Paradoja de la #MarcaPersonal: A más marca, menos personal (post-473)

Antonio Ortiz, con su siempre apasionante recopilatorio semanal de enlaces #CausasyAzares (recomiendo seguirlo), me ha puesto en la pista esta mañana de este artículo de Ann Friedman, columnista de la revista Nueva York: “Me Inc. The paradoxical, pressure-filled quest to build a “personal brand”, publicado en New Republic. Recomiendo leer el original, porque consigue transmitir de un modo sencillo y sin aspavientos, con más argumentos que este post, lo que yo vengo pensando hace tiempo de la Marca Personal.
He dicho muchas veces (y con todos los respetos) que no me siento cómodo con el concepto de “Marca Personal”. Prefiero hablar de “identidad” y ya está. Allá por julio de 2011 escribí un post en esta casa: “Lo que somos y lo que contamos en las redes”, en el que reconocía que uno de los conflictos más difíciles de resolver en este mundillo es dónde poner la frontera entre el “yo-persona-humano” y el “yo-marca-producto”. Dije entonces que me da miedo ese juego casi inconsciente de equiparar personas con productos, porque te pones a construir una cosa pringosa que se llame “Marca Personal”, y corres el riesgo de ver aquello como un constructo que tiene vida propia, y que terminará sometiéndote. Hoy, más viejo (y tal vez) más sabio, estoy aún más convencido del riesgo que eso tiene, porque las marcas por definición son hambrientas y ambiciosas. Se lo devoran todo 🙁
Antes de que la comunidad profesional de #PersonalBranding se me tire al cuello, me gustaría advertir que no tengo nada contra aquellos que usan el palabro “Marca Personal” como mero constructo pedagógico para ayudar a la gente a transmitir mejor (y ganarse la vida con) una identidad auténtica que emana de fortalezas genuinas. El nombre no me gusta nada, insisto, pero si el contenido es bueno, estoy dispuesto a ser menos tiquismiquis.
La contribución de estos profesionales, “los buenos”, la valoro positivamente si: 1) ayudan a las personas a descubrir sus potencialidades, lo que más les gusta hacer y hacen (realmente) mejor, 2) les orientan para que esas virtudes se transmitan de un modo eficiente y coherente. Esa labor, desde luego, puede ser de utilidad para mucha gente. Con eso no se hace daño a nadie, pero siempre que se gestione desde una perspectiva sistémica, de satisfacción personal, y no como un mero artefacto de marketing.
Volviendo al estupendo artículo de Ann Friedman, voy a enlazar mi argumento anterior con lo que esta periodista cuenta a partir de su propia experiencia. Ella quería “auditar” la marca ME™, y entonces se puso en contacto con profesionales que se dedican a este campo para explorar el enfoque y ver qué propuestas le hacían. De ahí salió esta interesante reflexión, que voy a resumir y rehacer, muy a mi manera (sin desvirtuar lo que dice la autora), en varios puntos:
- La gente está cada vez más preocupada por crearse intencionadamente una reputación (…) En el mejor de los casos, una marca mantiene enfocado en un mundo de opciones ilimitadas [esto es cierto, válido y útil]. Sin embargo, es otra fuente de presión profesional.
- Lo que me dijeron estos profesionales me llegó al corazón de mi conflicto existencial sobre el proceso de la Marca Personal. Yo no creo que sea posible hacer un llamamiento a todo el mundo y seguir siendo auténtica, y mucho menos única. Mi yo más verdadero no utiliza «impactar» como verbo. Un defecto central en la idea de Marca Personal es este: ¿Cómo se puede ser realmente «auténtica» si te ves obligada a censurarte a ti misma por el bien de la identidad de marca?
- Las empresas se están apuntando a esta tendencia, y empiezan a financiar servicios de profesionales de Marca Personal para valorizar a sus empleados más destacados [esto, opino yo, no está pasando tanto todavía en España]. Eso es así porque se han dado cuenta que las-personas-hacen-negocios-con-otras-personas, así que tener empleados muy conocidos será bueno para vender más.
