Una semana en THNK Ámsterdam (post-490)
THNK es una escuela difícil de definir. No cabe en las clasificaciones que conocemos. Como sugiere su nombre completo: “THNK School of Creative Leadership”, se dedica a formar líderes con unos atributos específicos, y a los que llama “creativos”. La escuela fue creada en 2010 y tiene su sede principal en el centro de Ámsterdam, a la que se añaden filiales en Vancouver y Lisboa.
Mi relación con esta escuela viene por recomendación de Juan Claudio Pagés, un amigo y estupendo profesional con el que estoy colaborando modestamente en el lanzamiento de la nueva sede de THNK en la isla de Aruba, que estará orientada sobre todo a profesionales latinoamericanos. Juan Claudio se puso en contacto conmigo a través de este blog y estuvimos reflexionando durante un tiempo sobre el proyecto, su orientación y las oportunidades de hacer cosas juntos. La cosa fructificó y entonces me invitaron a participar una semana como observador en uno de los módulos que imparte THNK en Ámsterdam para su programa de “liderazgo creativo”.
El programa en el que yo participé consiste en una serie de 4 módulos presenciales, de una semana completa cada uno, que se convocan en un período de 6 meses. Es muy intensivo, porque las 4 semanas que se pasan en Ámsterdam están estructuradas en jornadas de lunes a domingo, casi sin descanso, que pueden llegar a las diez de la noche. La orientación es global y me consta que los participantes provienen de todo el mundo. Mi asistencia se limitó a la semana en que se impartió el módulo-3.
Ya he dicho en otras ocasiones que no me siento cómodo con los programas educativos que prometen “formar líderes” porque para mí, el liderazgo sano y constructivo no es buscado, sino atribuido. Pero OJO, a veces se me confunde cuando opino esto. No estoy diciendo que el liderazgo sea algo innecesario, porque sé que en cualquier proyecto siempre hay personas que empujan más que otras, que inspiran a las demás, y que pueden resultar determinantes para que algo salga adelante. Incluso acepto que esas personas tienen ciertos atributos que pueden ser trabajados, desarrollados; pero cimentar la educación en la promesa de “formar líderes” no me gusta porque tiende a generar efectos contraproducentes que sería muy largo de detallar aquí, ni es el objetivo del post.
Sinceramente no sé si las personas que pasan por THNK son líderes o lo serán. Ya se verá si el contexto en que trabajen y las circunstancias en que vivan, así como su actitud, llegan a activar de verdad ese talento. Nada de eso es algo que se pueda controlar desde una escuela. Lo que sí estoy seguro es que la formación que reciben allí les facultará para participar proactivamente en proyectos de innovación con cierto calado. Veo a THNK como una excelente “escuela para innovadores” que aboga por un modelo de desarrollo de competencias holístico y humanista que me gusta mucho más que el“Silicon Valley way”.
Voy a contar en este post mi experiencia de esa semana en THNK Ámsterdam. Intentaré ser neutral y objetivo, aunque reconozco que no es fácil cuando a uno lo invitan a un sitio como ese de forma gratuita y lo tratan súper bien, como así ha sido. Estas son opiniones personales, y por tanto subjetivas y sesgadas. Al haber participado en un solo módulo, mi lectura será seguramente incompleta.
P2P Learning: Los organizadores del programa insisten en que “los participantes no son estudiantes siguiendo un curso” y que su modelo es “anti-clases”. Me ha gustado constatar que el conocimiento en las sesiones de THNK se construye colectivamente. El aprendizaje se basa mucho más en lo que aprenden unos de otros, que en el conocimiento que trasmite el ponente. De hecho, los participantes escriben poco en sus libretas; mucho menos de lo que yo estoy acostumbrado a ver en mis cursos. Interpreto que están más en el aquí-y-ahora, más concentrados en captar el valor del flujo de la conversación que en llevarse cosas para estudiar después. Esa forma de estar, y de aprender, de vivir el presente, me ha parecido muy saludable y novedosa.
