Recogimiento (post-377)
Hoy comienzo una nueva semana de retiro, de soledad voluntaria y distanciamiento del mundanal ruido que rechina por estos mentideros.
Intento regalarme estos placeres dos veces al año. Es lo que llamo migraciones creativas, porque me voy lejos de casa, habitualmente a un hostal de montaña, a pensar sobre mis proyectos y a revisar la parte importante-pero-no-urgente que voy dejando descuidada en los cajones.
En esta ocasión será distinto porque el “retiro creativo” será en mi propia casa. No hay “migración” por razones que no viene a cuento explicar aquí, pero sí “retiro” de las actividades que hago regularmente, para centrarme en pensar sobre temas vitales que vengo posponiendo (por despiste o pereza) desde hace tiempo.
Uno llega a una edad en la que empieza a valer mucho la pena afinar la brújula, no perder el tiempo en cosas absurdas y comprender (de verdad) cuál es su sentido de propósito. Yo siento últimamente que ando algo disperso, que gasto cartuchos en dianas que no me aportan valor y que quizás estoy queriendo estar en demasiados sitios de los que puedo prescindir si supiera mejor en qué centrarme.
A eso se suma mi percepción de que no estoy consiguiendo generar enlaces armoniosos entre lo que hago, que falta una coherencia o una estrategia en el buen sentido de la palabra. Intuyo que para aprovechar mejor mi tiempo debería identificar esos puntos de conexión o sinergias, y centrar mis esfuerzos en ellos. Sólo así se genera ese deseado apalancamiento que nos hace más productivos, y que permite liberar tiempo para dedicarlo a placeres más mundanos.
En esta semana voy a intentar reencontrarme conmigo mismo. Tengo un plan para eso, y es simplemente ocuparme del asunto. No hay ninguna fórmula cósmica que permita alinearme con los astros en búsqueda de la sabiduría, pero sí creo en las virtudes del recogimiento, en la biblioterapia (repasar las ideas marcadas en varios de mis libros favoritos), en ayudarme a recuperar perspectiva sobre lo que hago y cómo asigno mi tiempo, y en definitiva, en dedicarme unos días al noble arte de la simplificación.
Sí, esto último supongo que es lo más importante. Tengo demasiados frentes abiertos, lo que me genera la sensación de que no puedo disfrutar a tope de ninguno. Me gustaría vivir más despacio, y hacer menos cosas pero con la calidad que sólo se consigue cuando fluyes. Eso no me ocurre ahora, y es algo a lo que quiero ponerle remedio (o al menos intentarlo).
Sé que hay dos o tres grandes proyectos vitales que pospongo, y pospongo, todos los años. Eso me agobia, me provoca un cierto enfado conmigo mismo (está ahí presente, lo noto, dando la vara) así que necesito encontrar tiempo para ellos, y eso significa apartar la morralla. Me consta que no es fácil poner orden, y menos decir que no a cosas que llevo tiempo haciendo, o que entrañan una cierta rutina social. Se necesita disciplina, pero antes… echar el freno y regalarme unos días como los de esta semana, para adquirir perspectiva y ponderar objetivos.
Vuelvo al modo de “abstinencia digital” en redes sociales, así que no me vais a ver esta semana por el blog, ni por Twitter, ni por nada que se le parezca. Sí que voy a aprovechar para recuperar el tono físico con el #running, y haré algo de yoga-meditación que siempre viene bien para el desapego y el buen discernimiento. A ver si puedo daros buenas noticias la semana que viene. Portaros bien, nos vemos el próximo lunes…
Nota: La imagen del post es del album de publikaccion.es en Flickr
Pablo Rodríguez
Que usted se recoja bien 🙂
Nos vemos a la vuelta.
Un abrazo
Pablo
Amalio Rey
Hola, Pablo:
Pos’eso, estamos ya de vuelta. Fue una buena experiencia este recogimiento.
Un abrazo!!!
