¿Cómo son los emprendedores sociales? (post-167)
Ayer, mientras respondía a dudas dentro del Programa Biocampus con el que colaboro hace años, recibí un mensaje de un emprendedor que justificaba así lo que se traía entre manos con su proyecto:
“Yo no tengo nada que ver con el mundo de la tecnología. De hecho no soy ingeniero, ni siquiera soy licenciado o diplomado en ninguna maestría, aunque estoy en ello a través de la UNED en la rama de Trabajo Social. Por lo tanto, estoy dotado de cierta ingenuidad que he intentado corregir preguntándole a todo el mundo que se me pone por delante. Este preguntar ha permitido que tenga perfectamente clara la complejidad de una idea como esta. Ni se me ha pasado por la cabeza sustituir la labor de un ingeniero, de un contable, de un gestor-administrador, ni de cualquier otro elemento. Yo lo que mejor sé hacer es imaginar cosas, y esas cosas, para bien o para mal, siempre tienen que ver con actividades destinadas a mejorar la vida de los demás. Eso es lo que llevo haciendo hace muchos años: imaginar, imaginar e imaginar, y es a eso a lo que quiero dedicarme: a imaginar soluciones y con la ayuda de otras personas (mi equipo) ponerlas en funcionamiento. Pero no me confío, no me quedo en los sueños, estudio y trabajo a fondo en el problema para ver si es factible. Si constato finalmente que la cosa es inviable, no pasa nada, tengo más ideas en el tintero”.
Al leerlo pensé: vaya, qué bien expresado está ese espíritu del emprendedor que se atreve a torear la tecnología para mejorar la vida de la gente, y me recordó que tenía una asignatura pendiente desde mi viaje a California en noviembre del año: escribir un post sobre los llamados “emprendedores sociales”, dado que en ese viaje tuve la oportunidad de conocer varios proyectos de ese tipo.
La frase que cité antes me ha dado muchas pistas para desgranar algunos rasgos de los emprendedores sociales y de cómo impulsan sus proyectos:
- No se plantean como objetivo “lo posible”, sino “lo deseable”. Saben que la innovación social consiste precisamente en eso, en pensar-fuera-de-la-caja para romper con el status quo y sus condicionamientos mentales.
- Es gente con vocación de acción que evita la parálisis por análisis. Pasan rápido del despacho a la calle porque los estudios y las teorías explican el pasado, y no el futuro que se plantean construir ellos mismos.
- Se les acusa de ingenuos, y en realidad lo son en parte, y afortunadamente. Tienen la cuota de inocencia imprescindible para sortear la trampa del exceso de experiencia e ignorar esa astucia tan exceptica de los ilustrados.
- Aprenden rápido, tienen orejas enormes pero también hablan por los codos. Van bien dotados de antenas que despliegan con soltura conducidos por la pasión. No se cortan… preguntan y preguntan (como bien reconoce este emprendedor) si necesitan saber algo. Por eso consiguen en poco tiempo lo que a otros les costaría mucho más.
- Son fantásticos gestores de redes, de equipos, para complementar el conocimiento y las habilidades que les falta. Saben que el “Know-how” necesita de “Know-who” para que el pequeño consiga desarrollarse sin volverse un elefante.
- Apalancan muy bien los recursos porque, por definición, se mueven siempre en entornos de escasez. Son expertos en hacer mucho con poco, y por eso tienen tanto que enseñar a aquellos acostumbrados a operar en territorios de abundancia.
- Practican una mirada holística de la realidad que quieren mejorar. No les va la rentabilidad a corto plazo, la obsesión por la tecnología per se, ni los dogmas economicistas que difunde el mercado. Abren el zoom, gestionan muchas variables con un marcado sentido humanista, centrando el foco en el objetivo de “mejorar la vida de los demás” desde una perspectiva sistémica.
- Aprovechan la tecnología como un medio, no como un fin. No necesitan ser expertos en tecnología para saber lo útiles que les pueden ser. Acuden a expertos para que les ayuden a usarla, porque ellos solo son expertos en el problema social que quieren resolver.