Tres tipos de actividades formativas: El programa en el campus consta de 3 tipos de actividades: 1) FORUM: Diálogos con líderes creativos globales y expertos que son invitados a conversar con los participantes (no son clases, sino conversaciones en formato súper ágil de preguntas/respuestas), 2) CHALLENGE: Aprendizaje de metodologías y herramientas que se aplican en un proyecto para resolver un desafío de innovación, 3) QUEST: Coaching individual y por equipos para trabajar distintos atributos del “liderazgo creativo”.
Aprendizaje indirecto a través de la experimentación y la observación: Si quieren explicar los ecosistemas, llevan a la gente a que visite un Acuario y estudie cómo funcionan los arrecifes. Toman nota de lo que ven, y toda la reflexión se basa después en extraer conclusiones de la experiencia de la naturaleza. Para entender cómo interactúan los grupos, en lugar de poner un PPT, se experimenta primero con un ejercicio de movimiento grupal para observar cómo emergen líderes y cuáles son los patrones de interacción que afloran. La idea de base es que de la experimentación se extrae el conocimiento siguiendo una dinámica de “aprendizaje indirecto”, o sea, los participantes descubren primero, por su cuenta, las características del objeto estudiado, en lugar de darles por adelantado un concepto cerrado; y después el facilitador ayuda a ordenar esos inputs en una definición más clara, que sale de la reflexión colectiva, de compartir las observaciones de todo el grupo.
Design Thinking + Enfoque introspectivo: El programa está muy inspirado en lógicas de Design Thinking (DT) que calan todo el proceso, pero al que se le añade una capa de autoconocimiento y de desarrollo personal que es muy interesante. El DT aporta enfoque de usuario, que yo llamaría “Sensing OUT”, mientras que la capa de desarrollo personal añade “enfoque introspectivo”, o sea, “Sensing IN”. Este enfoque introspectivo se inspira en la creencia de que el cambio debe ocurrir primero a nivel personal antes de que pueda aplicarse con éxito en los demás. En mi opinión, el Sensing IN es uno de los puntos más diferenciadores del modelo de THNK respecto de enfoques formativos alternativos que conozco.
Coaching 360 grados: Al entrar en el programa, cada participante rellena una encuesta de 360 grados sobre el modelo de liderazgo creativo que usa THNK, y entonces se traza un itinerario personalizado para ayudar a cada participante a trabajar las fortalezas y debilidades identificadas en ese diagnóstico, que se ponen a prueba además en el desarrollo de los “challenges” o proyectos de innovación. El lugar que ocupa el “coaching” en el programa es importante. A cada participante le asignan un coach profesional que le acompaña en el proceso y le ayuda a potenciar habilidades a través de la identificación y el aprovechamiento de sus talentos únicos, su pasión y propósito.
“Slow cook” vs “Pressure Cooker” (Olla de cocción lenta vs. Olla de presión): Me encanta este enfoque deliberado que sigue THNK de ralentizar el proceso de conceptualización e incubación de los proyectos para poder pensar/hacer mejor. Esta forma de trabajar de THNK, que se percibe en las sesiones, aporta un chorro de cautela y sensatez dentro de esta locura de precipitación del paradigma “lean startopero”. OJO, valoro muchísimo las metodologías ágiles tipo Lean, pero creo que necesitamos también más pausa para la reflexión. Está bien ser prácticos, pero necesitamos “prácticos reflexivos”, y THNK parece dar respuesta a esa necesidad.
Diseño del espacio físico: El ambiente es excelente, muy animado y de buen rollo. Los espacios están diseñados de un modo bastante coherente con la filosofía del modelo formativo. Todo diáfano, los jefes del programa ocupan mesas de co-working al alcance de todos, y comparten los mismos espacios con los participantes. Las reuniones de trabajo pueden producirse en cualquier sitio: en los pasillos, los sofás del salón principal o el comedor. Donde hay una oportunidad, allí se habla. He dejado en mi album de Flick algunas fotos que saqué durante mi estancia en THNK, para que te hagas una idea del sitio y del ambiente tan animado que había, por si quieres echarle un vistazo.
Metodología/Estructura: Creo que es muy importante que cualquier formación de larga duración siga un molde coherente, porque así es más fácil de asimilar y no se olvida. El programa de THNK sigue a rajatablas una metodología formativa que tiene mucha investigación detrás. Todo lo que se hace en las sesiones se enmarca dentro de un modelo de “liderazgo creativo” que tiene unos atributos muy definidos, y de un flujo de gestión de la innovación que es estándar (“THNK Creation Flow”) y que se asocia a un THNK Toolkit o colección de herramientas perfectamente ordenadas.
