Creatividad e innovación educativa (post-80)
Este viernes estuve en Zaragoza, interviniendo en un evento europeo del proyecto e-Twinning, que organiza el Ministerio de Educación.
Era un encuentro entre unos 60 educadores de primaria y secundaria de España y Francia.
¿Qué hacía yo allí? Pues «hibridando« como me gusta decir. Los organizadores quisieron invitar a un ponente que no fuera del sector, para que aportara «una mirada fresca» (así me lo pidieron) sobre las oportunidades de innovación en los sistemas educativos. Acepté gustoso el reto pero, confieso, con no pocos temores.
Es el año europeo de la creatividad, así que tocaba hablar del asunto con mirada de outsider. Y como para mi, buena parte del itinerario creativo pasa por territorios 2.0, propuse una charla con el título «Creatividad 2.0: Innovación educativa que estimula la creatividad en tiempos de la Web Social«
La innovación educativa es un tema que me apasiona. Tiene un acento social muy cercano a mis sensibilidades, y las oportunidades para innovar ahí son infinitas. Además, se trata de un tema capital para cualquier sociedad que pretenda crecer sana y vital.
La charla me ha servido como coartada para profundizar en la temática, y leer varios materiales que tenía pendientes desde hace tiempo. Mientras más hurgo, más fascinante me parece, así que amenazo con la idea de escribir varios post más sobre innovación educativa.
Comencé mi ponencia en Zaragoza con este famoso esquema de Csikszentmihalyi, que ilustra muy bien, desde mi punto de vista, la sensación de buena parte del profesorado:
Así es, hay mucho profesor o educador que está aburrido o vegetando en las aulas por falta de estímulos. También los hay ansiosos porque se sienten inseguros para gestionar la complejidad que los medios digitales han introducido en el aprendizaje. A los primeros les faltan desafíos («zona de aburrimiento» en la figura), y a los segundos habilidades («zona de estrés»).
Bueno, también es cierto que ese gráfico es aplicable a multitud de profesiones, pero en el caso de los educadores me preocupa especialmente porque es un oficio que puede ser mucho mas divertido de lo que es.
Les hablé, por supuesto, de la necesidad de mezclar cosas. Los educadores deben superar las barreras asociativas heredadas de la especialización y practicar más el pensamiento divergente. Vivimos momentos de síntesis entre disciplinas, y de concebir la mezcla como fuente de creatividad. Las aulas tienen que re-pensarse como espacios para hibridar.
Hemos propuesto varios ejercicios para hacer con alumnos que estimulen la creatividad. De hacer juegos para invertir cosas, para plantearse las cosas al revés («lo contrario a una verdad profunda, puede ser otra verdad profunda» – Niels Bohr) hasta introducir de forma intencionada la aleatoriedad en los patrones de pensamiento, para generar combinaciones rompedoras.
Estos juegos motivan a los alumnos, pero creo que ayudan aún más al profesor a salir de la terrible rutina que domina el día a día de un aula.
Les he invitado a que tengan coraje para ir contracorriente institucional. Que no les intimide la gente importante. Que sepan que innovar en educación es, como dice Julen Iturbe, ¡¡buscarse broncas!! «porque supone desplazar el protagonismo desde quien enseña hacia quien aprende«.
Que pidan menos permiso, porque si se equivocan siempre podrán pedir perdón. No conozco a ningún innovador de los buenos que haya ido por ahí pidiendo permiso. Y la educación no va a ser distinta.
Una vez más he comprobado que el simbolismo de la web 2.0 pone las cosas más fáciles. Empiezas utilizando una figura como la que ves más abajo, que ilustra las diferencias entre los dos modelos de web, y que parece una explicación informática, pero la gente se da cuenta que es una metáfora perfectamente aplicable a múltiples ámbitos. El «webmaster» es el profesor, y los «usuarios» son los alumnos.
La idea de «conversar», y sobre todo de «escuchar», es un reclamo que he trasladado del mercado al aula. Tiene mucho sentido hablar de esto por mucho que parezca que se trata de algo resuelto. Muchos profesores solo dan conferencias (el equivalente al «discurso enlatado» de la empresa), es decir, monólogos que en poco se diferencian de la publicidad.
