RE’09 (Infonomia): Primer día (post-108)

Acaba de terminar el primer día de RE’09 (“reinventing reality”), el evento que organiza Infonomia todos los años.
Asistí también a la edición anterior, que se llamó iFest, y de la que escribí los posts-4, 5, 6 y 8, por si quieres leerlos.
Es tarde, y hemos dado mucha cháchara en la postcena. Estoy cansado de tantos viajes esta semana. No puedo extenderme mucho en descripciones, como me gustaría, pero voy a hacer mi interpretación de algunas de las ideas que destacaría de lo visto hoy.
Alfons Cornella sigue demostrando un compromiso personal con este proyecto que me apetece resaltar. Se ha puesto el mono de trabajo y no se lo ha quitado en toda la jornada, como el resto de su equipo. Es poco común ver a un Presidente de una compañía (por muy “de autor” que sea) haciendo de presentador, y con unas maneras tan artesanas. Quería empezar comentando esto.
Cornella comenzó la jornada invitando a practicar el “optimismo inteligente” como un buen antídoto contra la crisis. Estoy de acuerdo, las malas noticias que bombardean los medios no pueden cercenar nuestra capacidad de imaginación. Esa realidad se puede cambiar con ingenio y punto!!.
Uno de los retos de la innovación, como se ha dicho, es aprender a hacer “más con menos”. No nos viene mal, porque hemos derrochado mucho. La revolución verde podría ayudarnos a reinventar nuestro (agotado) modelo de crecimiento, pero la transición es costosa y no estoy seguro que estemos dispuestos a asumir los sacrificios que implica.
Se está empezando a ver cierto movimiento que llamaría de aprendizaje inverso: importar proyectos que funcionan en el Tercer Mundo para corregir bolsas de pobreza y desequilibrios que se producen en el Primero.
La creciente complejidad de la sociedad actual nos obliga a gestionar “problemas malditos” (“wicked problems”) que son difíciles de definir, y que las soluciones solo se pueden encontrar a medida que se van trabajando. Exigen soluciones heurísticas, de “aprender haciendo”, y no admiten lecturas lineales. Su esencia es multidisciplinar y la metodología para innovar se inspira en el Pensamiento de Diseño o “Design Thinking”, un tema del que he hablado mucho en este blog, y que me apasiona.
“Estudia el pasado, si quieres pronosticar el futuro” (Confucio): Con esta frase comenzó su ponencia Fernando Trías de Bes, y avisando que si uno revisa la historia se da cuenta que las burbujas son verdaderos calcos, unas de otras. Pueden cambiar la forma, pero el fondo es el mismo.
Esto de subirse a la máquina del tiempo para intentar aprender del pasado ha sido una constante en los dos eventos de Infonomia que he participado, y me parece un acierto. Necesitamos buscar en la historia lecciones para leer mejor el hoy y el mañana. Me encanta ese ejercicio, que deberíamos practicar más para refrescar la memoria.
Según Trias de Bes, “esta crisis es el final de una burbuja colosal”, el resultado de espirales especulativas que se han alimentado también de una evidente falta de valores. Nos proponía, entonces, hacer “simulacros de burbujas” en los colegios, donde los niños y jóvenes especulen con cromos o con su paga semanal, para que aprendan desde temprano a comprender las consecuencias de sobredimensionar el valor real de las cosas.
Reinventar la economía a partir de la psicología: “Hay que incorporar la psicología humana en el estudio de la Economía” nos ha dicho, quejándose de que se presenta demasiado como una ciencia cartesiana y racional. La psicología es un factor explicativo de los movimientos económicos de gran importancia, y puede ayudar mucho a nuestra capacidad de predicción económica.
Según Carlos Domingo, la mejor manera de hablar de “tecnologías disruptivas” es no hablando precisamente de tecnologías, así que intentó resumir algunos vaticinios de las aplicaciones que nos esperan de un modo bastante ameno. Podéis leer más sobre esta ponencia en el blog de Infonomia.
