Pura Vida (post-355)

Regresé este lunes de Costa Rica, donde estuve una semana, casi 2 años después de mi primer viaje que incluyó también Panamá, reseñado en este post.
Empiezo dando las gracias a Mario Morales, de Innovare, por haberme invitado y por las atenciones que me dio, además de armar una agenda de trabajo/ocio intensa y divertida. Mario es un consultor de raza, de esos que disfrutan lo que hacen. Le gusta hacer las cosas bien y cuidar a sus clientes, lo que le ha llevado a trabajar con algunas de las empresas más importantes de Centroamérica. Espero poder seguir colaborando con él, porque me he sentido muy a gusto estos días.
Apenas llegué allí el 21, y después de un sabroso desayuno tropical con guanábanas y papayas bien dulces, nos fuimos al Parque del Volcán Irazú, donde estuvimos sendereando un buen rato. No vi volcán, ni nada que se le parezca, porque estaba todo nublado y llovió (es una pena porque las vistas allí son espectaculares), pero me vino genial respirar aire fresco y caminar bajo la lluvia a unos 3.400 mts. de altura. De ahí nos bajamos a la Casona del Cafetal, que es una finca colonial que está frente al lago de Cachí, rodeado de exuberantes jardines y un entorno precioso.
Tuve cuatro días intensos, de mucho trabajo. El martes organizamos con Mario y su equipo una sesión de intercambio de experiencias sobre consultoría de innovación en el Hotel Grano de Oro, un sitio increíble que recomiendo a todo el que viaje a San José. Revisamos las oportunidades que hay en Centroamérica, que son muchas, y las diferencias que existen con el mercado español. Intercambiamos buenas prácticas, hicimos algo de sparring alrededor de algunos productos/proyectos que se podrían desarrollar y compartimos buenas (y malas) experiencias en la gestión de clientes. Mario estaba muy interesado en conocer la forma de trabajar de la consultoría artesana y la estrategia de curación de contenidos de eMOTools, y yo en su capacidad de usar metodologías para sistematizar la innovación en grandes empresas, algo que Innovare hace muy bien. Lo que más me gustó es que ni él, ni yo, intentamos vender nada, ni aparentar más de lo que somos. Fue un intercambio en el que nos importaba aprender (sobre todo, de los errores) y no tontear con paripés comerciales.
El miércoles me tocó bailar con la más fea (según se mire, por supuesto). Me pidieron que diera una conferencia de 4 horas al personal del banco BAC Credomatic, en doble sesión de mañana y tarde, a la que asistieron unas 300 personas. El BAC es un pujante e innovador banco que opera en toda Centroamérica, con bastante buena reputación entre sus clientes. Al principio me sentí incómodo con esa propuesta, pero cambié de idea cuando después de advertirles vía Skype que no soy experto en innovación bancaria y que además, soy muy crítico con los bancos, me dijeran que eso era precisamente lo que estaban buscando, y que me sintiera libre de exponer con franqueza mi punto de vista sobre la banca.
Y obviamente, eso fue lo que hice. Tal cual, en plan outsider irreverente. No me corté a la hora de explicar el descrédito que acumula el negocio bancario en España, la necesidad de que ese mundo tan elitista y acartonado se abra a la sociedad y se acerque a propuestas más éticas y humanistas. Les puse muchos ejemplos del doble discurso y la publicidad hueca con que la banca pretende seguir atrincherada en su posición dominante y del profundo cambio sociológico que se está cuajando en torno a la cultura digital.
Les hablé de cómo el negocio bancario confunde prudencia con conservadurismo, de que los principios de RSC deben integrarse al ADN de la organización y no pueden gestionarse como una política aparte, y de por qué la confianza (un atributo que tanto preocupa a la banca) necesita de transparencia y de una coherencia que siempre se pone a prueba en las situaciones de frontera, en los dilemas empresariales. Por el camino revisamos los estereotipos del “bancario ideal”, y me permití recomendarles que incorporen más humanistas, antropólogos y artistas en sus equipos.
También hubo tiempo para hablar de las amenazas que se ciernen sobre el negocio bancario y la urgencia de que espabilen para adaptarse a los nuevos tiempos. Eso incluye fuertes tendencias a la desintermediación, la “Banca a lo Google” que pone el acento en los datos como fuente de valor, el Big Data como “mezclador” de sectores, los nuevos operadores no-bancarios que provienen de Internet, el Mobile Banking como sustituto implacable de la tarjeta (Paypal, Square, etc.) y la lecciones que podrían aprender del Crowdfunding, entre otros.
