Vuelta a la India con Slumdog Millonaire- 1ª parte (post-55)
Slumdog Millonaire me ha devuelto de un porrazo a la India.
Vista la película, lo primero que he hecho es rescatar de prisa esos fotogramas grabados en la retina durante mi accidentado viaje de Octubre, y que iban a perderse en los laberintos de mi memoria.
Así que pensé ¡¡La India bien que se merece más post!! y entonces me puse manos a la obra, pues se me habían quedado en el tintero muchas historias por contar.
De inmediato recuperé unos apuntes perdidos en mi ordenador, que había titulado “Retazos de India“, y los mezclé con las nuevas reflexiones que me inspiró la película Slumdog Millonaire.
El golpe de gracia lo ha dado un estupendo artículo que encontré en la web Cine y Letras, escrito por Emilio C. García Fernández, que cuenta con lujo de detalles los entresijos de la filmación de la película, las vivencias de su Director Danny Boile con su equipo de producción, y la experiencia humana que significó para ellos grabar en los suburbios de Bombay.
Por cierto, te recomiendo que leas esa gozada de artículo porque ayuda a entender la película y disfrutarla más, si cabe.
Pues nada, me ha salido un post híbrido que combina mis vivencias del viaje con los comentarios del equipo de producción de la película y algunas reflexiones 2.0 que no podían faltar en este foro para innovadores.
Bombay es, por razones que explicó en mis post de noviembre, una asignatura pendiente. Se me escapó de las manos por un accidente del destino, que nadie sabe si pudo ser definitivo. Y otra vez se me cruza en el camino con este filme, ¿será el destino? como sugiere repetidas veces la película.
Estoy seguro que mis compañeros de aquel viaje sienten algo parecido porque es demasiada casualidad que una película rodada íntegramente en Bombay aspire seriamente a llevarse varias estatuillas de los Oscar, y se convierta en un fenómeno mundial, solo tres meses después de que nos quedáramos a las puertas de esa ciudad coincidiendo con los ataques terroristas.
No sé qué tiene la India que atrapa tanto. Es algo intangible y difícil de captar incluso por una cámara fotográfica.
De todos los viajes que he hecho, ha sido de allí donde probablemente me he traído las peores fotos, y si todavía lo dudas, te invito a que visites mi Flickr.
Sin embargo, allí se respira algo, una naturalidad contagiosa que engancha. Insisto, es totalmente intangible. Se trata de un país loco y vibrante. Caótico y a la vez sereno. Fresco y al mismo tiempo sabio.
Se mezclan tradición y modernidad pues conviven formas de negocio muy tradicionales con culturas empresariales totalmente internacionalizadas. En cualquier caso, las creencias y tradiciones de la india tienen una importancia vital a la hora de emprender nuevos negocios
Os cito un comentario que hacen los realizadores de Slumdog Millonaire sobre las enormes sorpresas que depara este país y las disparidades que te puedes encontrar:
“Cuando Boyle (el Director) llegó por primera vez a Bombay, la mezcla de pobreza extrema y el asombroso avance tecnológico del país le fascinó. Según Boyle: “Había estado anteriormente en barrios de chabolas en otros lugares del mundo, como Kibera (Kenia), pero aquello era como… aquel olor que notas al principio de todo… esa mezcla increíble de nuestros excrementos (de todos nosotros) y luego el aroma del azafrán. Es esa combinación de dulzura y amargura a la vez”, explica. “Lo más extraordinario de India es que está entre las seis u ocho primeras potencias nucleares. Tienen armas nucleares. Pero por otro lado, no tienen lavabos públicos”.
La gente que conocí era espléndida. De sonrisa amable, serena y optimista, a pesar de todos los problemas que tienen. Pero aviso para occidentales creídos: los indios parecen simples pero no lo son en absoluto.
Allí importan, y mucho, las sutilezas. En los detalles se juega todo, y los giros del lenguaje que esconden sus dialectos son una prueba de complejidad.
Por ejemplo, nos contaban que en su idioma no hay un equivalente claro para las expresiones “hola”, “por favor” y “gracias”.
Echando mano de los estereotipos culturales, que algo de razón siempre tienen, otras características que convendría tener en cuenta al relacionarse con los indios son las que comentaré seguidamente.
Evitan en lo posible los enfrentamientos, así que por educación les cuesta decir que “no”, pero tampoco se comprometen con el “sí”. Esto es típico de las culturas asiáticas, y no sólo la india. Buscan a toda costa la armonía en las relaciones interpersonales, así que es difícil ver a un indio enfadado.
Otro rasgo interesante es que no harán una tarea bien si no están convencidos. Escuchar esto me sorprendió bastante porque yo me hacía la idea de que era gente muy obediente, incluso demasiado.
Pero me explicaron que a pesar de ser una cultura muy jerárquica, como a mí me lo parecía, la gente no obedece porque sí. Hay una enorme diferencia en el modo que hacen las cosas cuando están de acuerdo, a cuando es mero seguimiento de conveniencia.
Es posible que te digan que “sí”, para empatizar, pero que no lo hagan realmente. Y si es así, tendrás que investigar mucho por qué no lo han hecho.
Estos matices culturales me fascinan porque, en buena medida, invitan a reflexionar sobre lo nuestro.
Por ejemplo, en una de las charlas que tuvimos en Pune se habló sobre el conflicto que se produce entre creatividad y disciplina, y que tanto marca los derroteros de la innovación.
Según nos explicaron, para los indios queda claro que ambos términos están en conflicto. Para su cultura, la creatividad y la disciplina se llevan mal, y por eso piensan que los márgenes de creatividad que necesitan se conquistan a costa de la disciplina.