La verdad es que hoy hemos hablamos mucho del futuro, pero he echando en falta que alguien haga lecturas más provocadoras e imaginativas del PRESENTE. Hablar del futuro siempre es más fácil, porque cabe todo. Además, coincido con Alfons Cornella que esto de los pronósticos se debe tomar con mucha prudencia si tenemos en cuenta tantas predicciones fallidas en el haber de visionarios,
Se ha hablado mucho de “lo intuitivo”, como característica clave de las tecnologías del futuro, y pudimos ver un video de Microsoft que ilustraba el concepto. Mientras lo veía, he pensado que lo “intuitivo” es una categoría relativa, sobre todo si implica re-aprender hábitos demasiado arraigados.
Para poder manejar los dispositivos como me mostraron aquí se necesitaría repensar nuestra relación con ellos, y esa transición implica una pérdida de ergonomía. Da un poco de temor. Las virguerías que se pueden hacer en pantallas táctiles como la Surface de MS serán fáciles para los que las vean por primera vez, pero para los que hemos hecho las cosas siempre de otro modo, lo “intuitivo” es muy relativo.
Siempre he pensado que las nuevas tecnologías son un compensador de la falta de experiencia, un ajuste a favor de los más jóvenes. Lo que has aprendido antes en muchos casos ya no te sirve, y lo que es peor, estorba para asimilar rápido el nuevo paradigma de uso. De hecho, pienso que “lo intuitivo” puede no ser tan democrático. Estos artilugios se conciben por jóvenes que practican una ergonomía avanzada e inspirada en el paradigma digital. Si a un joven le pides que conciba algo “intuitivamente”, lo hará siempre según sus propios hábitos de interacción.
Dos imágenes del futuro me gustaron mucho: 1) Un periódico electrónico con las noticias y las imágenes moviéndose en el “papel”, 2) Multitud de jardines y prolíferos espacios verdes en las terrazas de los edificios de grandes urbes.
La ponencia sobre Robótica, por Oriol Torres, no fue de las más amenas, pero me dejó tres apuntes curiosos: 1) “Robot” en Checo significa “esclavo”, una subestimación de los autómatas que se me antoja arriesgada, 2) El creciente interés en la tecnología que muestran países con abundantes petrodólares como los Emiratos Árabes, grandes inversores en futuro. Su presente se agota, y tienen dinero para jugar con el futuro. Son los financiadores de este proyecto de desarrollo de “robots humanoides”, 3) Internet recorta el impacto de la curva de experiencia. El camino recorrido ya por los japoneses en Robótica se puede reducir bastante, e incluso es posible alcanzarlos desde grupos españoles.
Otro principio que sigue Infonomia en la organización de estos eventos, y con el que simpatizo, es el de invitar como ponentes a “hacedores” y no a gurús que cuenten cosas que ya se pueden leer en libros. Hoy hemos visto a unos cuantos de estos, y que sirven (junto a los ejemplos y casos de éxito) como inspiración para innovar. Una de las ponencias que más gustaron fue la del proyecto METEOTEK, porque estaba en esa línea.
Dos chavales de Instituto nos contaron su proyecto de fin de carrera que no destacaba tanto por la novedad tecnológica, sino por la imaginación y la sana testarudez con que consiguieron construir y hacer volar a más de 30 mil mts. una sonda meteorológica estratosférica. Vimos ahí un “ingenio casero” de una estupenda eficacia, pero sobre todo, un buen ejemplo de lo que puede dar de sí la ciencia “bottom-up” practicada por vocación desde jóvenes con talento.
No me gustaron demasiado dos ponencias sobre la “reinvención personal” que hacían demasiado hincapié en recetas aprendidas en “el otro continente”, con las que no me siento identificado. No sé qué me pasa con algunos españoles que vienen a contarnos las bondades de su experiencia americana. Se vuelven más papistas que el Papa.
Estoy de acuerdo que la “movilidad geográfica” y una actitud menos temerosa hacia el riesgo son valores que ayudan a innovar, pero no convirtamos eso en una ley. Tampoco es un requisito que todo el mundo tenga que reinventarse constantemente, o se pase la vida cambiando de sitio donde vivir. Siento también un enorme respeto por otras formas de vida, que valoran el arraigo y la estabilidad.
