Una docena de hábitos tuiteros (post-240)

Hace unos días me preguntaron en un taller sobre esto, y prometí que intentaría documentar mi forma de usar Twitter.
Vaya por delante que no soy ningún ejemplo a seguir como tuitero, así que lo que escribo aquí son cosas que me van bien a mí, sin ánimo de dar lecciones a nadie.
Si buscas recomendaciones para optimizar el ROI de tu Twitter harías bien en no hacerme caso, aunque el mío sospecho que no debe ser tan malo. Si eres un twittero profesional o una empresa, mejor mírate las prácticas de Guy Kawasaki.
No sé si esto interesa a alguien pero, sin más, ahí van algunos hábitos que me han servido para que todavía disfrute con Twitter:
- Uso Twitter como mi filtro principal para seleccionar la información que leo. Antes era Google Reader, pero se me atestaba de feeds, así que ahora me guío por algunos tuiteros que se han convertido de facto en mis prescriptores de lecturas, en mis “Content Curators”. Si veo que ellos recomiendan algo, intento no perdérmelo. Ésta es una de las funcionalidades que más valoro de Twitter.
- Uso Twitter para dar a conocer lo que hago, avisando sobre viajes o cursos que voy a dar y que puedan interesar a gente que me lee en el blog o me sigue por otros canales. Siempre me encuentro en mis talleres a algún asistente que se inscribió gracias a que lo publiqué en mi cuenta.
- No sigo estrategia alguna para aumentar de forma deliberada el número de followers. ¿Qué me quieres dar consejos para incrementar el número de followers? No, gracias. El tiempo que voy a perder en eso lo dedico mejor a pensar en buenas ideas, a escribir en mi blog, y a compartir contenidos que sean más interesantes. El número de followers que uno pueda tener es irrelevante, al menos en las cifras que yo me muevo. No es un tema de conversación, ni es interesante para nadie. Por supuesto que me alegra saber que hay más gente que quiere leerme, pero ese es un resultado que no busco, ni me parece un indicador que sirva de evidencia de nada. Veo a twitteros con miles de seguidores que a mí me parecen bastante mediocres o que son un tostón de mucho cuidado.
- No practico la reciprocidad a la hora de elegir a mis “seguidos”. Si hay algo que me gusta de Twitter, a diferencia de Facebook, es la autonomía que da poder elegir sin la obligación de reciprocidad. Sé que si siguiera a más gente mi número de seguidores se multiplicaría porque muchos se borran cuando ven que no les devuelvo el “follow”, y los entiendo, pero esa no es razón suficiente para que siga a alguien, sobre todo por lo que comento a continuación.
- Me he puesto un límite de “seguidos” que, por el momento, es de 200. Es un tope sin fundamento, una cifra-guía a la que he llegado a partir de reconocer mis limitaciones. Me confieso incapaz de “seguir bien” a más de cien personas, pero por darme un poco más de margen, amplié el número a 200. OJO, ese soy yo, ¿vale?, que no estoy always-on, ni soy un super-usuario de Twitter. Conozco a amigos que con la ayuda de aplicaciones-cliente gestionan bien su interacción con muchos más seguidores, pero no es mi caso. Dadas mis escasas habilidades frickeras prefiero ser honesto: si sigo a alguien es porque lo sigo de verdad. No quiero hacer el paripé de decir que lo hago para después encajarlo en la columna de los ignorados.
- Jamás averiguo quiénes me han desfolloweado, y esto deben hacerlo muchos porque veo que el número de seguidores aumenta más lento que la cantidad de avisos que recibo en mi correo de nuevos followers. Éste es un hábito que aprendí y que quiero recomendar por lo sano que es: ¿qué ganaría sabiendo quien deja de seguirme? ¿eso va a hacer que tuiteé diferente? ¿para qué darle vueltas a las razones de por qué fulano o mengano ha dejado de seguirme? ¿pero quién lo sabe? ¿voy a ser a tan necio de preguntarles? Pues no, busco simplificar mi vida y esa porquemanía es mejor que me la ahorre porque lo único que puede hacer es que me coma el tarro con hipótesis tontas. Solo me entero que alguien ha dejado de seguirme en el momento que intento mandarle un DM y veo que no puedo.
- Mi listado de “seguidos” es dinámico pero está siempre desactualizado: Aquí me descuido bastante, y creo que por eso me estoy perdiendo a gente interesante. Es bueno revisar y actualizar a menudo, más aún cuando se tiene un número acotado de “seguidos”, para quitar personas que pierden interés y meter nuevas que se descubren por recomendaciones o de conocerlas personalmente.
