Inventario de Calamidades de una España decadente (post-417)
No hay cambio genuino si nadie pierde, y los perdedores deberían ser los que sobran o destruyen valor. Por desgracia, la tradición de España se empeña en lo contrario, en despreciar el óptimo social, de modo que es bastante habitual que pague la factura el más débil, y no el que más roba.
Sé que aburre hablar de las calamidades de Celtiberia. Ya me gustaría a mí escribir en positivo, pero me he levantado con la rabia tiesa, harto de marketing barato. Así que me ha dado por hacer un ejercicio recreativo de síntesis de por qué hoy vivimos en una España que no entusiasma a nadie y divaga como un viejo quejica y arteriosclerótico instalado en la nostalgia.
Un país con tanto talento no puede naufragar en la mediocridad como lo está haciendo. Algo falla y es el molde obsoleto en el que nos han metido. No voy a decir nada nuevo que tú no sepas, sólo me apetece juntar las piezas. Ahí van algunas de las pesadillas estructurales que, a mi modo de ver, explican tanta decadencia:
- Los poderes políticos, financieros y monárquicos forman una entente que conspira permanentemente para perpetuar sus privilegios. Yo les llamo “la terna parasitaria”. Controlan los hilos y se intercambian favores. Ahí vemos lo bien que se lleva el gobierno con los bancos, cómo las grandes constructoras han funcionado como un astuto lobby financiando vanidades, cómo el gobierno domestica a la prensa mediante promesas de cambalaches legales con la propiedad intelectual, se conceden indultos oscuros para liquidar deudas pendientes, y el sistema es tan permisivo con los excesos de la Corona que la blinda y libera de cualquier deber de transparencia. Lo de Bárcenas retrata bien las miserias de la clase politica, y las del PP en particular. Un iceberg de inmundicia que seguirá convenientemente sumergido. El que no se ha enterado de toda esta mierda, es que está tonto.
- La justicia está secuestrada, igual que la política. Decir que no hay una separación real de poderes es casi una obviedad (quito el “casi”). En la práctica funcionan ambas como una red clientelista que empieza por la elección partidista de los jueces, pasa por la puerta giratoria que fomenta la entrada de (ex)ministros y altos cargos públicos en consejos de administración de grandes corporaciones para cobrar su minuta por los favores prestados, continúa con los enchufes en la designación de cargos para que los que han sido fieles al poder nunca lo abandonen, y termina con la subvención encubierta (vía compra de publicidad) de los periódicos afectos al gobierno de turno. La cultura del cortijo tiene una sombra alargada, y todo cuadra miserablemente.
- Nadie paga en este país la factura política por sus errores. Nadie que tenga responsabilidades dimite. La legitimidad no importa un pimiento y todo vale mientras sea posible hacer ingeniería jurídica. La ética y la vergüenza es cosa de blandos e ingenuos. Lo mismo da que se plagie una tesis, que se sea negligente en la gestión de recursos públicos, que se haya ocultado una información relevante a los ciudadanos o que el Presidente de Constitucional sea militante de un partido político. Se aferran al puesto porque el problema de fondo es que en su mayoría son mandamases profesionales que no saben hacer otra cosa. Mientras tanto el ascensor social sigue atascado, y el talento no encuentra el sitio que merece. Le llaman meritocracia, algo que en España está lejos de permear el sistema.