- Es ridículo pensar que, incluso en la época del acceso generalizado a los medios de comunicación social, todo el mundo tiene la libertad y el tiempo para destacar con una marca. Eso, en realidad, es un lujo reservado para los privilegiados, porque en un mundo tan competitivo, con tantas voces peleándose por destacar, tener un blog y una cuenta de Twitter, publicar en Facebook e Instagram, y optimizar el sitio web personal y el perfil de Linkedin para explicar lo que nos hace únicos, es insuficiente para distinguirse del resto de las personas, porque los demás también están haciendo todas estas cosas [y añado yo, tanta obsesión por seguir este espiral competitivo de lucha por la atención, siempre mediada por poderosos algoritmos, puede hacer que termines quemado/a]
- He aprendido una lección importante sobre las marcas: No confunda «ser auténtico» con «sin esfuerzo« [esto me parece importante, porque hoy en día ser auténticos es casi más duro, y difícil, que no serlo: ¡¡hay que currárselo!!]
- Yo no quiero vivir en un mundo en el que todos deben resumir y dar a conocer su trabajo con el fin de conseguir un gran éxito profesional. Creo que los periodistas en Alaska deben tener sueldos dignos y empleos seguros sólo porque reportan bien las noticias, y no porque tengan una gran cantidad de seguidores en Twitter o un sitio web llamativo.
- Ni siquiera puedo decirte lo que mi marca personal es, exactamente. Sólo estoy persiguiendo cosas que me interesan, o publicando temas que los editores se acercan a pedirme. No vas a ver ninguna estrategia detrás de mi proyección como profesional. ¿Qué quiero ser conocida por…? Uf, no estoy muy segura. La mayoría de la gente está tan confundida acerca de sí misma, como lo estoy yo.
- Hay algo inherentemente falso acerca de tener una identidad cuidadosamente construida. Cuanto más tiempo me paso definiendo mi marca personal, más artificial me siento hablando de mi misma. La paradoja es evidente: a más pensamos en nosotros como “marcas”, menos “personal” se vuelve todo. En lugar de mi verdadero yo, con todas sus peculiaridades y defectos, obtengo un pulido You™, la versión que se comercializa en el mundo.
Por terminar, estoy de acuerdo con Ann Friedman cuando dice que le parece mal ensalzar las virtudes de la Marca Personal sin, por lo menos, reconocer esa desconexión y sus consecuencias.
Nota: La imagen del post pertenece al album de Stefano Principato en Flickr
Raulito
Yo creo que es más importante la marca, estoy totalmente deacuerdo con la paradoja
Gloria Sandoz
Hola Amalio.
Comento que, para llegar a conocer este blog y es, mi primera intervención en él, escribí en el buscador de Google: «qué pasa si no quiero tener una marca personal». (una curiosidad)
El debate generado me entusiasma y decido participar. Determino dejar mi rastro en este blog y mi creencia servirá para fortalecer mi marca, a mi ser, a esa identidad con piernas.
Para mi, el significado de «marca» en marca personal, va asociado al rastro o huella que la identidad personal, impregna en los demás. Entiendo, que no te guste y discrepes, pero debo advertirte que tu trabajo de autor es la materialización por ende, » producto» y/o «marca». Todo lo que tu haces, es el reflejo de tu propia identidad incluyo también a tu esencia.
Por eso yo tampoco estoy de acuerdo y comparto, la afirmación de David Soler.
Una marca y/o producto que es correctamente trabajada obtiene su recompensa.
¿No es acaso gratificante, conocer cual es tu misión y propósito en la vida? Seas quien seas.
La estrategia “personal” (el cómo; a través de, una apuesta, compromiso, con sus protocolo ) sirve para dar fluidez, todo lo contrario de ser un corsé.
La causa; la imagen que transmites, las palabras que compartes, el modo y tono como lo dices, el mensaje que declaras, el horario, la frecuencia… dejan rastro de tu ser en los demás, y construyen ( son parte) de tu reputación ( conciente o inconciente) es «buscada» y también es “atribuida”. (entras en juicio de valor ) ( te vinculas con otros).
El trabajo que hace el personal grander, justamente se dirige al ser de la persona.
Entra en juego: Análisis, recursos, descontextualización, decodificación, contextualización, codificación, branding, y social media y el mkt digital. ( Autoconocimiento – estrategia – visibilidad )
La estrategia que tanto “despotricas” te permite dejar de sufrir por la presión que pueden generarte el no saber que responder o escribir en las redes sociales. (se puede elegir entre participar y no participar pero creo, que las tecnologías son parte del nuevo paradigma)
Lo que llamas, “cortarollo, mecanismo de coordinación” que hacen las empresas” a la marca – producto, yo lo llamo, planificación, trabajar con disciplina y un método.
