Diez ideas dispersas de #REDCA10
POST Nº624
Este sábado nos reunimos Juanjo, Julen, María Jesús, Ana, Manel, Asier y servidor en Madrid para celebrar nuestro 10º taller de la Red de Consultoría Artesana (#REDCA). No estábamos todos los que son pero, como siempre, de afectos y diversidad estuvimos más que servidos 🙂
Siento a estas reuniones como un espacio de aprendizaje y complicidad que tiene una naturaleza cada vez más única respecto de otros sitios en los que participo. En Mayo, por cierto, hacemos 11 años de funcionamiento. Tienes fotos del encuentro en este álbum.
Mil gracias a TeamLabs por cedernos su espacio y acogernos por segunda ocasión. El viernes algunos de nosotros hicimos un taller específico en el que compartimos filosofía y algunas prácticas de consultoría con participantes del programa LEINN y de otros que organiza ese campus-laboratorio.
Vario/as de nosotro/as escribiremos posts contando cómo lo vivimos porque es un ritual de estas reuniones. Ayer leí la entrada estupenda que publicó Asier. Esta mañana la de Julen. Voy a tomar de mis apuntes algunas ideas compartidas en el taller – según cómo yo las interpreté – que creo que pueden ser útiles o interesantes para las personas que me leen aquí:
1. Soledad vs. Espacios “perso-profesionales” de confianza
Crear espacios “perso-profesionales” de confianza, donde puedas compartir tus dudas y mostrarte con tus propias vulnerabilidades, ayuda mucho a mitigar la soledad en la que viven los profesionales que hacen consultoría independiente. Es invalorable poder dejar que fluyan las emociones, inquietudes y sentimientos más personales asociados a cómo trabajamos en un entorno donde sientes que se te escucha con respeto y vas a encontrar matices ricos en otras experiencias. Como dijimos, poder conocer de tus compañero/as no sólo cómo hacen sus proyectos, sino también cómo los viven. Reuniones así aportan un “calorcito” muy estimulante para contrastar puntos de vista y disipar esa sensación que tenemos a veces de sentirnos raros. En esa línea buscamos “construir comunidad, en la que cada cual se sienta parte del conjunto y en la que el conjunto acoja, cuide y respalde a sus miembros”.
2. Derechos vs. obligaciones en red
En los proyectos participativos, los que fomentan las redes, se hace quizás demasiado hincapié en los derechos, mientras se descuidan las obligaciones. Falta un pedagogía que ayude a entender que esperar cosas de los demás viene unido a dar, aportar e implicarse. Lo segundo es lo que nos lleva a lo primero. Por eso creo que debemos ser menos paternalistas en la gestión de las redes y enfatizar más en la idea de la co-responsabilidad.
3. Sobre la pereza profesional
La pereza es un estado que si lo expresas, si lo conversas, se puede canalizar de un modo saludable. A veces se manifiesta como una emoción permanente, una actitud que tiñe todo lo que hacemos y se asocia a los ciclos vitales. Sin embargo, es más normal que sea selectiva, por ejemplo, cuando sentimos pereza de hacer cosas en las que no creemos. Es importante distinguir entre los dos escenarios porque nos llevan a diagnósticos (y soluciones) diferentes.
4. Formatos flexibles que hacen fluir la conversación
Habilitar momentos, en las reuniones profesionales, para que las personas hablen de cómo se sienten y compartan sus preocupaciones necesita un formato flexible, sin una agenda encorsetada donde las prisas ejerzan su habitual tiranía. En las últimas reuniones de #REDCA nos reservamos siempre una primera parte para hacer una ronda totalmente informal en la que cada cual cuenta cómo se siente, sus preocupaciones y expectativas. Alguno/as hablan más, otro/as menos. Los relatos son diversos y a menudo complementarios. Lo paradójico es que mientras se ventilan los estares y los seres, afloran un montón de matices útiles y prácticos para el quehacer profesional. Asier asociaba muy acertadamente estas dinámicas de hablar por hablar con el libro de Nuccio Ordine “La utilidad de lo inútil”. Ese no-formato crea un clima de conversación que ayuda mucho a destapar lo auténtico. Después, una vez que se logra eso, ya se pueden introducir lógicas más ordenadas, con tiempos de turnos pautados, para tratar temas técnicos como pueden ser las metodologías y técnicas que usa cada profesional en su trabajo. Yo quiero de los dos. Me gusta que se combinen, aunque en momentos distintos, ambos registros.
