Servicios de pago y transparencia en los Social Media (post-169)
Termino este post en la estación de Atocha, de camino a Alicante, mientras sigo a tres twitteros (cuyos nombres me reservo por beneficio de la duda) que continuan celebrando, dale-que-te-pego, proyectos y candidatos con un entusiasmo sospechosamente uniforme, así que me pregunto, ¿no será que les pagan por hacerlo?
En las redes sociales la gente debería reconocer, mojarse, posicionarse, ser franca cuando hace algo pagado. En estos casos deberíamos exigir algunas reglas básicas de transparencia:
- Si te pagan para que lo hagas, debes dejarlo meridianamente explicitado: “oye, estoy trabajando, y me propongo hacer este trabajo lo más interesante para ti”.
- Si no te pagan, pero hay alguna otra contraprestación en cartera que va a condicionar tu independencia (no te pagan ahora, a cambio de trincar algo en el futuro: un puestecito, una influencia que te flipa, un escaparate donde exponerte a miles de potenciales seguidores, una entrada para estar-donde-hay, etc.), entonces tendrías que reconocer que tu opinión está condicionada. ¡¡Me da lo mismo como los hagas, pero hazlo!!
- En cualquiera de los dos casos anteriores, por favor, ahórrate los adjetivos y adverbios que implican juicios, no me valen, estas metido/a en una operación de outsourcing de auto-bombo. Pero no te preocupes que quitando eso, sigues teniendo trabajo porque te queda muchísimo que contar de interés para la gente; por ejemplo, difundir hechos contrastables, estadísticas útiles, intenciones y propuestas de quien te contrata. Todo esto es legítimo, y conviene que alguien lo haga bien.
Lo de reconocer esto a menudo no se hace porque la eficacia de la jugada se basa precisamente en una suerte de engaño-de-guante-blanco. Se usan los medios sociales no solo por el creciente grado de penetración que tienen en ciertos segmentos de votantes-compradores potenciales, por su cantidad de audiencia potencial; sino también porque suponen una mejora en la credibilidad del mensaje. Es un perfecto complemento (o sustituto) de la publicidad.
El mensaje transmitido por redes sociales es más eficaz y rentable en la medida que no se sirve en la barra como publicidad. Los magos de la mercantilización del Social Media Marketing buscan obsesivamente eso: canales, mensajeros y contenidos que inoculen (el mismo mensaje interesado y controlado de la) publicidad pero con una sana apariencia de conversación desinteresada y espontanea. Ahí está el santo Grial por el que se matan las agencias publicitarias y los “influenciadores” que quieren monetizar sus activos de followers, blogowers y fans.
Me preocupa el asunto. Por ese camino nos cargamos las redes sociales, y las convertiremos en aliviaderos de hipocresía. Mentira por un tubo, gente aparentando lo que no es, y trapichando con su influencia; además de seguidores frustrados al descubrir que tampoco en este medio se pueden aislar de la mentira industrializada que significa la publicidad en TV y radio (obviamente, no se pueden relajar).
De modo que uno tiene sobradas razones para desconfiar cuando ve a alguien que habla siempre bien, y con inusitada frecuencia, de un producto, servicio, empresa o candidato-a-las-elecciones-de-lo-que-sea, usando adjetivos del tipo “extraordinario”, “genial”, “brillante”, y un largo etcétera.
Todavía dejo un espacio para comportamientos genuinos, que los hay. Cabe la posibilidad de que esas personas lo hagan por pasión sincera, porque de verdad se identifiquen con el tema, y quieran colaborar desinteresadamente en la difusión de un mensaje que les gusta. Si es así, uno espera que lo expliquen, y que expliciten su independencia: “quiero dejar constancia en este blog que no me une ninguna dependencia mercantil, ni de otro tipo, con esta empresa, partido político o persona, y que soy totalmente independiente en mis opiniones”.
Podrían mentir, es cierto, pero al menos eso ha quedado documentado, y llegado el caso, podría verificarse. Si nos enteramos después que había pagos de por medio, no podrá decir nunca que jamás lo negara. La ambigüedad del silencio es cultivo fácil para la impunidad.
OJO, ser independientes no significa ser objetivos. Nadie es totalmente objetivo. Esa es también una mentira cochina. Pero en los Social Media la independencia tiene una importancia vital porque significa que tu voz no está “comprada”. Que lo que dices es realmente lo que piensas, aunque eso que pienses esté marcado por tu subjetividad personal, que lo estará siempre.
