Bangalore, el Silicon Valley asiático (post-177)

Hoy cambio de tercio. Me apetece tratar otros temas.
Hace un año y medio hice un accidentado viaje a la India. Completaba así mi breve travesía por “Chindia”, después de haber estado el año anterior en China.
Hacía por aquel entonces mis primeros pinitos como bloguero, y así lo conté en mi post “Martes en la India”.
Todo fue genial, mientras visitaba Pune y Bangalore, hasta que el viaje se torció porque la casualidad quiso que llegaran malas noticias desde Bombay.
En ese post cuento que a las 2 de la mañana, estando en mi hotel de Pune, me avisaron de los terribles atentados que se estaban produciendo en la ciudad que sería mi destino del día siguiente, así que se abortó todo, con susto incluido, y eso dio lugar a un triste y precipitado good-bye India.
Pasó un tiempo, y Slumdog Millonaire me devolvió de un porrazo a ese país, volviendo a sucumbir a sus encantos. Escribí entonces un par de posts que mezclaban lo que me transmitió la película con mis vivencias del viaje. Recuerdo todavía las dos partes de “Vuelta a la India con Slumdog Millonaire” porque son de los posts que más he disfrutado desde que escribo este blog.
Ayer la India volvió a visitarme. Lo hace de modo recurrente, y no puede ser casualidad. Procrastinando por mi colección de cuadernos de apuntes, descubrí un artículo que tenía medio escrito sobre Bangalore, y que había olvidado totalmente.
He pensado que a algunos de los amigos que me visitan les puede interesar saber más de una de las capitales tecnológicas de esa “tierra plana” de la que hablaba Thomas Friedman en su libro, así que busqué un hueco para terminar este post.
Bangalore (o Bengaluru) es la capital del estado de Karnataka (ver mapa). Su nombre es la versión anglosajona de la palabra kannada Bengaluru, que viene de la palabra ‘Bendakalooru’, que significa «la ciudad de las habas cocidas«.
Tiene una población de más de 6 millones de habitantes, que la convierten en la quinta ciudad más poblada de la India, después de Mumbay (antigua Bombay) Delhi, Calcuta y Chennai (antigua Madrás).
Se conoce como el Silicon Valley asiático, aunque los expertos piensan que se parece más al “joven” Silicon Valley de California, y no tanto al que prosperó después.
Bangalore es el cuarto polo de tecnologías de la información en el mundo después de Silicon Valley, Boston y Londres, según un estudio realizado por las Naciones Unidas (UNDP survey report- 2004).
Es la ciudad más moderna del sur de la India, y donde existe la cultura más cosmopolita, aunque eso no se aprecie a simple vista en sus calles. De hecho, Pune me pareció mucho más renovado.
En un artículo califican a Bangalore como una ciudad “acelerada, arrítmica e intermitente”, y tiene mucha razón. Yo le llamaría la ciudad-rickshaw, recordando a ese pequeño vehículo con tres ruedas y motor de scooter que se utiliza como medio de transporte en la mayor parte de Asia.
En Bangalore se concentran más de 1.200 empresas tecnológicas, tanto extranjeras como nacionales. Es uno de los centros mundiales más conocidos de “outsourcing informático y de servicios”, es decir, de subcontratación de servicios de software y gestión de procesos empresariales.
Según un artículo de The New York Times, algunas empresas de capital-riesgo emparejan emprendedores indios que han vivido y trabajado en Silicon Valley pero han retornado a su país, con ejecutivos occidentales con experiencia en marketing y gestión.
Gigantes multinacionales como IBM, DELL, INTEL y SAP operan allí y han apostado por invertir en grandes instalaciones para desarrollar software. Según un artículo de Cinco Días, SAP paga una media de 8.000 euros al año a un ingeniero de Bangalore, comparado con los 40.000 euros en Alemania.
Según datos que cita un artículo de BBC Mundo, cerca del 40% del empleo directo que produce el sector de la tecnología en India se genera desde Bangalore, aunque esto está cambiando con el desarrollo acelerado de otros polos como Hyderabad, Pune y Chennai (Madras). El 58% de exportaciones indias de tecnologías de la información provienen de estos tres estados del sur: Karnataka, Tamil, y el estado de Hyderabad.