- Vivimos en un país donde el buenrollismo importa más que el sentido de la justicia. Aquí no se lleva buscarse líos, jugársela, arriesgarse, a menos que te roben a la cara. Mientras tanto, quejarse (en lugar de ocuparse) sigue siendo el deporte nacional. Buena parte de los ciudadanos son votantes cautivos, porque siguen eligiendo las opciones políticas como si fueran clubes de futbol, con más pasión que razón: “Eres de los mios, o estas contra mí”. Si eres de los míos, puedes hacer lo que quieras, tienes patente de corso; pero si eres de los otros, no te paso una. No importa si se hace bien o mal, sino quién es y a qué bando pertenece. Así, desde luego, se lo ponemos a huevo…
- Extendemos un cheque en blanco cada cuatro años y damos por bueno el sistema. El derecho a decidir se lo pasan por el forro, y aquí no pasa nada.Tenemos a unos okupas en la Zarzuela que entraron por la puerta de atrás, y ahí siguen sin someterse a la voluntad popular, sea el resultado que sea. Mientras tanto, cualquier mejora significativa de la calidad democrática pasa necesariamente por una revisión profunda de la ley electoral, algo a lo que se resisten los partidos mayoritarios porque les beneficia. No van a cambiarla por las buenas porque quieren seguir siendo mayoritarios para quedarse con una porción del pastel más grande del que les corresponde. Saben que la trampa del “voto útil” es un recurso muy rentable para sus intereses. Pero nosotros, los electores, que somos los únicos que podemos cambiar eso, seguimos con el selector gripado, sin capacidad de discernimiento, con el erre-que-erre, borrego y ridículo, de seguir votando a unos señores que se han hinchado de mentirnos.
- Dentro de los partidos políticos, los de siempre, se reproducen las mismas patologías de la gestión pública, con jerarquías autoritarias y periferias inmovilistas que temen al aparato. Nadie se atreve dentro de esos partidos a cuestionarse el mantra de la obediencia debida porque forma parte del juego del poder instalado en su propio ADN. El que se enfrente al aparato, queda fuera; y si queda fuera, pierde toda influencia. Las listas cerradas alimentan el bucle recursivo. La salud del que dicen que es el principal partido de la oposición y contrapoder democrático es patética, por mucha cosmética renovadora que vendan a base de caritas bonitas y unos referentes caducos como el Felipismo (el ahora empresario y paladín de la puerta giratoria). El PSOE es un partido que está atrapado en sí mismo. Sigue dominado por una partidocracia conservadora, que está más preocupada por cuidar su cuota de poltrona que de meter el bisturí para higienizar a fondo un sistema del que forma parte, y saca tajada.
- Las recetas de salida de la crisis son dogmas acartonados y continuistas. No hay liderazgo, ni coraje, para atacar los problemas de fondo. Por cada gramo que el gobierno exige de sacrificio a los poderes fácticos (banca, grandes empresas, aristocracia, monarquía, etc.), factura diez a los sectores de menores ingresos (asalariados, funcionarios, etc.). No es casual, es una lógica que responde a un diagnóstico clasista de las causas de la crisis. Basta revisar las partidas más castigadas de los presupuestos públicos para desvelar el sesgo ideológico y la intencionalidad que hay de fondo. Póngale la lupa al presupuesto, y verá el guión perverso que hay detrás. Que la Monarquía, una institución parasitaria, reduzca su presupuesto en un mísero 2% mientras que la Educación lo haga en el porcentaje que lo hace, lo dice todo. Es de muy mal gusto, además de insultante.
- Un país saludable se basa en un liderazgo que predica con el ejemplo. España, sin embargo, es el país de los eufemismos y la incoherencia. Tenemos una clase política y económica totalmente ajena a la realidad del ciudadano común, que vive en la nube gracias a múltiples cortafuegos (creados, por cierto, por nosotros mismos). Es de cínicos hacer pedagogía de la austeridad desde un mantel con vinos de cien euros, o dar sermones sobre cómo tiene que ser la educación pública mientras se manda a los hijos a escuelas privadas. Yo me pregunto, ¿no es una desfachatez pedir a los españoles que sean más emprendedores desde una práctica política conservadora y adversa al riesgo? Ya ni te cuento la credibilidad que se puede tener para defender tijeretazos brutales en el presupuesto de la salud pública, si al mismo tiempo estos mendas se refugian en los seguros privados. El problema de fondo, como veis, es que en España los políticos toman decisiones sobre temas cuyas consecuencias no les afectan, y esto aplica tanto a los del gobierno como a buena parte de los parlamentarios. Desde luego, es lo peor que puede ocurrir cuando confías en alguien para que te represente.
