El milagro israelí, la historia incompleta (post-356)

NOTA DEL AUTOR: Este post fue originalmente publicado el pasado 12 de Mayo. Tuvo numerosos RT y recibió comentarios muy enriquecedores de personas que conocen Israel o siguen de cerca su evolución. El texto de la entrada y los comentarios realizados fueron equilibrados y respetuosos, como ocurre habitualmente en esta casa. Sin embargo, después de la publicación de este artículo se cayó de repente el servidor durante dos días, y cuando conseguimos migrar los datos, este post había desaparecido, y fue imposible recuperarlo. Me cuesta creer que el crash del servidor haya sido provocado por este texto y algunos matices incómodos que casi siempre aparecen cuando se hace una lectura crítica de un país con luces y sombras como Israel. Pienso que este espacio es demasiado poco importante para que merezca tanto odio, pero lo cierto es que ya dispongo de demasiados indicios para tener sospechas razonables de que alguna relación puede haber entre lo ocurrido a mi servidor y la publicación del post. Pues nada, aquí he vuelto a publicar el texto original, sin cambiar una coma, y lo volveré a hacer tantas veces como haga falta. Solo me apena que se hayan perdido los comentarios, que eran muy jugosos y aportaban argumentos muy interesantes a la conversación. Mis disculpas a quienes se molestaron en pasarse por aquí y compartir su punto de vista. Que cada uno juzgue con libertad de qué lado está la razón 🙂
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Acabo de leer un post del maestro Xavier Marcet, quien es para mí la persona que más sabe de innovación en España. Lo respeto y admiro, no solo por lo mucho que entiende sino también por lo bien que se explica.
El post en cuestión lleva por título: “Lecciones de innovación y emprendimiento aprendidas en Israel”, y es una recopilación de notas que hizo Xavier a partir de una visita a ese país (Tel Aviv, Haifa y Jerusalén) con un grupo de managers catalanes. Empecé a escribirle un comentario en su post, pero me estaba quedando tan largo (as usual) que decidí crear mi propia entrada en este blog, para no abusar de su confianza.
Hay varias razones de por qué este tema me merece tanto interés:
- Israel es un país bipolar, que tiene un lado brillante y otro oscuro. Una parte significativa de sus activos se explican por sus pasivos. No se puede hablar de lo uno sin lo otro.
- Israel es una tentación muy mediática para el copy-paste cuando se habla de ecosistemas de innovación y emprendimiento, lo cual es tan equivocado (o más) que seguir dando la vara con montar clones de Silicon Valleys en España, algo que por cierto no hace Marcet.
- Israel guarda paralelismos con otras realidades que conozco, que me salpican emocionalmente, y con las que me identifico. Sé que ofrece cosas para aprender, y otras para olvidar. No entraré en detalles, pero la idea de percibir sus logros como la hazaña perfecta me revuelve.
He leído bastante sobre el llamado milagro israelí, desde voces como las de Martin Varsavsky (a veces lúcido y objetivo, otras muy sesgado), hasta los buenos posts de Javier Megias y algún artículo de El País, por citar algunos. Así que agradeciendo la sobriedad y el esfuerzo que pone Xavier (aunque no sé si lo consigue del todo) en profundizar y no hacerse eco de historias incompletas, me dejaré llevar por eso de que los blogs son conversación, y haré un contrapunto a algunas ideas que él esboza.
Por cierto, antes de seguir sugiero que leas el post de Xavier porque estos apuntes se inspiran en lo que él cuenta. También quiero dejar claro que nunca he visitado Israel, así que mis apreciaciones puede que tengan menos valor que las suyas, dado que las hago desde la distancia. Si tengo la oportunidad, iré algún día e intuyo que volveré sorprendido de muchas cosas, así que es bastante posible que tenga que corregir algunas de las cosas que escribo hoy, pero de momento esto es lo que pienso:
- En efecto, Xavier, lo primero que hay que decir (o gritar) es esto: “No creo que podamos copiar nada (de Israel) porque sus condiciones son únicas”. Además, iento que podríamos inspirarnos más en algunos de sus abordajes prácticos de solución que en “sus valores” o en la relación que los Israelíes establecen entre innovar y riesgo, porque esto último es quizás de lo más idiosincrático que tienen. El modo en que el riesgo (OJO: el que sufren y el que provocan) ha influido en su mentalidad nacional es único, y parece imposible de replicar aquí.