- Asumen riesgos, incluso más altos que los emprendedores de negocios lucrativos. Su trabajo pone a menudo en evidencia la incompetencia oficial, o demuestra con ejemplos las ventajas de cambiar reglas de juego que favorecen a ciertos intereses. La convicción puede más que el miedo, y ese peculiar perfil de gestión del riesgo los hace más emprendedores.
Hay un rasgo en el que me gustaría detenerme: los buenos emprendedores sociales son geniales conectores de recursos y capacidades. Son expertos-generalistas, “hibridadores”, porque saben pegar las piezas necesarias desde una capacidad innata para motivar. Su convicción puede llevar la capacidad de persuasión a cotas donde otros no llegan.
Eso es así porque se les da muy bien el arte de manejar fórmulas de tipo Win-Win (ganar-ganar) que entrañan necesariamente dosis de generosidad. Suele ser buena gente, que sabe sumar, y que se crea un activo “ecosistema de complementadores” que les permite impulsar “grandes” soluciones con pocos recursos propios.
En definitiva, tener una perspectiva del emprendimiento con una visión más social es una alternativa que a mí me gusta. En eMOTools estamos profundizando en ello porque creemos que hay ventanas de oportunidad muy interesantes en esa línea.
La obsesión por la maximización de beneficios lleva a peligrosas tentaciones de escalado, a fijar el foco únicamente en las fuentes de rentabilidad, y a descuidar la búsqueda de soluciones que aprovechen otros tipos de ventajas no-económicas.
Este emprendedor que me ha servido de inspiración para el post se hacía esta pregunta: ¿Y por qué nadie se ha planteado la idea como lo he hecho yo?, y su respuesta era esta: porque los argumentos que se esgrimen para descartar la idea ignora la perspectiva de la empresa dinamizadora de lo social; por ejemplo, algo más pequeño e integrador sí que sería viable, pero eso no interesa, ni se valora en términos estrictamente económicos.
Es evidente que la sana tozudez de un emprendedor social, impelido por el significado de su desafío, ayuda a visibilizar conexiones que otros son incapaces de ver. Es una forma totalmente distinta de explorar la realidad que hay que entrenar y estimular.
Salva Pastor
Amalio, enhorabuena por el post.
Como técnico del CEEI Alcoy, tutelo dos de los proyectos del programa Biocampus de este año, y tenerte como tutor en esta iniciativa es un lujo. Ya hace tiempo que te seguimos, maestro.
Estoy seguro de que poco a poco se irá extendiendo la cultura «social» y la cultura «colaborativa» entre muchos de los que nos movemos en este mundo del emprendedurismo.
Como comenta algún compañero, desde las instituciones todavía no se tiene la sensibilidad suficiente para entender en profundidad algunos de los problemas e inquietudes que tienen nuestros emprendedores, pero algunos de los que estamos actuando en este tipo de organismos somos al menos tan idealistas como tú y estamos dispuestos a intentarlo también «desde dentro».
Un saludo, Salva.
Amalio
Gracias, Salva. Pues eso, el programa Biocampus lleva curro, asi que sabras lo que es «tutorizar» proyectos de biotecnología, no?? Ahí estamos, a pie del cañón.
Es imprescindible que hagamos algo para, como dices, extender la «cultura social» y «colaborativa» en nuestros proyectos de empresas. Desde los CEEIs, supongo que es una agenda pendiente.
No somos «idealistas», sino optimistas, y eso es bueno siempre!!!