Aunque las fuentes estadísticas se contradicen entre sí, algo muy típico en la India, hay un dato que me dejó boquiabierto: solo Bangalore gradúa unos 17.000 ingenieros al año. También podría citar otro para relativizar los “éxitos” ibéricos: Las exportaciones de software de la ciudad en 2007 alcanzaron la friolera de 12.400 millones de dólares.
Pero el boom de Bangalore no se limita a las Tecnologías de la Información. De las 306 compañías indias de biotecnología, la mitad está también en Bangalore. El sector de la BIO en el Estado de Karnataka, donde está Bangalore, ha atraído muchos millones de dólares y tiene el mayor numero de start-up de la India.
A pesar de estos números tan positivos, el crecimiento de Bangalore ha sido descontrolado y empieza a poner en entredicho la sostenibilidad del modelo. Esta duda se comprende perfectamente si tenemos en cuenta que la ciudad ha pasado de tener 300-400 mil habitantes a inicios de los años noventa, a más de 6 millones en 2008, ¿qué ciudad europea asimilaría una explosión poblacional así?
Las empresas de Bangalore se quejan de crecientes problemas de infraestructura y de falta de planificación para asimilar el boom de inversiones que ha habido. Los expertos en India reconocen que es una ciudad con contrastes y paradojas que la llevan al límite.
Por ejemplo, se observa escasez de agua, congestión de tráfico, precios inmobiliarios por las nubes, aeropuerto pequeño para las necesidades de la urbe, cortes diarios de energía que obligan a las empresas a tener sus propios generadores privados y vías repletas de baches, que contrastan con el “escaparate tecnológico” que vende la ciudad.
La “dislocación cultural” provocada por el boom de las inversiones tecnológicas y las llegadas de extranjeros está, según el mismo artículo de BBC Mundo, incrementando las tensiones sociales.
A todo esto se añade un problema nuevo, el de los llamados “desperdicios tecnológicos”, o “basura electrónica” producida por ordenadores obsoletos y componentes electrónicos desechados. Un artículo que pude consultar afirma que este último problema es una verdadera “bomba de tiempo”para Bangalore.
Entre los retos que se plantea el gobierno indio para mejorar el modelo de crecimiento empresarial de Bangalore, destacan tres: 1) Primar un enfoque más partenarial, de socios, y no tanto de subcontrataciones, 2) Explotar un enfoque más holístico de la colaboración, que saque provecho a otras ventajas hasta ahora descuidadas, 3) Promover negocios “socialmente responsables”.
Pues nada, espero que este post os haya servido para aprender algo nuevo, y que Bangalore se entienda como lo que es: un ejemplo de ese mundo emergente que seguramente cambiará nuestras vidas.
Rafael
Hola Amalio, antes de todo enhorabuena por tu blog, es el primero que leo en mi vida y me parece increible!
La razón por lo que lo he leido es porque quería tener un testimonio real sobre Bangalore.
Voy a Bangalore durante los meses de Enero y Febrero a vender productos biotecnológicos y a hacer un estudio para una empresa de Zaragoza.
Por cierto mencionas que hay unas 150 empresas de biotecnología, a ver si las encuentro.
Después de leer tus tres artículos estoy deseoso de irme ya, no sin antes ver la película de Slumdog Millionaire.
Muchas gracias por tu tiempo, tus vivencias y tu destreza narrativa.
Un saludo.
Amalio
Vaya, Rafael… ¿el primer blog que lees en tu vida, y es el mio? Ains, qué honor!!!
Ya veras, esto de leer blogs engancha, atrévete a hacerlo tambien con otros autores, hay mucho de interesante en la blogosfera, pero tendrás que elegir.
Bangalore es muy de contrastes, pero al final, es India… una maravilla. Aprenderas mucho si observas y vives con atención.
Espero que las ventas vayan bien.
Gracias por pasarte…
Economía Sencilla
Interesante… Siempre se cita a India como una de las potencias emergentes, pero suele quedar un poco eclipsada por el enorme empuje chino. En ámbitos como el cine y las nuevas tecnologías, no hay duda que son un país puntero ya, pero también sobresalen en el acero, la automoción, con Tata…
Un país grande y muy poblado, que todavía tiene grandes desigualdades , pero que es aún de «bajo coste» (supongo que el salario de 8.000 euros/año no estará mal allí).