Confieso que iba algo preocupado. No sabía cómo iba a encajar un discurso tan crítico en medio de aquella fiesta (es literal, si veis las fotos y el ambientazo que había), pero encontré una gran receptividad, mucho interés por escuchar otras visiones, miradas de complicidad en buena parte de los asistentes y un entorno generoso para la conversación. Fue curioso ver al vicepresidente de uno de los bancos más fuertes de Centroamérica inaugurando el evento con una charla informal y distendida, sin corbata y nada que se parezca a un discurso estirado. Estuvo toda la sesión de la mañana escuchándome, tomando notas, riéndose, como uno más de los asistentes. Menos gracia me hizo que comenzaran el evento, que se desarrollaba en la planta 17 del hotel Holiday Inn de San José, dando instrucciones sobre qué hacer en caso de un sismo, las puertas por donde salir si la cosa se ponía fea y demás medidas de seguridad no aptas para un forastero malagueño poco acostumbrado a escuchar esas advertencias 🙂
El jueves tuvimos otra sesión intensiva de 8 horas. Esta vez con el Club de Innovación de Costa Rica, al que pertenecen algunas de las empresas más innovadoras del país. En la sesión de la mañana hablamos de los negocios híbridos y las oportunidades de colaboración radical, y por la tarde, presentamos nuestros Moldes Creativos. Aprecié, de nuevo, mucho nivel en los participantes, con directivos y directivas muy bien formados. Innovare tiene aquí un proyecto precioso, diseñado y gestionado con mucho cariño, y que ya han extendido a otros países como Colombia. En este álbum se pueden ver fotos de la sesión del Club.
El viernes organizamos un taller abierto, pero de pago, en el que hablamos sobre “Dilemas y Paradojas en la Gestión de la Innovación”. Asistieron unas 20 personas y la verdad es que nos quedó redondo (ver imágenes del taller). Salimos muy contentos, porque fue dinámico y con aportaciones de gran valor.
Es curioso, pero Latinoamérica que siempre ha tenido una fama justificada de tradición machista, no deja de sorprenderme por el alto número de mujeres que ocupan cargos directivos. Ya lo comenté en el post de mi visita a Colombia, y lo vuelvo a constatar en Costa Rica, donde encontré muchas más mujeres ocupando cargos de responsabilidad de las que veo en España. Empezando porque tienen a una Presidenta mujer, Laura Chinchilla.
El fin de semana lo dediqué al ocio-vacacional. La visita al Parque Natural del Volcán Arenal es francamente recomendable, sobre todo si tienes la suerte de que te acompañe (como a mí) el buen tiempo. El volcán es imponente, y ha estado activo hasta hace muy poco. Con su elegante cono, que roza la perfección, se apropia con merecimiento de todos los paisajes. No te cansas de mirarlo y asombrarte de su majestuosidad, y también por el misterio que evoca. El coloso, como le llaman, tiene una ladera verde, boscosa, y otra seca y ceniza. Eso se explica porque el cráter está girado algunos grados hacia uno de los lados por el que escupe y provoca todos sus destrozos. La localidad más importante de la zona, “La Fortuna”, se ubica precisamente en el lado contrario, y nunca ha sido afectada. Los guías del parque hablan del volcán con una mezcla de cariño, respeto y curiosidad. A él deben la prosperidad económica de la zona, pero son conscientes de su peligro, y se mueren de ganas de acercarse al cráter, algo que implica un gran riesgo que evitan, tanto por los gases que emana como por el lanzamiento y deslizamiento de enormes piedras. A Eduardo le brillaban los ojos cuando hablaba de las pocas veces que traspasó la línea de seguridad, y lo comparaba con la excitación que se puede sentir al entrar por primera vez en una habitación prohibida.
Antes de terminar, me gustaría dedicar unas líneas a Costa Rica. Sé, por experiencia, que para conocer bien a un país hay que vivir allí un tiempo, porque puedes idealizarlo. Es difícil sacar conclusiones fiables a partir de una visita de una semana, pero al menos uno puede comparar si echa mano de la observación y la intuición. En este viaje he tenido la oportunidad de interactuar con muchas personas, sobre todo por las sesiones de formación que impartí.