Gracias por tu ánimo
Amalio
Fernando Summers
Amalio, me uno a las felicitaciones de todos los anteriores, sin duda es una buena recopilación y sin duda todo lo que contemos y difundamos sobre emprendedores sociales será bueno, porque yo personalmente creo que una de las características del emprendedurismo social es que se retroalimente… no te está pasando que cuanto más hablas de ello más te llena y te cautiva y más necesitas meterte?
tiene sentido, al final hoy mismo leía que todos los emprendedores sociales terminan siendo «buenas personas», y así les ven todos los que les rodean, es la naturaleza de lo que hacen, aunque no lo hagan por ello, pero es una consecuencia lógica y necesaria..
yo personalmente estoy empezando a indagar bastante sobre el tema y hace unos días nos lanzamos de cabeza a hacer algo entre unos cuantos:
http://vamosacambiarelmundo.wordpress.com
y de ahí al grupo de Facebook donde ya estamos proponiendo ideas para lanzar entre todos de forma colaborativa y abierta… si te pasas ya sería una pasada y no digamos si te unes… 😉
respecto a las características de los emprendedores, de la primera, hace poco escuchaba hablar de aquello de dejar de pensar el «podemos» por el «cómo podemos», dejar la tesitura de la afirmación y la negación para pasar a formular directamente el cómo hacerlo, sin plantearnos la negativa siquiera… muy de emprendedor social sin duda…
por último, me parece fundamental esa «desvergüenza» a la hora de preguntar por todo; a menudo los que tienen cualquier otro rol que no sea el del emprendedor social (porque pertenezcan a cualquier otro sector o colectivo) tienen tal carga «postural» que mantener que no se atreven a preguntar ni siquiera cosas básicas… y eso es una lacra tremenda para la sociedad…
enhorabuena Amalio, que me enrollo, seguimos leyéndonos y no dejes de postear sobre el tema!! 😉
Amalio
Fernando:
Gracias por pasarte por aqui, y dedicarme tan amables palabras. He visitado la iniciativa que comentaste y ya me he suscrito. Me uno a vuestro grupo para colaborar en lo que haga falta. Envié un comentario a la blog y me uní al grupo de Facebook. Veo gente buena por ahi, y eso da confianza.
Es fundamental que comprendamos que el QUE no vale mucho sin el COMO. La tonelada de ideas vale a euro, lo que es realmente importante es encontrar las soluciones y sobre todo, ¡¡implementarlas!! Por eso necesitamos vocación de acción…. y de colaboración entre complementarios.
Preguntar, preguntar y no dejar de preguntar… esa es la clave. Nada de «posturitas»… cuando ya sabemos que no sabemos nada.
Seguiré posteando sobre el tema porque me tiene enganchao…
un abrazo…
Mario Dehter
Enlazas una gama de ideas y valores con los que solo se puede estar de acuerdo. Excelente perspectiva y acertada forma de presentarla… pero…
Existe un «lado oscuro» del emprendedorismo social sobre el que también es necesario reflexionar, precisamente, para que estas ideas que expones, Amalio, constituyan -como sugiere Yuri- una poderosa guía.
Un aspecto crítico es cuando atrás de las iniciativas emprendoras de carácter social, se solapan mezquinos intereses por cazar subsidios.
Por otro lado, sobre todo en Latinoamérica, los emprendedores sociales que «trabajan de pobres», sin serlo, para acceder indirectamente a niveles de exposición pública y, con ese prestigio acceder a algún lugar en el «patio de poder».
Lamentaría mucho ser tomado por un energúmeno, aguafiestas o materialista a ultranza. No digo, ni creo, que hay que sponer que el «lado oscuro» predomina; solo señaló que existe y no se lo puede omitir en los análisis, sobre todo para ayudar mejor a los emprendedores sociales.
Además, pretendo señalar que las personas solemos prestar demasiada atención a lo que nos gusta escuchar, pero solemos ignorar aquello que debemos saber, aun cuando sea lo que no queremos escuchar.
Gracias Amalio, por tu tolerante escucha.
Amalio
Estimado Mario:
Gracias por tus amables palabras.
Me parece bien que nos avises que detrás de esto pueden haber «mezquinos intereses para cazar subsidios», pero me resisto a darle mucha importancia a eso. Sinceramente, prefiero centrarme en lo bueno de este movimiento, en las iniciativas geniales que se están haciendo. Quiero quedarme con lo bueno, porque entonces vamos a seguir alimentando el molino de los descreidos y del pesimismo.