Me molesta especialmente que ciertos valores europeos, o españoles, se planteen como síntomas malditos a erradicar por la “vieja” Europa, en contraposición con la enfermiza (este adjetivo lo pongo yo) obsesión de trotamundos y estupendos emprendedores que nos viene de América. Sigo pensando que nuestra opción cultural, vista en su integralidad, gana por goleada, y la asumo con todas su consecuencias (ojo, lo dice alguien que ama la innovación).
Un corolario de todo esto es vulgarizar en exceso el sentido de la seguridad o mejor, de la estabilidad, que buscan algunas personas. No puede simplificarse al pago de una hipoteca como he escuchado hoy. Hay muchos otros valores, todos legítimos, que tendríamos que meter en la ecuación para entender a aquellos que prefieren “quedarse” en su sitio como opción de vida.
Sí que me gustó esta idea de uno de los ponentes: “Reiventarse es una decisión PERSONAL, pero no INDIVIDUAL, porque tu decisión de irte a otro lugar afecta (siempre) a más gente”.
La sesión de la tarde me aburrió un poco, con la excepción de las ponencias de Georgina Regas y Antonella Broglia. Pusieron unos videos que se pueden ver mucho mejor por Internet, y entre ellos uno por el 50 Aniversario de la Barbie que, la verdad, no me inspiró en absoluto. Más bien todo lo contrario.
La intervención de Georgina Regas, hablando de su Museo de la Confitura, tuvo muchísima fuerza y se llevó los mayores aplausos de la jornada. Una honestidad a prueba de balas, una gracia natural, una ironía llena de sensatez y un sentido común contagioso. Sabiduría a pie de calle nos mostró esta emprendedora septuagenaria.
Nos contó que “este proyecto le está permitiendo vivir una vejez con una mentalidad muy joven”. Georgina nos relató el camino de una emprendedora hecha a si misma casi por casualidad. Su chispa estalló al darse cuenta que “si hay un museo del chocolate, puede haberlo de confituras”. Apenas se rió, pero es la que más nos hizo reír, como las cómicas de raza.
Nacho Villoch me decía con razón que las intervenciones de los dos chavales, y de la Regas, demuestran que “la edad no es un problema” para emprender e innovar, y es cierto.
Antonella Broglia nos habló de África con pasión. Es cierto que algo se está moviendo en ese continente pero yo sigo viéndolo demasiado dormido, a diferencia de América Latina, por ejemplo. Creo, además, que a los europeos nos va a costar mucho entenderlo… salvo a aquellos que se decidan a vivir allí. Muchos de los ejemplos de éxito que se ponen son la excepción que confirma la regla, y responden a una mirada muy occidental y folclorista, incluso voluntariosa.
Xumo Nounjio, el último ponente, se encargó de recordarnos los auténticos anhelos de África con este grito de dignidad: “Estamos hartos de recibir arroz, lo que queremos son empresas que nos respeten”.
Puff, qué tarde es. Pues nada, mañana edito mejor el artículo y publico fotos en Flickr, pero ya lo tenéis publicado por si os apatece echarle una lectura de sábado. En Twitter hemos seguido el evento con el hashtag #Re09 por si os interesa también. Buenas noches!!!
jesse Dziedzic
I do not disagree with this blog post..
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Awesome piece of writing
Amalio
@merce: Gracias a ti por pasarte por aqui. Por cierto, me quedaron ganas e compartir más contigo en RE’09.
Mercè Gamell
Muchas gracias por compartir tu visión, ¡qué resumen tan elaborado!
Amalio
Muchas gracias, Manel, por tu agradable comentario. Conseguir combinar razon y emocion es un elogio que agradezco, mas viniendo de ti, que eres un maestro del oficio
cumClavis
Magnífica crónica con todos los ingredientes de razón y emoción de lo que fué, sin lugar a dudas, una jornada magnífica. Gracias por compartirla Amalio.