Sesgos de prescripción y marquismo en Twitter (post-280)

Ya conté en una docena de hábitos tuiteros que soy de los que se toman en serio lo que retuitean (RT). No los “tuits sociales”, esos que meneamos de cachondeo para seguir el rollo a un amigo; sino los “tuits-de-conocimiento” que enlazan a contenidos con sustancia.
No sé si os pasa a vosotros, pero me he visto a veces aplicando esta lógica de tres pasos antes de decidirme a RT algo que signifique recomendar un material por Twitter:
- CALIDAD: ¿Es tan bueno el enlace para que merezca ser recomendado? ¿Inteligente, informado, bien escrito, certero, novedoso, aporta valor?
- AUTOR(A): ¿Quién es el autor o autora? ¿es un capullo o es buena gente?, ¿es de mi quinta, me sigue y retuitea a menudo… o pasa de mí? ¿qué pensará el autor o autora si le retuiteo?
- TEMA/TESIS: ¿La tesis que propone es demasiado polémica? ¿puede molestar a alguien? ¿me expone mucho posicionarme con un RT?
Claro, el proceso mental que seguimos no es tan secuencial, ni robótico como éste, pero en general creo que se aproxima bastante a lo que pasa por la mente de los que filtran y recomiendan contenidos adoptando el principio de “prescripción prudente”, un término que me apropio de la medicina porque pienso que ayudaría a mitigar nuestra sobrecarga informativa.
Sabiendo, entonces, que puede ser una tendencia natural plantearme esas dudas, me hice hace tiempo el sano propósito de ir suprimiendo cada vez más las dos últimas preguntas, para que mi decisión de RT solo se base en la primera.
El segundo bloque es el más inquietante. Filtrar los tuits sólo por el prestigio, categoría, tendencia, simpatía o reciprocidad del autor o autora termina por castigar la relevancia de los contenidos que se prescriben. En unos casos (gurús o amiguitos) sobre-recomendamos contenidos de dudosa calidad, y en otros (sin-marca o sospechosos) dejamos de compartir ideas y argumentos que pudieran ser enriquecedores.
Y lo que para mí es más engañoso: genera una especie de círculo vicioso que consiste en hacer-más-gurú-al-gurú = “followers y RTs miméticos traen más followers y RTs”, y menos visible al que aporta buenas ideas pero le falta marca, o no dispone de una generosa red de amigos que le intercambie favores sociales (lo que, como sabéis, yo llamo en plan-guasa “cross-retuiting-agreements”).
En términos prácticos lo que hago es esto: Si un tuitero o tuitera que me parece un cargante distribuidor-de-obviedades (los hay con 4 y 5 dígitos de followers que reparten Kg. de autoayuda cada día) tiene un día de lucidez y nos regala un enlace inteligente, seguro que lo RT. Lo mismo al revés: las firmas brillantes de Gurulandia difunden también muchas tonterías, bien porque están en su momento-no-lúcido, bien porque no son tan brillantes como sugieren sus estadísticas, o bien (esto es importante) por intereses que desconocemos; así que no voy a retuitearles cuando lo que cuentan no vale un pimiento por mucho nombre que tengan.
Como era de esperar, mi sistema de filtrado también cojea de algunos sesgos. No voy a hacerme aquí el inmaculado. La calidad que prescribo no es pura, ni pretende serlo. Es condición humana querer ayudar a los amigos, y servidor es una personita más. Pero… intento vigilar esto, cuestionarme la tentación de recomendar un post solo porque es de un amigo, o mi resistencia a hacerlo con determinado/a autor/a si la idea es buena. De ese modo desvelo mis prejuicios, los pongo a prueba para ampliar mis horizontes, y doy posibilidades a argumentos (y nombres) que en principio parecen no comulgar bien con mis esquemas.