Todo esto que te cuento, es curioso, provoca en mi expansión, creatividad, y libertad. ( gracias!)
Entiendo la «paradoja» del artículo. He visto también cual es tu estrategia.
Depende como dice David, de lo que buscas, la dirección, velocidad…
En breve este comentario estará en mi blog.
Amalio Rey
Hola, Gloria:
Te agradezco que pases por aqui y dejes comentarios tan interesantes, que paso a comentar:
1) «marca personal va asociado al rastro o huella que la identidad personal, impregna en los demás» => OK, aunque no me gusta el nombre de «marca», puedo entender eso y me parece bien. Pero ese «rastro o huella» es algo que no quiero controlar. Ahí es donde está la diferencia. Serán los demás los que interpreten y categoricen qué rastro dejo. Me parece muy pero muy pretencioso creer que yo puedo controlar y dirigir eso 🙂
2) «La estrategia “personal” (el cómo; a través de, una apuesta, compromiso, con sus protocolos) sirve para dar fluidez, todo lo contrario de ser un corsé» => Eso en parte puede ser verdad, en teoría suena bien, pero muchas veces no es así en absoluto, y se convierte en un corsé. Es difícil negar eso, Gloria. Personalmente pienso que los humanos «fluimos» de verdad de otra forma. Y permiteme insistir, como dije en el articulo, que estoy a favor de centrarse en cosas, de elegir opciones, pero no hay intención de «marca» en eso.
3) «La estrategia que tanto “despotricas” te permite dejar de sufrir por la presión que pueden generarte el no saber que responder o escribir en las redes sociales» => No siento ningun estres por eso. En realidad, sufro presión cuando no puedo elegir algo que me gusta porque hay un guión preconcebido que me indica no hacerlo. Soy un hombre, que expresa lo que siente, incluso sus preferencias políticas. No me corto de contestar siempre que me apetece porque precisamente, no tengo ninguna «marca» que cuidar.
4) No entiendo esto: «He visto también cual es tu estrategia» 🙁
un saludo
Amalio
Gloria Sandoz
Hola Amalio!
Gracias por responder! Lo hice desde el corazón. La autenticidad sobre todo.
1.Lo que intenté explicar es que aunque no lo controles tu rastro existe, tu intervención ya es. Todo Comunica y lo sabes.
Esta conversación que has generado ya es tu producto y ahora también es parte de mi.
Te pregunto: Cuando escribes lo haces por ti? o lo haces para los demás?
No controlas “TODO” pero tienes anhelos para que las cosas sucedan de acuerdo a alguna expectativa. Y si obras bien, esperas que te lo reconozcan como tal.
Nos debemos a los demás.
( Qué piensas?)
2.Estrategia personal.
La estrategia empieza cuando decides apostar por algo. Esa razón moviliza y te lleva a que lo desarrolles.
Antes de armar tu blog tomaste la decisión, tuviste una corazonada y lo has hecho, verdad? tu blog, las categorías del blog, lo que escribes demuestras «te dejas fluir e influyes» Trabajas en redes sociales y tu autenticidad se nota.
La planificación se va dando de forma natural, pero en algún momento tuvo que haber un mapa mental. Entiendo que no siempre la planificación salga como se estructura, por eso los planes son flexibles.
El problema se presenta cuando no tienes una camino.
Hay personas que no saben que dirección seguir, ni como desarrollar sus proyectos, eso no quiere decir que no tengan intención de hacerlo. Otras están encaminadas pero pueden sentir miedo, o desconocen aspectos de lo digital.
El personal brander, no busca hacer » una marca comercial» o hacer más famoso por que sí a alguien. No.
Lo que intenta es ayudar a construir y gestionar junto con la persona ese proyecto personal.
3.No se si es 100% honesto, todos mantenemos un limite.
4.Aquí me venció el inconsciente, ya que no tendría que haberlo escrito. Para mi el decidir “ expresar lo que sientes” es una estrategia dirigida a lograr un mundo más honesto y sin manipulación.
Buen finde!
Amalio Rey
Gloria:
Te respondo:
1) Escribo porque quiero expresar algo que pienso, compartirlo con los demás. También, efectivamente, porque quiero que me escuchen, porque a veces hacerlo puede contribuir a cambiar pequeños razonamientos en otros, pero tengo muy bajas expectativas con eso. Sin embargo, sí que me interesa encontrar mi voz, y terminar un post satisfecho porque la he encontrado (esa es mi «expectativa»). No pasa por mi cabeza seguir una estrategia para «dejar huella». Me suena rarísimo, incómodo, proponerme eso, porque es algo que depende de los demás y casi nunca funciona. A más «huella» busques dejar de forma deliberada, más estres y menos natural vas a ser.