Imagino también que una de las ventajas que explotan es el inglés, como colonia que fueron en su día (a ver si en España nos ponemos de una vez con los idiomas…).
Un abrazo
Pablo Rodríguez
Amalio
Pablo:
Hay un viejo debate dentro de las «Chindias». China mira menos a la India de lo que India lo hace con China. Me consta por reuniones que tuve ahi, que están siempre comparandose con el «gigante», midiendo pasos y buscando la forma de diferenciarse.
Si bien China tiene la ventaja de su enorme mercado interno y del fuerte poder de negociación frente a la inversión extranjera que le permite el hecho de tener un gobierno sin fisuras, de «ordena y mando»; India tiene dos grandes ventajas: 1) La flexibilidad de su cultura, son gente muy flexible, que a m modo de ver conecta mejor con el espíritu occidental, son mas abiertos, 2) ya lo has dicho, el idioma. Ten en cuenta que India es el segundo país del mundo en número de titulados universitarios en idioma inglés, después de EEUU. Eso marca una gran diferencia respecto de China, donde me consta llevan mal los idiomas.
En China hay una visión más «centrípeta»: «tengo poder, venid a mí»; mientras que India tiene una percepción más humilde, está mas abierta a aprovechar oportunidades. Eso puede ser bueno o malo, pero está claro que así «conecta» con más facilidad.
un abrazo
Economía Sencilla
Gracias, Amalio, me ha gustado especialmente esta segunda parte, la distinta concepción del poder, o la diferente flexibilidad que muestran China e India respecto a otros países/culturas. Me parece altamente significativo del modo de operar de cada uno de ellos, pero nunca había pensado en ello.
Un abrazo
Pablo
Amalio
Pues si, eso lo aprendi en India, hablando con gente de ahí que se mueve en el mundo de las TIC. Me llamó la atención lo puntillosos que eran con China, y cómo se comparaban.
un abrazo, Pablo
facilitymanager
Hola Amalio:
Que interesante. Uno ha escuchado que la India es una potencia emergente y la verdad que no se lo puede creer. Además debe ser también una cultura mágica.
Muy interesante el post y muy informativo,
Alberto
Amalio
Gracias, Alberto. Me alegro que te haya parecido el post informativo. Esa era la intención, porque Bangalore suena mucho pero sé que mucha gente no lo conoce. Tienes razón, es también una «cultura mágica», y no es un topico…
un abrazo
José
Vaya… estas misiones comerciales que financian los viajecitos. ¡Que bonito es viajar!
Amalio
Sí, Jose, se aprovecha lo que se puede. Yo me apunto a un bombardeo. Se consigue como mínimo aprender un montón, y si estas alerta, eso se amortiza también en los negocios. Creo que al final nos co-financian esos viajes para que aprendamos, y OJO, que también soltamos pasta de nuestros bolsillos…
¡¡qué bonito es viajar!!
sonia
Buenas noches Amalio:
Sólo un breve comentario, ya que he descubierto el post en el momento que iba a desconectar. Que gratos recuerdos sólo al leer el título…Bangalore… En este aeropuerto he aterrizado 4 veces en los últimos 10 años para desde esa ciudad que encierra múltiples dualidades (algunas que tú comentas falta de luz, infraestructuras deficientes siendo el centro neurálgico en India por su industria tecnológica, biomédica, financiera…) para coger un tren y acercarme a mi destino, la FVF (Fundación Vicente Ferrer) lugar mágico que ocupa un lugar muy importante en mi vida.
Nada más, no me enrollo y gracias por el post y ebocar en mí el olr de India…
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Amalio
Hola, Sonia:
Bangalore es un aeropuerto de tránsito, y es de las que mejores conexiones tiene de toda la India, así que no me extraña que hayas pasado por ahí varias veces. Leyéndote recuerdo que me metí en un pequeña librería que había en el aeropuerto, en la zona de transito, antes de pillar el avión, y me compré varios libros. Estaba la gente esperándome, casi lo pierdo 🙂
¿Ya no trabajas con la Fundación Vicente Ferrer, o mantienes vínculos? Me imagino lo mágica que tiene que ser esa experiencia…
El olor, nos quedamos con ese olor penetrante que te acompaña para toda la vida…
un abrazo..