- Busco expresarme con libertad, primando mi perfil-persona sobre el profesional: Lo mezclo todo, y no me importa que algún cliente que me sigue se asuste por lo que cuento (me ha pasado). Si tuviera que estar calculando lo que digo o siguiendo una estrategia de contenidos, hace rato que lo hubiera dejado. Por ejemplo, no oculto para nada mis ideas políticas, más bien las “paseo” abiertamente y me siento bien haciéndolo porque concibo a Twitter como un espacio que se enriquece con la pluralidad, donde uno debe ser quien es, y manifestar lo que piensa. Somos indivisibles, y ya está.
- Retuiteo contenidos si de verdad me gustan y solo si los he leído antes. Esto que parece una obviedad, sé que no lo es. #Yoconfieso que alguna vez he RT mensajes guiándome solo por el interés del título y porque admiro al tuitero o tuitera, pero eso ha ocurrido en muy contadas ocasiones. Me tomo en serio el hecho de que alguien pudiera en algún momento confiar en mí como prescriptor, así que no quiero RT nada que no haya leído antes. En esa línea, me resisto a RT posts de “influenciadores” para que retuiteen los míos, algo que me parece tan tramposo como ineficaz.
- Programo a veces mi TweetDeck para publicar tweets con avisos de nuevas entradas en mi blog, y he repetido esos avisos (hasta tres veces) cuando el post se publica en días de fiesta, o en horas en que la actividad es muy baja. En estos casos programo un segundo o tercer tweet para el día en que sé que la gente regresa a la actividad normal. Esta práctica me parece legítima por la extrema volatilidad del TL.
- Si alguien me hace un RT, y tengo tiempo, lo que hago es agradecerlo expresamente: “gracias por el RT”. Devolver un RT con otro RT como señal de agradecimiento no es una práctica que me guste, pero es tan válida como la mía.
- Sigo a unos cuantos twitteros que no me siguen, y RT a otros que jamás me RT, pero continuaré haciéndolo con gusto mientras disfrute de lo que publican y crea que vale la pena difundir sus buenas ideas. Desfollowear a alguien que cuenta cosas interesantes o divertidas solo porque no me sigue me parece estúpido porque el único que perdería haciendo eso soy yo.
ALITO
Amalio Rey, te llegó mi mensaje anterior?
Amalio
Sip, y te lo respondí 🙂
Jose Manuel
Tu forma de usar Tweeter me parece fantástica. Yo también lo llevo usando los últimos meses como principal fuente y filtro de información. Me encanta cómo te olvidas razonadamente del aspecto más «social» de Twitter. Me ha encantado tu artículo.
Amalio
Jose Manuel: La verdad es que Twitter es un filtro genial, si consigues hacerte con unos buenos content-curators, que te sirvan de prescriptores. En cuanto al aspecto más «social» de Twitter, la verdad es que no uso mucho a la red como fuente de socialización, en lo que a «hacer amigos» se refiere. El mundo analógico me es suficiente para eso, y es ahí donde tejo mis lazos. Lo que no quita que Twitter me haya servido para descubrir gente interesante, que después he podido conocer en persona. También he encontrado en Twitter la posibilidad de expresar sentimientos y vivencias casi en tiempo real, o de compartir los de otros, y eso es muy social. Gracias 🙂
Isabel
A mi en cambio me sigue resultando cómodo el reader… combinado con twitter. Es lo bueno de las herramientas, que permiten combinados personalizados.
Amalio
Hola, Isabel:
Por supuesto, el Reader es una herramienta genial para aquellos que sois sistemáticos y ordenados, y lo gestionáis bien. No cabe duda. Combinar Twitter y Reader puede ser muy efectivo. En mi caso reconozco que los feeds se me acumulaban, y eso me generaba una sensación de frustración o de no-deberes-hechos. Ahora mismo tengo muchos frentes abiertos, y me falta tiempo para usar una herramienta como el Reader. Con Twitter me es suficiente….
senovilla
Y sabes que Twitter nos ha dado la pereza necesaria para dejar de comentar con tanta asiduidad como hacíamos antes, pero viendo lo positivo, ahora solemos leer con más calidad y quizá también más cantidad.
Un abrazo.
Amalio
JFS, gracias por pasarte por aquí. Tienes razón, aumentan los RTs pero disminuye significativamente el número de comentarios en los posts. Eso lo vengo notando en este blog, y me da pena, porque leer y responder los comentarios es de las cosas que más me divierten. También es cierto que leemos más, y que usando los filtros adecuados, se lee mejor. Un abrazo