- Plas, plas, plas… a la importancia que Xavier da en su reseña al papel que juega la inmigración (y añadiría, la emigración) en los ecosistemas de innovación. También es cierto que en ese caso se trata de un fenómeno muy peculiar, con una capacidad de atracción selectiva de “inmigración cualificada” que se explica por motivos complejos que sería muy largo desgranar aquí. Aunque yo no tengo dudas de que, lógicamente, la “base religiosa” tiene ahí un peso determinante.
- Lo que el servicio militar ha influido en Israel para “tejer redes”, y lo que a mí me parece más interesante: para provocar mezclas que perforen las fronteras de clase, podría tener un instrumento equivalente en España, aunque pacífico y no en contra de nadie. Es un tema que me ha dejado pensando, y al que volveré más adelante, porque se me ocurren algunas ideas, pero de momento no puedo decir más.
- Quiero creer que Marcet no está juzgando, ni dando recomendaciones, sino que se limita a documentar lo que vio pero… ojalá que en España nadie se tome en serio, ni se le ocurra copiar, la socorrida coartada del ejército para impulsar innovaciones en otros ámbitos. Es lógico que un país que pone tanta pasta en la industria militar produzca notables externalidades hacia el sector civil (¡¡faltaba más!!), pero la pregunta que habría que hacerse es si ese mismo dinero no rendiría mucho más (socioeconómicamente hablando) si se invirtiera directamente en fines no militares. También es verdad que buena parte de esos fondos no llegarían a Israel sin el pretexto militarista porque son parte de su gran Storytelling.
- El hecho de que los israelíes muestren una capacidad de asunción del riesgo superior a la media creo que se debe sobre todo al componente migratorio (sé en carne propia el impacto que eso tiene), a unas premisas grabadas con fuego en su sustrato cultural-religioso (para bien y para mal) y a una narrativa colectiva de “pueblo elegido” y asediado que lo estimula. Las políticas públicas es cierto que han ayudado a disparar el círculo virtuoso, pero el chispazo viene de ahí, de esa base demográfico-cultural.
- Buena parte del éxito de Israel tendrá que explicarse por el papel de la Diáspora, y de su alianza estratégica con los lobbies-USA. Si queremos contar la historia completa, hay que señalar bien alto que ese “factor externo” le ha colocado siempre en una posición muy privilegiada (tanto en dinero como en margen de maniobra), hasta el punto de traspasar límites que la comunidad internacional sólo ha permitido a su socio americano. Cualquier coincidencia NO es pura casualidad.
- Los israelíes son campeones del mundo en proteger “su” propiedad intelectual (el término “toscos” que usa Marcet me parece muy acertado) pero también, todo hay que decirlo, en usar (y abusar) con astucia del “invent around” sobre invenciones de otros. Claro, esa paradoja hipócrita no es un invento israelí sino que se da en todos los obsesos legalistas de las patentes y el copyright, muy celosos con lo suyo pero sagaces copiadores de lo ajeno.
- Nunca he entendido, ni entenderé, por qué Israel participa en el Programa Marco de la UE si no es un estado-miembro, ni está en Europa. Y menos que tenga una relación superavitaria (como explica Marcet), por muy competitivo que sea. Para mí es otro de los privilegios que disfruta por razones meramente geopolíticas, un factor que explica mucho, muchísimo, una parte del milagro israelí.
- No se habla hoy de crisis allí, pero se hablará. Se ve venir porque las condiciones están cambiando, y algunos de los pilares sobre los que descansa el milagro israelí están siendo cuestionados desde adentro. Hay un lado oscuro en ese modelo que terminará generando tanta entropía (ya hay “signals” en manifestaciones internas) que los obligará a cambiar y a abrirse, a vivir menos de las rentas externas y por tanto, a contagiarse de situaciones parecidas a las nuestras.