Si le doy mucha importancia a eso, entonces la jodida desconfianza me come. Sé lo que quieres decir, y no te falta razón, pero prefiero seguir creyendo en la buena fe de esta gente. Al final es fácil «filtrar», son los hechos los que hablan. No me vale un buen PPT, ni una charlita pringosa… sino.. ¡¡los hechos hablan por tí!!
Conozco Latinoamerica tambien, vengo de ahí como tú. He viajado mucho por esas tierras… y creo que se puede trabajar bien y de forma genuina con los pobres sin serlo, si eres capaz de ser empático con ese sufrimiento. Hay experiencias de gente que, en jerga del Sur, diríamos que «han traicionado a su clase». Arriesgan y creen de verdad en lo que hacen.
Despues de decir todo esto, quiero que sepas que estoy totalmente de acuerdo contigo en esto que dices: «solo señaló que existe y no se lo puede omitir en los análisis, sobre todo para ayudar mejor a los emprendedores sociales».
Sé que es ese el espiritu de tu comentario, que lo dices por separar la paja del valor, porque todo lo que brilla no es oro. Hay experiencias frustrantes, pero me quedo con el inmenso coraje y perseverancia de «emprendedores sociales» que trabajan a pie de calle siguiendo algunos de los rasgos que comenté antes.
Espero que sean la mayoría, pero lo mismo estoy equivocado.
Tu comentario es relevante, y te lo agradezco. Siempre está bien delimitar las condiciones de contorno, y no dejarse llevar por lecturas edulcoradas de la realidad.
Gracias, de nuevo, Mario…
un saludo!!!!
Yuri
Upss… lo siento…. «Amalio» 😉
Amalio
¿Y por qué, mujer???
Yuri
Hola Amario
Con los 9+1 Rasgos de los emprendedores sociales, me acabas de entregar los 10 mandamiento de cómo debemos de actual agentes de la organización- como yo- que queremos impulsar el cambio (= revolución sin dolor 😉 ).
YA identifico algunos puntos que tendremos que reforzar y sobre todo es décimo: «…son geniales conectores de recursos y capacidades».
Sin esta capacidad (sin menos preciar los 9 anteriores), la masa nos come y mucha acción pero con poco impacto/resultado.
Me invita a hacer un ejercicio de barrer todos los objetivos-iniciativas en marcha, que esté en mi alcance, con los 10 rasgos, para poder identificar en cada caso, qué rasgos es necesario y que no lo estamos dando. Así sacaremos nuevas acciones-iniciativas 🙂
Gracias por ‘la guía’ Amalio.
Amalio
Querida Yuri: Me da mucha alegria verte por aqui, y que sirvan de algo estos 9+1 rasgos. Si tuviera que resumir lo que más valoro de un post que escribo, aparte de lo que disfruto y me quedo para mí (sobre todo «documentar» cada reflexión que pasa por mi cabeza), es que me digan que es «útil». Me encanta saber que sirve para algo….
Es fundamental desarrollar habilidades de «conectores de habilidades y recursos». Eso es clave para que el emprendedor social pueda cambiar cosas.
Gracias a tí por pasarte por aqui, y compartir conmigo lo que piensas….
Saludos a Jesus, y un beso especial para ti
Álvaro
Enhorabuena por tu post Amalio. Creo que refleja muy bien el espíritu de todos los que formamos Net2Madrid, una asociación de «Social Changemakers» con interés por la tecnología, la innovación y el cambio social.
Me gustaría que, si tienes un momento, le echaras un vistazo a nuestra web y nos dieras tu opinión al respecto. Ya tienes mi mail. Un saludo y muchas gracias.