De algo estoy seguro, y es que los ticos saben vivir. Son super amables… sin pasarse. Tratan a la gente con mucha educación sin forzar nada porque les sale natural. Hablan en voz baja, sonríen, parecen estar serenos siempre y hacen preguntas inteligentes. Recuerdo que comenté en uno de los talleres que era fan total del palmito, y una chica que participaba tuvo el gesto de llamar a su empresa (que envasa palmitos) y tenerme lista una caja con varios botes antes de que terminara la sesión. Vi mucha gente competente, lucida y buena. Te encuentras personas muy preparadas en todos los sitios. Eduardo, el guía que nos acompañó durante el recorrido por el Volcán Arenal me impresionó. Vive en un pequeño poblado del interior pero nos dio un auténtico recital de sabiduría; todo contado con un dominio y humildad que me dejó pasmado.
Y puestos a comparar, ya lo comenté en un post anterior sobre mi visita a Medellín: los españoles nos estamos ganando a pulso la fama de amargados, y creo que eso va a peor con la crisis. Es ver cómo la gente se relaciona por allí, y sentir que nosotros somos más bruscos, como si estuviéramos siempre malhumorados.
Estuvimos hablando en una sobremesa del privilegio de vivir en Costa Rica y de la necesidad de no imitar a nadie. Es un tema muy actual porque algunos intentan importar modelos absurdos a los que sólo les interesa la productividad. Por ejemplo, se está vendiendo mucho el llamado “milagro chileno” como referencia para LatAm, que pone la prisa y la competitividad en el centro de todo, muy a lo “american way”, pero a mí no me gusta porque las veces que los ticos se ríen no cabe en su modesto PIB. Ya se sabe, todavía no han inventado indicadores que midan bien eso que llaman “pura vida”, y a lo que yo jamás renunciaría.
PD/ Más imágenes del viaje en mi álbum de Flickr.
Mario Morales
Estimado Amalio:
Ya ha pasado un mes exacto desde que nos diste el taller en el Club de la Innovación de Costa Rica el 25 de Abril de este año. Hasta ahora puedo sacar el tiempo para hacer un comentario en tu post. Para todo el equipo de Innovare fue un placer haber tenido la oportunidad de compartir contigo en tu viaje a nuestro país. Pienso que no nos equivocamos en haberte seleccionado como el conferencista internacional que traeríamos en el 2013 al Club de la Innovación de Costa Rica. Tu visita fue capturada en nuestro blog en la siguiente dirección: http://www.quieroinnovar.com/amalio-rey-en-el-club-de-la-innovacion-de-costa-rica/.
Nos alegra mucho que la hayas pasado bien ya que tono nuestro equipo se esmeró para que tu visita fuera un éxito. Para mí lo más valioso del viaje fue la oportunidad de haber intercambiado contigo visiones de la innovación y de la vida. Tengo que confesarte que me has dejado una gran huella ya que he aprendido mucho de tu visión de la vida y de los negocios. Durante tu viaje abrí una nota en mi teléfono que titule como: «Aprendizajes de Amalio Rey». A continuación te paso algunas de las lecciones o reflexiones más valiosas para mí de tu visita a Costa Rica:
La vida no es hacer plata, es para vivir experiencias. Lo más importante es honrarse a uno mismo con lo que le gusta hacer.
En Europa tenemos muchas normas y somos aburridos. Los latinos son más adaptables y son más felices.
¿Debemos imitar el modelo de Silicon Valley como hizo Chile y trabajara como locos? No debemos importar modelos de afuera. La vida hay que vivirla. Hay que ser más humano. No debemos obsesionarnos con la productividad. ¿Qué sociedad que queremos y cuál es el balance que queremos?
Aprendí la palabra Travacacionar.
El futuro será híbrido.
Y muchas más.
Mil gracias por tus enseñanzas y lecciones de innovación e humanismo. Espero que podamos hacer más cosas juntos en el futuro.
Amalio
Muchas gracias, por tus amables palabras. Me has sonrojado. Para mí fue un placer compartir contigo y tu equipo. Espero que se repita, aquí o allá.
un abrazo
Amalio
Ingrid Mora
Hola Amalio. Hace días que quería escribirte, pero estuvimos de viaje y hasta ahora regresamos. Fue un gusto haberte conocido y compartido estos días en Costa Rica. La experiencia fue muy positiva, me identifico mucho con tu filosofía de la vida y del trabajo. Me alegro mucho de que todo haya salido tan bien y espero que sigamos en contacto, hay tanto por hacer!!!!