Enhorabuena a los israelíes por sus éxitos más genuinos, porque es un pueblo bravo y que ha sabido superarse. Pero en mi opinión, la paranoia institucionalizada y la constante invocación a la guerra épica no puede ser la base del éxito sostenible en un escenario que invita a construir sobre el principio de la interdependencia.
Yo espero visitar a Israel, porque está en mi agenda. Pero lo haré cuando pueda hacerlo también a su vecino. O sea, el día que dejen al Estado de Palestina disfrutar del mismo derecho a existir como un país viable. Mientras eso no ocurra, seguiré diciendo que la historia que se cuenta del “milagro israelí” es sesgada e incompleta. Ah, y que conste, éste no es un post político, ni de innovación, sino todo lo contrario
PD/ La imagen del post es de la galería en Flickr de amira_a
Amalio
Este comentario es de JAIME CUESTA (http://jaimecuesta.blogspot.com), que también recuperé y copio aqui:
Comentario:
Interesante visión e interesantes comentarios. Sólo realizar un apunte que no siento que se esté manejando adecuadamente.
En el trasfondo del artículo de Amalio y en algunos comentarios, se habla de forma despectiva de las ventajas sobrevenidas que encuentra Israel por su situación geográfica o por su singularidad cultural y religiosa. Incluso parece que se quiere utilizar para restar valor a los logros.
Precisamente poner en valor las ventajas externas es parte del éxito israelí, es un tema más a estudiar, no a enjuiciar. ¿Acaso Barcelona no utiliza el clima y su situación geográfica para captar talento extranjero? ¿por qué otros países con grandes ejércitos no consiguen esa transferencia de valor al mundo civil? ¿qué diferencia la diáspora judía de los «españoles por el mundo»?
Estaremos de acuerdo o no con muchas cosas, pero entender los mecanismos que las motivan quizás ayude a mejorarlas como bien apuntabais, por ejemplo, a la hora de buscar un aglutinador en España a imagen de lo que supone el ejército en Israel.
Amalio
Este comentario es de JULEN ITURBE (http://blog.consultorartesano.com). Lo he conseguido recuperar después del fallo del servidor. Lo transcribo aquí tal cual:
Comentario:
Sé que voy a ser muy simple, pero lo digo: me horroriza la militarización de ese país… o lo que sea. Nunca he estado allí, no me llama nada acercarme y sé que aplico mis más robustos prejuicios. Pero no. No puedo con esa postura hacia lo militar. Me parece un fracaso completo como sociedad. En su globalidad.
Vlady
Tienes razon mi querido amigo tu comentario es muy simplista
Amalio
Este comentario es de PEDRO. Lo he conseguido recuperar después que se perdió con el fallo del servidor:
Comentario:
Antes de nada, ya que estamos todos en plan político, dejar claro que estoy en contra de que los palestinos, especialmente de Gaza, lancen cohetes casi todas las semanas y logren de vez en cuando matar a familias israelíes. Así como que los cohetes los lancen desde los tejados de casas de familias inocentes (civiles) palestinas de Gaza. Vamos, que utilicen a sus ciudadanos para atacar a los israelíes.
Bueno, dicho esto, al tema.
Por intentar añadir algo nuevo a lo dicho, y yo sí que he estado en Israel, hay algunas que no se cita en éste ni en ningún post, y que, si miramos un poco por debajo de la superficie, podemos adivinar.
Hay 4 factores que no se citan, como digo, y me parecen importantes:
1º – Los israelíes trabajan como… locos. Empiezan su jornada laboral el domingo y la acaban el viernes a mitad del día, antes del Shabbat. Es decir, trabajan medio día más que lo habitual en España u otros países. De acuerdo que trabajar más no significa éxito, pero sí trabajar más cuando eres productivo y eso es lo que hacen los israelíes. Trabajan muuuucho y muy bien. Las uuuu del muuuucho significan también que entre semana en muchos trabajos meten más de las 8h normales. No estoy diciendo que hagamos lo mismo (creo que 8h son suficientes), simplemente estoy explicando la realidad.
