Crisis, I+D e innovación: 6 hipótesis (post-144)
En un post anterior hablaba de las crisis como sistemas de depuración. Hoy completo el tema con esta pregunta: ¿cuál podría ser su impacto en la I+D y la innovación?
Recuerdo ahora que en la contraportada de El País del domingo 8 de febrero de 2009, en una entrevista a la Ministra Cristina Garmendia, le preguntaban si el “patio” estaba para mucha I+D, y ella respondía que “más que nunca” porque “la mejor receta para la crisis es la innovación”.
Pues bien, ya es hora que sepamos que I+D e innovación son dos cosas distintas, y que tampoco se van a comportar igual ante la crisis.
La necesidad es la madre de la innovación, pero ¿y de la I+D? Ahí van seis hipótesis (casi de sentido común, advierto) de cómo veo el asunto:
1.) Las crisis tienden a disminuir la I+D porque distraen recursos para necesidades de más corto plazo. Los gastos reales en I+D, no los datos maquillados que se publican tras complejos ejercicios de ingeniería contable pública, van a reducirse seguramente.
2.) Mientras más profunda sea la crisis y más alarma social genere, más se va a castigar a la I+D (recuerdo, “Investigación y Desarrollo”), porque las urgencias de corto plazo consumirán más recursos en detrimento de inversiones menos tangibles y comprensibles para el ciudadano común (el que vota) como es la I+D.
3.) El impacto negativo de la crisis en la I+D podría atenuarse si hay un fuerte liderazgo con capacidad de persuadir de la necesidad de cambiar sacrificio a corto plazo por soluciones genuinas a medio y largo plazo. Mientras más coraje estratégico, mejor saldrá parada la I+D.
Solo un liderazgo fuerte y basado en una alta credibilidad (que me temo que falta) podría defender la idea de que la inversión es más importante que el gasto.
4.) En cambio… va a aumentar significativamente la innovación, ya lo estamos viendo, porque en los malos tiempos florece como nunca la imaginación colectiva y la necesidad de cambiar cosas.
Se desatan las fuerzas de la “destrucción creativa”, y a ello contribuye un hecho incontestable: la innovación es mucho más barata que la I+D, y tiene resultados más inmediatos.
5.) También me atrevo a pronosticar que las innovaciones de gestión y organizativas crecerán mucho más que las tecnológicas. No es una hipótesis que pueda demostrar, pero sospecho que va a ser así, ¿qué crees tú?
6.) Las crisis producen también mucha innovación fallida, la que fracasa, porque obligan a innovar sin tiempo, de prisa. Así que el ratio de éxito en las innovaciones introducidas disminuirá seguramente.
Lo difícil ahora para muchas empresas es aguantar los problemas de tesorería, porque el patrimonio importa menos que la liquidez, y como dice un amigo, “las empresas han pasado a modo caja”, tratando de reducir gastos mientras intentan monetizar cualquier cosa por pequeña que sea.
Esta disciplina financiera hace falta para capear el temporal pero siempre y cuando no se haga a costa de innovar menos.
Está claro, si te suben el listón, para saltarlo ahora necesitas ser más alto. Pero por que te falte altura no significa necesariamente que vayas a ser eliminado, si eso lo puedes compensar con:
- una mejor técnica
- una mayor elasticidad gracias al ejercicio
- una mayor motivación o concentración mental
- un enfoque novedoso para afrontar el salto que suponga una ventaja decisiva para los “más bajitos”, ¡¡Y todo esto se llama «innovar»!!.
El impacto de la crisis en la I+D y la innovación es un debate que suscita mucha polémica. Además de ser interesante, resulta necesario porque percibo una fuerte caída de la moral entre los promotores de innovación que se cuestionan cómo van a promoverla en un entorno tan cortoplacista y de supervivencia, donde todo parece conspirar contra la idea de invertir en estos “lujos”.
¿Pero qué dicen los teóricos e investigadores de esto? ¿Cómo se va a comportar la relación crisis e innovación, o crisis e inversión en I+D? ¿Qué artículos y posts se están escribiendo sobre esto?
