¿Fresa o Chocolate?: Dilemas del emprendedor (post-331)
Hace tiempo que venía madurando la idea de diseñar un taller sobre los “dilemas y paradojas” que se dan en la aventura de emprender. Creo que es ahí donde se concentran las mayores oportunidades de aprendizaje; en esos hitos donde las circunstancias te exigen elegir entre A y B (“dilemas”) o cuando descubres una complejidad que contradice la intuición general (“paradojas”).
A inicios de octubre tuve la suerte de verme con Josean Rodríguez (@Kotxean) en el Parque Tecnológico de Álava, y me ayudó a definir el proyecto. A él también le gustaba la idea de explorar territorios de frontera que pusieran en evidencia las dificultades que enfrentan los emprendedores al tomar decisiones en un itinerario lleno de bifurcaciones; así que nos pusimos al tajo y por fin este miércoles estuve en San Sebastián para dar el taller en el “Foro de Emprendedores” de ADEGI, la Asociación de Empresarios de Guipúzcoa.
Di una charla inicial para presentar 14 dilemas y 15 paradojas, y después elegimos algunas para discutirlas entre los participantes. Lo interesante del ejercicio era que los emprendedores expusieran sus incertidumbres y que hubiera un intercambio que nos ayudara a aproximarnos a “modelos óptimos de solución” para abordar esos dilemas, y a enfoques que nos permitieran metabolizar la complejidad de las paradojas.
Al ponerme a escribir hoy sobre el taller, me di cuenta que era mejor separar el relato en dos partes, así que en esta primera entrada solo me centraré en los dilemas. El siguiente post lo dedico a las paradojas.
Los “dilemas” son situaciones que obligan al emprendedor o emprendedora a elegir entre soluciones contrapuestas, ninguna de las cuales es completamente aceptable, ni fácilmente elegible.
A menudo los dilemas son caprichosamente ciertos y solo queda optar por A o por B, o priorizar una opción sobre la otra. En estos casos, resulta interesante discutir cuál puede ser el “modelo de decisión” que optimiza el resultado final. Pero también se dan situaciones en las que la “Y” (en vez de la “O”) puede ser la opción más inteligente, buscando respuestas híbridas entre atributos que parecen opuestos irreconciliables. En lugar de descartar tan rápido (“lo uno o lo otro”), es posible jugar y experimentar con opciones intermedias que rescaten lo mejor de cada alternativa.
A partir de esas premisas, me puse a pensar en los “dilemas” que se me han presentado a mí como emprendedor, y en los que he podido compartir con colegas y participantes en mis proyectos, para presentar finalmente estos 14 en el taller:
- Dilema de la rentabilidad: Flexibilidad vs. Eficiencia => A la gente creativa le encanta ofrecer flexibilidad y adaptación al cliente (“proyectos”) pero la mayor eficiencia proviene de replicar lo mismo (“productos”). Encontrar un punto adecuado en ese continuo es crítico y suele plantear un dilema en el diseño del modelo de negocio.
- Dilema de la Identidad: “Empresa de autor” vs. “Empresa-de-verdad” => Menudo lío este. Las “empresas de autor” son tan idiosincráticas que no trascienden al fundador. Eso las hace diferentes y únicas, pero difíciles de autogestionar, crecer, suceder, vender, y un largo etcétera de problemas. El dilema a veces no está en si hace falta superar ese corsé, sino en cómo hacerlo.
- Dilema del Escalado: ¿Tengo que crecer? ¿Cuánto? => La necesidad de crecimiento es a veces una obsesión, o responde a la agenda de prioridades de personas ajenas al emprendedor (por ejemplo, inversores de capital-“riesgo”). Es un dilema saber cuándo, cómo y hasta dónde el escalado tiene sentido.
- Dilema de la Segmentación: De nicho vs. Reactivos => Focalizar (o no) puede convertirse en un dolor de cabeza por el famoso mito de la diversificación de riesgos. Da miedo renunciar a ciertos segmentos porque reduce el mercado potencial, pero no especializarse puede ser aún peor.
- Dilema de la cartera de clientes: ¿Decir que NO? => La gestión de la cartera de clientes exige disciplina. A menudo nos piden cosas que se salen de la línea estratégica de la empresa y hay “clientes tóxicos” que pueden hacernos mucho daño, pero decir-que-no se convierte en un dilema.
- Dilema de la Estrategia: Planificar vs. Fluir => La planificación no está de moda. Ahora se lleva “fluir”, pero no creo que esa sea la única solución. Se necesita una mezcla óptima entre “buscar” y “encontrar” que no es nada fácil de conseguir.
- Dilema del equilibrio inestable: Beta perpetuo vs. Gestión por versiones => Pongo en duda la consigna de la innovación permanente. Es insostenible y genera un estrés organizacional que se come la rentabilidad. En algún momento hay que estabilizar.
- Dilema de los equipos promotores: Afinidad vs. Complementariedad => No debería ser un dilema, pero en la práctica lo es. Tendemos a buscar afines, con quienes sentirnos más cómodos, pero así reducimos el potencial de sinergias.