Álvaro
Amalio
Alvaro:
Perdona que no te haya respondido antes, pero ando como loco de viajes. Gracias por tus palabras, y me alegro que refleje el sentimiento que mueve tu proyecto. Por cierto, he entrado a vuestra web y me da una alerta de virus. Creo que debeis ver eso, por si acaso. El virus es un «gusano» y mi aplicación le llama: HTML:Script-inf, así que no he querido seguir mas.
un saludo
Amalio
Ricardo Fuentes
Los centros de gobierno de la cosa pública están cada vez más lejos de los ciudadanos y no basta el lamento auto compasivo de los electores, es urgente que las personas gestionen respuesta reales a sus problemas. Tu visión de cómo son los gestores sociales es revolucionaria, no por nueva u original, sino por lo sencillamente factible que es. Agradezco tu valioso aporte y solo me resta pedir a todos que impulsen una genuina valorización de los gestores sociales para darles un mayor aliento en su tarea.
Amalio
Ricardo:
Tienes razon, la «cosa pública» se pierde en el horizonte, casi ni la vemos desde tierra. Mientras tanto, seguimos echando balones fuera, como si los politicos fueran los responsables de todo lo que nos pasa. Es lo más fácil, buscar culpables porque eso nos libera de rendir cuentas a nosotros mismos.
De ahí que los «emprendedores sociales» tienen mucho que hacer, es una actitud vital totalmente diferente: «no voy a esperar que ésta gente resuelva mis problemas, soy parte del problema»..
gracias!!!
Ivan Orozco
Conozco muchas personas con iniciativas para emprender buscando el beneficio para la sociedad pero les (nos) atemoriza la incertidumbre frente a la forma en como deberían ser reemplazados los ingresos pues el emprendimiento social no solamente requiere de una coordinación asistida, requiere de un involucramiento completo y permamenente para asegurar que los destinatarios de esta idea/proyecto obtengan el beneficio que les permita convertirse en mejores personas dentro de una sociedad resolviendo la necesidades que evitan que esto ocurra. No he encontrado el «business plan» del emprendimiento social que permita que los emprendedores -sin afugias ni preocupaciones- participen decidida y recurrentemente.
Gracias por compartir el post.
Iván
Amalio
Ivan: El emprendedor social no necesita un «business plan». La palabra «emprendedor» obedece a la idea de asumir riesgos y de poner pasión en el logro de un objetivo, y NO a la necesidad de hacer caja o de seguir enfoque empresarial.
Lo que sí tiene que hacer bien un «emprendedor social» es la gestión de los recursos. Para eso necesita un plan, una disciplina, y probablemente una experiencia, o gente buena en esto que le ayude. Los proyectos tienen que ser (a la larga) viables o sostenibles, y eso exige una buena gestión. Este es un tema que no traté directamente en el post, pero que conviene recordarlo.
Gracias a ti por pasarte por aqui
Rogelio
Gracias por el post. Como dice Amalio a Iván, no hace falta business plan. Estos son para convencer a un inversor, los cuales, como oí decir el otro día a Rodolfo Carpintier, buscan proyectos con retornor 20:1. Tras olvidarme del capital riesgo para mis proyectos sociales, el mismo día acudí a una conferencia de María Calvo, directora en España de Ashoka, una fundación que financia y proporciona red a emprendedores sociales de todo el mundo. Le pregunté y dijo que ellos no piden retorno, pero que solo financian la expansión internacional de proyectos que ya han demostrado su valía local.
Me falta una pieza. Una red de presentación de ideas, colaboración, financiación y apoyo para los muchos que nos sentimos emprendedores sociales y para los muchos más que son buenas personas y están dispuestos a ayudar a éstos en lo que puedan. ¿Alguien sabe de alguna?
Yo por ahora he seguido un camino de emprendedor a secas, pensando en ganar lo suficiente para financiar mis proyectos sociales, los importantes, a lo mejor me estoy equivocando…
Gracias Amalio por tu conferencia de ayer. Dejaste muy claro mucho de tu espíritu 2.0, lástima que el aspecto social que debe impregnar hoy día cualquier proyecto empresarial no te dió tiempo a esbozarlo.
Saludos.
Amalio
Rogelio:
El que quiera ser un emprendedor social, se lo tiene que creer de verdad. Si no, es mejor ser «emprendedor a secas» y no pasa nada por ello. No conozco personalmente una red del tipo que buscas en Málaga o Andalucia, pero prometo que lo voy a investigar. Seguro que la hay, pero quizas a escala española.