Juan Antonio Mota
Simplemente hasta pronto… ¡ disfrútalo Amalio ¡ 🙂
Amalio Rey
Gracias, Juan Antonio. Lo he disfrutado, y mucho. Me hubiera gustado tener más tiempo porque cuando estaba más entusiasmado, se me acabó la semana 🙁
Julen Iturbe-Ormaetxe
Nos vemos a la vuelta 🙂
Amalio Rey
Gracias, Julen. Ya estoy de vuelta, y bastante más “ordenadito”. A ver cuánto me dura 🙂
Iván
Buen GAP WEEK Amalio 😉 . Te dejo link a la charla de Stefan Sagmeister: El poder del tiempo libre http://www.ted.com/talks/stefan_sagmeister_the_power_of_time_off.html . Un día hablaremos con calma del Gap Year y de pasos que voy dando para formalizar lo del viajaprendizaje. Abrazo.
Amalio Rey
Muy bueno el vídeo del TED, Iván. Transcribo el texto aquí por si se anima más gente a verlo: “Cada siete años, el diseñador Stefan Sagmeister cierra su estudio de Nueva York durante un año sabático para rejuvenecer y refrescar su panorama creativo”.
Pos’eso hago yo (o intento hacer) pero una semana cada semestre. Son “Gap Week” como bien dices.
De todos modos, creo que esto debería ser complementario a las práctiacs de Sagmeister, de cogerse un buen año sabatico cada 7 años (los “Gap Year”). Estoy convencido que eso tiene una potencia enorme, y que debería ser un derecho de cualquier trabajador para reflexionar, regenerarse, formarse y considerar posibles cambios de rumbo.
Un abrazo!!
Pere Losantos
Suerte, valor, acierto y perseverancia
http://personales.mundivia.es/jmgs/documentos/desiderata.htm
Amalio Rey
Gracias, Pere. Un poco de suerte siempre hace falta. También acierto. Y perseverancia, ya ni te digo. Gracias por la Desiderata que me has pasado. Me quedo con esto. “Junto con una sana disciplina, sé amable contigo mismo”.
Un abrazo!!!
Rafa
Hola Amalio,
Me he leído tu post y quería dejarte algún comentario al respecto…
Supongo que la mayoría de la gente tiene esa inquietud a mayor o menor nivel. Personalmente, siempre he vivido con esas sensaciones: necesidad de buscar el camino correcto y culpabilidad por las cosas importantes que se van dejando para lo último (y lo último parece que nunca llega). El dilema igualmente se presenta en la flexibilidad que cada uno puede tomarse para pensar en ello o en la libertad que se tiene para cambiar las cosas. Supongo que estamos atrapados, metidos en un círculo vicioso diseñado por el sistema…
Ya nos contarás qué conclusiones has sacado y si realmente vale la pena realizar retiros para aclarar las cosas.
Un saludo!
Rafa
Amalio Rey
Hola, Rafa:
Compartimos sensaciones. Seguro que mucha gente tiene la misma inquietud. El dilema que comentas existe. No tenemos todos los mismos grados de libertad. De todos modos, creo que hay muchas variables que hemos convertido en constantes sin necesidad. “El sistema” es responsable sólo en parte de eso. Hay una buena cuota de responsabilidad que es nuestra. Conozco a mucha gente que tiene una “flexibilidad potencial” mucho mayor de la que cree, y no la aprovecha. Yo mismo, cuando me detengo a pensar sobre esto, consigo siempre liberar unas cuantas ataduras que creía que tenía.
En este retiro logré poner en orden varias cosas. Algunas no, porque me faltó la concentración y el silencio de otras ocasiones (dado que lo hice en casa, que nunca es lo mismo). Pero esto funciona por “aproximaciones sucesivas”: identificas un área de cambio, la vas fijando como prioridad, y de tanto insistir, un día se produce el deseado punto de inflexión. Pero hay que ponerse, y tomarselo en serio…
Un saludo!!!