5. Dejar aflorar fortalezas latentes vs. Imponerlas nuevas
A menudo, en la gestión del cambio, en lugar de forzar tanto lo que queremos cambiar, convendría poner más atención en cómo inhibir esas resistencias ritualizadas por el sistema, que impiden liberar comportamientos que son naturales al ser humano (colaboración, franqueza, etc.) pero que múltiples capas de burocracia e insensibilidad corporativa no dejan que se manifiesten. Se trata de reconocer, en definitiva, que muchas de las cosas que buscamos no son tan nuevas, sino que están ahí, soterradas, latentes, y que de lo que se trata es de liberarlas del corsé corporativo. Este enfoque es distinto al de pensar que como “cambiadores” vamos a implantar una novedad.
6. Caos vs. Diseño/organización
Aprender a jugar con la tensión paradójica entre caos y organización es uno de los retos más difíciles y fascinantes de nuestro tiempo. Manel habló de lo “caórdico”, un término que me recordó a Cristian de TejeRedes, que lo usa mucho. Eso tiene que ver también con cómo organizamos nuestras reuniones. El orden aporta cosas distintas al caos. De hecho, se puede “diseñar para la emergencia” introduciendo unas pocas reglas simples que reduzcan entropía. Cuesta calibrar la verdadera aportación del diseño. Los partidarios del caos lo subvaloran, mientras que las personas estructuradas exageran su impacto. Lo que yo puedo decir es que los efectos emergentes son muy molones, pero si introduces un poco de orden puedes sorprenderte del valor que este aporta. Hay que hacerlo para verlo. Yo mismo percibo a veces cierto déficit de diseño en la gestión de nuestros talleres, como anticipé en el punto-4.
7. Identificar pasiones para inhibir la pereza
Conciliar nuestro trabajo (y la vida) con el tipo de cosas que nos producen pasión es, como dicen en mi tierra, el pollo del arroz con pollo del bienestar profesional en consultoría. Pero, claro, volviendo al punto 3, identificar esas pasiones es fundamental para, buscándolas, inhibir la pereza. Muchos de nosotros no hemos sido capaces todavía de ponerle nombre a eso que nos hace entrar en flujo. No hablo de euforias repentinas, sino actividades que percibimos que conectan mágicamente y de forma permanente con nuestro Ikigai, como Manel comentó en el taller, o sea, “aquello que merece la pena vivir”.
8. ¿Cómo lidear con el escepticismo que produce el sistema?
Es fácil, en estos tiempos, caer en el escepticismo. Casi todo parece volverse mentira. Cuesta muchísimo separar lo auténtico de lo impostado. Vivimos en un sistema que se ha especializado en metabolizarlo todo. Cualquier arrebato de inconformidad lo convierte en marketing y lo diluye en forma de espectáculo. ¿Qué hacemos con esto? ¿cómo desconectarnos de las lógicas hegemónicas sin caer en la desidia o la actitud pasiva? ¿conseguimos algo usando el silencio, o los brazos caídos, como mecanismo de defensa para que no nos utilicen en su show business? Se decía en el taller que a veces te despiertas fuera de Matrix con la lucidez de poder observarlo sin condicionamientos, pero la mayoría de los días terminas absorbido. Entrar en el juego del sistema para cambiarlo (que es una de las opciones) es arriesgado. Son poderosos y saben camelar. Salirnos a las barricadas tiene un coste muy elevado, de qué vivimos. Hablamos de esto y no hay obviamente una única respuesta. Se antoja un dilema irresoluble que creo que nos lleva a los extremos 🙁
9. Pensamiento crítico vs. Fiebre del emprendimiento startopero
Estamos hartos del relato que hace oda del emprendimiento sin ninguna capacidad crítica. Decir que nos aburre soberanamente es poco. Opinar sobre eso necesita algo más de mala leche. El emprendimiento se está convirtiendo en un pensamiento único que conlleva una carga ideológica muy tóxica. Atenta contra el bienestar y solo favorece a los más fuertes. Hay muy poca solidaridad en la locura desenfrenada por crear startups: engorda el pollito, vende al mejor postor y sale a crear otra para volver a vender. Los mismos que predican de esto no quieren ni hablar del emprendimiento político, que es el que, de verdad, lo puede cambiar todo para bien.