Nota: La imagen está tomada de la galeria de undergroundbastard en Flickr
Xavier Marginet
Muy resumido: me gusta mucho tu blog. Oportuno y consistente.
Mi opinión: 6 puntos irrebatibles. Pero me permito sugerir un concepto más: quizás sea la crisis la que ha cambiado: crisis 2.0: globalizante, globalizada, y sobre todo intercomunicada.
El proceso de valor desde la I hasta el consumidor final cuenta más que nunca: la empresa E puede afrontar con su estrategia ante la crisis 1.0 con reducción de costes, i no tecnológica, i tecnológica, y si rompe la hucha d pequeña. Pero el interés real está en el conjunto:
p2=p1=E-sn=c1=c2
donde los p son los proveedores encadenados, c los clientes encadenados y sn los subcontratados necesarios. Hay que pensar en la $ de todos ellos, para que el conjunto consiga todavía una $mayúscula suficiente. Y en este nuevo sistema de valor, quizás la presión financiera -crisis 1.0- no tenga el mismo efecto, porque ya no tiene el mismo significado motor que tiene para la empresa, sino que para el conjunto puede ser suficiente una menor dependencia del dinero.
¿Utópico?¿Idealista? Bueno, ya peino canas. Claro que no es lo que uno ve cuando se asoma a la ventana, pero ¿tiene sentido pensar que las cosas van en esa dirección?
Ánimo.
Amalio
Gracias, Xavier, por pasarte por aqui. Es un placer.
El que consigamos una menor dependencia del dinero es parte del cambio al que nos invita esta crisis, que tanto reducen a la «falta de dinero». Falta dinero = arreglémolo con necesitarlo menos = colaboración = trueque = compartir. Pero el mercado (más bien sus portavoces, sus mercenarios de la comunicación) siguen emitiendo las mismas señales de siempre, los mismos consejos, las mismas recomendaciones: consumismo y mas consumismo. La crisis se pretende resolver con las recetas de siempre: ahorrar, aguantar… para cuando se mejore la cosa, volver a las andadas. Pocas propuestas serias de utopias alcanzables veo sobre la mesa. Gracias por tu opinion
Economía Sencilla
Ahora se suele hablar de I+D+i, para incluir la innovación (la «i» pequeña), así que quizás se podría analizar «por partes» (como diría Jack el destripador ;-).
Lo que necesita dinero seguro que se va a ver afectado por la crisis, hoy en día se destina a lo «urgente», aun en detrimento de lo importante, y prima el corto plazo, el día a día, aunque a largo plazo sea perjudicial o no seamos competitivos.
Es una pena que no se hubiesen aprovechado las épocas de bonanza para potenciar más este ámbito y realizar el famoso «cambio del modelo productivo», pero ahora queda apretarse el cinturón, y como bien dices, exprimirse el cerebro en busca de la innovación.
Sin duda, parte del impulso se puede lograr imaginativamente, con nuevas ideas, nuevos procesos, supliendo la falta de dinero con imaginación, aunque también es verdad que -lamentablemente- la falta de financiación puede ahogar muchas buenas ideas, o propiciar fugas de talento hacia otros sitios.
Un saludo
Pablo Rodríguez
Amalio
Pablo:
Se dice I+D+i para hablar del conjunto, pero uno de los objetivos de mi post era precisamente discernir entre I+D e «i» de innovacion, que funcionan con dinamicas bastante distintas. Desde que se usa ese termino combinado, la confusión ha aumentado. Mucha gente llega a pensar que es un proceso lineal y que no puede haber «i» sin «el paso previo» de la I+D.
Por eso a mi me gusta que se distinga bien lo que es una cosa, y la otra.
La innovación tambien necesita dinero, y a veces mucho, pero su impacto suele ser mas a corto plazo que el de la I+D.
La innovación es hija de la necesidad, y por eso se hace cuando la soga aprieta, y como bien dices, ahí cometemos un gran error, porque vamos de prisa. Pero viendo a algunas empresas que conozco, empiezo a confiar en que vamos aprendiendo la lección…