Me dio mucha gracia escuchar que “si los indios hacen una tarea dos veces, tienden siempre a hacerla de forma diferente“. Sufren trabajando en entornos demasiado normalizados, en los que se vean obligados a seguir procedimientos.
Esa creatividad tuvo su impacto en la producción de Slumdog Millonaire. El film sufrió muchos cambios durante su producción, como suele ocurrir en las innovaciones que se conciben y gestionan con espíritu abierto:
A veces puedes tomar buena nota de los comentarios que hacen las personas que no han formado parte directamente del proyecto. Se les proyecta la cinta, te comentan algo y es entonces cuando piensas ‘¡Vaya, es cierto! ¡No me había dado cuenta de eso!’ o ‘Ahí he rizado demasiado el rizo'”.
Esto tiene a las empresas europeas por el camino de la amargura, y no me extraña. En cualquier caso, me ha encantado escuchar esta elegía al caos creativo (y rebelión contra las normas) porque ya sabéis que estoy mucho más cerca de la creatividad que de la disciplina.
De todos modos, colegas de la consultora Indolink nos decían, con razón, que la fusión de “lo español” y “lo indio” produce un interesante equilibrio al combinar el dinamismo europeo con la serenidad y la armonía interior de la cultura india.
El cambio de mentalidad en parte de la sociedad india está siendo enorme, y eso se refleja con dureza en la película que vengo comentando en este post.
El impacto cultural de la explosión del software y de los BPO (subcontratación de servicios empresariales) es más notorio, incluso, que en las cifras macroeconómicas. La modernidad que esto ha traído, para bien y para mal, está agudizando las diferencias.
El offshoring de servicios ha creado, de hecho, una nueva clase social. Profesionales de empresas indias como WIPRO, Infosys, Genpact, Convergys, Mphasis, EXL Service, WNS y otros están en contacto diario con sus homólogos norteamericanos, viajan a menudo y están adquiriendo hábitos que poco tienen que ver con los tradicionales.
Por cierto, quedaron muchas preguntas abiertas, y una de ellas me causa especial curiosidad, y la comparto aquí por si alguno de vosotros tiene la respuesta.
Parece ser que los estados del Sur están mucho mejor gobernados que los del Norte, hay muchísima menos corrupción y prosperan más. He intentado saber las causas pero no tengo aún la respuesta, ¿la tienes tú?
Si quieres continuar el relato, visita el siguiente post.
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Excelente blog magnifico
Nuria
No sé que tiene la India que impacta tanto al que la visita. Yo hace más de diez años que fui y todavía puedo recordar los olores, sabores y sobre todo, el sonido de la India, la calidad humana de su gente.
He trabajado con India desde España y su profesionalidad, seriedad e instinto comercial hacen que esté convencida que pronto será una potencia económica mundial.
En mi opinión, la diferencia entre Norte y Sur es lógica, teniendo en cuenta que hablamos de un país que en si mismo es un subcontinente. Diferentes historias, idiomas, religiones, culturas e influencias externas crean diferentes formas de ser. Como si comparamos Suecia y España, vamos.
Yo también tengo Mumbai como asignatura pendiente, aunque en mi caso fueron los sijs los que nos impidieron llegar allí desde el Rajastan.
Amalio
Nuria:
Eso, eso, tiene algo. Los olores y los sabores se impregnan, pero sobre todo los olores, es impresionante. Es de las cosas que más recuerdo. Bueno, también el ruido, ese ininterrumpido sonar de las vocinas de los rickshaw, y la locura que se vive en la calle y que nada tiene que ver con la visión meditativa que uno se hace de un indio sentado en una esquina. Es una mezcla de muchas cosas, de tantas sensaciones.
Habrá que seguir de cerca ese intrigante país, su gente y el potencial que tiene para cambiar el mundo…
un saludo!!
Nuria
Es increíble que los Brahmanes puedan concentrarse en medio de ese estruendo!
Aww, entre tú y mi hermana, que acaba de volver de estar tres meses en Tamil Nadu, me están viniendo ganas de volver a la India!
Todavía tengo muchas entradas antiguas por leer, pero tienes muy buen blog.
Gracias y saludos
Amalio
Nuria: Seguro que es tu hermana la que te está liando, no me eches la culpa 🙂 Pero en fin, si te sirve de coartada para volver la mirada, y remover recuerdos, yo encantado.
Gracias…
Juan Andrés Cano
Hola Amalio,
He leído tu post sobre la película de slumdog, y tu blog hace varios meses. Al igual que a tí la historia de la india me intriga y no he podido ir. He estado leyendo el Sarí Rojo, que cuenta la historia de Indira Gandhi y me tiene muy apasionado. Un tercio de la población vive en India y parece ser un país que tiene versiones 0.1 a 2.0 en lo social, político y económico. Talvez serán una versión 2.4, en un beta muy defectuoso desde hace muchos años, en el tema religioso.
Se me ocurre que la diferencia entre el tipo de gobierno de sur y norte tiene que ver precisamente con su historia y con la manera como fue colonizada por los ingleses, a la vez con la influencia musulmana mayormente en el sur. Vamos a ver qué mas podemos encontrar.
Es cierto que no se puede encontrar información actual muy precisa sobre el tema.
Buen ejercicio el que has hecho comentando esta película, que para este momento ya se quedó con varias estatuillas.
Amalio
Juan Andres: La historia de la India intriga, sí señor. A mí me duró demasiado poco el viaje, así que intriga continua. Lo del Sur y el Norte sigue siendo una incognita a la que todavía no encuentro una respuesta completa, pero seguiremos averiguando,
un saludo!!