- Existe un desfase cruel entre la economía financiera y la real. Este no es un problema exclusivo de España, ni mucho menos, pero aquí sufrimos la versión más absurda y mezquina de esa contradicción. Eso nos ha llevado a una especie de terrorismo económico que abusa de la Economía del Miedo. Se aprovechan de las asimetrías de información (manejan datos que otros no tienen) para presentar como “únicas” sus medidas. La dictadura de los economistas de salón que han mamado de la farsa bursátil, la especulación financiera y la lógica oportunista de las multinacionales llegó hace tiempo a los Ministerios. Muchos dogmas para pensar fuera-de-la-caja. Los economistas tecnócratas han desplazado a los humanistas.
La imagen de España (la auténtica, no la financiera, ni la engominada) depende más de que limpie sus alcantarillas, esa pestilencia que destila el poder y sus instituciones, que de rescatar su sistema financiero, ni de seguir gastando dinero público en gilipolleces como el “Alto Comisionado del Gobierno para la Marca España”. Dice Pablo Milanés que lo que brilla con luz propia, nadie lo puede apagar, así que más nos vale ocuparnos con honestidad de nuestros defectos, y aquí viene la parte optimista.
Ninguna élite en la historia del mundo ha renunciado a sus privilegios de forma voluntaria. Tampoco ha ocurrido eso dentro de la “legalidad establecida” porque está pensada para proteger el statu-quo. Creo (o quiero creer) que algo serio se está moviendo. Se llenó el vaso, la crisis alecciona y más de uno espabila, pero no basta con la protesta. Hay que confiar en las alternativas, apostar por lo nuevo y darle una oportunidad. Dejar atrás esa triste consigna tan mediterránea de “mejor conocido que bueno por conocer“. Tenemos que recuperar el sentido humanista de la política.
He escrito este post en menos de dos horas. Igual agosto no es el mes más apropiado para escribir con este tono, pero ahí lo dejo. Perdón por la catarsis.
Nota: La imagen del post es del album de starrynight1 en Flickr
arturo
llevo unas horas leyendo cosas interesantes en el blog y me ha impactado esta triste, realista y valiente panorámica de aquel 2014 aún plenamente vigente…gracias..
Amalio Rey
Gracias, Carlos, por recordarnos al maestro Machado. De acuerdo en que nada de lo que contamos aquí es realmente nuevo. Un saludo 🙂
Carlos
Me gusta!!! Aunque no es algo nuevo.Ya nos lo contaba Antonio Machado en El Mañana Efímero…
La España de charanga y pandereta,
cerrado y sacristía,
devota de Frascuelo y de María,
de espíritu burlón y alma inquieta,
ha de tener su mármol y su día,
su infalible mañana y su poeta.
En vano ayer engendrará un mañana
vacío y por ventura pasajero.
Será un joven lechuzo y tarambana,
un sayón con hechuras de bolero,
a la moda de Francia realista
un poco al uso de París pagano
y al estilo de España especialista
en el vicio al alcance de la mano.
Esa España inferior que ora y bosteza,
vieja y tahúr, zaragatera y triste;
esa España inferior que ora y embiste,
cuando se digna usar la cabeza,
aún tendrá luengo parto de varones
amantes de sagradas tradiciones
y de sagradas formas y maneras;
florecerán las barbas apostólicas,
y otras calvas en otras calaveras
brillarán, venerables y católicas.
El vano ayer engendrará un mañana
vacío y ¡por ventura! pasajero,
la sombra de un lechuzo tarambana,
de un sayón con hechuras de bolero;
el vacuo ayer dará un mañana huero.
Como la náusea de un borracho ahíto
de vino malo, un rojo sol corona
de heces turbias las cumbres de granito;
hay un mañana estomagante escrito
en la tarde pragmática y dulzona.
Mas otra España nace,
la España del cincel y de la maza,
con esa eterna juventud que se hace
del pasado macizo de la raza.
Una España implacable y redentora,
España que alborea
con un hacha en la mano vengadora,
España de la rabia y de la idea.