Asimismo, la cultura del zapping tiene su expresión incontestable en el aula. ¡¡faltaba más!!
Los chicos «te desconectan» si eres aburrido, y eso al profesor le molesta, pero… es que ese mismo profesor «pule» en casa el mando a distancia cuando «se aburre» viendo la Tele. Y ya ni hablemos de los adultos, bien maduritos, que hablan por el móvil mientras están en una reunión o asisten a una charla…
Comprendo que si no te gusta algo, lo lógico es que intentes irte. Si el «coste de irte» es alto, resistes, aguantas.. ¡¡qué remedio!! pero si es bajo, como ocurre en Internet, echas mano de tu derecho a irte a donde mejor te sientes. En el aula eso es más difícil por la autoridad del profesor, pero en una clase aburrida (lo que equivale a decir… poco interactiva) es hoy mucho más fácil que el alumno «te desconecte», o se distraiga…
Creo que de todos los cambios que se le piden a la educación para dar respuesta al reto de los nativos digitales, yo resaltaría en particular uno: la imperiosa necesidad de introducir patrones de «aprender haciendo» («learning by doing«) en las metodologías de aprendizaje.
La figura de la pirámide viene bien que se difunda entre los educadores (y sobre todo, de los diseñadores de la metodología que se termina estandarizando en las aulas) porque aporta poderosos argumentos a favor del «learning by doing».
Si no conocías esta pirámide, te invito a que la estudies. Vamos a pensar entre todos lo que significa, y lo que nos dice cada uno de estos escalones. A mí me inspira muchísimo para pensar en nuevas oportunidades para transformar mi estilo de dar formación, y creo que los educadores pueden extraer muchas lecciones prácticas de ella.
Pues nada, pongo ahora un punto y aparte porque seguiré hablando de este tema en los siguientes post. Después de la experiencia de Zaragoza, que ha sido muy agradable, he cogido carrerilla. La «innovación educativa» y sus posibles soluciones ha entrado en mi agenda como elefante en chatarrería.
Puedes ver imágenes del encuentro de Zaragoza en Flickr .
Jesús
Jornadas sobre creatividad e innovación en la Univ. Complutense de Madrid (17 y 18 de septiembre): http://creatividad09.blogia.com
Jesús
Envío la dirección de unas Jornadas de Creatividad e Innovación que se celebrarán el 17 y 18 de septiembre en la Universidad Complutense de Madrid: http://creatividad09.blogia.com
Un saludo
Amalio
Adrian: Gracias. Es cierto que esta pirámide es poco conocida (por cierto, ando buscando la fuente, que la he extraviado, porque no es una idea mia) pero me parece una herramienta muy clara para difundir la necesidad del «aprender-haciendo».
Julio: Asi es, es totalmente extrapolable a otros ámbitos. El dibujo de la Web 2.0 es una metafora, y me gusta insistir en ello… Tienes razón, la educación es la siembra más fertil y vital que puede hacer una sociedad.
Jose Luis: El tiempo hay que sacarlo amigo… por nuestra propia salud. Te llevaras broncas, seguramente, pero los alumnos lo van a agradecer…
Jose Luis Marrero
Enhorabuena por lo dicho y escrito. Como docente me ha sugerido ya ideas productivas. Seguiremos intentanto hacer que el bachillerato se vaya convirtiendo poco a poco en 2.0…
Encuentro un problema que comentamos entre los colegas: ¿cómo aprendemos a enseñar siguiendo el esquema 2.0? ¿de dónde sacamos más tiempo para reciclar los modos, los contenidos… ?
Un saludo y enhorabuena por el post
Julio Pérez-Tomé Román
Excelente post. Ciertamente se puede afirmar que muchas d elas ideas son trasladables a más negocios además de la educación.
Lo importante es darse cuenta de que la influencia de la educación (especialmente la primaria y secundaria) se proyecta hacia el futuro y que, por lo tanto, lo que hagamos hoy en este terreno de la educación 2.0 tendrá impacto duradero en generaciones futuras.
Adrián García
Estupendo, comparto completamente tu opinión, seguiré con interés el blog para ver qué más puedo aprender.
La pirámide, que parece algo lógico, en realidad para muchos profesores no lo es tanto, está bien que se interesen en innovar y en seguir aprendiendo