Está claro que es importante que la gente se una, y comparta experiencias.
un saludo, y gracias por tus palabras… Ya habra tiempo para seguir dando el palique… 🙂
Jorge
Seguro que como emprendedor social estarás pensando «y si no hay nada así, lo montamos, qué carajo» 😉
Yo conozco algunas internacionales, así de memoria, la de FutureShifters http://futureshifter.ning.com/
No sabría decirte ahora mismo alguna red más cercana, pero parece que comienzan a aparecer incluso espacios de trabajo para emprendedores sociales, como puede ser el Hub en Madrid.
Si averiguo algo, vuelvo por aquí 😉
facilitymanager
Amigo Amalio (fuente de inspiración)
Creo que es el más intenso post que hayas escrito. Sin dudas, fuente de inspiración para seguir adelante en el tema del emprendimiento social». Represente una guía necesaria para implantar y desarrollar.
Gracias por compartirlo,
Alberto
Amalio
Alberto: Aquí estamos todos inspirándonos unos de los otros. La verdad es que el post me ha salido de carrerilla, como si alguien me lo dictara. No sé si a eso se le puede llamar «intenso», pero sí que lo tenía claro.
Espero que nos ayudes a difundir esta idea del emprendimiento social, algo que hace muchísima falta en Latinoamerica.
un abrazo
Elena Barrios
Qué buen artículo. No tengo ni idea de si soy una emprendedora social. Pero sí me siento identificada con muchas de las características que enumeras, Amalio, y me encanta sobre todo ver que no soy un bicho raro, un verso suelto, en el competitivo y avaricioso mundo de los negocios.
¡Gracias! :-)))
Amalio
Elena: Un gusto, mujer, que te identifiques con estas ideas. Claro que no eres un «bicho raro». De «bicho» nada, y de «rara»… pues mira, no pasa nada con serlo si eso significa que no vas en rebaño y cultivas una personalidad sana que se desarrolla desde el criterio propio.
un saludo, y gracias a tí!!!
José Luis Gato
No he podido evitar leerlo varias veces, simplemente genial. No hace mucho decía que quizá hagan falta más emprendedores de quimeras y sobren empresarios de la consideración.
Precisamente ahora, cuando queremos abordar un nuevo proceso dónde la transparencia es la mayor abstracción.
Saludos y enhorabuena de nuevo.
Amalio
José Luis: Me alegro que te haya gustado tanto el post. Leyendo lo que escribes en tu blob, entiendo que te identifiques con la idea.
«Emprendedores de quimeras» es una forma de decirlo, aunque temo que alguien por ahí se aproveche para desmontar desde una perspectiva analítica ese propósito. Sinceramente creo que para ellos, para los emprendedores sociales, lo que se proponen NO es «una quimera», porque si no, no lo harían. No son tontos. Lo que pasa es que perciben la realidad de otro modo, se lo comentaba antes a Ricardo, su «modelo de realidad» es distinto al dominante, y por eso ven factible «lo deseable», algo que la mayoría ve «imposible» o en tus palabras, como una quimera.
A nosotros nos parece eso, pero a ellos no. Si no… ¿de dónde sacarían tantas energías?
Gracias, José Luis, por tus amables palabras…
Ricardo_AMASTE
Es duro ser un emprendedor social en este mundo. Hay demasiadas contradicciones que asumir. Yo noto cierto cansancio a mi alrededor entre personas que han emprendido con una perspectiva ingenua de transformación. Y es que es mucho más fácil ganar dinero que cambiar mínimamente la realidad. Hay cierta insatisfacción con a donde nos lleva emprender, por como nos encaja en el modelo imperante. Todas esos valores, capacidades, habilidades que has enumerado son ciertas, pero no se si son asimilables por el sistema (más allá de la mera instrumentalización) o si los emprendedores sociales son capaces de formatearse y adaptarse a la realidad hegemónica sin quedarse por el camino. Todo es posible, pero se producen muchos daños colaterales. No se si me explico.