2) Gloria, más de lo mismo. No estoy en contra de tener una «estrategia» personal en lo referido a concentrar energías en cosas que uno descubre que le gustan, y le llenan mucho. Es pura Ley de Pareto (80/20), pero si fluyo de forma natural, entonces no «planifico». Son atributos contrapuestos. Por cierto, no es grave «no tener un camino» predeterminado. Hay vida más allá de eso. Yo no tengo un «mapa mental» para escribir en este blog. Si revisas mis entradas en el apartado de «archivo/categorías» verás que no hay ningun orden. Me dejo llevar. Claro, podrías decirme que si hubiera guardado un orden, hubiera tenido una estrategia de «personal branding», quizás tuviera un impacto mayor, más influencia. Es posible, pero también disfrutaría menos escribiendo aquí y hubiera cerrado este blog hace tiempo, como le ha pasado a tantos blogueros que tiraron la toalla por seguir una estrategia que los encorsetaba 🙂 Sigo resistiendome a relacionar el término «marca» con la busqueda de armonía interior. Siento que hay muchos eufemismos y retórica profesional en ese argumento. No me encaja, lo siento.
3) Nadie es 100% honesto. Yo, desde luego, muy lejos de eso. Solo que como he visto que me siento bien siendolo, intento aumentar siempre ese porcentaje. Es puro egoismo, por salud mental 🙂
4) jjj… no caigamos en pensamiento circular. Si te sientes mas tranquila creyendo que todos seguimos una estrategia deliberada, pues oye, apuntame en el club; pero ya te dije que no siempre soy honesto, ni tan bueno 🙂
Gracias por la reflexión. Buen finde, que ya se termina…
StaminaMarketing
Hola Amalio, una artículo muy interesante, sin duda hay que evitar que tu «marca personal» acabe manejando los hilos de tu vida, para que el producto que presentas en redes sociales sea el que tu quieres que sea, pero sin ser uno mismo.
Yo me encaminaría más por el uso de la «marca personal» como algo más genuino, es decir, no someterme al producto que quiero vender, el producto soy YO, con mis ventajas y desventajas, de cara a otros profesionales.
Me ha encantado el artículo y como ha dicho otro compañero, es para leerlo más de una vez.
Un saludo Amalio.
Amalio Rey
Hola, Stamina:
Si la marca eres tú, entonces dejate ser 🙂 Si alguien ve en tí una marca, muy bien, no hay problema con eso. El problema lo veo cuando uno quiere convertirse y comunicar una determinada marca, una imagen que responde a una estrategia.
Gracias!!!
Juanjo Brizuela
Me interesa mucho el tema no sólo porque trata el tema de la marca personal sino porque también para mí se acerca mucho a reconsiderar el mundo de la marca, en general.
Porque creo que ya vale eso de éxito, competitividad, pelear x el uno, y rodas esas cosas. Hay mucho más cosas como el porqué y el cómo. Y eso, es más de identidad como bien dices que no como marca, entendida de forma parcial como si fuera puro y exclusivo marketing.
Me lo guardo porque merece más de una lectura.
X cierto, muy de acuerdo, de nuevo, Amalio.
Abrazotes
Amalio Rey
Hola, Juanjo. Sip, sé que te interesa el tema. Ya lo hemos hablado. Mi elección de palabro para las personas es «identidad», y no «marca». Lo tengo muy claro.
abrazotes
Amalio Rey
Acabo de descubrir, gracias a Pedro Luis Valero, un post del bueno de Raul Hernandez sobre la #marcapersonal, con el que tambien me identifico mucho, e incide en la misma idea («Olvidate de la marca personal, deja que se vea la persona»). Te recomiendo leerlo aqui: http://blog.raulhernandezgonzalez.com/2015/10/olvidate-marca-personal-muestra-persona/
Marta Dominguez
También soy seguidora de Antonio Ruíz. Pero el post que rescatas se me había pasado (estoy desbordada de links que marco como «interesantes»). La «imagen» (ahora llamada «marca personal») siempre se ha usado comercialmente o para conseguir algo. No soy del gremio de creadores de marca. Solo tengo en mente esta frase que un día oí: «la reputación es eso que dicen de nosotros cuando salimos de la habitación».