2º – Están orgullosos de su país. Lo mismo que los americanos. Muchos pensaréis que esto es una tontería y es cierto que es un intangible que no se puede medir, pero remar todos en la misma dirección para conseguir algo, estoy completamente seguro de que los hace mejores.
3º – Son como una gran familia. Me explico. Israel es como un pueblo castellano de 1.000 habitantes. Todos se conocen y se ayudan. Que al paisano se le rompe el tractor, pues el vecino saca la llave inglesa del 14 y le ayuda. Pues Israel es lo mismo. Nadie deja tirado a nadie, todo el mundo se ayuda y además son bastante «buscavidas», es decir que se las ingenian para hacer negocio de casi todo, en el buen sentido.
4º – Como dijo un asesor de Clinton (Es la economía tonto!!!), aquí se podría decir, «Es la mentalidad tonto!». Y la mentalidad se inculca desde pequeños, en la educación, en el colegio. Lo maman. Alguien me decía que si en Israel cuando tienes veinti pocos años no han iniciado, pensado (aunque sea fracasado) en algún negocio por pequeño que sea, eres muy raro.
Bueno pues esta es mi aportación un poco diferente. Espero haber aportado un poco de luz.
Iván
Amalio, buenas reflexiones, pero por una vez tengo que discrepar en algunas. Tengo que decirte que comparto más la visión de Xavier que la tuya. Yo si creo que podemos aprender cosas de Israel, la forma de unir y coordinar el trabajo entre Universidades, Centros tecnológicos, emprendedores, estudiantes y administraciones es algo que debería poder estudiarse con detalle como ejemplo de buenas prácticas. Por otro lado, en mis viajes por el mundo he econtrado a mucho israelí, con sus pecualidaridades como la gente de otros países. Pero imagina un país donde el 95-100% de sus jóvenes viajan durante un año o más por el mundo, ¿ Puedes imaginar la cantidad de ideas y conocimiento que acumulan los jóvenes de Israel con el viajaprendizaje?. En I+D o en Inteligencia Competitiva son líderes mundiales, en eso no creo que dependa del lobbie judio que tienen en USA, depende más de la actitud. Por otro lado definen de forma magistral lo que yo llamo el viajaprendizaje, en Israel lo definen con la frase «Go far, stay long, see deep». Te recomiendo el libro Startup Nation pues aclara muchas cosas y aporta unos detalles muy buenos, incluido el necesario papel de la meritocracia, la necesidad de hablar y debatir para tomar decisiones, o incluso la horizontalidad de su ejército si lo comparas con el del resto de países occidentales..El crimen de estado con los palestinos no debería cegarnos en admirar como científicos o invstigadores las buenas prácticas de Israel en todo lo referente al I+D y la innovación. Un abrazo Amalio, ya hablamos de estas cosas con calma en unas semanas por tierras malagueñas 😉
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Caro Miguel, já contactou o departamento de tráfego da Câmara a reclamar (eventualmente num livro amarelo qualquer) que o departamento de tráfego induz velocidades ilegais na cidade, ou é só escrever em blogs?
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Oh, Melville!!!Pero no es Melville, no. Aunque está inspirado en uno de sus relatos. Yo creo que es un escritor al que tengo pensado dedicar un texto de su libro «Extraña Forma de Vida» acompañando a uno de mis cuadros.Hablo de Vila- Matas.¿Es?Libro, Bartleby y CompañÃa.¿Es?¿No es?Adoro a este señor. Si no es, no me importa, ahà queda su mención y de paso mi recomendación.Salu2!
carter glass
todos traquilos,que zapatero a dicho en la tele,que ya estamos en proceso de recuperacion,no sabe como ,ni cuando ni porque,pero lo a dicho en la tele.pensemos mejor en el proximo barsa real madrid y despreocupenos,ademas como españa fue la ultima enentrar en recesion por logica sera la ultima en salir,vamos es de cajon.si crecieran las nacires…………….Vota el comentario: 0 0
José López Ponce
Recupero mi comentario….