- Dilema de la motivación: Lo individual vs. Lo colectivo => Los sistemas de remuneración y de motivación plantean grandes tensiones entre estos dos objetivos.
- Dilema de la Transparencia: Transparencia vs. Indiscreción => Tengo claro que no es viable la transparencia absoluta, así que conviene fijar ciertos límites.
- Dilema del Liderazgo: Intervenir vs. Facilitar => Hay que gestionar las tensiones que afloran entre abrir espacios de experimentación (prueba/error) y asegurar la calidad que exigen los clientes.
- Dilema del Control: Control vs. Valor => ¿Cuándo y en qué medida cedemos participaciones y compartimos el control con nuevos socios?
- Dilema de la marca: ¿La marca es “buscada” o “atribuida”? => Construir una marca genuina puede tener una parte de “práctica coherente” y otra de “mimar la imagen”. Habría que ver dónde se pone el foco, y cuál es el impacto en cada caso.
- Dilema de la liquidez: Corto plazo vs. Largo plazo => La madre de los dilemas. Qué hacer con encargos y clientes que aparecen hoy, pero que pueden condicionar tu proyecto-estrella de futuro.
Hay muchos más dilemas. A ver cuáles añadirías tú, y cómo enfocarías éstos. Aquí te dejo la presentación que subí a Slideshare:
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Francisco
Buenas otra vez Amalio, nos vemos dos veces en un día, no esta mal, no esta mal….
A ver qué te parece el siguiente dilema:
¿Vivir en el presente o vivir en el futuro?
La empresa exige vivir anticipadamente a las necesidades de los consumidores, es decir, vivir en una permanente búsqueda de aquello que el cliente todavía no sabe que existe pero que da solución a una determinada necesidad que tu has sabido detectar. Esto es lo que denomino vivir en el Futuro, pensando de forma anticipada para continuar procurando valor a la vida de las personas.
Por otra parte, también es necesario vivir en el presente, para gestionar y controlar adecuadamente los procesos que va viviendo la empresa internamente y en su relación con los clientes, para realizar los ajustes oportunos en los momentos necesarios, en los momentos en los que se detecta un gap.
Encontrar el equilibrio entre el presente y el futuro creo que sin duda es un dilema.
Un abrazo
Francisco
Yuri
Pero, bueno…. Tan cerca y yo sin enterarme (:=(.
Menos mal, que haces un buen post 🙂
Yo pienso que la fórmula para afrontar a los 14 dilemas que indicas, es aplicar «el sentido común». Se trata de ser una persona inteligente (=la rapidez en la adaptación en el medio).
Aunque dicho así, parece casi una «simpleza»… pero creo que las cosas serían más sencillas con simple hecho de aplicar el sentido común. Eso sí, tomando consciencia de las paradojas infundadas (el siguiente post ¿no?).
Y por lo generar, la decisión más acertado no creo que sea ni blanco ni negro… como tú dices, hay mucho de «Y», aunque por supuesto, hay tonalidades de grises ;-).
A mí, me encanta la fresa bañada de chocolate y el chocolate de fresa 😀
Un abrazo.
Y
Guillermo
He estado dando un repaso a las entradas que no había visto del blog y cada vez tengo más claro que ha sido una suerte inmensa encontrarte 🙂 .
Me ha gustado mucho la entrada sobre la complejidad paralizante
http://amaliorey.com/2012/09/24/complejidad-paralizante-y-el-noble-arte-de-simplificar-post-324/
Sobre todo porque yo me siento un poco como el teórico que le cuesta ponerse en acción, en mi caso he solucionado el problema porque me he juntado con gente que son todo lo contrario, tienen mucha experiencia como emprendedores y me ponen las pilas.
Relacionado con que con los que te juntes van a definir donde puedes llegar, hay un dilema que está tratado implicitamente en el post, y de alguna manera está incluido en el resto de dilemas, pero creo que es conveniente hacerlo explícito. Este dilema tiene mucho que ver con una referencia que acabo de incluir en un comentario de otro post, la Inteligencia Colectiva de Pierre Lèvy http://inteligenciacolectiva.bvsalud.org/ .
El dilema se podría formular de muchas maneras y a partir de lo planteado por Lèvy una no muy desacertada sería
Dilema del enfoque al conocimiento: conocimiento vs. mercado.
Muy teórico verdad 🙂 , pero estoy convencido que es un dilema fundamental y que se puede plantear para cualquier tipo de empresa, aunque quizás sea más claro el dilema para la de servicios. Para ir a lo práctico y como cuestión principal (habría otras) este dilema se podría traducir en, ¿voy a dejar que mis usuarios/clientes formen parte (de verdad) de la estructura de mi empresa?
Julen Iturbe-Ormaetxe
A lo mejor hay un dilema previo: el dilema de quien emprende. Porque hay ocasiones en que lo que parece una decisión deja de serlo para convertirse en una imposición: la nueva clase obrera del siglo XXI: los emprendedores 😉
Amalio
Ese yo lo veo como la madre de los dilemas del «pre-emprendedor». Es decir, de la persona que está decidiendo si emprender o no.