El [no] marquismo en las redes sociales es un tema recurrente en este blog, y seguiré dando el callo con eso. Insisto, la fuente no debería ser tan determinante porque si un enlace es de calidad y tiene mucho interés, merecería ser RT con independencia del ruido positivo/negativo de su firma. Hacer esto me parece un síntoma de madurez y criterio propio pero, como siempre, eres libre de RT lo que te dé la gana. Faltaba más…
PD/ La imagen es de carloshoyos.es
Jesus M
Me encanta como lo planteas, Amalio.
Das valor a la herramienta.
Amalio
Gracias, Jesús. Es mi opinión y nada más. Pero insisto, que cada cual RT lo que le dé la gana.
Paz Domínguez Ara
Muy interesante el debate.
Yo, como José Manuel me he parado muchas veces antes de hacer un RT: les parecerá interesante, quedaré mal, pareceré frívola porque leo el “Hola”, o porque me gusta cocinar, pensarán que retuiteo a un “famoso” para apuntarme al carro…
Ahora tan solo retuiteo o twiteo lo que me parece interesante a mi, más allá de quién sea la persona a quién retuiteo o la información que aporto. Nunca sabes lo que puede parecer interesante para unos o para otros y como soy una punky con canas me da igual lo que piensen de mi 🙂
Lo que si me molesta tremendamente es ver como si te hace un RT alguien “famoso”, te llueven los seguidores y los RT. El resto de tu trabajo y tus otros “días” no les interesan. A éstos retuiteadores #qlsden pero si dicen algo interesante…pués RT
Un abrazo a tod@s. Una buena conversa de domingo con un frío de aupa en la sierra 😉
Amalio
Maripau (jjj, de acuerdo con Nacho que es el nombre tuyo que más mola):
Exactamente, es lo que quería explicar en el post, y después en los comentarios. No quiero meter tanto ruido en mi filtro, creo que es mucho más simple medir el valor de la idea en sí misma.
¿qué pensará la gente sobre lo que yo tuiteo? pues mira, cada vez me preocupa menos eso. Además, creo que se me nota.
Es así como lo cuentas, nunca sabes lo que puede parecer interesante para los demás hasta que no lo publicas. Me he llevado muchos sustos en mi blog con eso.
Por cierto, lo de que te RT mucha gente después que lo hace “un famoso” se explica sobre todo por razones meramente estadísticas. Si te RT un tío/a con 9 mil followers, tu mensaje llega a más gente (porque su TL tiene muchos lectores), y eso aumenta la probabilidad de que se dispare el número de RT del RT. Por eso, precisamente, algunos tuiteros obsesionados con las estadísticas dan un trato tan ridículamente mimoso a los que tienen muchos followers (el mismo que daría una empresa que vende, a un canal de distribución con una alta penetración en el mercado). Así de sencillo, y así de triste 🙁
Jose Manuel
Hola Amalio, entiendo la preocupación por la calidad, creo que es importante saber que RT ya que indica si te has preocupado o no de comprobar la información que transmites.
Soy neófito en Twitter, estoy e la fase de no saber como funciona o mejor dicho que utilidad tiene, la verdad que muchos de los comentarios que leo o veo me parecen banales y no encuentro la utilidad para RT.
La verdad, es que me paro muchas veces y no se que twittear, por que pienso si es útil lo que voy a decir o es una tonteria más de las que normalmente se ven.
Este es un dilema que hay que sobre pasar, y como muy bien dices llena de contenidos de calidad, no es lo mismo la cantidad (aunque algunos así lo crean) que la calidad.
Es interesante el debate que planteas, a mi por ejemplo me sirve para perseverar en intentar Twittear o RT contenidos de calidad.
