La moda pandémica de renunciar a la anticipación
Se puede fallar estrepitosamente en algunos pronósticos puntuales pero si el análisis se hace bien y las decisiones se alinean con los sucesos más probables que nos convienen, el acumulado de resultados en el tiempo va a ser mucho más positivo que si nos creemos a pie de puntillas el mantra de la aleatoriedad y el “déjate llevar que no vas a poder prever nada”.