10. Diversidad vs. Identidad
La principal riqueza de #REDCA se halla en la diversidad de prácticas que se dan en su seno, tanto a nivel de metodologías, como de temáticas, enfoques y personalidades. Ese es un valor que se evidencia y refuerza cada vez más a medida que vamos añadiendo ediciones de nuestros encuentros. Es curioso como la “gestión” de esa diversidad fluye de un modo natural y se muscula desde las complicidades, porque existe al mismo tiempo un mínimo común denominador que funciona de amalgama y de forjador de confianzas. Sin embargo, las redes muy diversas plantean el reto de, como resumía Julen en su post, conseguir “avanzar en lo que nos une hacia dentro y en lo que nos proyecta hacia fuera”. La diversidad hacia adentro se lleva mucho más fácil, porque lo tácito se asimila bien entre personas que se conocen, pero articularla hacia afuera con un relato que sea relativamente sencillo para que se comprenda por otro/as en términos de una identidad reconocible (que yo pienso que existe) sigue siendo un reto.
Berta
Me ha gustado mucho . Gracias por sintetizar tan bien y bonito grandes verdades. Neofita en el terreno, llego aquí buceando y encontrad a REDCA. Aún no me atrevo a llamarme consultora, pero desde luego si me considero artesana.
Saludos
amalio rey
Muchas gracias, Berta, por pasarte por aquí a compartir tu opinión. Que seas artesana ya es mucho!!!
Juanjo Brizuela
Qué facilidad para sintetizar tantas horas de conversación.
Tenemos tarea por delante. Pero sobre todo surgen renovadas ganas de volver a encontrarnos, que me parece lo más grande.
Amalio Rey
Hola, Juanjo: Gracias por tus palabras. La verdad es que no pretendía hacer “una síntesis”, sino solo “mi” lectura con todos los “sesgos bonitos” (como dice Asier) que pudiera tener mi forma de ver e interpretar las cosas. Un placer, como siempre, compartir contigo.
Juan Santaolalla Fernández
Querido Amalio Rey. Estamos estudiando desde AVA, Amigos de Vélez-Málaga y de su Comarca, para Vélez, el proyecto “Cultural” Turístico, como una posible locomotora para la creación de riqueza y oportunidades. Me acuerdo de la experiencia de la Vega Malva y me gustaría tratar la posible financiación con la EOI de Andalucía, contigo de ponente y responsable del estudio. Aceptas?. Tengo que llamar yo a la EOI, o lo haces tú, o ambos. Un abrazo.
Amalio Rey
Juan, ahora mismo estoy en un momento bastante comprometido de trabajo. No sé si podría asumir la responsabilidad de ese estudio, pero es cuestión de hablarlo. Recuerdo con cariño “La Vega Malva” y la colaboración con vosotros. Escríbeme al mail de contacto y hablamos mejor en privado, vale? Un abrazo
Julen
Y dicho todo esto, lo bonito es continuar en el filo de la navaja, sabiendo que nos podemos hacer daño pero que ahí hay una cuadrilla de colegas que nos pueden echar un cable. Seguimos, no queda otra.
Amalio Rey
Julen, esa es una de las ideas que más me gustó del taller, porque es un valor potente de una red como la nuestra: echarnos un cable entre nosotro/as….