Conectividad aleatoria en ecosistemas de innovación (post-180)
Estamos en estos días trabajando en el diseño de un proyecto que pide a gritos redefinir el viejo concepto de los Clusters, y a pensar en cómo se están concibiendo estas plataformas de colaboración entre agentes de una misma región.
Por eso vuelvo a recuperar este artículo para detenerme en uno de los puntos que traté en él: el papel de la serendipia y las combinaciones aleatorias en el diseño de redes para ecosistemas complejos.
Todo esto viene de observar cómo algunos decisores públicos se empeñan todavía en sobreorganizar los clusters y las redes de innovación, fijando excesivas normas e imponiendo una retahíla de objetivos sosos e inalcanzables.
Pretenden con ello forzar de golpe “lazos fuertes”, casi orgánicos, en forma de alianzas, fusiones y contratos, convirtiendo ese objetivo en el único indicador para medir el éxito de estas iniciativas. Es también un buen ejemplo de la incapacidad de las instituciones para entender y gestionar la complejidad.
La gracia de los espacios de colaboración, en los tiempos que corren, no está solo en esas expresiones tan formales de las conexiones, sino también en los llamados “lazos débiles”, que se tejen entre personas que consiguen sintonizar en medio de la fiesta gracias a que pueden compartir con libertad en un espacio abierto y sobre todo, pensado para la conversación.
En la creación de una ecosistema sostenible subyace una lógica, la de que hayan sinergias potenciales entre sus miembros. Pero a partir de ahí, si creas las condiciones para la conectividad aleatoria, seguro que se destapan asociaciones insospechadas.
Esos lazos débiles no buscan un propósito o resultado predeterminado a corto plazo, pero ayudan a construir confianza para que aumenten los contactos y las probabilidades de que se terminen descubriendo oportunidades de colaboración.
En las buenas redes el regulador se echa a un lado para dar paso al facilitador, que intenta conectar a potenciales complementadores (de ese modo “busca”); pero al mismo tiempo se crean espacios donde la aleatoriedad se abre camino para generar encuentros fortuitos e inesperados (así se “encuentra”).
De ese modo se propician conexiones que nadie, pero nadie, podía prever, y que por imprevistas pueden ser las más innovadoras.
Pero lo más interesante de la historia es que resulta posible aumentar la conectividad aleatoria en las redes. No es solo una cuestión de suerte, porque se pueden hacer cosas que incrementen la probabilidad de producir serendipias:
- Enlaces fortuitos: Provocar combinaciones aleatorias entre los miembros de la Red, por ejemplo, formando parejas al azar (de empresas o profesionales) para que se reúnan a hablar sin objetivos predeterminados.
- Sensibilización: Concienciar a los participantes de la importancia de los “lazos débiles” como paso previo para el acercamiento gradual en la construcción de una red, lo que implica desmarcarse de la “ansiedad por los resultados” que a menudo se imprime a estas iniciativas desde las instituciones.
- Voluntariedad: Insistir en que la participación es voluntaria, y solo deben estar los que realmente quieran estar. No forzar a nadie para que esté (“hazlo interesante, y vendrán”).
- Casos de éxito: Difundir los primeros éxitos que salgan de las combinaciones aleatorias para contagiar optimismo a los que participen en el “juego”, demostrando que es una buena fuente de oportunidades.
- Espacios para conversar: Concebir entornos y espacios de encuentro relajados que estimulen a conversar sin prisas, pues se necesita estar cómodos para alargar una conversación que despeje el camino al descubrimiento.
- Dinamizadores: Utilizar “agentes-conectores”, o sea, personas inquietas y curiosas que ayuden a relacionarse a otras más tímidas, y multipliquen así los puntos de contacto.
Desde mi experiencia opino que dejar-hacer ya es un paso de avance frente a la hiper-regulación con que se conciben estas iniciativas, pero no es suficiente, habrá que moverse para multiplicar los chispazos. El papel del dinamizador de estas redes (llámense “Clúster” o como sea) es juntar, motivar, crear entornos cómodos, provocar el inicio de la conversación e incluso (si se atreve), sugerir pistas; pero del resto se encarga la propia gente.
Creo que necesitamos “net-preneurs”, personas con una verdadera cultura del emprendimiento en el despliegue de los ecosistemas de innovación. Una suerte de celestinos que se pateen el vecindario estimulando conexiones dinámicas, anárquicas, en-redadas, distribuidas y fortuitas.
