Pinceladas con Pierre Lévy y su metalenguaje IEML (post-452)
Interesante entrevista la que realiza Sandra Álvaro, del CCCBAB, al filósofo y sociólogo tunecino Pierre Lévy. Llegué tarde a ella porque es de marzo de 2014 pero conserva toda su vigencia, y puedes leerla aquí: “IEML: Proyecto para un nuevo humanismo”.
Confieso que, para mi gusto, Lévy tiende a usar una jerga tan barroca y recursiva que a menudo me supera. Siempre me ha costado terminar sus libros, incluso sus artículos, y hace tiempo que no me atrevo a iniciar uno nuevo. Pero este intelectual afincado en Ottawa es, sin dudas, un visionario, alguien que tiene mucho que decir sobre Humanismo Digital, y por supuesto, uno de los padres de la Inteligencia Colectiva como disciplina.
Le había perdido un poco la pista desde que, como comenta la entrevistadora, se sumergió en ese “proyecto magno” (en el que lleva casi 20 años) de la creación del IEML, un metalenguaje que busca amplificar la inteligencia colectiva mediante el uso de lógicas algorítmicas que permitan incorporar la dimensión semántica en los procesos computables y el big data.
Pierre Levy define el IEML (Information Economy Meta Language) como una nueva herramienta para la conversión sistemática de los datos en conocimiento que sirva para enriquecer la memoria digital participativa común de la humanidad. Me cuesta comprender un propósito tan colosal, pues Levy se enrolla en la entrevista de un modo que otra vez me desborda. Pero intentando entender mejor su proyecto, después de consultar otras fuentes sobre el tema, es algo así como desarrollar un lenguaje estándar basado en metadatos que sirva para codificar y describir el significado semántico (o sea, la interpretación de signos lingüísticos como símbolos, palabras o expresiones) de lo que hacemos en Internet de un modo que sea más fácil conectarlo todo y desvelar relaciones profundas entre distintos formatos y categorías de expresión. Dicho en otras palabras sería como un “esperanto de la interoperabilidad digital”, que permita conectar todo el “ecosistema de ideas”. Esta herramienta conseguiría traducir las lenguas naturales y la ontología (clasificación de conceptos) a un lenguaje más cercano al matemático que entienden las máquinas, y así “incorporar una dimensión más humana” al análisis y explotación de datos masivos.
No sé si lo he entendido bien pero, más allá del IEML, me he fijado en otras ideas de la entrevista a Lévy que me han parecido interesantes, y que traigo a este post. Una de ellas es su afirmación de que se va a producir en el futuro una “democratización en el procesamiento del big data”. Según él, va a haber una nueva “revolución”, porque con el fuerte desarrollo que está teniendo la computación social en Internet, el análisis, transformación y explotación de datos masivos va a dejar de ser un monopolio de grandes gobiernos, laboratorios científicos y compañías; y se va a poder realizar también por actores pequeños y de forma descentralizada.
Lévy se queja, con razón, de que “el problema de la super-vigilancia es que actualmente la transparencia no es simétrica”, o sea, la gente es transparente para los grandes gobiernos y las grandes compañías, pero éstos no lo son para la gente. Opina, en su usual línea tecno-utópica, que el nuevo metalenguaje IEML va a ser capaz de introducir mucha simetría en esa transparencia, algo que a mí me parece bastante complicado.
Habla Lévy también de la necesidad de desarrollar el pensamiento crítico. Me gusta como lo explica, así que me limito a citarlo:
“Todo aquello que encontramos en Internet es la expresión de puntos de vista particulares, no es ni neutral ni objetivo, sino la manifestación de subjetividades activas. ¿De dónde procede el dinero? ¿De dónde surgen las ideas? ¿Cuál es el ambiente pragmático del autor? Cuanto mejor conocemos la respuesta a estas preguntas más transparente es la fuente y mayor puede ser nuestra confianza. La noción de hacer transparente el origen de la información es muy cercana a la mentalidad científica. El conocimiento científico debe responder a preguntas como ¿de dónde proceden los datos?, ¿cómo surge la teoría?, ¿de dónde vienen subvenciones? La transparencia es la nueva objetividad”
Lo de reivindicar la”mentalidad científica” me parece esencial, y ya hablamos de eso aquí: “¿Qué podemos aprender de los científicos“. La frase subrayada, con que Levy termina su argumento, coincide con esa idea de David Weinberger que reseñamos en un post anterior de que “dado que la objetividad es imposible, y ha perdido credibilidad; su sustituta más realista es la transparencia”.
Nota: La imagen del post pertenece al album de CPFL Cultura en Flickr
Julen Iturbe-Ormaetxe
Pues una idea bien interesante la de la asimetría en la transparencia. Me la apunto 🙂
Amalio Rey
Desde luego, Julen