Amalio
Ricardo: Agradezco tu perspectiva realista, o no sé cómo llamarla. Lo cierto es que ayuda a pensar y afinar los argumentos, que de eso se trata.
Emprender en lo social es trabajo duro, no cabe duda. Por eso son la minoría de la minoría (primero por ser «emprendedores», y después por adoptar el apellido «social»).
Las contradicciones agotan, es cierto. Pero vuelvo de nuevo al hilo argumental de un intercambio twittero que tuvimos en otra ocasión: Agota más «tragarse la hiel», no hacer catarsis o elegir el «camino adaptativo» que nos recomiendan.
Lo de «ingenuo» no hay que tomárselo al pie de la letra. Yo lo uso con trampa, porque en realidad lo que quiero decir es que se trata de abordajes que ven «variable» lo que para otros es «constante».
La «realidad» no existe como tal. Es solo «un modelo de la realidad» que nos hacemos entre los muchos que hay. El emprendedor social se resiste a conformarse con «el modelo» dominante de interpretar esa realidad, o al menos se lo cuestiona «haciendo cosas», que ya es bastante.
Pero volviendo a lo que comentas, será mucho más facil ganar dinero pero… por suerte, hay gente que eso no le mola tanto como mejorar la vida de otros. Incluso, es posible que para un verdadero emprendedor social plantearse lo de ganar dinero sea «más difícil» porque no se identifica con eso, se sienta incómodo haciendo ese viaje.
Tienes razon, el sistema «instrumentaliza» esas habilidades, aprovecha esas soluciones no-oficiales para pervivir y atenuar sus penurias. Pero ¿de qué estamos hablando? de «emprendedores sociales» o de revolucionarios anti-capitalistas. Cada uno que opte por el camino que quiera, pero todavia hay mucho que hacer en el itinerario del cambio, aunque sea para mejorar-la-vida de un puñado de personas, vecinos o colegas de trabajo. Yo pienso que los «daños colaterales» se reducen en la medida que aprendes a disfrutar cada avance, cada mejora, cada cosa buena que haces y se nota, por pequeño que sea. El cansancio al que te refieres puede tener un poco de maximalismo. Es en definitiva lo de siempre: pura gestión de expectativas.
Gracias por tu reflexión, compañero, seguimos en la brecha!!!
Jorge
Fantástico post, Amalio. Lo pintas tan bien que me parece inmodestia decirlo, pero siento que por actitudes y aspiraciones (ya se verá si por aptitudes) me puedo considerar emprendedor social. Hasta tal punto que todo lo que pueda decir ahora sonará como lo que ya has escrito.
Podría decir que vivo imaginando situaciones más deseables y maquinando cómo hacerlas realidad… y etc., pero lo has dejado bien clarito 😉
Mirando atrás, veo que he «emprendido» bastantes cosas en esa línea (en ámbitos bastante dispares) pero siempre fuera del ámbito empresarial, y tras acabar la carrera me estoy planteando cómo saltar a éste. Y a cuento de eso, decías que…
<>
Completamente de acuerdo. Igual suena más radical de lo que soy, pero para mí, francamente, el dinero es un «mal necesario». Lo veo como una base estructural que aporta solidez y ayuda a perpetuar una iniciativa cuyo objetivo es OTRO, y de paso me permite vivir de lo que me gusta. Pero si por mí fuera (si tuviera, digamos, una pensión fija sólo por existir), emprendería y trabajaría por la actividad en sí y no por dinero. Y seguro que iría mejor la iniciativa… y el mundo en general.
Cuando entro en un curso de creación de empresas y me dicen «el PRIMER objetivo de una empresa es GANAR DINERO, si no es ese el vuestro, pues apaga y vámonos», me dan ganas realmente de apagar e irme.
Esto me recuerda a un post de Julen Iturbe que hablaba de la dificultad de mezclar el perfil del líder con el del gerente; le veo una dificultad parecida a mezclar un emprendedor social con un empresario. Al menos en mi persona… habrá que ver cómo se me da.