Nunca seremos tan listos para anticipar lo que de ahí puede salir, y si pretendemos planificar todas las conexiones, estaremos haciendo un flaco favor a la innovación.
facilitymanager
Hola Amalio. me ha gustado la palabra que creas de “net-trepeneur”, tiene mucho sentido y además que los artesanos somos un poco de eso.
Leí ayer en el blog de Manel, CumClavis sobre la importancia de un StoryTeller. Creo que le agregaría valor a la descripción de tu interesante proceso, pues al final, quedarán las lecciones aprendidas para ir mejorando poco a poco la creación de lazos, ya sean fuertes o débiles.,
Un abrazo
Alberto
Amalio
Alberto:
El Storytelling me gusta, creo que es una habilidad que tenemos que desarrollar. Pero tiene una parte que me genera cierta desconfianza. Yo creo que lo más importante es que se tejan la relaciones, que la gente se sienta cómoda, que la interacción fluya de la forma más natural posible. Ya veremos después como “se cuenta”. No le doy tanta importancia a eso. Creo más en los contenidos, en las personas y en lo que son capaces de construir. Si los contenidos son interesantes en sí mismos, y si quien convoca tiene credibilidad (=predica con el ejemplo), la cosa va a coajar.
Las “historias” ayudan, emocionan… pero siempre digo lo mismo: ¡¡contenidos, contenidos!!
un abrazo
edu william
Me gusta mucho el enfoque Amalio, y lo comparto contigo.
Si me permites ampliar algunas ideas, yo vería la figura del conector de ese espacio informal en tres “roles”:
-el del explorador que trae dinamicas y conocimiento del exterior
-el del facilitador/dinamizador, y ahi creo que se visualiza el que tu comentabas (debe barajar dinamicas de conexion no solo estaticas y tradicionales, sino aquellas que has ilustardo para fomentar los lazos debiles y serendipia…todo un reto)
-el de introductor/acompañante, necesario para atraer al espacio y a las nuevas dinámicas de redes a los “desconectados”
Todo ello, finalmente para generar un espacio lleno de relaciones, muchas de las cuales nadie les vera valor…menos los “net-preneurs” que has introducido. El concepto de cluster que comentas, y que suscribo (y creo que se asemeja al planteado por el cluster de turismo de canarias), es un escenario para el fomento del talento emprendedor basado en las redes: los net-preneurs…
enhorabuena por el post, compañero!
edu
Amalio
Un placer verte por aqui, compañero!!
Sí, sé que tenemos un enfoque similiar, que somos de la misma “escuela”, afortunadamente. Ya hemos parloteado sobre esto, y hay muchisimas coincidencias.
Además, tú eres un adelantado de estas redes, porque lo estas aplicando al Cluster de Canarias, asi que yo paso el microfono con mucho respeto a los “practitioners” como tú que están modelando prototipos en la realidad.
Los tres “roles” que aportas son interesantes y necesarios. El de “explorador” es muy interesante, e inyecta frescura a la red. Es una labor, en todo caso, que debe estar distribuida, y no ser un monopolio de nadie.
El “introductor” es el agente que abre la red y atrae gente nueva. Le enseña la casa, les acompaña al principo y le presenta a los vecinos del barrio para que se familiaricen rápido con las dinamicas de interacción. Creo que hay mucha gente tímida (“los desconectados”) a las que hay que ayudar a que se sientan comodos en espacios informales como éstos, donde cada uno se tiene que buscar la vida.
Pues eso, vamos a seguir trabajando el concepto de “netpreneurs”..
un abrazo, colega!!
Florencia
Muy bueno el post.
Estoy totalmente de acuerdo con lo planteado. No tengo demasiada experiencia en el tema, pero he podido observar que el trabajo de los clusters mucha veces no prospera justamente porque no se logran crear los “lazos débiles”; con la consecuente ausencia de confianza, cohesión y compromiso.
Me pareció muy interesante el concepto de “net-preneurs”, una función indiscutible a incorporar en los clusters.
Muchos saludos.
Amalio
Gracias, Florencia. Mi experiencia con los clusters como participante ha sido hasta ahora bastante frustrante. El mayor problema es que se diseñan desde arriba, para acomodar a las instituciones, y no enfocados a las necesidades reales de los socios, a los supuestos beneficiarios.
Se pierde mas tiempo escribiendo planes estrategicos, sobredimensionando estructuras de gestión, invirtiendo en ladrillos y organizando saraos intermitentes y formales, que haciendo lo que hay que hacer: crear espacios informales y cómodos para que la gente se encuente, y “converse” en torno a los temas que realmente le interesan.
