en plan “teledirigido”, y para colmo, lo voy a ocultar al lector: ¿te parece bien eso?
Por cierto, tengo un blog, y no un diario personal, porque me gusta que la gente me lea. Esto está claro. Y eso es así, además, porque disfruto mientras escribo, y porque escribo sobre lo que pienso. Sin embargo, si recibo encargos, entonces estoy comprometiendo mi independencia. Y si lo hago, si estoy escribiendo algo “por encargo”, mi deber es decirlo. Eso es lo correcto. No le demos más vueltas…
Cada uno puede ganarse el dinero como quiera, siempre que no engañe a los demás. Esos son mis límites, porque límites por supuesto que los hay. Y mi opinión es que si alguien escribe un post “pagado”, “por encargo”, o introduce links sólo porque se los factura a una marca, debe dejarlo claro. Sino, está engañando….
Raquel
las notas de prensa (Elaboradas por Los gabinetes de comunicación de las marcas) que suelen reproducir los medios de comunicación, son branded content??
Amalio
Hola, Raquel:
Según lo que se entiende, en rigor, por “Branded Content”, las notas de prensa emitidas por las marcas no lo son, porque en ellas no hay nada que nos sugiera: “introducir información comercial en formatos de contenidos de entretenimiento”. Para mí, cuando un medio de comunicación se hace eco de una nota de prensa de una marca, presentando el texto como una noticia sin ninguna valoración independiente, ni verificando nada de lo que la marca dice, entonces es bastante probable que haya sido cobrando, y eso se acerca bastante al “publirreportaje”.
Un saludo