Mientras capeo el bochorno veraniego a la espera de la lenta llegada de mis vacaciones, hoy quiero escribir sobre algo que me produce mucha satisfacción. No se factura a nadie, ni lo encarga ningún cliente, pero es de las cosas que (humildemente) me parecen...
Filtrar los tuits sólo por el prestigio, categoría, tendencia, simpatía o reciprocidad del autor o autora termina por castigar la relevancia de los contenidos que se prescriben. Si un enlace es de calidad y tiene mucho interés, merecería ser RT con independencia del ruido positivo/negativo de su firma.
Me complace anunciar el estreno de mi nuevo blog. Lo que empezó siendo un mero intento de cirugía estética superficial, ha terminado en reforma general. Y ya que me he puesto con el contenedor, también adelanto novedades en los contenidos. Espero que el resultado os guste