Por cierto, cuando una decisión deja de ser libre, es impuesta como dices, o se convierte en la única salida que nos queda por tomar, el «dilema» está resuelto, ya no hay dilema porque no tienes entre opciones para elegir.
Y la idea esa de los emprendedores como la «nueva clase obrera del siglo XXI», pues mira, algunos (por su precariedad y asimetrías de relaciones) se aproximan al patrón que podemos imaginarnos de la «clase obrera», pero hay muchos otros que serían todo lo contrario, y llamarlos «clase obrera» me suena incompatible. Creo que hay mucha diversidad de situaciones y hojas de ruta…
Peter Hodgson
Hola Amalio,
Estoy seguro que ya tienes la referencia pero lo dejo aquí para beneficio de terceros. Noam Wasserman de la Harvard Business School tiene una publicación que reune una investigación bastante amplia de los dilemas del emprendedor. No sé si está traducido pero en inglés se llama «The Founder’s Dilemmas: Anticipating and Avoiding the Pitfalls That Can Sink a Startup». El rincón del emprendedor de Stanford tiene un vídeo de unos 24 minutos de presentación del tema por el autor en http://ecorner.stanford.edu/authorMaterialInfo.html?mid=2995
Gracia por el post, Peter
Amalio
Peter:
Gracias, amigo. Sí, conozco ese libro. De hecho tuvimos una interesante colaboración como «firma invitada» en el Boletin eMOTools de Mario Lopez de Ávila que publicó dos artículos sobre cómo «evaporar» dilemas, y hacía referencia directa al libro de Wasserman. Aquí están los enlaces, que por cierto, creo que son muy pertinentes para complementar este post: http://www.emotools.com/contents/articulos-y-blogs/mario-lopez-de-avila-munoz-el-emprendedor-en-su-nu/ y http://www.emotools.com/contents/articulos-y-blogs/mario-lopez-de-avila-munoz-el-emprendedor-nube-2/
En estos dos articulos de Mario, él defiende la tesis que muchos dilemas no lo son, si sabemos aplicar metodologías de TOC (The theory of constraints). Tengo algunas dudas respecto a la rotundidad con que él plantea sus soluciones, pero es muy convergente con ese tercer camino que proponemos aquí de «Y en vez de O».
Muchas gracias por el enlace, Peter…
Un abrazo 🙂
Peter Hodgson
Hace ya muchos años que leí La Meta y lo cierto es que influyó en mi gestión interna. Me parece una lectura casi obligada para un director. Lo que no se me había ocurrido es tratar el emprendimiento como un problema de producción. Interesante idea, prometo leer los posts de Mario con detenimiento 🙂
Peter Hodgson
Los artículos de Mario me han encantado. Ciertamente podría en duda la aplicación universal del método utilizado para el tratamiento de dilemas pero desde luego plantea un buen ejercicio de ‘sanidad’ mental.
El libro de La Meta planteaba otras cuestiones como la necesidad de redundancia y el peligro de la optimización de costes. Si mi memoria no me engaña la TOC (The theory of constraints) sólo aparecía como promesa de contenido de una publicación posterior. Ya te digo, hace mucho que lo leí 😉
cristian
Muy de acuerdo. Sería interesante cruzar estos dilemas con la experiencia de emprendedores. Tengo la impresión que el % seria alto y rico en profundizar cada dilema. Muy actual el post para desmitificar al emprendedor y los emprendimientos y acercarse a tierra firme 😉
Amalio
Hola, Cristian:
Pos’si, me consta que son situaciones que se dan mucho. Las expongo no solo por mi experiencia personal, sino de trabajar con muchos emprendedores. Pero seguramente se me han escapado dilemas importantes, y lo interesante es explorar buenos modelos de decisión en esas bifurcaciones. Un abrazo 🙂
Josean Rodriguez
Gracias Amalio! …por el buen rato que pasamos juntos la víspera…por esa charla entrañable y divertida que pudimos compartir…por esa maravillosa txuleta que nos zampamos con una botella de vino…y por lo mal que nos hizo dormir después (cada uno en su cama, aclaro 😉 )…
Muy buen trabajo! Te felicitamos por ello…y te traslado también el agradecimiento de algunos compañeros y emprendedor*s que integran el Foro. Dejaste huella, colega!! Te dejo aquí el enlace de Testimonios en la web de emotools donde Angel, Pablo, Juan y yo mismo lo contamos.
Abrazo potolo!!
Nota: En breve yo también lo postearé desde nuestro blog y publicaré la videoentrevista de «guerrilla» en Loiu…p’habernos matao!! 😉
Josean Rodriguez
Perdón por el despiste. El enlace del que hablaba de Testimonios es éste: http://kcy.me/can7
Amalio
Muchas gracias, Josean, por empujar el proyecto e invitarme a dar el taller con «tus» emprendedores. Ah, y esa txuleta con temporizador, colega… ya es legendaria 🙂
Las palabras que me habéis dedicado tú, Angel, Pablo y Juan en los Testimonios de eMOTools son también muy generosas. Con la que está cayendo, saber que las cosas salen bien ayuda mucho a seguir remando, ¿a que si?
Un abrazo