Amalio
Estimado Jose Manuel:
Si, me importa mucho la calidad, pero temo parecer fundamentalista con esto. Entiendo que se trata de una categoría algo subjetiva, aunque no tanto como se afirma en algunos sitios: ¿se puede decir que algo es “objetivamente bueno” o “malo”? vaya, es un tema del que podríamos hablar largamente. Yo pienso que (casi) si 🙂
Compartes una pregunta que me parece muy interesante: “me paro muchas veces y no sé que twittear, porque pienso si es útil lo que voy a decir…”. Esto conecta en cierta medida con la matización de Jose Miguel. Yo pienso que el mejor (y casi único) criterio para filtrar es el de uno mismo: Si a uno le parece que es un artículo interesante, pues ala… a RT. ¿cómo vas a saber si a los otros les será de calidad si a ti no te lo parece? En definitiva, si a ti te ha gustado el artículo y te parece de calidad, no entres en dilemas sobre qué puede pensar la gente, porque eso nunca se sabe. Insisto, Twitter tiene una fuerte carga identitaria, nos expresa como personas (en esto un rasgo a tener en cuenta es cómo filtramos), y es eso precisamente lo que a mi me gustaría defender. Desde el mismo momento que mezclamos esto con otros intereses, o intentamos engordar estadísticas con el “todo-vale”, esta herramienta irá perdiendo la gracia que tiene. Y algo de esto ya está pasando.
José Miguel Bolívar
Hola Amalio. Yo pondero los tres criterios que comentas porque creo que hay que considerarlos los tres.
La calidad es un requisito esencial, pero no creo que deba ser el único. De hecho yo no tengo en cuenta únicamente mi baremo de calidad sino también lo que creo que mis followers pueden considerar de calidad
El autor también tiene su peso. Entiendo que el valor social tiene que aparecer por algún lado en esta historia. Si una persona tiene miles de followers imagino que no será por tuitear basura constantemente…
El tercer criterio también me parece importante. El contenido puede ser de gran calidad pero si las formas o la temática pueden resultar ofensivas, no lo tuiteo. Twitter es un bar. Las temáticas más delicadas se tratan en casa (blog), para que sólo participe/las lea el que quiere hacerlo de forma intencionada.
Al margen de lo dicho, me parecen muy interesantes estos debates que planteas. Hay mucho RT automático de contenidos que no se leen y mucho “bot” que retuitea automáticamente a ciertos autores y creo que eso va contra la calidad y el espíritu de twitter.
Abrazo
Amalio
JM, muy interesante tus matices, como siempre. Creo que este tema da para mucho.
De acuerdo con que al final se meten los tres criterios en la coctelera que dispara el RT, pero es un tema de ponderación, de dónde pones el acento, el factor más determinante.
Dices algo que me ha puesto a pensar: “yo no tengo en cuenta únicamente mi baremo de calidad sino también lo que creo que mis followers pueden considerar de calidad”. Ains, a esto habría que darle varias sentadas en la próxima Sushiada, colega. No sé, no sé… ¿en qué podemos basarnos para considerar que un enlace/contenido tiene calidad para nuestros followers cuando a uno no le parece de calidad? ¿cómo separar ambos juicios? ¿no se supone que Twitter es un canal que se caracteriza, precisamente, por expresar una identidad, personal e intransferible, del que tuitea?
En cuanto al “valor social” del que tuitea medido por el número de followers, pienso que es otro mito en redes sociales que vamos a tener que revisar. Soy rotundo en esto, lo siento: el número de followers NO debe influir en la decisión de RT a alguien. No entiendo qué aporta eso a la conversación: ¿y por qué no juzgamos la idea por sí misma, y nada más? ¿las ideas no tienen valor por sí mismas? Y eso por no entrar en el debate de si hay tuiteros-de-cuatro-dígitos con una calidad que ni te cuento.
Cuando incluía el tercer criterio, no quería decir que hubiera que ignorarlo, porque ahí lo que influyen son unos límites. Es como un filtro, un código deontológico. Cada uno se pone el que quiera, y habrá temas hirientes en los que coincidimos la mayoría. Pero hay muchos otros que son polémicos (no hirientes), que implican un posicionamiento, donde no me apetece irme al centro insípido para coincidir con más gente. Las temáticas delicadas pueden aflorar perfectamente en Twitter porque eso alimenta a los blogs, y viceversa. Es un canal más de conversación. Ahí también se pone en evidencia nuestra identidad, y yo soy partidario de enseñar mis cartas, porque creo que esta sociedad sería mucho más sana si las ideas se ventilaran a cara descubierta.