Scale-up (escalado): La conceptualización que ha hecho THNK en torno al diseño para la escalabilidad (“Scaling frames”) me parece de las cosas más interesantes de la escuela. Aunque esto no se trabajó tanto en el módulo-3 en el que yo participé, porque no era su sitio, he podido leer muchos materiales y veo que el desafío del escalado siempre está presente, lo que me parece una buena manera de diseñar proyectos con impacto.
Pensamiento crítico que trascienda el paradigma empresarial: La variable socio-política, o sea, esa que tiene que ver con el juego de poder en todas sus manifestaciones, no parece estar integrada con naturalidad en el modelo de THNK. Algunos participantes creen, incluso, que se evita. Para mí el modelo de “Triple Resultado” no es suficiente porque es un relato de naturaleza corporativa. No se “cambia el mundo” sin integrar en la reflexión y en la acción la omnipresente variable política. Creo que hay que reflejar de un modo más explícito la dimensión política en los canvas y herramientas que se usan para co-diseñar proyectos transformadores de alto impacto. Si queremos un enfoque más humanista, hay que abrir el zoom para capturar “the big picture”, y liberarse de los complejos que tienen las escuelas de negocios a la hora de discutir con franqueza el delicado asunto del poder. Por otra parte, evitar la política sería, en cualquier caso, adoptar también una postura política.
La calidad es excelente pero la formación que oferta THNK no es barata. Los precios de matrícula funcionan como una barrera a la entrada para la mayoría de las personas. Por ejemplo, su programa estrella, el de “Creative Leadership”, cuesta 15, 22 o 35 mil euros según si eres un emprendedor social, uno empresarial, o un empleado corporativo. Yo creo, sinceramente, que ofrecen un valor alto si se compara con otros que conozco. El ratio “value for money” de THNK es de los mejores en su categoría pero sigue siendo una formación para las élites. Por eso pienso que uno de los mayores retos que tiene THNK, como proyecto educativo, es evitar el sesgo elitista y habilitar modelos de acceso más inclusivos. La diversidad geográfica, cultural y de talentos está bien conseguida, pero la diversidad más relevante suele ser la de poder adquisitivo (así lo pienso). Está bien y es estimulante reunir en un mismo grupo a gente de India, Venezuela, Holanda y Sudáfrica, que además trabaja en sectores distintos, porque aporta un entorno cultural y profesional diverso. Pero si todos provienen de la élite, si todos pertenecen a sectores acomodados, entonces la diversidad es relativa, y los participantes se estarán perdiendo una dimensión de la diversidad que es importante para poder aterrizar en las grandes desafíos sociales que plantea la humanidad. Para que “cambiar el mundo” sea una aspiración honesta y realista, y no un mero eslogan publicitario, hay que acercar la formación de calidad a los sectores con menos ingresos, que es de donde salen habitualmente los innovadores más atrevidos porque tienen menos que perder.
Antes de terminar, quiero agradecer a Juan Claudio y al equipo de THNK por abrirme las puertas, sin reservas, para conocer la escuela. La experiencia me encantó y recomiendo el programa a los que puedan pagárselo. Si quieres acceder a más información sobre THNK, hazlo aquí. Si vives en Latinoamérica, estate al tanto de la apertura de la sede en Aruba, donde se impartirán programas formativos generalistas, pero también especializados sobre todo en los sectores de Turismo y de Energías Renovables.
Amalio Rey
Hola, Laura:
Aqui tienes los tres articulos de THNK que explican su enfoque del escalado. Te van a dar muchas pistas:
1) http://www.thnk.org/insights/getting-innovation-to-scale-emergence-part-1-of-3/
2) http://www.thnk.org/insights/getting-innovation-to-scale-networks-part-2-of-3/
3) http://www.thnk.org/insights/getting-innovation-to-scale-waves-part-3-of-3/
Se leen en ese orden.
Debajo de cada articulo tienes una lista de “frames” para cada uno de los tres ejes.