Amalio,
Ante todo felicitarte por “empoderar” la visión de Xavier Marcet con tus pinceladas críticas. Xavier aporta, como tu bien destaca, una mirada “de científico o estudioso del tema”, pero en cierta medida sesgada de la realidad global. Conozco a Xavier y hemos tenido relaciones profesionales y, sin ninguna duda, es una persona con una gran capacidad tanto profesional como humana, pero en este caso aporta una visión de algunos árboles sin contemplar el bosque.
En mi opinión, el ecosistema innovador de Israel reúne unas características especiales que lo hace irrepetible en otras áreas geográficas. Tu lo apuntas muy bien, Israel se ha beneficiado y se está beneficiando de un apoyo financiero y de transferencia tecnológica que podríamos considerar excepcional. Hace unos años tuve la oportunidad de colaborar con una start-up israelita del sector de las TICs en un proyecto europeo (sic) la cual, a su vez, trabajaba en proyectos de seguridad informática para el Pentágono, no es difícil de imaginar el nivel de transferencia de know-how y recursos económicos que implica estos proyectos.
Es cierto que el Estado de Israel apuesta continuamente por la innovación, pero una importante parte de ésta está relacionada con la industria asociada al complejo militar-policial, si miramos la relación de empresas israelitas que cotizan en el Nasdaq, la gran mayoría desarrollan sus actividades en dicho sector, la seguridad se ha convertido en la propia esencia del Estado y no deja de ser una industria. Mientras que la otra parte, la menos, está orientada a suplir las carencias de un territorio pobre en recursos naturales: agricultura, equipamiento biomédico y electrónico, maquinaría industrial especializada, entre otros.
Aunque pueda ser interesante la experiencia israelita en I+D+i: apoyo económico del Estado, simbiosis Universidad-sector privado, lazos fuertes en una comunidad perseguida y condenada a la diáspora durante siglos, victima de uno de los mayores genocidio de la historia de la humanidad, cuyo leitmotiv es la supervivencia, etc, etc, etc. Coincido contigo, hablar de I+D e innovación requiere observar el contexto y todas las relaciones de causa-efecto.
S2
Amalio
Mil gracias, José, por recuperar tu comentario. Es el único que se salvó. Me da mucha pena porque había material interesante de gente que conoce bien el tema, y las aportaciones eran desde perspectivas cruzadas, lo que las hacía más enriquecedoras.
Lo que comentas del papel que juega la industria militar y de seguridad en el «market pull» del ecosistema israelí es muy revelador. Para mucha gente, que parte de un modelo se base en eso le puede parecer anecdótico por eso de «el fin justifica los medios». Ya sabes: mientras genere empleo y riqueza, bienvenido. No importa para qué se use, ni qué tipo de engendros se estén alimentando. Es algo muy parecido a Eurovegas, y la infamia que quieren montar en Madrid.
Como dices, «la seguridad se ha convertido en la propia esencia del Estado», y todos podemos suponer lo que eso significa, y las derivaciones que tiene. Vale, algunos van a decir: «lo tienen que hacer, no tienen remedio por el sitio en que están ubicados», pero ambos sabemos que eso no es así. Que hay mucho abuso, atropello y ambición desmedida en su forma de hacer política en la zona. Lo quieren todo, y nada del win-win que pregonan.
En cualquier caso, la reflexión que hacemos aquí también tiene que ver con la tentación de copiar modelos muy idiosincraticos, y sobre todo, con el error de cerrar demasiado el zoom, perdiendo la perspectiva del todo. OK, estoy de acuerdo que estudiar a fondo ciertos árboles es valido, se puede aprender con ello, pero habrá que hablar también del bosque.
Un abrazo 🙂