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Educación, Offtopic

Cosas que ocurren en un vagón de tren (post-450)

por Amalio Rey 08/04/2015

 

 

Hace unos meses puse un mensaje en Twitter que decía: “En un vagón de tren puedes ver pasar todas las formas de mala educacion y falta de empatía de España”. Recibí varios comentarios de gente que opinaba parecido. La cosa se repitió en otros viajes, así que me decidí a hacer un poco de antropología ferroviaria 🙂

Espero que este post no me salga en plan cascarrabias porque al final lo mejor que uno puede hacer para no amargarse es tomártelo a guasa. En definitiva: Spain is different. Aquí tienes un muestrario condensado de todas las experiencias que puedes vivir en un viaje de tren:

  1. Los indiscretos temerarios: Gente contando, con pelos y señales, historias íntimas y delicadas con la misma ingenuidad que lo hacen algunos en las redes sociales, como si vivieran en una burbuja que los blinde de espíritus fisgones. Que si su jefe, fulano-de-tal, es un cabrón. Que si va a cobrar una comisión de X a tal cliente. Que si se ha enterado de las condiciones de la oferta que el competidor-Y va a presentar a un concurso. En fin, ya lo dije en otra ocasión, un espía en el AVE se forraría.
  2. El patio de colegio: A veces el vagón se convierte en una sinfonía desafinada y estereofónica de voces que vienen de distintas direcciones, y todas a la vez. Algunos no se han enterado todavía que cuando pegan la oreja al teléfono terminan hablando más alto de lo que suponen. La solución es hablar siempre más bajito de lo que uno cree, o mejor, salir del vagón para responder llamadas, o sencillamente… no coger el teléfono.
  3. Las casposas notificaciones: Con el Whatsapp esto se ha puesto negro. Pones cara de asesino si te toca esa chica joven que no quiere responderle al novio o el chaval que pasa de los mensajes del padre pesado, y los ves mirando por la ventana, super-tranquis, como si nada pasara, mientras el aparatillo diabólico no deja de pitar una notificación tras otra. Cualquier adulto sabe lo que es un vibrador, y para qué sirve, pero activar las vibraciones en el móvil no parece ser una opción para estos insensatos.
  4. Los YouTubers: Esos afables compañeros de viaje a los que les encanta poner sus videos de YouTube, o sus listas de distribución, sin ponerse los cascos y a todo volumen para que te enteres del buen gusto que tienen. Igual esperan que les preguntes por algún vídeo o canción que han puesto. También puede ocurrir que lleven los auriculares en modo altavoz de feria, lo que hace que canten o chillen sin darse cuenta que les estamos oyendo.
  5. Las hordas: Esas charletas majas en grupo, entre colegas de trabajo o amigotes de un club de futbol que sale de gira, entre sonoras carcajadas y todos de pie alrededor del más gracioso de la panda. Tú estás tratando de leer un libro o terminando una presentación que vas a hacer en destino, pero los nuevos coleguines insisten en hacerte participe de su pachanga. De vez en cuando los observas de soslayo, tu mirada sangra, pero olvídate que la cosa no va con ellos… sin empatía es como hablarles en chino cantonés.
  6. Los niñatos consentidos: A algunos padres se les debería prohibir llevar a sus hijos a espacios públicos cerrados por atentar contra los hábitos de convivencia más elementales. Puede tocarte compartir viaje con uno de esos niños autoritarios, que toman el control, y todo lo que hacen parece ser chistoso… claro, únicamente para el padre. Los vecinos del vagón hacen virguerías para intentar distraer al niñato maleducado, o para sugerirle que baje el volumen de la Play Station, mientras el padre o la madre van a lo suyo, entretenidos con sus mocos paternalistas.
  7. Los acaparadores territoriales: Señores y señoras que despliegan sus abrigos a lo largo del compartimiento superior del equipaje, y te ven llegar con una maleta, que tiene necesariamente que ir arriba, y ni se molestan en recogerlos para abrirte un hueco, o peor, te avisan con gesto serio que «cuidado con mis abrigos, ni los toques que se van a arrugar«. A estos los mandaba yo un viajecito en una guagua cubana para que supieran lo que es un uso óptimo del espacio.

Estas situaciones se dan en cualquier trayecto, sin importar el origen/destino; e incluso (que ya es el colmo) en los nuevos “vagones silenciosos” de RENFE. Si te han pasado cosas parecidas, o quieres contar tus propias aventuras ferroviarias, aquí tienes tu espacio…

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5 Tags: AVE, Educación, educación social, empatía, españa, hábitos de convivencia, mala educación, respeto, trenes, viajeros

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5 Comments

  1. Reply
    susana
    23/09/2017 10:49

    Por favor impongan multas a quienes se descalzan y/o ponen sus pies en los asientos.
    En Inglaterra están vigentes y nadie se traumatiza por esto.
    También pueden realizar una campaña con sencillos mensajes de urbanidad: cómo optimizar el espacio para los equipajes, no gritar, no extender toda la anatomía en pasillos, no apoyar los pies en el asiento de delante etc.

  2. Reply
    ErosSecret
    04/05/2015 23:08

    Da igual que sea un tren, avión o método de transporte público lo mas importante es el respeto pero eso hay gente que no sabe lo que es.

    • Reply
      Amalio Rey
      10/05/2015 21:06

      Desde luego. El respeto es una cuestión de educación…

  3. Reply
    Yuri
    04/05/2015 15:02

    Me encanta viajar en tren. Es un momento de «pausa» mental-físico mientras sabes que avanzas hacia un lugar. No es una pérdida de tiempo.

    Es un momento ideal para leer, pensar, admirar paisaje, … disfrutar del silencio (cuando tienes la suerte de no toparte con los 7 estereotipos de este post, claro). Cuando se para el motor… es como estar dentro de una biblioteca. Simplemente…. genial.

    Peeeeeeeeeeeeero, como indicas en este post, no siempre es así de agradable. Aquí dos anécdotas:

    Verano pasado: yo viajaba sola desde Barcelona a San Sebastián…. Encantada de tener un asiento libre… hasta que ¡zaz¡ se sienta un chico. Un fastidio (porque me apetecía estar «sola»). Peor no podía ser, cuando a este chico se le ocurre cruzar sus pies, poniedo su pié izquierdo sobre su rodilla… y ¡sin chanclas! Yo podía ver su planta de pie todo el viaje ):- / ¡Un poco de educación, por favor!

    El mes pasado (abril): coincidí con una familia (madre, padre, una niña de 3 añitos, abuelo y abuela). Creo que pensaban que estaban en un bar, fiesta familiar o algo así. Fue terrible. Creo que había un twitero en el mismo vagón, porque tuiteó ‏en ese mismo instante: «¿Cómo van a hablar en voz baja los niños si sus padres creen estar en la tasca? Dichosos sean los vagones silenciosos! #Renfe #LoEstoyViendo»

    Silencio sí…. y ante todo, un poco de educación nos vendría muy bien :- )

    • Reply
      Amalio Rey
      10/05/2015 21:05

      Hola, Yuri Noda, que alegria verte por aqui. Asi es, se podrían escribir libros y manifiestos enteros con anecdotas ferroviarias. Espero que el chico de los pies descalzos no despidiera olores desagradables. Un abrazo 🙂

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