Voluntarios digitales con visión humanista (post-287)

Viajo esta tarde a Sevilla porque toca domingo de trabajo, por llamarlo de alguna manera. Me han invitado a dar una charla en el IV Encuentro de Andalucía Compromiso Digital 2012 (síguelo por el hashtag #ACD12), que organiza la Junta de Andalucía en el Hotel Barceló Renacimiento.
Esta iniciativa, como concepto, es de las que más me gustan de todas las que puede impulsar una Administración para favorecer la inclusión ciudadana. La idea de activar a una red de casi 500 voluntarios que haga un trabajo de acompañamiento y que siga una lógica de solidaridad digital para reducir la brecha que existe en el uso de las TIC, me parece de los proyectos más estimulantes en los que uno puede participar.
Estaré acompañado de estupendos ponentes, pero lo que más aprecio es la posibilidad que me dan de compartir con medio centenar de voluntarios mi visión de cómo ciertos valores de la innovación 2.0 (o “wikinnovación”), que algunos defendemos, conectan con el fomento de una Cultura Digital que se valorice en términos de más y mejor Activismo Social.
Intento no repetirme porque creo que cada contexto merece afinar matices, para que la conversación se dote de sentido. Así que durante esta semana, mientras trabajaba en Barcelona, estuve pensando dónde poner el foco de mi charla en ACD.
Como bien reseña Cibersur, una revista electrónica que me encanta, la innovación social será el eje de esta edición del evento, y el programa del domingo refuerza aún más esa intención con las ponencias de Goteo o Ashoka; así que he cambiado mi idea inicial que estaba centrada en inventariar tendencias emergentes en innovación tecnológica y gestión, para explorar un espacio que me interesa más y que creo que pega con las esencias no-escritas de este movimiento de voluntariado, y es su potencial contribución al fomento de una cultura digital entendida desde lo social, desde los valores que impregna, y de su capacidad de transformación en términos de más pro-activismo ciudadano.
ACD es una iniciativa de voluntariado para acercar las TIC a la sociedad andaluza, y yo la veo como algo más que una vía de ofrecer formación y servicios en herramientas digitales. Ese objetivo está bien, lo necesitamos, porque la brecha digital es una fuente de injusticia que hay que tomarse muy en serio; pero esa labor de acompañamiento técnico debe enmarcarse dentro de una lógica más profunda, de difusión de una actitud y de una cultura que ayuden a mejorar la autoestima social del tejido ciudadano.
Lo que quiero decir es que además del QUÉ, y del CÓMO, también nos importan los POR QUÉ y los PARA QUÉ de esta labor de alfabetización socio-digital. Desde mi humilde punto de vista, yo veo a estos voluntarios más como innovadores humanistas, que como formadores técnicos. Y esa visión más sistémica de su rol puede cambiar mucho el impacto de lo que hacen.
Parafraseando a Tiscar, imagino a Internet como un gran vergel, un nirvana para el aprendizaje informal que añora el autodidacta… pero también, y por qué no, como un espacio ideal para estimular la vocación de acción del ciudadano como potencial activista social.
Es correcto que comencemos con la difusión de herramientas y servicios, porque eso ayuda a ver/palpar una realidad que es para mucha gente desconocida. Por ejemplo, hasta que no aprendimos a usar las redes sociales, no supimos que podíamos auto-gestionar movilizaciones sociales al margen de los medios.
Pero las TIC bien entendidas significan sobre todo una “cultura digital” que está indisolublemente ligada a unos VALORES. La dimensión técnica de la labor del voluntario es importante, pero sería incompleta si no se le añade la socio-cultural, la formación/demostración en valores de participación, transparencia, colaboración y socialización del conocimiento.
Ese aprendizaje informal es también social, y se puede/debe traducir en acción, en autogestión individual y colectiva. Llevar esa cultura a los espacios más recónditos debería ayudar gradualmente a convertir una actitud pasiva (“espero que me digan lo que debo hacer”) en una proactiva, de implicación en la búsqueda de soluciones a nuestros propios problemas.
Tenemos que ser ambiciosos. Hay que completar el círculo, y subir escalones en la Pirámide de Maslow >> Empezar por pequeñas cosas, pero seguir añadiendo capas: desde lo “fisiológico” a la “autorrealización” personal. Generando más “conectividad-P2P” vamos a mejorar la autoestima social porque ya es hora de que busquemos respuestas creativas a esa mirada escéptica/inmovilista que hoy tienen tantos ciudadanos hacia las instituciones que en teoría los representan.
Pues nada, nos vemos este domingo en #ACD12. El programa está aquí, y creo que van a difundir las charlas por Streaming.
ererritly
¿Quién y dónde para organizar este verano con licencia, comparten su información.
Rosa Rubio
Una ponencia irrepetible, un post para recordarla y algunas notas en la libreta… Muy acertada la visión de la iniciativa y de los que deben de ser los valores que la fundamente hoy y en el futuro: voluntarios como innovadores humanistas para reducir la brecha digital, que no deja de ser una forma de desigualdad.
Amalio
Gracias, Rosa. No había visto tu comentario. Lo siento.
Lo de concebir el voluntariado digital desde una visión de innovadores humanistas me parece poner esa labor en su contexto, y supongo que enriquece. Un saludo
Nono
Para mí tu ponencia ha sido una de las mejores, o por lo menos con la que más me he sentido identificado. He subido algunas fotos al album de un mecenas con el que colaboro y esta noche espero subir también tu charla. Gracias por compartir y por difundir tu filosofía humanista.
Nono
Perdón, la foto; http://www.flickr.com/photos/75181971@N06/6806817664
Amalio
Gracias, Nono. Al final es una cuestión de con qué nos sentimos más identificados. Me he bajado algunas de las fotos que hiciste para ponerlas en el Album de Flickr de eMOTools, donde documentamos gráficamente todos los proyectos con los que colaboramos. Gracias a ti 🙂