Trilogía sobre Inteligencia Colectiva (post-458)
Si visitas con frecuencia esta casa, es posible que sepas que tengo otro blog en el que escribo solo de Inteligencia Colectiva. Ahí comparto ideas y descubrimientos que van apareciendo en el sinuoso camino que decidí tomar de escribir un libro sobre el tema. Además de la versión en español, tengo también una en inglés que aunque sufre un cierto desfase temporal en las traducciones, intento actualizar siempre que puedo, que ya es bastante 🙂
Como expliqué en mi post anterior, llevo toda esta semana en California para asistir a la 2015 Collective Intelligence Conference que se ha celebrado en Santa Clara, así que he estado publicando varios posts en mi otro blog sobre los contenidos que me han parecido más interesantes. Por concentrar en un mismo sitio todo lo que voy publicando, te presento aquí las tres primeras entradas que he escrito esta semana en mi blog de Inteligencia Colectiva, y de paso te invito a que te pases por ahí si te apetece informarte más de algunos de estos temas:
1) “¿Por qué le llaman Inteligencia Colectiva si es Crowdsourcing?”
Inteligencia Colectiva (IC) y Crowdsourcing (CS) son dos términos cada vez más utilizados, pero que a menudo se confunden. Hay iniciativas de CS que no son de IC, y viceversa. Incluso en esta Conferencia he visto a muchos expertos mezclando ambos conceptos, así que me ha parecido importante aclarar sus diferencias. Para explicarlo mejor, me he aprovechado del ejemplo de InnoCentive, un caso de CS que (por mucho que lo repitan los gurús y las revistas de Management) no debería ser considerado de Inteligencia Colectiva (ir al post).
2) “De los MOOC a los MOOR vía Crowdsourcing”
Ya sabemos que la investigación es un proceso complejo, que funciona habitualmente en grupos relativamente pequeños, porque los costes de coordinación se disparan cuando el equipo crece mucho. Por otra parte, suele ser complicado atribuir la autoría de un paper a multitud de participantes. Pues bien, esas limitaciones van en camino de resolverse, y empiezan a barajarse soluciones para poder abrir y escalar los procesos de investigación a grupos mucho más grandes de que los actuales. Es ahí donde entran los llamados MOORs (“Massive Open Online Research”), que son una adaptación al ámbito de la investigación de los MOOCs, o “Cursos Online Masivos Abiertos”, del tipo de los que ofrecen plataformas tan conocidas como Coursera o Udacity, entre otras (ir al post).
3) “Memes, rumores e ingenuidad colectiva”
Es una buena noticia que haya gente que se dedique a estudiar cómo los fenómenos de la DESinformación masiva afectan la calidad de la atención. Las Redes Sociales pueden ayudar a la Inteligencia Colectiva, pero también parecen fomentar una cierta “ingenuidad colectiva” (“Collective credulity”) del tipo “Si-lo-dice-Internet-debe-ser-cierto”, porque curiosamente las personas no reaccionamos a los rumores con sano escepticismo. En esta entrada reseño las ideas más interesantes que se expusieron por un panel de cuatro expertos en “memes y rumores”, y cómo se propagan las ideas socialmente. También el riesgo que existe de no contrastar las “teorías conspirativas” que pululan libremente por Internet (ir al post).
Pues nada, ahí te dejo las tres primeras entradas que publiqué. Ya voy por seis (una por día), así que prepárate para la siguiente entrega del seriado. Se agradece feedback en forma de comentarios, ya sea aquí o en mi otro blog. Gracias por seguirme 🙂
Nota: La imagen del post pertenece al album de Coba en Flickr