Personalmente me gusta ocuparme de lo que proyecto. La marca que dejo es cosa de los demás. Con mis opiniones, con aquello en lo que me creo experta. Otros proyectan con la ropa que se ponen, pero vestir con personalidad definida no es arte que mejor domino.
Cuando me entra el estrés sobre qué dejar en el armario, intento recordar que los profesionales que más sigo son precisamente aquellos que se muestran a través de sus incongruencias, sus gustos o situaciones personales, o en actos menos formales. El epítome de todo esto sería, por ejemplo, Richard Branson.
Amalio Rey
Hola, Marta:
Yo funciono como comentas: me ocupo de las cosas, que con eso ya tengo bastante, y dejo la marca a los demás.Si alguien quiere «atribuirme» una marca, pues vale… pero no la «busco». Por otra parte, me produce rechazo la idea de perfeccionar mi proyección para conseguir una imagen más pulida; del mismo modo que me parece falso aprovechar esas incongruencias en una estrategia de marca. A estas alturas, Marta, tengo serias dudas de si Richard Branson no usa todo eso que hace como parte de una estrategia de «Marca Personal». Los «actos (aparentemente) menos formales» pueden articularse muy bien dentro de lógicas calculadas 🙂
Alfonso Vázquez
Post interesante y comentarios igualmente sugerentes, Amalio, gracias. Sin embargo, en todos estos debates sobre palabros de moda creo que se pierden de vista los contextos en los que se producen. O, dicho de otra manera, no creo que la «marca personal» sea buena o mala, por lo que la discusión en esos términos me parece irrelevante; creo que hay que analizar a qué responde su actualidad, cuáles son los temas de fondo. Muchas veces los árboles no nos dejan ver el bosque…
Bueno, como un parcial y modesto aporte al debate, te dejo un reciente artículo mío que, aunque de soslayo, trata el tema.
http://www.hobest.es/blog/2015/09/08/el-desorden-del-eros
Amalio Rey
Alfonso:
Los contextos son importantes siempre, pero no creo que tanto como para hacer irrelevante el debate sobre la terminología y los conceptos que utilizamos. Yo sí creo que el palabro «Marca Personal» merece una reflexión porque es un reflejo de la creciente mercantilización de nuestras vidas. Vale, si quieres hablamos del Capitalismo, de su naturaleza subyacente y de más cosas. Pero mientras tanto, no está mal revisar cómo llamamos las cosas y por qué copiamos miméticamente ciertas modas.
Lo que comentas en tu post sobre el Narcisismo, de que «La sociedad neoliberal necesita poner en valor (de cambio) la propia vida promoviendo la competitividad en todos los aspectos», es parte de esta historia 🙂
Belén Claver
Hola Amalio,
Gracias por escribir este artículo y poner de relieve muchos conceptos y destapar alguna que otra miseria de las que pueblan el mundo de la «marca personal».
Quizá el foco está más en «parecer que…» que en meramente «ser» como bien apuntas, la autenticidad, la divergencia y la capacidad crítica son conceptos frecuentes. Es evidente que en algunos caso se ha abocado a lanzar a hacer ruido a todo profesional que quiera ser algo en la vida. Mientras muchos buenos profesionales trabajan, aportan, innovan sin tanta alharaca y parafernalia.
El otro punto que abordas es el éxito y qué entendemos por el. Entenderlo en función de tu reconocimiento social o profesional es peligroso, el éxito es distinto para cada uno de nosotros, igualar sus parámetros para todos, nos idiotiza.
Lo dicho, gracias por aportar un tema tan interesante.
Amalio Rey
Hola, Belen:
Si decides «Ser» y no «Parecer» (dos verbos en tensión constante), mandas a tomar por saco algo (por definición pringoso) que se llame «marca personal».
Por supuesto que detrás de este debate está lo que cada uno define como «éxito», otra palabra que se las trae y que deberíamos desterrar de nuestro vocabulario. Siempre prefiero hablar de «satisfacción personal». El «éxito» me la trae al pairo, con perdón. Yo lo que quiero es sentirme bien conmigo mismo, ser todo lo feliz que pueda, y eso tiene poco que ver con lo que esta sociedad llama «éxito».