Espero que te sirvan…
un saludo
Laura
Hola Amalio:
Gracias por compartir estas reflexiones. Son tremendamente útiles!
¿Puedes recomendarme algo de material (a ser posible en castellano) sobre sus metodologías de Scaling frames?
Sobretodo me interesa el tema de como desarrollar exitosamente la transición en ese proceso de innovación, no solo a nivel producto o desarrollo de negocio, también a nivel organizativo y cultura de empresa.
El tema tiene chicha…
Gracias!!
Andrez Paz
Hola apreciado Amaliio.
En esta oportunidad me quedo con este pensamiento:
“Hay que acercar la formación de calidad a los sectores con menos ingresos, que es de donde salen habitualmente los innovadores más atrevidos porque tienen menos que perder.”
Ese me parece un ejemplo claro de democratizacion del conocimiento. ¿De que otra forma se pueden reducir las desigualdades sociales?
Muchas gracias por este aporte y por seguirme enseñando a ser un pensador.
Un abrazo.
Amalio Rey
Gracias, Andrez. La democratización del conocimiento no es una opción, es un derecho
Mario Morales
Hola Amalio. Me encantó tu reseña sobre THNK. He tenido desde hace tiempo mucha curiosidad de esta escuela y la he seguido por un tiempo gracias también a Juan Claudio Pagés. Es muy valioso que personas como tú se tome el tiempo de compartir en detalle experiencias como esta. Me llamó´poderosamente la atención la mezcla que hacen entre metodología (Design Thinking) y Liderazgo, ya que por algún tiempo he estado reflexionando de que al final la innovación inicia por las personas y si no hay un proceso de introspección y cambio, es más difícil que se dé la innovación. Estoy de acuerdo que el modelo de THNK es costoso, pero me imagino que debe valer la pena. El testimonio de Juan Claudio Pagés es muy interesante y el salió fascinado de ahí.
Me encantó la crítica que haces a las metodologías ágiles, y el contraste que haces con la necesidad de reflexionar. Me aporta mucho valor lo crítico que eres con todo y siempre me pone a pensar de no aceptar estas herramientas ciegamente solo porque están de moda.
Amalio Rey
Hola, Mario: Un gusto verte por aqui comentando. Te había prometido escribir de esto. Sé que sigues de lejos este proyecto educativo. Juan Claudio ha sido el inductor y se lo agradezco. Prescribe bien el colega 🙂
La combinación de Design Thinking y habilidades de liderazgo funciona bien y es acertada, sobre todo cuando entra la lógica de “Sensing IN”.
Me encantan las metodologías ágiles, que conste, porque nos están salvando de muchísima burocracia que detesto. Pero somos muy de pasar al otro lado del péndulo, y me temo que nos vuelvan demasiado superficiales. Creo que, como dije en el post, necesitamos más pausa para la reflexión, incluso entre ciclos de prototipado. Un abrazo
Guillermo Solano
Amalio:
A mi también me preocupaba un tanto el tema de la superficialidad que pueda introducir el tema del agilismo cuando se aplica a los esfuerzos de innovación. Sin embargo, ahora que hemos estado trabajando de cerca con quienes se toman en serio esto de las metodologías Ágiles, he disipado esas preocupaciones. Realmente esta gente se enfoca en la generación de valor real, de manera que, si se aplica bien, no queda espacio para lo puramente superficial. De todas maneras la eliminación de burocracia justifica el riesgo. Esa burocracia que no solo disminuye la ventaja de salir antes, incrementa costos y demás consecuencias evidentes, sino que mina el entusiasmo del innovador, que en muchos casos es el ingrediente más valioso del proceso.
Un abrazo
Amalio Rey
De acuerdo, Guillermo. Eso es como en todo. Siempre hay gente que sabe encontrar el equilibrio a las cosas. Es cierto que las Metodologías Ágiles bien aplicadas lo que buscan es la “generación de valor real”, lo que pasa es que eso se termina enlatando y simplificando. Por otra parte, no se puede negar que algo que se llame “ágil” siempre produce la tentación de acelerar los procesos en detrimento de la reflexión. Hay que estar atentos a esa posibilidad.
Un abrazo