No es lo mismo estar equivocado/a porque tu percepción sea errónea, por neuras, prejuicios, ilusiones y manías, que porque alguien te haya encargado el mensaje a cambio de pasar por caja.
¿Qué piensas de esto? ¿Todo vale?
JoanKa
Hola Amalio,
Me parece que tu post es muy acertado y que hay mucho vendedor camuflado en este mundo al amparo de la virtualidad. Siempre ha sido más cómodo mentir (o no decir toda la verdad) cuando no es necesario “dar la cara”, al menos no físicamente. Pero al final, las mentiras salen a la luz y, en ocasiones, los liantes quedan retratados. Y si no, han de hacer un esfuerzo titánico para que no se les note, porque, parafraseando a Heuss, quien no dice la verdad, no puede permitirse tener mala memoria.
Gracias por la reflexión.
Un abrazo.
Amalio
Amigo: Desgraciadamente no siempre las mentiras salen a la luz. Eso es lo que yo creía cuando siendo un niño mis padres me lo advertían. En un momento en que la transparencia se abre camino inexorable con ayuda de la tecnología, seguimos cegándonos con las “vacas sagradas”, y la reputación construida a base de imagen. Gente que en su momento fue auténtica, se contruyó un mito y entonces, ahora vive de la renta. Muchos seguimos creyendo en lo que dicen, sin reparar en los hechos, y en su incoherencia.
Blogueros y twitteros que empezaron “conversando” de forma espontanea, pero una vez que han conseguido miles de seguidores, sus prioridades han cambiado. Un saludo, colega!!!
Joanka
Vaya! Para una vez que dejo a un lado mi pesimismo antropológico e intento mirar las cosas con cierta esperanza, resulta que voy y no reparo en las vacas sagradas que se esfuerzan en imponer su criterio amparados en su relevante pasado que les confiere ese aura de merecedores de confianza ciega!
Bueno, a pesar de su actitud y de nuestro cómodo aborregamiento, quiero seguir creyendo que los que vivimos en la red vamos a seguir luchando por desenmascararlos y por demostrarles que las vacas sólo son sagradas en Índia.
Gracias, de todos modos, por hacerme poner los pies en el suelo.
😉
Amalio
No, no… perdoname. Soy de los tuyos, evito el pesimismo antropológico, e intento ver las cosas con una mirada de esperanza. Lo siento si te corté el rollo, colega, porque me apunto a la cruzada optimista de desenmascarar a los vividores de rentas antiguas.
Estamos en el mismo tren, y ambos lo sabemos… Los pies los tenemos en territorios comunes, tan en el suelo como hace falta..
un abrazo
Alberto
Hola, Amalio:
Yo también me siento preocupado por este asunto. De hecho, pienso que es uno de los asideros argumentales que van a encontrar todos los que quieren confirmar la “profecía autocumplida” del “ya te decía yo que eso de las redes no merecía la pena”.
La evidencia es que este tipo de usos son expresión de los valores predominantes en una cultura del trabajo en la que es lícito cualquier medio que se suponga puede dar resultados. Por lo tanto, creo que vamos a seguir viendo mucha “venta” y mucha manipulación.
Quizás por eso sea clave hacer músculo en planteamientos alternativos de uso de la red… mucho más relacionados con la cocreación y con el conocimiento.
Amalio
Alberto: Tienes toda la razon. Me encanta que digas eso de la profecia autocumplida. Tenemos una buena colección de descreidos que tuerce la mejilla con el sarcasmo acostumbrado cuando vamos por ahi hablando de las cosas buenas que pueden traernos las redes sociales. Estan encantados de que haya personal cagandola con estos fraudes para confirmar sus presagios pesimistas. Espero que ese tipo de “asideros argumentales” solo sirvan para darnos la razon: El potencial de cambio de las redes depende de nosotros.
Coincido con tu pronostico, de hecho, la venta y manipulación sigue in crescendo… pero iremos aprendiendo a desmontarlo. Para eso escribimos…
un abrazo
JFA
¿Todo vale? Para el que pretende mantener su credibilidad a lo largo del tiempo, no.
Amalio
JFA, pues eso, por ahi van los tiros. Doy por hecho que una persona sensata desea mantener su credibilidad en el tiempo, y para eso no hace falta forzar nada. Con ser auténticos basta…
un saludo