Un saludo…
David Soler
Lo siento, como siempre depende. No estoy de acuerdo con la conclusión «Marca Personal=Menos auténtico» porque no puede generalizarse. Obviamente mucha gente se autocensura en nombre de tener una marca inmaculada porque debe encontrar trabajo o progresar pero ya me dirás cuanto te autocensuras tu, que también tienes marca personal te guste o no, o el mismo Keith Richard.
Y la segunda cosa que quiero discutir es que yo sí creo que la marca personal es importante en muchos casos y que bien gestionada te ayuda al «éxito» profesional o a alcanzar tus objetivos. Pero no disponer de ella no hace que todo te vaya mal. Es solo una cuestión de elección y de cuan competido esté tu «mercado». Como en todo en los negocios, vamos.
Dicho todo esto, me parece un post muy interesante. Mucho.
Amalio Rey
David:
El debate no está en si uno tiene algo parecido a una «Marca Personal» a los ojos de los demás, si con eso quieres decir tener una identidad o imagen algo definida, bien por tu especialización, o bien por tu modo especial de hacer las cosas. No es eso lo que me cuestiono, sino la intención deliberada de construirse esa imagen siguiendo una estrategia que significa, como tal, un corsé.
De verdad, David, estoy convencido que la imagen y la reputación de uno siempre es «ATRIBUIDA», y no «BUSCADA». Matizo, se puede «buscar» con una estrategia, y eso al final puede (o no) ser efectivo (muchas veces no lo es), pero esa intención consciente y calculada de construirte un You™, entraña muchas trampas para la libertad creativa y la fluidez personal. Y además, con tanto esfuerzo por adaptarte a un molde, se te ve el plumero 🙂
Ya que hablas de mi, te lo juro, creo que me haría mal tomarme en serio lo de la «marca personal». No me interesa en absoluto creerme eso porque me quitaría frescura y espontaneidad en lo que hago.
Por otra parte, y esto es lo importante, las personas somos mucho más complejas que un producto o una empresa. Tenemos más derecho a la variabilidad. Los humanos somos así, y no estoy descubriendo nada nuevo.
OJO, yo defiendo que los profesionales busquen la especialización, que delimiten un «espacio de creación», pero de ahí a trabajarse de forma calculada una imagen (como se hace con los productos), me parece que es no es bueno a la larga para la salud mental 🙂
Juanra
Muy interesante, Amalio. La verdad es que el problema es que si «Marca personal=YO» entonces sí es cierto lo que comentas, que tengo que autorregularme, censurarme, manipularme. Otra cosa sería que «Mi marca» y YO nos mantuviéramos separados (como un actor, cantante, etc.). Estaría «Mi marca», como producto, y «YO», como persona. Lo que pasa es que es muy muy muy difícil mantener la línea de separación…
Amalio Rey
De acuerdo, Juanra. Pero ahi tenemos dos problemas:
1) el que has dicho, que mantener la linea divisoria es realmente complicado (aunque, reconozco, se puede, a pesar de la presión de las #rss)
2) la «marca profesional», el «producto», es un constructo bastante limitador, muy «corta-rollo». Que las empresas lo hagan, lo entiendo, deben hacerlo porque es un mecanismo de coordinación, pero creo que eso es empobrecedor para las personas: ¿cómo quiero que me reconozcan como profesional? bueno, está bien hacerse esa pregunta, pero te juro que por mucho que me la hago, prefiero la libertad de creación y dejarme llevar por la curiosidad. Al final, encuentras esa «identidad», ya sea por el modo que haces las cosas, o por la pasión que pones en unos temas más que otros.
Creo que las personas lo que tienen que hacer es escucharse, conocerse, y dejar que eso fluya. Los corsets me ponen nervioso, y estoy seguro que a mucha gente también.
Juanra
Totalmente de acuerdo. Desde luego, en mi caso, elijo ser yo. Cierto es que no necesito vivir de mi «marca personal», pero me gusta más la idea de ser yo, y que tal y como soy encaje en lo que alguien busca y no crear artificialmente una imagen que me va a ser difícil mantener.
Seoyred
A mi forma de ver, la marca personal debería ser una consecuencia de un trabajo bien construido con una estrategia concreta, aunque no siempre se acierte y haya que ir variandola, y no un objetivo como tal. La reputación llegará sola. Realmente todos somos una marca, solo que no todas las marcas son relevantes y es dificil parecer lo que no eres. Al fin y al cabo «para que te tomen por una persona limpia, debes ir siempre limpio».