Toreando sesgos argumentales
El filósofo Daniel Innerarity utiliza un razonamiento muy habitual que tiende a comparar la democracia directa, con sus fallos e imperfecciones, con una democracia representativa “de laboratorio”, que está a años luz de la que tenemos. Que no es, ni lo será. Estas comparaciones son sesgadas y no contribuyen a un análisis justo de pros/cons de ambos modelos.