Como ocurre en el futbol cuando decimos que al Mr. le ha dado un “ataque de entrenador”, pues más de lo mismo le pasa a las instituciones, se convierten en un fin en si mismas.
Me gustaría desarrollar más el concepto de “net-preneurs”, asi que escribiré proximamente un post sobre eso.
gracias
un saludo!!!
Eugenio Moliní
Me ha gustado mucho y por una vez coincido plenamente contigo en todos los puntos. Todo lo que propones tiene grandes similitudes con lo que es necesario para poner en marcha un proceso participativo. Saludos cordiales.
Amalio
🙂 qué alegria, Eugenio, coincidir “plenamente”. No todo va a ser dialectica de la diversidad. La convergencia tambien tiene su puntito de gracia, y de relajación.
un saludo
Inma
Hola Amalio, muy interesante lo que comentas acerca de los clusters y de la forma en la que se pueden crear “lazos” y conectar recursos y personas en favor de intereses comunes. Estoy totalmente de acuerdo en lo que dices. Últimamente he estado estudiando algunas herramientas que podrían servir para organizar el trabajo de esos encuentros: se llama “Problem-based Learning” una metodología para la resolución de problemas que, a través de equipos de trabajo multidisciplinares, y autodirigidos sólo con la organización de un “facilitador”, consigue plantear soluciones innovadora ante cualquier reto. Esta metodología la usan en las principales escuelas de negocio del mundo, principalmente en Canada, USA, Australia, Holanda y Dinamarca. Creo que se podría aplicar a lo que expones en tu artículo a través de:
1) Un facilitador orquesta una plataforma de encuentros virtuales donde la gente se asocia a una temática de interés, o a un grupo de temáticas relacionadas con objetivos comunes.
2) Se propician encuentros virtuales primero y presenciales en segundo lugar.
3) El facilitador, utilizando la metodología PBL, desarrolla trabajos con los grupos para alcanzar co-laboraciones 😉
Gracias por tu post! Un abrazo desde Sevilla.
Inma (Felices Vacaciones!)
Amalio
Inma:
Muchas gracias por tu aportación. ¿por qué no nos pasas algunos enlaces sobre esa metodlogia de PBL, para que los amigos que se pasan por aqui le sigan la pista? Puede ser interesante compartir esa experiencia.
Lo que me gusta de lo que dices es que, a veces, estas redes se dispersan en exceso, y se necesita alguna “metodologia de facilitación” para que la entropia no se engulla el verdadero sentido de estos espacios.
Hay que encontrar un punto intermedio entre la planificación y la “dispersión entrópica”. Hay una parte (70%) que se dedica a “buscar” pero otra (30%) a “encontrar”. Se debe jugar con los dos registros. Pero mi post pretendia defender ese 30% que habitualmente no existe, porque la pretendida planificación se lo come todo, mata cualquier posibilidad de conexiones inesperadas.
un abrazo!!
Francesca
Hola Amalio, este post tuyo me recuerda mucho a la dinámica de funcionamiento interno que tenemos en EndoBlocLleida, donde uno de mis papeles principales es lo que yo llamo “el acompañamiento”, y que consiste en estar ahí, como punto de referencia, por si necesitan mi ayuda, mientras se adentran en un sistema de compartición de conocimiento desconocido para ellos (como en tantos otros ámbitos, en salud se les ha enseñado a tapar el examen con el codo, a no soltar prenda sobre los resultados, por temor a que otro les pise la publicación… y hacer que desaprendan eso es siempre lo más difícil).
Una CoP como la nuestra no es nada más que un sitio donde se dan “lazos débiles” que acaban desembocando en relaciones de trabajo fértiles. Y los lazos de confianza (la base de todo este lío) funcionan, porque cada vez más profesionales nos piden integrarse en la comunidad y se lanzan a colaborar y a compartir lo que saben.
En definitiva, que gracias por el post, creo que añadiré el concepto de lugar de encuentro y de serendipia a la definición de EndoBlocLleida.
Un abrazote!
Amalio
OK, Francesca, no sabía que estabas metida en esos fregaos tan interesntes. Me había quedado solo con tu trabajo de becaria-investigadora y de coach literaria :-), pero ya veo que eres versatil.
Pues si, las CoP van por la misma linea, son tambien “redes de innovadores”, y puede conformar un activo “ecosistema” si maduran las interacciones, que es parece el camino que le estais dando a EndoBlocLleida. Me alegro, porque es una prueba mas que “se aprende haciendo”.
un beso
Amalio