Raquel
Hola Amalio,
Estoy absolutamente de acuero con tu post. Añadiría, si me lo permites, que todas las fierzas políticas han demostrado tener un iceberg de corrupción dentro (no solo el PP como mencionas en el 1., tambien psoe, nacionalistas, iu, y meto a los sindicatos en el mismo saco, así que pocas alternativas nos quedan a los jóvenes/votantes como no sea crear o unirnos a algo nuevo…)
Y algo que he constatado en mi vida laboral en empresas multinacionales vs españolas (y todas tienen defectos): las “multinacionales” de aquí reproducen al 100X100 este sistema de gobierno de país tan “democrático” que describes, en sus propios órganos de gobierno: falta de ética y sadismo en la toma de decisiones, clientelismo político, nepotismo… Un cortijo de un consejo de adm. plagado de vegestorios, políticos en algunos casos y ni una mujer… Veo tantas cosas a reformar en este país…
Amalio Rey
Hola, Raquel:
De acuerdo, pero entiendo que cuando hablas de “todas las fuerzas políticas”, te refieres a los partidos que han llegado de una forma u otra a gobernar, como PP, PSOE, CIU, PNV, CC, IU… y demás. Porque hay otras fuerzas políticas como #Podemos, Equo, etc… de nuevo cuño, en las que eso está por ver. Mientras no lleguen al poder, no sabemos qué van a hacer, y por eso insisto en darle la oportunidad a esas nuevas opciones, ya que hemos visto cómo se las gastan los partidos-mamuts.
Por cierto, aunque tengamos la tentación de meter en el mismo saco a toda esa partidocracia, conviene documentar que el PP es el paladin de la corrupción, la opacidad y la mentira. A las estadisticas me remito. Son los campeones, y sin embargo, son los que gobiernan, y lo seguirán haciendo si no hacemos algo por evitarlo. Pero, desde luego, sería bastante superfluo quitar a estos para poner a los otros, a su alter ego, los del PSOE. Ya hemos visto que ese tipo de alternancia es un juego falso e hipócrita.
En fin, perdon por repetirme… es hora de que pensemos en opciones nuevas. Que cada uno elija la que le de la gana pero, por favor, no sigamos votando a los mismos 🙂
antonio angel
Bendita catarsis Amalio.
No te has pasado, y el análisis es bien lúcido, que no por sabido, resulta repetitivo, sino al contrario, enérgico y brillante.
No me preocupa el orden de los factores pues no altera el producto.
No me sorprende tu declaración, y me encanta por una cosa sobre otras: tod@s los que nos dedicamos a actividades de emprendimiento, educativas, “sociales” , creadoras, y demás adjetivos, en realidad estamos “haciendo política”, porque deseamos y nos movemos, en cambiar un estado de cosas, un sistema en el que no creemos, y creo que cada día, debemos levantar más la voz y aprovechar siempre que el Segura pasa por Murcia (aunque no lleve agua) para lanzar mensajes, quejíos y denuncias y movilizar más conciencias, talentos e inteligencias.
“Los políticos toman decisiones sobre temas cuyas consecuencias no les afectan”
No esperemos nada de esa clase política, nada van a hacer por nosotros. Hagamos, Hagamos como si no existieran.
“Creamos en la utopía, porque la realidad es increíble” Aristóteles.
Amalio Rey
Hola, Antonio:
Pues nada, es simplemente un resumen. Sin ninguna otra aspiración. Creo que es lo que mucha gente piensa. Sólo lo he puesto en negro sobre blanco.
Crear consciencia política es esencial. Ya lo decía en un comentario anterior.
Un saludo, y gracias por pasarte 🙂
Mike Chapel
Aunque coincido en la música no así en la letra. Ordenas una serie de causas pero no comparto su priorización.
El punto 5 es causa y origen de todos los demás. Si no se votara de forma irresponsable, no pasarían tantas cosas negativas. No somos maduros, somos infantiles. No nos responsabilizamos de nuestros errores, de nuestras decisiones. Cuando sale el PP y lo hace mal, no conocerás a nadie que lo haya votado. O cuando el PSOE ídem.
Cuando se aprieta en el sistema educativo para subir el nivel de los alumnos, inmediatamente un grupo de padres se quejan, viene la inspección y llama al orden a los profesores. Los ignorantes controlando el mundo.
Y como la masa es ignorante, a la hora de votar tenemos lo que nos merecemos.