Yo aún me he «probado» demasiado poco como para saber si aguantaré los encontronazos con el «sistema» en la línea que comenta Ricardo, pero en general prefiero visualizarlo de acuerdo a mi «teoría de la burbuja en el sistema»: envolver las iniciativas con una interfaz que las permita interactuar con el sistema (burocrático-político-económico-etc) y a la vez, dentro, funcionar según sus propios criterios. No sé si se entiende, esto es más para un post que para un comentario. Básicamente se trata de funcionar como un virus: ni huir del sistema ni rendirse a él, sino meterse dentro, y usando sus recursos, hacerse un hueco e intentar cambiar las cosas.
En fin, espero que todas estas ideas no se me vayan al carajo en cuanto me ponga con las manos en la masa… que ya hay ganas.
Un saludo, y encantado de verte el otro día aunque fuera en plan «encuentro líquido» 😉
Jorge
Jolín, ha desaparecido parte del texto. El fragmento citado era éste:
Incluso, es posible que para un verdadero emprendedor social plantearse lo de ganar dinero sea “más difícil” porque no se identifica con eso, se sienta incómodo haciendo ese viaje.
Enrique Gonzalo
Buenos Días Amalio,
Después de leer tu post quería felicitarte por el enfoque de los emprendedores sociales, me parece un termino que debe dar mucho que hablar por la potencia de su mensaje.
¡Felicidades!
Amalio
Enrique: Un placer verte por aqui, colega. Será genial que nos ayudes a difundir la idea de los «emprendedores sociales» a través de Twitter, entre tus seguidores, que son muchos. Es un concepto potente, sí señor, pero complicado de explicar porque se mueve en un territorio de mezcla, intermedio, casi de nadie… y de todos. Un saludo!!
Mercedes HVdP
Muy interesante el artículo y gracias por el mismo (me siento bastante identificada con él). Enhorabuena!
Amalio
Hola, Mercedes: Me alegro que te sientas identificada con el post. Uno más que suma, uno menos que resta… Gracias!!!
Jose Carlos
No sé si soy un emprendedor social o no pero me encantan los retos, aportar ideas que ayuden a construir una sociedad mejor, siempre con humildad y confiando en lo mejor de las personas. Al final resulta complicado pues estamos en una sociedad muy jerarquizada en la que predomina el interés personal sobre el colectivo, los altruistas tenemos que lidiar con esto y con la incomprensión de aquellos que solo buscan el propio beneficio. Me da igual que me llamen idealista y utópico, me hace feliz aportar mi granito de arena por intentar un mundo mejor.
Me siento identificado en algunos de los puntos que comentas, querido Amalio, sobre todo con la visión holística.
Amalio
Jose Carlos: Qué bien verte por aqui, cuanto tiempo!! Aprovecho para agradecerte la difusión que haces de nuestros artículos y posts. Por cierto, ese cariño que pones en compartir información (todos los días entras en mi bandeja de entrada con recomendaciones) es también una forma de socializar, de construir.
Los altruistas tienen que lidear con la incomprensión, eso viene de cajón, va en el «pasivo» del emprendedor social.
La «visión holistica» es un reclamo cada vez más recurrente en mi blog. Estoy convencido de que si aprendiéramos a abrir mas el zoom, dejando ese modo tan fragmentario y sesgado con que capturamos e interpretamos la realidad, seríamos mejores personas. Por eso, quien dice «holistica», dice en realidad «humanista».
¡¡gracias por pasarte, y no pierdas la costumbre!!
maria
Me ha encantado el post. Y creo firmemente que los emprendedores sociales son esenciales y más en estos momentos.
Yo me considero una emprendedora social ya que, como muy bien dices, me encanta poder mejorar la vida de los demás.
Si haceis más posts o formación al respecto, por favor avísame!!!!
Gracias!
Amalio
Gracias a tí, María, por pasarte por aquí. Me alegro que te sientas una «emprendedora social». Seguiremos dando la lata con esto, dalo por seguro!!!