Amalio
Hola, Ingrid:
Me alegro verte por aqui. También fue un placer conocerte en Costa Rica. A ti y a todo el equipo de Innovare. La verdad es que todo salió muy bien, y eso se lo debemos a lo bien que estuvo organizado, un mérito vuestro como anfitriones.
Un abrazo 🙂
Iván
Por cierto, hay una novela con el mismo título sobre Costa Rica, de José María Mendiluce, fue finalista del Planeta hace muchos años. Es interesante su lectura. Abrazo viajaprendiz 🙂
Amalio
Gracias, Iván. Ya la busco. Esto de «pura vida» me parece de las frases más certeras que se han elegido para identificar a un país. Da en el clavo 🙂
Gorka Corres
Hola Amalio:
He vivido en ese país durante una larga temporada y puedo corroborar tus palabras al 100%.
Me ha alegrado mucho leer este post por revivir aquella época 🙂
¡Saludos!
Gorka
Amalio
Hola, Gorka:
Qué bueno que coincidamos. Si has vivido un tiempo allí, tendrás seguramente más criterio que yo. La verdad es que después de publicar este post, e intercambiar algunos e-mails con un amigo de cuya opinión confío, me quedó la sensación que estaba dando una imagen edulcorada de Costa Rica, porque solo había entrado en contacto con la gente a la que le va bien, que tiene un buen trabajo y que se beneficia de las ventajas que ofrece el sistema. Está claro que no tuve la oportunidad de conocer a personas que se mueven «in the other side», ese lado oculto que cualquier sociedad esconde a los turistas y viajeros. Incluso llegué a pensar (como le comenté a mi amigo) que hablar de «Pura Vida» podía ser un poco insultante para alguna gente que no la está pasando bien, y eso en parte me duele. Igual habría que matizar tanta lujuria de felicidad (egoista) que transmito en el post. Me consta, por ejemplo, que Costa Rica ha ido abandonando en los últimos años algunas de ventajas sociales por las que destacaba en el contexto centroamericano. Su sistema de seguridad social se está privatizando a marchas forzadas, y empieza ser muy caro para las capas más bajas. Hay muchas críticas hacia las políticas de sostenibilidad y el ventajismo del que disfrutan algunos sectores para construir donde no debería. Todavía la «joya de la corona», su sistema de educación, sigue siendo de los mejores, pero vamos a ver qué pasa con eso si las políticas sociales siguen perdiendo fuerza, como viene ocurriendo. Dicho esto, me sigue pareciendo increible el buen carácter y las ganas de vivir que tienen los ticos. Un saludo 🙂
Jorge
Hola amigo:
Que alegría poder leerte !! . Leo este post y es como un viento fresco (como el de la cima del volcan) en este aire enrarecido por la crisis.
Que suerte y que envidia; no por el viaje, sino por esa capacidad que tienes de encontrar mentes y oidos abiertos. Aunque en cierto modo me apena; ya me gustaría que en este pais se te oyera más y que ciertas cosas que dices calaran profundamente en el ADN de nuestra sociedad que, en estos tiempos, parece ciega, sorda y (por desagracia) cada vez mas muda.
Hay que hacer algo… Amalio… hay que hacer algo y hay que seguir batallando (tambien aquí), que ya lo decía Camilo José Cela, que en este pais el que aguanta, gana. Sé que es grato hablar donde los oidos y las mentes escuchan, pero cada vez veo más urgente hablar y luchar aquí. Aunque acabemos como San Francisco, predicando a los pájaros.
Un abrazo, Jorge
Amalio
Hola, Jorge:
Gracias, por esa alegría 🙂 Los viajes ayudan a buscar «vientos frescos», y hacen que uno regrese algo renovado, a pesar de lo difícil que es eso con la pesadumbre que se respira aquí. Es llegar, y a los dos días darte cuenta que estamos metidos en un bucle de desesperanza. Pero yo confío que en algún momento, y pronto, se va a romper. No puede ser que sigamos cruzados de brazos haciendo el inventario de calamidades.
Un abrazo
Iván
Gran post, pedazo viajaprendizaje te has pegado 🙂
Amalio
Gracias, Ivan. Ya ves, siguiendo tu estela, compadre!!! aunque no te llego ni a la chancleta… 🙂