Desde luego, JM, esta reflexión es interesante. Tiene muchos matices. Mil gracias por añadir los tuyos, que siempre nos hacen pensar…
Un abrazo 🙂
Isabel
“Twitter es un bar”. Coincido en la percepción. Y el bar tiene sus momentos, ¿verdad?
Comparto el razonamiento del post y los matices aportados en los comentarios. Comentaba hace un tiempo en esta casa que yo soy adicta al lector de feeds, va mas con mi ritmo de silencios y reflexiones. Suelo separar el tiempo de lectura del de paseo por twitter (y a veces el tiempo es muy escaso) lo cual también reconozco que a menudo me hace estar un poco fuera de la tendencia. Pero eso es lo bueno, ¿no?, cada cual elige. A mi un criterio que me aporta es que la persona tenga un blog y lo que cuenta en él. Enfrentarse a la soledad de la pantalla mientras elaboras tus reflexiones y luego compartirlo es como dar un paso al frente. Me gusta la conversación, por eso me gustan los blogs.
Un abrazo!
Amalio
Isabel: Sinceramente, para mi Twitter es un espacio de conversación multipropósitos. Quiero decir, a veces es un bar con el espíritu lúdico y relajado que asociamos a irse de copas o de cafelitos, a veces es un foro de reflexión en versión breviario (y complementario a los blogs, porque yo he visto debates muy interesantes aquí en formato telegrama) y, a veces, una suerte de bibliotecario/a sabio/a con muy buen gusto y criterio que te ayuda a filtrar contenidos (en la medida que sepas elegir bien tus prescriptores). Es todo eso Twitter, y más. El texto de este post se centra más en la tercera utilidad, a la que yo le doy mucha importancia: Twitter como herramienta de prescripción y fuente de reputación profesional. Las dos anteriores tienen sus propias dinámicas.
Isabel, lo que comentas de los Feeds es muy interesante. Creo que es una vía que te permite ser más autónoma, porque eres tú la que elige sin influencias lo que lee. Pero te confieso que a mí los lectores de feeds me generaban angustia, porque nunca he sabido gestionarlos bien. Así que al final he optado por un camino más fácil, que es seguir a determinadas personas como mis prescriptores por Twitter.
Lo de los blogs es un criterio muy práctico. Todos mis “prescriptores” por Twitter tienen muy buenos blogs. Escribir ayuda a afinar la capacidad de elegir, y los blogs son una fuente de credibilidad para quien prescribe.
¡¡un abrazo!!
Isabel
Tardé un poco en incorporarme a twitter, supongo que precisamente por ese ritmo vertiginoso, pero por supuesto que la capacidad de prescripción es uno de los principales criterios. Y también me doy paseos-relax cuando necesito un paréntesis y disfruto con las agradables tertulias domingueras. Pero sé que en el reader no se me escapa nada. De hecho a veces coger la lectura seguida de un blog, aunque tenga varios acumulados me sirve para establecer mejor las conexiones de lectura. Por eso también a veces comento “a destiempo”. Bienvenida la conversación 🙂
Amalio
Isabel: A mí me pasó lo mismo, me incorporé bastante tarde. El ritmo vertiginoso de Twitter es lo que menos me atrae. No me gustan las cosas tan “líquidas”. Pero lo que valoro mucho de Twitter, y creo que voy a cansar de tanto repetirlo, es su potencial de prescripción. A mí me facilita mucho las cosas. Y ya ni te digo si utilizas “listas”, donde clasificas ahí a tus “prescriptores” por temas según interés. Eso yo todavía no lo estoy haciendo, pero estoy a puntito, porque he ido aumentando el número de “seguidos” por encima de lo “manejable”, o sea, por encima del número que realmente soy capaz de “seguir”.
Sip, en el Reader no se te escapa nada, estoy de acuerdo que es lo más fiable, para el que tenga la disciplina y la paciencia. Ains, Isabel, yo no la tengo 🙁