Amalio Rey
Hola, Mike:
En el post no hay una “priorización” de las causas. Aunque enumere los puntos, mi intención no era plantearlos en orden de prioridad, como tú interpretas. De hecho, no digo en ningún sitio del post que eso sea así. Les puse un número por si (como tú), alguien quiere refererirse a alguno en particular en los comentarios.
No creo que el punto-5 sea la única “causa y origen” de todo lo demás. Estoy de acuerdo con que una de las soluciones empezaría por ahí, pero el problemon que tenemos es bastante más complejo que eso (que ya de por sí lo es).
Tenemos unas élites cínicas, mal educadas y abusonas, pero con mucha experiencia (y eficacia) en manipular procesos y controlar los hilos. Juegan con ventaja porque el poder económico-mediático está en sus manos, y eso les permite reforzar el bucle e impedir que el talento sustituya a la mediocridad. Tenemos buena parte de la culpa, estoy de acuerdo, pero no soy tan rotundo como tú, porque creo que el sistema está diseñado para hacernos más ignorantes. Es un círculo vicioso que no resulta fácil romper. A los hechos me remito.
No creo que “la masa sea ignorante”. Hay un talento y sabiduría latentes, que hay que reflotar. Es un desafío de agregación, de visibilización.
Por cierto, lo que tenemos es bastante peor de lo que nos merecemos, y eso demuestra que algo falla. Es el sistema!!!
Mike Chapel
Me había despistado los números, pensando en que era orden de importancia.
Te veo optimista 😉 coincido como decía en aspectos, pero he vivido épocas en las que el voto del ciudadano valía más que el de ahora, no sólo por los cambios sociales que conllevaban, sino por el valor ético que tenía implícito. Ahora los partidos son oligarquías donde siguen mandando los mismos que hace 30 años. No puedes criticar (sí puedes claro) al lobo por ser y comportarse como lobo. El capital unido a políticas ultra liberales lo llevan en su naturaleza. La cuestión es que la carta de corsario se la hemos firmado los ciudadanos, esos mismos que votan a partidos con políticos corruptos en sus listas. Me quejo de que me roben pero lo vuelvo a votar. Así no hay cambio si no lo es de valores éticos. Lo decía José Aumente hace 30 años. Y en este tiempo, los militantes de los partidos buscando su pesebre, han facilitado el enroque de los de siempre esperando que se cayera de la mesa algún carguito (yo lo he visto).
Tenemos aún tiempo para amplificar una llave desbloqueadora de esta pescadilla: reforma13
Es lo que me da esperanza para que los ciudadanos controlemos los resultados. http://Www.reforma13.es
Gracias por tu reflexión y tu respuesta 😉
Amalio Rey
Mike:
El voto del ciudadano sigue valiendo lo mismo. Es un tema puramente estadístico. Pero si lo medimos en términos de consecuencias, de capacidad de impacto, me atrevería a decirte que hoy (digo hoy, con las alternativas nuevas que asoman la cabeza con fuerza), la opción electoral es determinante, puede influir en una transformación significativa.
Las opciones que nos quedan son simplemente dos: 1) Desobediencia civil anti-sistema (de ser posible, sin violencia), 2) Echarlos del poder a través de las urnas. Yo prefiero, desde luego, la segunda. Básicamente por los costes y porque me parece el método más cívico y constructivo. Pero para eso se necesita consciencia y sentido de la responsabilidad. Hay que entender que si el ciudadano no hace política, entonces la van a hacer los oportunistas. Política es todo, desde el colegio de nuestros hijos hasta el derecho a disfrutar de la naturaleza.
Al lobo hay que criticarlo por comportarse como lobo, hay que desenmascararlo, un día sí y otro tambien, porque sabe ir de oveja, es hábil engañando. Esto es una guerra, y ganará quien más aguante, el que sea más constante 🙁
Interesante la “reforma 13”. La estoy mirando, es un buen resumen. Gracias por el enlace
Irene Martínez
Me encanta Amalio! Derecho a pataleta hasta el fin 😉 aunque me quedo con “confiar en las alternativas, apostar por lo nuevo y darle una oportunidad”.
Amalio Rey
Gracias, Irene. Muy de acuerdo con la mirada positiva, a pesar del título del post 🙂 Se están dando situaciones que invitan a la esperanza, desde luego